Arrasando con la Magia.

Capitulo 43 - La Biblioteca de la Infinidad -

Se decidió fechar la salida para dentro de dos días. En el tiempo restante, la gente de Elvastín les brindaría una cálida estancia a los Antimagos, ya no se quedarían en aquella taberna a las afueras de Gromdrassil, ahora vivirían en una pequeña casa adyacente al Yggdrassil, construida exclusivamente para ellos.

En un círculo todos reunidos estaban. Sentados en la sala de estar, le hacían preguntas a Ethan sobre la biblioteca de la infinidad.

-          ¿Y cuántos libros llegaste a leer? – preguntó Sam

-          No sabría decir exactamente – responde el ojiazul rascándose la nuca – solo sé que llegué a leerme unas 42 estanterías completas, y si la memoria no me falla, cada una tenía unos 78 libros, creo

La chica se asombra con ello.

-          ¿Hay algo sobre magos ígneos que puedas contarme? – cuestiona Red

-          Hmmm… hubo muchos libros, pero la teoría es demasiado compleja y extensa para decírtela ahora

Red pone cara de pocos amigos y cruza los brazos.

-          Que egoísta eres Ethy…

Al oír esto, Ethan se pone pálido y comienza a sudar frío. Al instante su hermano le hace una señal al pelirrojo, este pone cara de preocupado y se inclina hacia adelante.

-          Digo, digo, que malo eres Ethan, por lo menos dime algo sencillo

Ethan se recupera, y después de secarse el sudor golpea su puño de lado con su rodilla suavemente, al instante aparecieron los guantes de hierro negro.

-          A ver, lo más sencillo es esto… - Hace una llama azul eléctrico – básicamente lo que tienes que hacer es…

-          ¡¿Cómo rayos estás haciendo piro control?! – interrumpe el pelirrojo

-          ¿Ahh esto? Es parte de lo que aprendí de mis poderes, no es fuego como tal, solo es una emisión más constante y más estable de las ascuas negriazulejas que producía al vaciar – invoca el otro guante de hierro y pasa el fuego por encima de este – como decía, básicamente es generar una mayor cantidad de fuego, pero a menor escala

-          No entiendo del todo – se recuesta - ¿Te refieres a aumentar la emisión y disminuir el poder?

-          No, me refiero a aumentar la emisión exponencialmente y, dicho con otras palabras, disminuir el espacio que tiene el fuego para expandirse

Red se queda pensando mientras se acostaba en las piernas de Sam. Ethan, extrañamente, los miró con una cara jovial, acompañada de una sonrisa.

-          Nunca lo había pensado, pero ustedes hacen linda pareja – se saca los guantes y estos desaparecen en las mismas llamas azules – Sam, te encargo a mi mejor amigo

Ella asiente con la cabeza. Miguelangel se pone de pie y se recuesta en un muro.

-          Me gustaría mejor que nos contaras a detalle máximo lo que hiciste en la biblioteca

-          Ahh eso… bueno, es un poco larga la historia, pero trataré de solo decir lo importante…

-          Narración de Ethan –

 

El primer día, o sea, al instante en que aparecimos Tenebrarum y yo en la biblioteca, fue bastante confuso. Lo primero que tenía que hacer era alejarme del dragón, y fue algo difícil ya que no poseía mis poderes, además de que la biblioteca es oscura a más no poder. Tenebrarum solo se empecinaba en rugir y escupir fuego hacia todos lados, pero si no fuera por sus constantes emisiones de fuego, no hubiera sabido hacia dónde dirigirme. Ese ¨día¨ me la pasé escondido entre dos estanterías caídas, esperando lo mejor. Después de un  largo rato, no sabría exactamente cuánto tiempo fue, Tenebrarum parecía haberse cansado, se retiró volando. Los siguientes instantes me la pasé corriendo sin parar, las llamas que aún quedaban me permitían ver el camino, además de que las estanterías están organizadas en hileras a la perfección, así que si solo corría en línea recta no habría de qué preocuparme. Terminé cansándome unas horas después, como les digo, no sabía exactamente cuánto tiempo fue.