CAPÍTULO 39

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Están esperándome todos para salir hacia el bar del amigo de mi madre. Me esperan en la entrada, ya con la puerta abierta.

Mi padre habla con Rosa, parecen tener una conversación muy amena, ya que sus rostros indican que están disfrutando de la entretenida charla.

Joaquín, el padre de mi novio, habla por teléfono al otro lado de la habitación, por su ceño fruncido deducco que su conversación no parece tan agradable como la que tiene mi padre y mucho menos la que tiene mi madre y Adrián.

Ellos están alejados de todos. Mi madre parece disfrutar de la incomodidad de mi novio, mientras el no sabe dónde mirar. 

En los segundos que lo llevo observando ha cambiado su mirada de la lámpara al jarrón, pasando por sus zapatos, el florero y sus dedos.

Cuando vuelve a cambiar su mirada de objeto choca contra mi.

Le sonrío mientras él me mira con una cara, donde claramente dice que le saque de la conversación.

-Estoy lista- digo llamando la atención de todos.

Joaquín solo me mira y sonríe, sale tranquilamente por la puerta, aún hablando por teléfono.

La agradable conversación de mi padre y Rosa se apaga unos segundos para que ella diga:

-Pues vámonos entonces- cuando lo dice vuelve a mirar a mi padre- Como te iba diciendo…

No oigo más de la conversación ya que salen por la puerta.

La incómoda charla de mi novio y su madre se termina, o eso creía, porque antes de salir completamente por la puerta dice.

-Ya acabaremos esta conversación querido nuero.- dice ella con una sonrisa.

Mi madre siempre ha parecido una adolescente hormonada cuando se trata de hablar de chico y relaciones.

Levanto mis cejas en dirección de Adrián, un poco descolocada tras la últimas palabras de mi madre.

-Creo que me ha hecho un hueco en su corazoncito.- dice como un niño pequeño que necesita la aprobación de su madre.

-Como dijiste antes- le digo andando hacia él y colocando una mano en su hombro.-Mi padre da mas miedo.

Adrián abre los ojos como un balde de agua fría enfrentándose a su verdad.

Ante su estado decido acercarme a sus labios y dejarle un pequeño beso.

-Vamos- cojo la silla y empiezo a encaminarnos hacia los coche que se encuentran aparcados uno al lado del otro con cierta distancia entre ellos.

Nos separamos para ir cada uno es su coche respectivamente.

Enchufo mis cascos en cuanto mi madre arranca y empieza a ir hacia el pueblo. 

El camino se me hace corto, aparte de la cercanía del pueblo es que voy sumergida en el mundo de mis pensamientos.

¿Qué pasará cuando volvamos a la rutina? 

Los últimos días lo he estado pensando mucho.

Estos meses han sido sin duda unos de los mejores de mi vida y no quiero que termine.

Al llegar primero decidimos esperar a la otra familia para pasar todos juntos. 

Cuando llegan decidimos pasar; el bar es amplio, suficiente para que Adrián pasa entre ellas facilmente.

Nos dirigimos a una mesa. Los adultos se sientan, mientras que yo aparto una silla para que Adrián pueda colocarse en la mesa. 

-Hola- dice Mario acompañado de su mujer.

SOLAMENTE NOSOTROS DOSWhere stories live. Discover now