Los Caídos #2- Elementales

42. No era yo

Cristal

Todo el asunto de Makarius me quedó rondando en la cabeza, principalmente porque la muestra de sangre que Eric me pidió analizar pertenecía a un demonio humano. 

Me dirigí a la escuela Walker apenas salí de la academia. Necesitaba arreglar este problema cuanto antes porque si Eric realmente mantenía contacto con Makarius, resultaría herido.

Una vez que abrieron la enorme reja para poder entrar a la escuela, me dirigí a la entrada y esperé pacientemente a que abrieran la puerta. Una chica, estudiante de allí, me dejó entrar y me acompañó hasta la oficina del director.

— Señorita Night, ¿qué la trae por acá? ¿Es mi sobrino nuevamente?

— No, todo está perfecto con Anthony. De hecho, estoy aquí por Eric. Necesito hablar con él.

— ¡Oh, lo lamento! Él salió al centro de la ciudad. ¿Necesita algo urgente? — preguntó amable.

— No — dije sonriendo —. Creo que puedo llamarlo para quedar con él.

— Claro. A Eric le vendría bien una amiga.

— ¿A qué se refiere? — dije riendo.

— Eric no suele tener muchos amigos. Es bastante reservado.

— ¡Oh —dije en un susurro casi imperceptible.

El director permaneció sonriente hasta que se sintió ruido desde afuera. Se escuchaban un par de voces discutiendo por querer entrar.

—Eonei — gritó alguien.

La puerta se abrió inmediatamente dejando al descubierto a la chica que me llevó hasta la oficina y a un chico de cabello rubio, el cual tenía su mano extendida producto del hechizo que había hecho.

— Oh, perdón por interrumpir tu reunión, padre — dijo con sarcasmo y mirándome de mala gana —, pero por si te importa, tu hijo acaba de volver de ese horrible internado. Viajé diez horas para llegar aquí y esta niña — dijo apuntando a la chica a su lado —no quería dejarme entrar.

— Kenneth, hijo, podrías ser un poco más respetuoso — dijo su padre.

Al chico pareció importarle un bledo qué hacía su padre o quién rayos era yo porque se limitó a darme una mirada rápida y luego a ignorarme.

Kenneth sin duda tenía buen aspecto. Sus ojos llamaban la atención donde quiera que mirara y su cabello algo alborotado dejaba en evidencia lo rebelde que aparentaba ser. Vestía completamente de negro a excepción de su bufanda que era totalmente blanca. A pesar de ser guapo, su personalidad dejaba mucho que desear.

— Hijo, ella es Cristal Night de la academia de los Caídos — dijo el hombre sonriendo.

— ¿La de la raza de los nefilim? No puedo estar menos impresionado, padre. Si me disculpas iré a mi habitación.

Tomó su maleta, dio media vuelta y se fue tranquilamente. Hice una mueca y reí. No podía creer toda esa arrogancia.

— Lo lamento, Kenneth puede ser... complicado.

— No se preocupe. De todos modos, ya me iba — dije riendo —. Entonces, ¿realmente él es hermano de Eric?

— Difícil de creer, ¿no? Son tan distintos, pero tan iguales. Son mellizos — dijo.

— ¿Mellizos? — pregunté incrédula.

No se parecían en absoluto y hablo de lo físico y también de su carcater porque en cuanto a personalidad y comportamientos, Eric llevaba las de ganar.