Capitulo 8 - La llegada de Cerbero -

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Todo se quedó en silencio por unos minutos, Ethan miraba con odio las puertas mientras que esperaba que algo pasase, todo ruido parecía haber sido callado. Red, quien estaba abajo, usó sus ¨Cohetes de fuego¨ para subir a donde estaba Ethan, le puso una mano en el hombro.

-          ¿Estás seguro de esto, amigo? – Decía con voz apacible.

-          Por supuesto – Respondía Ethan con firmeza.

Y en ese momento, del oscuro interior de las puertas, se vieron 6 pequeñas luces verdes, la tierra temblaba ligeramente, el viento se detuvo, las llamas se apagaron, todo sonido estaba extinto, las luces se aproximaban a salir de las puertas, entonces un enorme hocico sale de las mismas, seguido de otro y de un tercero. Ethan, Sam y Red se quedaron impresionados cuando vieron al enorme can salir de aquellas imponentes puertas, pero no era como Red lo había descrito, no se parecía en lo absoluto, tenía ojos verdes en diferentes tonalidades, su pelaje era blanco, ennegrecido en ciertas zonas por los humos del infierno, poseía  una larga cola que al parecer traía una especie de armadura, que consistía en varios anillos gruesos alrededor de la misma, y en la parte espinal tenía púas, sus garras eran como de tigre, afiladas y ensangrentadas, sus dientes eran blancos muy amarillentos, teñidos en rojo por la sangre de los culpables, parecía que entre sus cabezas discutían, se ladraban mutuamente.

-          ¿E-ese es Cerbero? – Pregunta Ethan nervioso.

-          Así es, el guardián de lo quemado, lo oscuro y lo profano, Cerbero El Encadenado – Dice Imbo.

-          El mismo – Decía Red.

-          C-chicos, ¿P-podrían bajar? – Decía Sam con un hilo de voz.

-          Vamos, Red, pensaremos en como derrotar a Cerbero– Dice Ethan, mirando a su amigo directamente a los ojos.

-          Bien– Contesta el otro, asintiendo con la cabeza.

Ambos chicos bajan del árbol en el que se encontraban, Sam estaba pálida, sus ojos estaban dilatados y sudaba frío.

-          Calma, Sam – Decía Red –. Mientras estemos Ethan y yo aquí, nada te pasará. 

-          Exacto – Afirma Ethan.

Sam esbozó una pequeña sonrisa y aún con un hilo de voz dijo:

-          V-vale.

-          Bien, Red, no creo que Sam pueda hacer la gran cosa, así que somos tú y yo contra un perro gigante de diez mil kilos – Decía Ethan.

-          Es raro...– Susurra Red.

-          ¿Qué cosa? – Pregunta el otro.

-          Cerbero aún no ha puesto un pié en este mundo, técnicamente aún está en el infierno– Detalla el pelirrojo, señalando a Cerbero.

-          Debe estar esperando algo...– Dice Sam –. Escuché que una vez que Cerbero está en el mundo de los vivos, requiere de una última cosa para romper el sello de las puertas.

-          ¿Y esa es? – pregunta Ethan.

-          El alma de un dragón primordial – Responde Imbo.

-          El alma de... - Explicaba la chica antes de ser interrumpida por el ojiazul.

-          Un dragón primordial... - susurra Ethan.

Arrasando con la Magia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora