Arrasando con la Magia.

Capitulo 37 - La Batalla de los Celestes -

La batalla estalló, los escuadrones de defensa comenzaron con la iniciativa ¨Taladro al Infierno¨, como fue llamado el plan. Había un gran espacio entre las primeras filas de Khur'Galehn y el ejército celestino, Ethan se había adelantado unos cuantos metros, ignorando completamente las palabras de su hermano. Iba moviéndose rápidamente en Zúridashi, hasta que hizo contacto visual con la armada de piedra, pero en adición había un prominente centauro que llevaba una gran hacha, iba sin armadura, pero portaba un collar plateado con una piedra verde, y tenía el pelo negro y largo, amarrado en una cola de caballo. Ethan sonrío levemente y le susurró a Zúridashi:

-          Oye amigo, ¿crees que puedes mantenerte tú solo?

La pantera da un rugido y ¨sonríe¨. Ethan toma eso como un sí, entonces se comienza a poner de pié lentamente sobre Zuri.

-          Wow…así que esto es lo que llaman surfear, ¡que divertido!

Y cuando estaba a una distancia más cercana, dio un salto, tele transportándose hacia arriba múltiples veces para tener una vista aérea de la longitud del ejército, como era de esperarse no logró divisar el final de este.

-          Vaya que si eran muchos

Estando en el aire se giró para ver al ejército celestino, y una ligera decepción le entró.

-          Es como si fuéramos una guerrilla que se enfrenta a las tropas de un imperio – se ríe – pero al final, si es por la causa correcta…

Apunta hacia abajo con la mano izquierda, creando un vacío, y se mueve allí encendiendo a Cerúleo.

-          Los números no importan…

Y con destreza bestial comienza a cortar cabezas como si se tratase de un profesional, tele transportándose de un lado a otro con máxima habilidad. En su interior, Imbo miraba sus acciones con gran impresión, pasándosele por la mente los primeros años que pasó con Ethan, recordando cuando este se desconcentraba al moverse y terminaba chocando con un árbol, o volvía al punto inicial, todo eso hizo que, a la vez que sonriera, se le saliese una pequeña lágrima.

-          Haz crecido mucho… chiquillo con grandes aspiraciones…

-          ¿Dijiste algo Imbo? – pregunta sin desconcentrarse en la ¨carnicería¨

-          No, no, veo que has mejorado bastante ahora que tienes un arma

-          Sí, tal vez sea tan fuerte como…

Recibe un fuerte golpe en la cabeza que lo derriba, se la soba por unos momentos y vuelve la mirada hacia arriba, mirando a alguien montado en un grifo.

-          ¿Por qué nunca me escuchas?

-          ¿Debería? – se ríe

-          Ay Dios…Rhevyve, puedes irte – se baja del grifo

Y con un chillido se va volando. Ethan se pone de pié ayudado por su hermano.

-          Más vale que nos pongamos manos a la obra – invoca a Blank

-          ¿Nuevo Heiligen?

-          Algo así

Entonces, justo entre los dos, aquel centauro bajó violentamente su hacha, enterrándola en el suelo.

-          Déjame al grandote, tú tienes un ejército que guiar ¨comandante¨ - sonríe y desaparece

Por otro lado, Miguelangel invoca sus alas y verifica el estatus, faltaban pocos minutos para que chocaran ambos ejércitos, pero su atención se centraba en la ubicación de Red, encontrándolo a los pocos segundos, vuela hacia él y desde el aire le dice: