Capítulo 59 - Caras -

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Nota: Este capítulo contiene varias escenas gráficas, se recomienda discreción.

Con todas las batallas puestas en escena, el día de la redención avatar había llegado. El señor de las almas, Rypserk, fue encomendado con luchar contra, al parecer, la portadora del agua. Era una mujer alta, de cabello rubio, con una figura bien marcada por grandes y voluptuosas curvas. Además de llevar un vestido que poco dejaba a la imaginación. Rypserk, desde cuando era Miguelangel Azureblade, se sentía incómodo con las mujeres voluptuosas, creía que eran demasiado exageradas para su gusto personal.

- Oh, mira, 'Acua, nos tocó un guardián - decía la tipa con voz seductora - ¿Qué esto no es casi traición?

- ¡Rypserk, sácame de aquí! ­- Exclamó la avatar

- E-espera, ¿cómo es que puedo oírte? - preguntó Rypserk con los ojos cerrados

- ¡Los guardianes tienen una conexión directa conmigo, debes-!

La voz de la avatar se esfumó en un momento, la mujer puso una cara como de extasiada y le sonrió a Rypserk. Este, aunque tenía los ojos cerrados, sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo.

- Dime, ¿Rypserk era?, ¿cuántos años tienes? - preguntó la mujer - Por cierto, mi nombre es Claery

- P-perdí la cuenta hace tiempo - refunfuñó el guardián, bajando la vista y poniéndose la capucha - Creo que debería de rondar los 25

- Oh, vaya, entonces eres mucho mayor que yo - Se ríe suavemente, con una risa muy aguda y femenina - me gustan los hombres mayores que yo, ¿sabes?

Rypserk se sonroja muy ligeramente, le da la espalda a la tipa y se sube la máscara.

- ¡¿Y-y a m-mí qué me importa?! - tartamudeó pasándose un alma de mano a mano

- ¿Oh, oh? Raijin nos dijo que el guardián de esta dimensión no tenía emociones, creo que debería hacer mejor sus investigaciones - mencionaba la tipa sentándose en un bloque de dios-sabe-qué, en medio de la sala - supongo que tú debes ser otr-

Entonces, Rypserk salió disparado contra ella, con su puño envuelto en almas rojas, tan rápido que ni siquiera Miracua percibió el movimiento, pero se detuvo al último momento, cuando faltaban pocos centímetro para colisionar con el rostro de la mujer. Ella parecía aterrada con tal velocidad, volvió su mirada hacia Rypserk y lo único que no estaba cubierto en su rostro eran sus ojos. Vió ira en ellos, una ira asesina que no es despertada por cualquiera. Entonces Rypserk parpadeó, volviendo a la normalidad, se retira unos metros, se quita la capucha y la máscara y dice:

- Lo siento, es un reflejo natural que siento algunas veces - decía masajeándose la muñeca - Creía que ya lo había superado

De repente, el señor de las almas siente ¨algo¨ suave en su espalda. Dos brazos lo rodean y lo abrazan, dorados hilos caen en sus hombros mientras escucha sollozos leves.

- ¡O-oye... ¿q-qué estás haciendo?! - protestó intentando soltarse - ¡Suéltame!

- ¿Has sufrido mucho, verdad? - le susurró la mujer - Pobre de ti... debiste de haber perdido a gente muy importante

Rypserk se detuvo de golpe, comenzó a recordar los tiempos cuando era un Azureblade, su vida en familia, las peleas entre amigos, recordó a Ethan, a Red, a Sam. Luego recordó a quien era más importante para él, frente a sus ojos pasó Lyte, sonriendo tan cariñosamente como solía hacerlo.

En la dimensión de Rypserk, como era ya sabido, muchas cosas eran diferentes, allí, él había sido quien se enamoró primero de Lyte, y no al revés como en la dimensión actual. Vivieron juntos varios meses antes de que fuera a Garrim para salvar a Ethan, él estaba decidido con ella, él quería que fuera su esposa. Siempre recordaría cuando él tenía que madrugar y por las noches no podía dormir, Lyte solía acariciar su cabeza mientras tarareaba una cancioncita que lo hacían dormir. Seguidamente, por las mañanas, ella lo levantaba con un beso en la mejilla y susurrándole: ¨Migue, tienes que levantarte, hoy hay reunión¨, y lo repetía cuantas veces fuera necesario para que él despertara. Siempre que estuviese triste, Lyte se ponía a llorar por igual para que él se pusiera a hacer payasadas y así despejarle la mente de los problemas de ser comandante a tan corta edad.

Arrasando con la Magia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora