CAPÍTULO 38

3.3K 204 18
                                    

-Shh- dice él acunandome en sus brazos.

llevo llorando sobre unos diez minutos, Adrián lo que hizo fue abrazarme y consolarme. me separo de él secandome las lagrimas de mis mejillas con mis manos.

-Yo...- empiezo a decir con un frágil tono de voz.

-Tu nada Alicia, he sido yo- dice mirándome directamente a los ojos.- Lo siento.

>>Yo no iba a pegarte, solo levanté mis manos, pero nunca con esa intención- explica él- y... y en el momento que te vi protegiéndote de mi... lo siento tanto. Por favor creeme, no te iba, ni te voy a pegar en cualquier momento. No soy así. Creeme.- baja su mirada, como si le estuviera condenando.

COn mi mano levanto mi cabeza y hago que me mire a los ojos.

-Te creo.

su mirada se ilumina y una pequeña sonrisa se abre paso entre sus labios.

-Sé que no me pegarias.- Me sincero.- te conozco y estoy contigo porque sé que no me pegarás por ninguna discusión o porque simplemente te apetezca. Pero el pánico me invadió... los recuerdos vinieron a mi y me bloquee.

Me acerca a él y me abraza acariciando mi pelo con cariño.

-Fue a principios del año pasado... Él era dos años mayor que yo; nos conocimos de pura casualidad. empezamos a hablar y los sentimientos fueron creciendo con el tiempo. hasta que empezamos a salir.- explico yo.

-Pecas, si no quieres no hace falta que digas nada.- ignoro sus palabras y sigo contando.

-Yo pensaba que le amaba, ahora me doy cuenta qe que era pura obsesión, tambien creia que pasaria con el toda mi vida; pero unos meses después empezó a actuar raro. Revisaba mi teléfono, siempre me preguntaba donde estaba y con quien... Un dia estabamos en su casa viendo una película y Fernández me llamó. El enloqueció. No sé porqué lo hizo, ¿Celos?¿No tenerme controlada de con quién salía o me llamba?¿Que en mi vida hubiera más personas que él? No lo sé, pero me pegó. Después de eso me fui de su casa, dejando claro que habíamos terminado. Desde entonces no lo he vuelto a ver.

Una lágrima baja por mi rostro paulatinamente, pero no llega muy lejos ya que Adrián la quita, y sin decir nada besa mi frente.

-Lo siento- digo yo esta vez.

Me mira extraño, por eso sigo hablando.

-Siento que tengas que aguantar todo esto.

-No te disculpes- dice tranquilamente.- Por tí, hago lo que haga falta; tanto como si es ver la pelicula de Titanic como acompañarte a ver a Emma. Lo que quiero decir es que estoy aquí para ti como tu estuviste para mi cuando te necesité. Y lo quiero todo de tí. -Tras esas palabras se esconde algo, pero no pregunto el qué.- Te quiero pecas.

-Yo tambien te quiero.

-Te lo prometí una vez, pero si necesitas que lo vuelva a hacer lo hago. No voy a pegarte. Jamás. Soy incapaz.

Contarle todo esto ha liberad en mi u peso que ni siquiera sabía que cargaba con ello.

Al juntar nuestros labios todo se olvida. Mi antigua relacion, mi enfado, su injusta acusación a sí mismo. Solo somos nosotros.

Nuestros labios se mueven al compás. Encajan tan bien que parecen que han sido creados para estar juntos.

Antes de separarnos Adrián muerde mi labio inferior.

Junto nuestras frentes y cierro mis ojos. Disfrutando del silencio.

-Y eras tú el que decía no ser suficiente para mí.-Digo con los ojos cerrados aun.

SOLAMENTE NOSOTROS DOSWhere stories live. Discover now