Cristal
Todo iba perfecto, las chicas se veían hermosas en sus vestidos y eso me enorgullecía mucho. Decidí mirar como todos bailaban, ya que me encanta ver a los demás bailar. Ver a Camille junto a Daniel me causa curiosidad, pero sé que Daniel es lo más cercano que tiene a Will y a pesar de que no me gusta la idea, no podemos prohibírselo.
— Hola, pastelito — dijo alguien cerca de mi oreja.
Di un salto por el susto, pero no volteé a mirar porque sabía de quien se trataba.
— ¿No puedes saludar como las personas normales? — pregunté.
— Primero, no soy normal y segundo, tampoco soy una persona — la manera en que lo dijo fue tan serio y con una voz tan grave, que por un momento me asusté. Después supe que estaba bromeando.
— ¿No deberías estar celebrando con Mia? — pregunté.
— Ella está bien con el resto de sus amigos, así que preferí venir aquí contigo.
—¿Para qué? — quería reír, pero fui lo más seria que pude.
— Para lo que tú quieras — sonrió —. ¿Hasta cuándo seguiremos así?
— ¿Así cómo? — pregunté confundida.
Él sonrió y se alejó. Sé que quería que lo siguiera, pero no estaba segura de ir. Confiaba en él, me había mostrado y enseñado cosas que jamás pensé que haría.
He pasado tiempo con Christopher, pero no le he contado absolutamente a nadie y mucho menos ahora que sé que es padre de una de mis mejores amigas. No quiero que esto se malinterprete porque jamás ha pasado algo entre él y yo, pero las personas siempre pueden confundir todo. Se veía tan joven que para mi era como un amigo más.
De todas maneras, lo seguí al patio trasero y lo vi sentado en una banca al otro lado de la piscina.
— ¿Así como? — volví a preguntar mientras me sentaba a su lado.
— Sé que te gusto — dijo acercándose a mi cara.
Se alejó rápidamente y rió.
— No, Christopher. Eres padre de Mia — lo miré seria, pero sentí mis mejillas arder.
— Estoy bromeando, Cristal — dijo riendo.
— Estás muy bromista — lo golpeé en el brazo.
— Sí, pero yo si dejé claras mis intenciones contigo.
— No me lo recuerdes, por favor — suspiré.
Ese día fue bastante extraño para ser sincera.
— Aquel día te enojaste y me dejaste solo. Muy mal educada — dijo bromeando.
— Ya basta — dije riendo.
— ¿Escuchas eso? — dijo el mirándome.
— ¿Qué?
— Suena a una de mis canciones favoritas.
— No bailaré contigo — me crucé brazos.
— Por favor — dijo estirando su mano.
Lo miré un momento y tomé su mano. Me acercó a él y comenzó a moverse de un lado a otro.
— No me gusta bailar — mentí.
— No mientas — dijo él.
Lo miré seria para ver que decía.
— Te gusta — dijo sonriendo. Había leído mi mente y no me había dado cuenta —. Tú sabes lo que pasó después de aquella noche en que intentamos borrar la memoria de Isabella.
YOU ARE READING
Los Caídos #2- Elementales
FantasyCon la repentina desaparición de su amiga, Camille y sus amigos idean un plan para recuperarla a como de lugar. Por otro lado, Camille se ve atormentada por las verdades que le han sido reveladas, lo que la conducirá a hundirse en su propio mundo y...