CAPÍTULO 37

3.2K 202 18
                                    

La mirada de nuestros padres solo dicen una cosa: "estamos en problemas" y lo confirmamos cuando mi madre empieza a hablar.

-Os dejamos solos porque confiamos en vosotros y ahora se supone que vosotros habeis pegado a alguien- dice mi madre bastante cabreada. Pero su mirada de furia solo me mira a mi cuando dice:- Estás castigada.

-Pero...-empiezo a intentar explicar la situación, pero la dura voz de mi madre vuelve a sonar.

-No hay peros Alicia.-Dice ella-¿Te crees que puedes ir pegando puñetazos por ahí?

Intento explicarme otra vez pero la voz de Adrián me interrumpe.

-Ella no ha pegado a nadie- miente- he sido yo quien ha dado un puñetazo al chico.

-¿Qué?- pregunta Rosa sin poder creer lo que está escuchando. Pero cuando creo que ya lo ha analizado se dirige a su hijo de la misma manera que mi madre se ha dirigido a mí, son tan parecidas que incluso dicen la misma frase. - Estás castigado.

-No se ellos- vuelve a hablar mi madre, refiriéndose a la otra familia - pero nosotros nos vamos.

-Cariño...- dice mi padre- creo que deberíamos escucharlos para saber su versión.

-¡Pase lo que pase no es necesario ir armando escándalo por todos y cada uno de los sitios a donde vas!- dice ella.

-Claudia tiene razón- dice la otra mujer- No se puede ir pegando puñetazos.- Dice esto ultimo mirando a su hijo, quien baja la mirada al no querer ser escuchado.

-Pero alguna razón...- empieza el padre de Adrián esta vez.

-Si mamá, tenemos una explicación...- digo yo.

-Me voy- dice ella enfadada. Sinceramente creo que es lo mejor, no es porque no la quiera ni nada por el estilo, pero si mi madre está muy enfadada, como el caso de ahora, es mejor que respire y se tranquilice, ya que al ser impulsiva dice bastantes cosas que pueden hacerte daño muy dentro de tu ser.

-¿Te acompaño?- pregunta mi padre preocupado.

-No, quédate, siempre hay alguna razón...- la burla en su voz es notable. Se da la vuelta y camina hacia el coche.

Rosa sin decir nada va con mi madre, dejándonos a los cuatro solos.

Suben al coche y se alejan, poniendo rumbo hacia la casa.

Nuestros padres y nosotros nos miramos, pasan los segundos sin que nadie diga nada. Hasta que Joaquín, el padre de Adrián habla.

-¿Le rompiste la nariz?- pregunta ¿entusiasmado? Parece que se siente orgulloso de su hijo, aunque el chico se fuera con la nariz rota.

-Si- dice al quien ha preguntado.

- Deberíamos ir a casa.- dice mi padre recordando los pasados instantes.

su preocupación or mi madre es notable, la ama, y una discusión así le rompe el alma. Han peleado por una grandiosa tontería, aun así a mi padre le duele.

-Creo que están muy enfadadas- comenta mi novio como si no nos hubiésemos dado cuenta.

-¿Te has dado cuenta tú solo?- pregunto con sarcasmo- ¿Qué te ha convencido? ¿Que se han largado o que casi nos gritamos?

-Vamos.- mi padre no espera y empieza a caminar hacia el coche, seguido de los tres que quedamos.

Cuando llegamos al coche, Adrián con un poco de dificultad se sube. Su padre no tarda mucho en guardar la silla en el maletero y sentarse en el asiento del conductor.

SOLAMENTE NOSOTROS DOSWhere stories live. Discover now