Arrasando con la Magia.

Capitulo 12 - El orbe de corrupción -

Miguelangel estaba furioso,  invocó sus alas y cargó contra Sony. Este no se había percatado de la presencia de Miguelangel, pero al escuchar su grito se dio la vuelta y vio como el chico alado se le acercaba a gran velocidad. En principio, Sony no entendía lo que estaba pasando, dirigió su mirada a Lyte, la cual le dijo con señas que la persona a quién había atacado era el hermano perdido del comandante, el otro puso una cara de horror al darse cuenta lo que había hecho, tanto así que decidió no pelear, solo se puso a correr, muy rápido por cierto, pero no lo suficiente. Miguelangel lo alcanza y lo rodea, colocándose frente a este, mandando un tajo con Úlgur. Sony conocía de primera mano las habilidades de quien lo atacaba, así que convoca otra cuchilla y se defiende. Miguelangel convoca una granada de luz con la izquierda y la hace explotar, Sony logra cerrar los ojos a tiempo, pero no puede impedir que el otro lo ataque, levantándolo en el aire muy alto.

-          ¡Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento! – Gritaba el portador, pero el chico alado hacía caso omiso a sus palabras. 

Desde arriba giró en el aire y mandó a Sony hacia el piso, se pone a Úlgur en la espalda y grita:

-          ¡Heiligen: Gewitter! -   (Consagración: Tormenta)

Un círculo de luz comenzó a girar alrededor de la mano del chico, este hizo como si agarrase algo y un arco de luz se materializó. Acto seguido comenzó a estirar la cuerda luminiscente del arco, produciéndose una flecha, se veía como unos hilos de luz se juntaban en esta, pareciera que Miguelangel la estuviese cargando,  y al momento de soltarla grita:

-          ¡Lux Regen! -    (Lluvia de luz)

Y una inmensa e incontable cantidad de flechas fueron disparadas, literalmente parecía un aguacero de flechas de luz, y al fondo del torrente luminoso estaba Sony recibiendo todos los impactos, cada uno como si le cayera un yunque encima. Miguelangel volvió a sacar otra flecha y a volverla a cargar, pero esta vez era diferente, en vez de ser hilos de luz los que cargaban la flecha, eran relámpagos de un color amarillo pastel claro, Miguelangel aún estaba furioso.

-          ¡Gnadenschuss! -     (Tiro de gracia)

Y al soltar la flecha, un proyectil que parecía estar cargado eléctricamente es disparado del arco, Sony logra a duras penas ponerse de pié, y al momento de que la flecha iba a impactarlo, este pone su mano y la detiene, provocando que esta explote al instante, pero este no se inmuta. Miguelangel tampoco se impresiona por lo que había visto. Teniendo a Heiligen Gewitter en la mano izquierda, tomó a Úlgur con la derecha y lo puso en el arco, usándolo como flecha, apuntó a la cabeza de Sony, el cual solo estaba parado mirándose la mano, o lo que quedaba de ella. Debatía mentalmente si acabar con él, pero su atención es retomada cuando ve que a Sony se le regeneraba rápidamente la mano, luego alza su mirada hacia Miguelangel, lo saluda con su nueva mano y saca una especie de esfera negra y morada de su mochila, se la queda mirando un rato y desaparece, Miguelangel se impresiona ligeramente y se pone a buscarlo, pero entonces Sony aparece rápidamente enfrente de este.

-          ¿Me permites corromper al tipo de allá abajo? – Decía con un tono de lunático.

-          ¡Ten cuidado con lo que dices, Sony, que seas amigo de Lyte no te da permiso a hablarme de esta forma! - respondía Miguelangel tomando a Úlgur y dándole un tajo a Sony.

Pero falla, ya que Sony se movió unos metros más atrás, con un impulso de viento lanzó la esfera a donde estaba Ethan, esta se hacía más grande a medida que avanzaba, Miguelangel se percató de eso y des-invocó a Gewitter y a Úlgur, bajando en picada a toda velocidad. La esfera era casi tan rápida como él. Pero cuando  estaba a 20 metros de Ethan, recordó el Corpus Leve, lo invocó al máximo que pudo en ese momento y aceleró lo suficientemente rápido como para apenas llegar a donde estaba Ethan antes de que la esfera lo hiciera. Pero  en lugar de golpear a Ethan, terminó impactándolo a él. Sus pupilas se contrajeron, calló de rodillas y con las manos en el suelo, al instante, toda su imponente armadura dorada se rompe como si fuese de cristal, la túnica que tenía por debajo también desaparece, solo quedando con un traje negro sin mangas pegado al cuerpo y unos guantes negros, sus alas también desaparecen.