12. Con flores blancas baila Samael

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Bienvenidos a la iglesia gay de la Orden de los Sangre pura.

Prepárense para leer a un narcisista celoso de una peliblanca y una iniciación con mucha controversia.

¿Qué harían si un día les ofrecen liderar el mundo a cambio de beber veneno para ratas?

Les dejo a solas con el egoísta número uno del mundo...

Les dejo a solas con el egoísta número uno del mundo

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꒷🌹꒷

Capítulo 12

"Con flores blancas baila Samael"

SAMAEL

Dos veces era una coincidencia, pero si había una tercera, entonces se convertiría en un patrón.

Izan Zebell apareció nuevamente en el lugar menos indicado. El plan era presenciar la última jugada antes de la inauguración de la piscina que tendría lugar la mañana siguiente.

Sin la interrupción del huérfano curioso, en ese momento estaría de regreso en su habitación, o paseando por ahí con Gideon.

En lugar de ello, tenía sobre los hombros la pesada y ridícula túnica negra con la que no estuvo de acuerdo nunca en usar.

—No tiene ni idea de nada —le susurró Gideon momentos antes de que despertaran a Izan—. Debes impedirlo.

—Si hago eso, ¿crees que no irán tras él después? —preguntó con total tranquilidad, no le quedaba más.

Cruzado de brazos en el centro del lugar, mantuvo la mirada al frente, el semblante imperturbable. Compartía el nerviosismo con Gideon, pero él llamaría la atención si lo sacaba a relucir, y las cosas empeorarían si el resto se percataba de su interés en Izan.

—Esto no es un juego, Sam —insistió su amigo.

Se permitió mirar de soslayo a Gideon, éste lo miraba también.

—Por eso es que no creo que lo inicien de verdad —confesó él—. Piénsalo. Nate no lo soporta, Blaise lo ve como una amenaza y el resto ni si quiera lo conoce.

— ¿Insinúas que es una trampa? —preguntó Gideon.

Se limitó a asentir.

La verdadera cuestión en realidad era, ¿una trampa para quién?

Casi podía jurar que todo se resumía a él. Tal vez no sería tan egocéntrico si las personas no armaran teatros como ese solamente para hacerlo enojar.

—Lo máximo que puedo conseguir es que no le hagan daño —volvió a decir.

Pero ya no era Gideon quien estaba a su lado.

Esa tarde estuvo a punto de cancelar la reunión por el insignificante detalle de la presencia de Nate Morrow. Antes fue un error aceptar pasar más tiempo del necesario con él, y ni hablar de llevarlo a la fiesta de su abuela.

Sangre puraWhere stories live. Discover now