Capítulo 13 - Encuentros Vitales -

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La gran Celestia, el reino arrogante al que nadie se le oponía, recibía por la puerta central al grupo de Ethan. Iban caminando por todo el medio de una carretera, las personas se reunían en torno a esta para observar cómo su comandante regresaba. Sin embargo, habían otro que se percataron de la presencia de Ethan, y dado el símbolo de mana hunter que siempre llevaba, lo miraban con desprecio. El ojiazul se sentía incómodo con todas las miradas, pero no era algo a lo que le prestase mucha atención, puesto que estaba acostumbrado a siempre ser observado de cerca y con odio.

-          Oye, Migue, ¿A dónde vamos y por qué teníamos que ir por una carretera principal? – Pregunta Ethan susurrándole a su hermano.

-          No me culpes a mí, cuando los guardias de la puerta me vieron, enviaron un mensaje al resto de los guardias, diciendo que su comandante había regresado, así que debo de caminar por las principales, son cosas aburridas que tocan hacer cuando eres alguien importante – Explica el otro.

-          ¿No podemos ir volando y ya? – Pregunta Ethan.

El otro continúa caminando, haciendo caso omiso a lo que había dicho su hermano, Ethan continuaba reafirmando su posición, pero Miguelangel seguía ignorándolo. El otro se enoja y se teletransporta por delante de su hermano, al instante ve que él tenía una expresión estúpida encima.

-          ¿Me creerías si te dijera que no lo había pensado? – El chico pone su mano en el hombro de su hermano.

Ethan mira a Miguelangel con cara de decepción, el otro convoca sus alas y le coloca el Corpus Leve al ojiazul, levantándose en vuelo, se voltea hacia Sam y le hace una señal.

-          Sam, tú vete con Ash, conoce a su familia, de seguro les agradarás – Grita el chico alado–. Ethan y yo tenemos asuntos que resolver.

-          Uh, está bien, supongo – Contesta la chica.

-          ¿Vamos con mamá, verdad? – Pregunta Ethan.

Su hermano menor solo sonríe. Volaron por todo el medio de Celestia por un buen rato, varias horas, de hecho, la ciudad tenía una barrera aérea que impedía que se pudiera sobrepasar cierto límite de velocidad, por ende, el par de hermanos estaban teniendo un vuelo más panorámico que urgente. Celestia era COLOSAL, aún a varios metros de altura, no podías ver hasta dónde llegaba la ciudad. Para cuando comenzaba a atardecer, Ethan y Miguelangel llegaron a su destino.

-          ¡Al fin! ¿Porqué Celestia es tan grande? – Pregunta Ethan.

-          ¿Qué esperabas del imperio que ha conquistado casi todo Ulteon? – Dice Miguelangel

El chico alado desciende enfrente del cuartel general, cuya pared frontal era completamente blanca, con una línea azul en el fondo, unas puertas rojas que hacían juego con dos pilares escarlata.

-          ¿Estás listo? – Pregunta el menor.

-          Más o menos, ¿Cuántos magos podrían haber allí adentro? – Pregunta Ethan.

-          ¿Qué hora es?

-          Cerca de las 6.

-          Pues, ahora mismo, no deberían pasar de los 500 soldados.

Ethan se queda con la boca abierta y una expresión de imbécil.

-          Es broma, no debería haber nadie, todos fueron de camino a donde está Cerbero, solo deberían de haber dos personas aquí – Dice Miguelangel.

Arrasando con la Magia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora