Capitulo 39 - La Traición Celestina parte 2 -

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Aquel tipo parecía estar buscando a Ethan, yacía de pié enfrente del ojiazul con una mirada decidida pero perdida al mismo tiempo. Era ligeramente más alto que Ethan, tenía el pelo negro y los ojos verde lima, además de tener una piel nívea. Miguelangel intenta ponerse de pié, pero por obvias razones no puede, Ethan coloca su mano derecha en el pecho de su hermano y dice:

-          Puedo manejarlo hermanito – se pone de pié – Yo soy Ethan Azureblade, ¿qué quieres?

El tipo al oír esto alzó la cabeza y se quitó la capucha, revelando su negra y descuidada cabellera, sonrió levemente y se le acerca lentamente a Ethan.

-          Te he estado buscando desde hace tres días – se detiene a tres metros de Ethan – He escuchado que puedes quemar maná, si es así, ¿podrías hacerme un favor?

Ethan lo mira extrañado e intrigado, el tipo que se encontraba enfrente de sí había acabado con veinte millones de soldados en un abrir y cerrar de ojos, y todo con el fin de encontrarle, estaba un poco confundido.

-          Depende

-          ¿Necesitas que te lo diga primero?

-          Por supuesto

-          Muy bien – extiende su mano derecha y saca una pequeña cosa roja que era similar a las verdes de antes – Las cosas verdes que vieron antes eran almas, almas verdes, él es un alma roja, necesito que la quemes

-          ¿Almas? ¿Cómo es que puedes controlar almas?

-          Larga historia, pero para resumir, me enfrenté a la muerte y le gané, pero me engañó y me convirtió en el siguiente señor de las almas, y tenía que cumplir obligatoriamente mi deber, así que volví al mundo real para recolectar las almas de los muertos antes de que caigan en el plano ígneo, no tengo pensado pasar toda mi vida en el mundo de los muertos, pero esta alma roja me lo impide, hace que pierda el control y me vuelva un genocida, y yo odio matar gente, por eso necesito que la quemes

El ojiazul cambia su expresión a una de compasión, Sam le pone una mano en el hombro, este voltea.

-          Míralo, ha pasado por mucho, creo que deberías hacerlo…

-          Si tú lo dices, bien para mí – se gira hacia el tipo - ¿No puedes hacerlo tú mismo?

-          No…yo… o más bien, los señores de las almas nos encargamos únicamente de guardar las almas de los muertos, por ende no podemos matarlas

-          Pero yo solo puedo quemar maná…

-          Eso lo sé – extiende la mano izquierda e invoca otra alma, esta vez azul – Esencialmente las almas están hechas de el maná más puro que existe, se podría decir que están hechas de lo mismo que los avatares primordiales, supongo que no será problema para ti

-          Pues no…

Ethan acerca su mano a la pequeña calavera rojiza flotante, y cuando se disponía a quemarla…

-          ¡Espera! – gritó el alma - ¡Rypserk, recuerda todo lo que pasamos, no puedes solo enviarme al plano ígneo así porque así!

-          No lo hago así porque así, te lo tienes merecido Amón, y yo como guardián digo que no merecer este privilegio… Ethan…

-          Ok… - entonces pone su mano en el pequeño ser y las ascuas negriazulejas hacen acto de presencia, efectivamente quemando aquella alma – listo

Arrasando con la Magia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora