Capitulo 21 - La historia de otro cazador (Perspectiva Zack) -

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Cuando tenía unos seis años, comencé a experimentar muchas visiones, veía muchas cosas malas pasar, cosas como guerras, hambrunas, cosas de ese estilo. Por ese tiempo yo vivía en Roma, estudiando en una de las mejores escuelas. Un día mí hermano Red descubrió unos extraños poderes, lograba crear fuego de sus manos, era impresionante, yo no pude hacer algo igual. Esa noche, recibimos una visita, una indeseada.  Dos tipos altos y uno de media estatura, uno de los tipos no tenía rostro, era exageradamente alto, su piel era completamente negra, a excepción de una cicatriz en su pecho roja, el de estatura media tenía la cara pálida, cabello blanco grisáceo, ojos verdes, y siempre con una sonrisa de lunático. Yo fui con abrió la puerta, lastimosamente, al ver eso dí un grito que a cualquiera le helaría la sangre, Red acudió inmediatamente, pero él no se espantó como yo, en cambio usó sus poderes contra esos tipos, pero ellos eran muy fuertes, nos subyugaron a mí y a Red. Precisamente ese día, mamá y papá trabajarían hasta tarde. Yo caí desmayado, y cuando desperté la casa se estaba quemando, lo último que recuerdo es que Red ya no estaba a mi lado, pero fui salvado por mi tío Izra, el cual me explicó lo que me había pasado, resulta que había sido atacado por demonios, y no cualquier clase de demonios, eran ¨uunghups¨, demonios de alto rango. Él me llevó consigo hacia su casa en los andes, largo viaje, me entrenó por casi diez años en una especie de arte, el ¨Uunghup'thalar¨, arte de caza de demonios en español. Cuando finalmente terminé mi entrenamiento, mi tío me regaló dos ballestas, una se llamaba Hawwk y la otra Kroow, estaba muy feliz con esas armas, era como si condensaran mi poder. Mi tío me explicó que Hawwk potenciaba mis cánticos sagrados de exorcismo, Kroow por otro lado, mejoraba mis artes sombrías, que son algo así como para moverse ágilmente por cualquier lado. Mi primer día de caza fue algo extraño, llegué a parar a un pueblo medio depresivo, resultó ser que en ese pueblo se hacían sacrificios a los demonios, todos estaban poseídos, a excepción del padre José Alberto Gregorio de la Santísima Trinidad Echeverría, quien me dio información sobre lo que pasaba en aquel pueblo. En la noche, todos los demonios se apoderaron completamente de los cuerpos de los habitantes, convirtiéndose en unas criaturas de apariencia bestial, patas de cabra, pecho de hombre y cabeza de dragón. Yo me las arreglé para salvarlos a todos, y una vez todos a salvo, me dieron información sobre uno de los uunghups que estaba buscando, Arnold Hoods, el tipo de pelo blanco, me indicaron una dirección y la seguí. Demoré HORAS caminando, era una carretera infinitamente larga, desiertos a mis lados, y un calor insoportable, casi muero, pero un grupo de personas me recogieron y me llevaron a una ciudad súper rara, todo era blanco o beige, desperté en un hospital, me atendió una enfermera muy hermosa, me dio información sobre lo que me había pasado y en donde estaba, resulté estar en la ciudad de Hunnajal, una ciudad donde la Fé era la ley, luego me habló sobre alguien, que casualmente encajaba en las características de Arnold, fui a verlo y efectivamente era él, nos enfrentamos, ahí fue cuando comencé a despertar mis verdaderos poderes, poco a poco mis habilidades se convertían en relámpagos, mi favorita, el Vuis van skadu, puño de sombras en español, se volvió solo una cantidad de relámpagos negros, en fin, evolucioné, eso me ayudó en parte contra Arn. Pero él usó sus poderes de uunghup e invocó Scrapplings, que son como unos demonios menores, son como seres de unos treinta centímetros, grandes orejas y poseen cola.  Había muchos de esos, me impedían la movilidad, Arnold estaba a punto de matarme,  pero Red me salvó, en ese momento no sabía quién era, pero él si sabía quién era yo. Jubei, el uunghup que no tenía rostro, apareció llevándose a Arnold, y la batalla terminó. Esa noche él me explicó las cosas, ya que yo tenía recuerdos alterados en ese tiempo, un poco más tarde, vimos como se hacía un sacrificio con la enfermera que me había despertado, hicimos todo lo posible para salvarla, pero terminamos desatando una invasión uunghup, la sangre de la enfermera, en adición de otros elementos, activó un portal Uunndey, el cual se suponía que conectase al infierno. La enfermera cayó en ese portal, yo me estaba enfrentando a un Aanunghup, un demonio aún más fuerte, MurMur. Era bastante poderoso, pero lograba ponerle cara, él usó mañas para llamar golems, que me sostenían e inhibían mis poderes, estaba a punto de matarme, pero mi tío Izra llegó para salvarme, y me entregó a Hawwk y a Kroow, porque los había dejado en el hospital, y ambos nos pusimos a cazar, era el mejor momento de mi vida, mi tío enfrentándose a MurMur, Red quemando Scrapplings y  Scrapplers, que son Scrapplings más grandes, era una batalla campal, pero recordé que aquella enfermera había caído en el portal, sin pensarlo dos veces me lancé a él, y después de unos tres días en la nada absoluta, llegué a parar a este mundo...

Arrasando con la Magia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora