Single dad [Yugkook]

By JeonNahomi

135K 11.6K 44.2K

Yugyeom se podría considerar que era un típico padre soltero, el mismo que iba de su trabajo a casa y de casa... More

Prólogo
⊰ Capítulo 01: Niñera número 8.
⊰ Capítulo 02: ¿Niñero?
⊰ Capítulo 03: Jeon Jungkook.
⊰ Capítulo 04: El primer encuentro.
⊰ Capítulo 05: Día de la suerte o de la masacre.
⊰ Capítulo 06: ¿Un pequeño avance o un fracaso?
⊰ Capítulo 07: Sinceridad, gustos y un paso a la vez.
⊰ Capítulo 08: Comida favorita de dos.
⊰ Capítulo 09: ¿Se queda?
⊰ Capítulo 10: Lindo y la pareja Park.
⊰ Capítulo 11: Jungkook hyung.
⊰ Capítulo 12: Un nuevo error.
⊰ Capítulo 13: Sorpresas de Yugyeom.
⊰ Capítulo 14: Instagram, y tomar su mano.
⊰ Capítulo 15: Una cena... Casera.
⊰ Capítulo 16: Celos y mentiras no encubiertas.
⊰ Capítulo 17: Recuerdos dolorosos.
⊰ Capítulo 18: Calma y pánico.
⊰ Capítulo 19: Hombre guapo, y reunión.
⊰ Capítulo 20: Team bruja.
⊰ Capítulo 22: Sooyoung y cambios.
⊰ Capítulo 23: Encuentro inesperado.
⊰ Capítulo 24: Piano, aclarar y tareas.
⊰ Capítulo 25: La sorpresa con un poco del pasado.
⊰ Capítulo 26: Cumpleaños de Jungkook. [Especial largo]
⊰ Capítulo 27: Descubrir.
⊰ Capítulo 28: Ideas y pulseras.
⊰ Capítulo 29: El latir del corazón.
⊰ Capítulo 30: Viaje escolar.
⊰ Capítulo 31: Una dirección.
⊰ Capítulo 32: Preocupación.
⊰ Capítulo 33: Lágrimas traicioneras pt.1 [Yugyeom]
⊰ Capítulo 33: Lágrimas traicioneras pt.2 [Jungkook]
⊰ Capítulo 33.1: 12 y 14 [Namjin]
⊰ Capítulo 34: Acuerdos y correr.
⊰ Capítulo 35: Buscar.
⊰ Capítulo 36: "Te encontré".
⊰ Capítulo 37: La pareja Min, y malentendidos.
⊰ Capítulo 38: Plan fallido y último día.
⊰ Capítulo 39: Viaje de negocios con recuerdos.
⊰ Capítulo 40: Aeropuerto y primeros días.

⊰ Capítulo 21: Sábado, y visita.

3.8K 268 1.4K
By JeonNahomi

Capítulo dedicado a: FefiPool y Park-Lizzy muchas gracias por leer wawas. 💖

Sigue siendo sorprendente como en cada capítulo encuentro más wawas nueves y apoyando la historia a pesar de que ésta vaya en una trama algo lenta, muchas gracias por comprender. 💗

Continúan las dedicaciones y las notas normales. owo💖

Sin más, disfruten la lectura.

Si votan y comentan Jungkookie dejará de avergonzarse tanto. owo

Éste capítulo contiene entre 15 mil y 16 mil palabras, en el otro fic les agradan los capítulos largos y pregunté en mi muro sobre éste, entonces de verdad espero les guste, gracias por responder. 😭💗

~•~

Bostezando, y repleto de sueño, Jungkook recargó la cabeza en la ventana del vagón del metro, escuchando con algo de alegría la música sonando en sus audífonos mientras el transporte avanzaba hacia su destino. A pesar de ser sábado, el día en que solía despertarse un poco más tarde de lo normal y se tomaba su tiempo de arreglarse para ir a trabajar por la tarde, Jungkook esa mañana no pudo hacer nada de todo lo mencionado por una sola razón.

Y era ni más ni menos, que debía ir a visitar a su omma.

Desde unas semanas antes de empezar a trabajar con Yugyeom y cuidar de Jeongin, no había tenido la posibilidad de ir a visitarla por el simple hecho de que nunca tenía tiempo. Entre tantas ocupaciones con su antiguo trabajo haciendo mandados, luego ayudar a Taehyung en su bar y los fines de semana trabajar de mañana a noche con Sarang y Mingyu, la posibilidad de ir a verla se hacía imposible, considerando cada día que pasaba que no podría hacerlo hasta cuando saliera de vacaciones o en días festivos, y aunque ella le decía no tener ningún problema, no evitaba sentirse mal hijo al tenerla tan abandonada, aún más cuando Lisa se encontraba al otro lado del mundo y sólo iba con ella la señora Kim.

Por lo que ese día, tras acordar que mejor se verían al siguiente día ya que ambos se encontraban ocupados, Mark y él, como habían planeado en la semana, decidió tomar sus cosas y avisarle en una temprana hora a Sarang que llegaría tal vez una o dos horas tarde a la cafetería pues tenía el deber de visitar a su querida omma, recibiendo como respuesta por parte de la mayor que no tenía ningún problema y que le saludara a esa señora repleta de amor.

Jungkook dando recién las ocho de la mañana, salió de su hogar, cambiando de dirección hacia el subterráneo donde esperó unos contados minutos el tren que lo llevaría a su destino y apenas llegó, no tardó en irse por la poca cantidad de gente a esa hora, sobretodo los sábados, el día que la gente solía descansar también de su trabajo y prefería dormir hasta la tarde.

— Goodbye, oh, oh, oh, yeongwonhi...— Cantando en voz baja, sonrió, contagiándose de la felicidad demostrándose a través de la canción reproduciéndose de su ídola.– Oh, oh, oh.— Al estar el vagón casi vacío de personas, con sólo un señor mayor, dos chicas adolescentes, una madre con su hija y un chico como de su edad vestido de traje, se sentía libre de cantar sin que le miraron raro, sin embargo, lo hacía en un tono bajo, tampoco se consideraba tan loco el Jeon como para hacerse un karaoke frente a todos.

Fijándose que estaban por dar las nueve de la mañana —sin tardar demasiado en llegar a la zona de su omma—, prendió su teléfono, sin parar de cantar animado y abrir los ojos cuando se encontró una publicación Sooyoung, sonriendo enternecido por lo linda que era; tenía puesta una falda larga y floreada, la blusa era del mismo tono con un pequeño abrigo encima y estaba recargada en una de sus manos sobre su mejilla, sonriente en todas las fotos consiguientes a esa misma.

"Mantenganse saludables~ 💜💚".

— Es tan linda.— Murmuró tras leer el mensaje que dejó junto a la foto y le dio corazón, percatándose entre los números subiendo de corazones como marcaba que el user de Yugyeom dejó también uno, por lo que parpadeó asombrado.– ¿A Yugyeom también le gusta Sooyoung?— Susurró, pensando en si debería preguntarle en los días próximos al Kim y así por fin podría conocer a alguien cercano que le gustara la chica igual.– Bueno, ¿quién no la ama? Es perfecta.— Suspiró, recargando también la mano en su mejilla sin dejar de verla.

Deteniendo la canción por un segundo, un mensaje de Namjoon se apareció en frente de la foto, por lo que extrañado no tardó en abrirlo.

Nam hyung 👐🏻:

Kookie. 👀

¿Estás en tu quinto sueño o por qué no abres? 🧐

Hola hyung ㅋㅋㅋ.

¿A qué te refieres?

Oh, estás vivo, pero ¿Estás en casa? Es que llevamos tocando diez minutos pero no abres y Jinie estaba por romper la puerta. :D

Lo siento hyung, salí desde temprano. 😔

Pero una llamada pudo ser conveniente en un inicio, ¿no creen? ㅋㅋㅋ

Sí, pero como Jin creía que seguías dormido, quiso despertarte de la mejor manera y empezó a gritar y tocar la puerta como loco. 😪

Con hyungs como esos, para qué quiero enemigos. ㅠㅠ

¿Qué necesitaban?

El otro día que vinimos a verte se nos olvidó llevarnos el paquete del mueble para los zapatos, ¿recuerdas? 🤔

¿Y a dónde fuiste tan temprano en sábado, mocoso? 😡

↑ Ese fue Jinie.

Vine a ver a mi omma. 😑

Y si las neuronas te siguen sirviendo, Jin hyung, debes recordar que hay una llave escondida en la ventana detrás del marco, Taehyung siempre la saca cuando va a molestarme los domingos. ㅠㅠ

Puedes tomarla y entrar, pero por favor no se te olvide ponerla en su lugar. 👀

A mí me respetas que no te crié siete años con sudor, lágrimas y sangre. 😡

Pero sí, por supuesto que recuerdo esa llave y es obvio que la pondré en su lugar, ¿quién crees que soy?

Tú, por eso lo digo. •-•

¿Cuántas veces nos quedamos afuera de las casas porque se te olvidó poner las llaves dónde debían?

Creo que fueron como veinte, pero no lo culpes, diez fueron a mi causa (soy Nam otra vez). 😔

De ti ya era normal hyung. ㅋㅋㅋ❤

No llegaré hasta la noche porque de aquí iré a la cafetería, entonces pasen y tomen el paquete, lo dejé donde mismo, sólo haz por Jin hyung lo que le pedí, hyung. 😄

Está bien Kookie, cerraremos todo bien y la devolveremos, no te preocupes. 😊

Saludame a Chaewon eomoni, por cierto, dile que en un tiempo más iremos a visitarla. 👍🏻

Claro hyung, yo le diré. 😄

Te dejo, Jinie está por romper la ventana si no lo ayudo. 😰

Ten un buen día. 👐🏻

Igual hyung, dile a Jin hyung que deje de ser tan agresivo, por favor. ㅋㅋㅋ

Eso ya no se cambia Kookie. ㅋㅋㅋ

— Tienes un punto, hyung.— Rió, respondiéndole en un susurro y se quitó un audífono aún sonando, alistando su mochila cuando vio un mensaje en la pantalla del vagón que marcaba su próxima parada, seguido del aviso de un hombre por las bocinas.– Yeongwonhi, oh, oh, oooh...— Culminó la canción, decidiendo detener allí su momento de oír música, guardando los audífonos también en el interior de la bolsa, y únicamente dejó su teléfono afuera, metiéndolo en su bolsillo.

Haciéndose un poco al frente, se levantó de su asiento, puesto el tren paró en la estación y abrió las puertas, dejándole salir después de casi media hora sentado viendo edificios, calles, casas y demás lugares. Estirándose por unos segundos, empezó a caminar hacia afuera, metiendo velozmente el boleto en respuesta de que iba rumbo al exterior y luego de subir a las extensas escaleras que sólo te cansaban de tantas que eran, por fin pudo encontrarse el aire fresco de las calles que conocía desde unos años atrás.

El barrio en el que solía vivir su omma, o más bien la zona entera, estaba repleta de árboles y las casas de las personas que tenía algo de dinero conservaban un patio enfrente, por lo que al caminar por cualquier lado, te encontrabas los árboles de cerezo u otros dejando caer sus hojas, removiéndote la ropa y el cabello por el aire fresco corriendo gracias a ellos, era como una bienvenida a casa cada vez que sentía esa fresca brisa golpear su rostro por la mañana.

— Si tan sólo fuera así en el centro.— Murmuró, fijándose en el cielo despejado y lleno de nubes, entonces cerró los ojos por unos segundos, aspirando el bonito aroma a hogar que llegaba a su nariz siempre que salía del subterráneo desde los 18.– Bien, mi omma me espera.— Repleto de felicidad, no tardó en localizar el negocio de pungo ppangs¹ en una esquina, encaminándose allí ya que la calle trasera era la que lo guiaba a la casa de su omma Chaewon unas cuantas más adelante.

[Pungo ppangs: Es el nombre coreano del pastel con forma de pez japonés llamado taiyaki uwu].

Entre reverencias, saludó a algunas personas mayores sentadas afuera de sus hogares mientras pasaba y éstos mismos le devolvían el saludo, conociéndolo. Allí era demasiado común que los abuelos, abuelas o simples señoras que eran amigas salieran de sus hogares y se sentaran afuera a conversar con té u otras bebidas en manos. Era como un tipo de tradición que incluso al ser un barrio algo unido, se conocían entre todos, reconociendo a los chicos o chicas que antes veían correr por la calle cuando eran pequeños o sólo pasaban de sus clases directo a sus casas, tal como él solía hacer en la universidad.

— Oh, ¿Jungkookie?— Un llamado a sus espaldas lo hizo darse la vuelta y salir de sus pensamientos, llegando al fin a una calle antes de su casa y allí, viéndole recoger el periódico, se encontró al señor Chou, éste conociéndolo de inmediato por ese cabello castaño y esos grandes ojos mirando a todos lados mientras caminaba.

— ¡Señor Chou!— Saludó sonriente, oyendo la exclamación animada del mayor y se acercaron uno al otro, el Chou recibiéndolo con un abrazo cálido, el cual fue devuelto por Jungkook de la misma manera al sentirse confiado con él.– ¡Es un gusto volver a verlo!, y tan sano, me esperaba tener que visitarlo ya con un bastón en manos.— Bromeando, recibió a cambio un golpe en la cabeza con el papel y rió adolorido.

— ¿Otra vez con eso? Pero si aún estoy en mis mejores años.— Parándose derecho, se cruzó de brazos seriamente, luciendo grande y fuerte.

— Pero de vejez.— De inmediato se cubrió la cabeza, ahora siendo golpeado dos veces.

— ¡Yah! Nunca cambias niño.— Riéndose junto a él, se apartaron unos centímetros.– También es un gusto volver a verte Jungkookie, hace como un mes o dos que no vienes por aquí, incluso le pregunté a Chaewon si no habías venido y me dijo que tenías mucho trabajo últimamente.— Sonrió, doblando mejor el periódico en sus manos.

— Demasiado, señor Chou. Desde la última vez que vine, cambié de empleo como a las tres o dos semanas.— Mordió su labio, pensativo.– Y ese empleo me quita básicamente todo el día, sólo me libro los fines de semana y usted sabe que...

— Sí, trabajas en las tardes.— Asintió, sabiendo muy bien cuanto se esforzaba Jungkook.– De verdad trabajas mucho, chico, tal vez ahora no sientas nada, pero cuando seas mayor te dolerá todo y quedarás mal de algo sí o sí, no está bien que te sobre exijas de esa manera.— Rodando los ojos, Jungkook sonrió.

— Estoy bien señor Chou, mi empleo ya no es tan pesado como el de la empresa, ahora trabajo de niñero y estoy muy bien, lo juro.— Los ojos del Chou se abrieron de par en par.

— ¿Niñero? ¿Como ese chico que te cuidaba cuando vivías en Busan con tus...?— Sin dejarlo terminar la pregunta, Jungkook asintió.

— Sí, el niño de hecho es hijo de un amigo de Jin hyung y no me da ningún problema, a veces hasta me duermo un rato, pero shhh.— Colocó un dedo sobre sus labios y el señor Chou lo siguió.– No es nada pesado y su... Sus padres, les agrado, son muy buenos conmigo y tal vez me dure mucho tiempo el empleo.— Evitando mencionar que Yugyeom era padre soltero, sonrió, pues desde que se conocían y le dejó en claro su sexualidad al mayor, el señor Chou no paraba de insinuarle cosas de parejas o intentar meterlo más en esos temas al verlo tan solito, unas contadas cuatro veces incluso le organizó citas a ciegas con sus sobrinos —las cuales fracasaron—.

Si lo pensaba bien, el señor Chou no era tan normal como otros señores.

— Pero igualmente te consume todo el día nino, ¿en algún momento te das el tiempo para ti?— Acusador, entrecerró los ojos.

— ¡Por supuesto! Después de que llegan, yo me voy al bar de Taehyung, mi amigo, lo ayudó sólo un poco, pero me da de cenar gratis y me la paso el resto de las noches con ellos, son buenos días.— Contó, mostrándole lo bien que estaba.– Además, si no estuviera bien no hubiera venido hoy aquí.— Se cruzó de brazos victorioso.

— De acuerdo, de acuerdo, tú ganas.— Levantó las manos rendido.– Aunque necesitas unas merecidas vacaciones o descansar los fines por completo, yo en tus años prefería salir cada fin de semanana y me distraía en otras cosas, deberías hacer lo mismo.— Golpeó sin fuerza su cabello con el periódico.– En mi caso eran chicas y karaokes, en tu caso podrían ser chicos, y una cama.— Alzó ambas cejas sugerente, por lo que Jungkook se sonrojó.

— ¡Señor Chou! ¿¡Por qué insiste tanto con eso!?— Avergonzado, evitó mirarlo, y las carcajadas del mayor no tardaron en resonar.

Chou Seho, de tez clara, cuerpo músculo, rostro de hombre de drama con una altura mayor a la suya y divorciado desde 15 años atrás, era un hombre de media edad como su omma y la señora Kim. Tras llegar a Seúl, instalándose en la casa de su omma, sin necesidad de explicar más en esa graciosa historia, lo primero que ella hizo fue presentarle a casi el barrio entero, entre ellos el señor Chou, y claro que cualquiera podría pensar que ese amigable hombre, tras leer la conversación pasada, le recibió de la mejor manera, sin embargo, no fue para nada algo así.

Apenas se presentó en esa ocasión, el señor Chou no evitó en darle una de sus peores caras terroríficas, una cara que casi le decía "vete de aquí", y aunque Jungkook la dejó pasar, intentando ser lo más amable posible, tuvo que aguantarse un año entero sin caminar por enfrente de la casa del hombre por el terror que le daba verlo a la cara, hasta que éste en una tarde cualquiera se presentó en su camino, preguntándole porqué evitaba siempre su calle totalmente confundido —notándolo al ver al Jeon dar la vuelta en una calle más a la derecha— y Jungkook no dudó en ser honesto, diciéndole muy directamente que le daba miedo y aún más por esas miradas tan espantosas que le entregaba.

Entonces, tras reírse a carcajadas, el señor Chou le aclaró que sin querer solía hacer esas caras con personas nuevas, incluidos chicos como él, puesto no era muy bueno presentándose o llevando una amistad, considerándose muy viejo como para hacerlo y honesto le pidió disculpas.

Enternecido, y apartir de ese momento, con Jungkook siendo el casi adulto amable y lindo que era, decidió comenzar a ser más abierto y buena gente con ese señor, así logrando con el pasar de los años, una amistad respetuosa entre los dos, —no del todo, pero lo era—.

— Créeme niño, soy bueno en distinguir las caras que no han tenido sexo en años, necesitas vivir.— Palmeó su hombro, negando.

— ¿Lo dice por experiencia?— Corriendo, Jungkook se alejó a las risas del mayor queriendo volver a golpearlo.

— ¡Vuelve aquí maleducado!

— Usted empezó.— Le sacó la lengua, acercándose nuevamente.– Por ahora yo no lo veo necesario, señor Chou, al que le urge es a usted, necesita vivir.— Le imitó, siendo golpeado como merecía por Seho.

— Me arrepiento del día en que te di tanta libertad, aún me acuerdo cuando me hablabas tan formal y lindo.— Negó, con Jungkook sonriendo en grande.– Anda, mejor vete ahora, en cualquier momento te escuchará Chaewon con esas risas y el muerto seré yo por quitarle el tiempo preciado con su hijo.

— No debería decirlo, pero creo que ella le haría de todo a usted menos asesinarlo.— Avergonzado por el guiño de Jungkook, lo empujó lejos.

Para Jungkook no era ningún secreto desde hace años que entre su omma y el señor Chou había una tipo de química extraña, puesto se ponían nerviosos juntos, se reían como locos, él empezaba a acomodar toda su ropa o dejar en claro lo musculoso que era y su omma se arreglaba mejor, pero ninguno daba el paso como para dejar en claro cuál era su tierna amistad o relación, porque claro, dos divorciados no querían demostrar gustar de alguien nuevo, como dos típicos mayores que prometieron siempre estar solos y amargados, ¿verdad?

— No sé de qué hablas, pero ya, adiós, no te quiero ver por aquí hasta la tarde, ¿entendido?— Levantando la mano, Jungkook la colocó recta sobre su frente, como si estuviera saludando.

— Señor, sí, señor.— Deshaciendo su seña, empezó a caminar, despidiendose del mayor entre risas y no tardó muchos pasos en llegar a su hogar, suspirando contento apenas distinguió esa casa colorida de dos pisos y ese enorme árbol de cerezo afuera con algunos letreros colgando, detrás de él estaba un portón negro decorado de unas barras con dorado, completamente el estilo de su omma mostrándose en todos lados.

Sin necesidad de tocar el timbre, abrió el portón, dándole la idea de que su omma había salido tiempo atrás porque no tenía llave y fue directo a la puerta de madera, decorada por tres botas pequeñas como de jardinería con tres iniciales en ellas, tocando varias veces seguidas para esperar unos segundos mientras escuchaba a alguien moverse dentro, así que deshizo el nudo en sus tenis, quitándoselos a la vez que la puerta fue abierta.

— ¡Kim!, ya te he dicho que esperes en el portón, qué tal si...— Molesta, su omma empezó a hablarle al aire, al parecer siendo tan común para ella que la otra mujer entrara a su casa sin avisar y se detuvo rápidamente asustada de no encontrar a nadie, abriendo la boca cuando miró abajo y Jungkook se levantó otra vez, sonriéndole tan en grande que ella se quedó pasmada, soltando la cinta lisa que estaba a punto de sujetar su corto cabello.– Q-qué...

— Hola, omma.— Recuperándose de su shock, Chaewon parpadeó, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo y tembló, dando saltitos repentinos de la alegría, observando esos hermosos ojos grandes y brillantes frente suyo, al igual que esa sonrisa de conejo y el característico lunar de Jungkook de bajo de sus labios.

— ¡Mi conejito bonito, viniste!— Abriendo los brazos en grande, lo atrajo a su cuerpo, Jungkook sorprendiéndose por la fuerza de su omma gritando, pero correspondió el abrazo segundos después, riendo.– ¡Viniste, viniste, viniste!— Exclamó tan contenta que lo volvió a apretar.– ¡Y todavía usas el perfume de bebé que te regalé!

— ¡Omma! Me ofendes.— Se quejó, separándose de ella.– Me compré otro.— Soltando risillas, se volvieron a ver, Chaewon besando la mejilla repetidas veces de su niño tan contenta que podría llorar.– Dime que no estás usando labial.

— Ups.— Mirándolo, la mayor no evitó reírse de la cara toda roja por el labial en su pequeño.– Igual te ves lindo.— Limpiándolo, reaccionó.– ¡Pero ven! Pasa, pasa, no te tendré todo el día en la puerta.

Halándolo, Jungkook se apuró en quitar la mochila en sus hombros, tirándola sin problema en uno de los muebles y Chaewon sufriendo un ataque de felicidad, no evitó volver a abrazarlo, tan contenta de tenerlo ahí presente junto a ella.

— Estoy tan feliz de tenerte aquí, ¡cuéntame!— Casi haciéndolo tropezar, volvió a jalarlo, ansiosa.– ¿Te cortaste el cabello?, ¿por qué no hablaste en la semana?, ¿cómo están tus amigos? Que tonta, ¿cómo estás tú?, ¿te va bien en tu trabajo?, ¿no debo matar a nadie?— Procesando todas las preguntas, Jungkook parpadeó, deteniéndola a las risas de otras por venir.

— ¡Omma, omma! Una a la vez.— Ella asintió, sonrojándose por su emoción.

— Lo siento cariño, es que hace dos meses que no vienes y t-tú sabes que no es lo mismo por llamada.— Apresurada, se sentó en la mesa, y él la siguió, sentándose de modo que quedaron juntos, no sin antes devolverle la cinta que estaba por ponerse en el cabello.– Dime, ¿cómo has estado?

Su querida omma, Kim Chaewon, era considerada una de las señoras más dulces en ese barrio tan mencionado, y por igual, una omma muy querida. Con un lindo cabello cenizo, una complexión delgada, algo más pequeña que él y unos enormes ojos brillantes, todas las personas que la conocían no evitaban encariñarse con ella, ya que igual se sumaba lo graciosa, amable, feliz y cooperativa que era en muchos aspectos diferentes, sobretodo cuando se trataba de Lisa o él, nunca le podías quitar la sonrisa del rostro al tenerlos allí en su casa como años atrás.

En el interior de la casa, hablando tal como se encontraba la fachada en el exterior demostrando su alegría, también te podías encontrar todo el estilo de la mujer; habían figuras, cuadros y colores por todos lados en las paredes, los muebles en la sala alrededor de una mesita blanca, eran de colores oscuros, pero ella se había encargado de cubrirlos con sábanas floreadas para no ensuciarlos, y ni hablar de la cocina como los cuartos de arriba, entre los demás, si alguien se atrevía a entrar al cuarto del Jeon, podías encontrar colores completamente diferentes a lo que era la casa en sí.

— Muy bien omma, realmente ocupado con el trabajo y otras cosas que debo hacer, pero hoy por fin decidí librarme de todo, tenía el pendiente de venir a verte y la señora Kim te acusó el otro día que fui a verla.— Alzó una ceja, observándola insultar por lo bajo a su amiga.– ¿Tú cómo has estado? ¿Cómo te sientes?

— Estoy mejor que nunca, como te conté, el doctor sólo me recomendó tomar vitaminas y dormir un poco más, nada grave.— Movió la mano, restándole importancia.– Y antes de que me empieces a regañar, lo sé, no debo tomar ni nada porque me puede afectar, ¡pero sólo son los fines de semana! Los domingos más bien, salimos a cenar juntas y aprovecho a tomar un poquito.— Bajó su tono, excusándose de lo que le debió contar su amiga a su pequeño, con éste frunciendo el ceño en espera sin creerle.– Bien, bien, tal vez dos o tres veces a la semana, ¡no tomo demasiado!

— Omma, sabes el pequeño problema en el corazón que tienes, lo único que te pido es bajarle un poco a las cantidades, una o dos veces máximo a la semana, o sino le contaré a Lisa y tú sabes cómo te regañará tu hija.— Amenazó, por lo que Chaewon asintió, rendida.

— Lo haré, dejaré de tomar tanto y aún más porque por fin te pude ver.— Sonrió, recordando algo.– Cierto, ¿cómo te está yendo en tu trabajo de niñero?, ¿el pequeño es tranquilo?, ¿te mantienes bien?

— Demasiado bien, diría yo.— Inquirió respondiendo a la primera pregunta.– Jeongin es un niño encantador y algo tímido, al principio solía sólo asentir a lo que le pedía o le preguntaba, pero en éstas últimas semanas habla mucho conmigo, me pide las cosas y hasta me deja cargarlo o besarle la mejilla, en serio es muy lindo, te enamorarías de él si lo conocieras.— Sonrió acordándose de él.– Yugyeom, su padre, también es muy amable y es divertido, la verdad nunca creí que conocería a una familia tan buena como la de Youngjae hyung y Jaebeom hyung.— Rió, contando sólo un poco del pelinegro sin notarse emocionado o feliz puesto a su omma no se le escapaba nada tampoco.

— Me hace tan feliz escuchar eso, no me gustaba cuando trabajabas en ese lugar feo y te obligaban a correr por todos lados.— Negó malhumorada y Jungkook estuvo de acuerdo.– ¿No tienes alguna foto de él? Ahora que contaste su manera de ser, me recuerda mucho a alguien.— Jungkook sonrió, rodando los ojos mientras sacaba su teléfono.

— Ya no soy así, y sí tengo una foto de Innie, mira.— Buscando en Instagram, presionó la que recién subió Yugyeom unas horas atrás, viéndose un poco él y Jeongin en sus brazos sonriéndole a la foto.– ¿No es lindo?

— Espera.— Curiosa, sacó sus lentes de una cajita en la mesa, colocándoselos mientras analizaba la foto en el teléfono de Jungkook.– Awww, ¡es adorable! Debe ser un amor, él sí amaría mis galletas.— Murmuró, con el castaño apagando el aparato en menos de un segundo fastidiado de ese tema otra vez.

— Omma, me obligaste a comer dos platos de sopa enteros, un pedazo de carne y dos vasos de limonada, ¿cómo esperas que me comiera las galletas todavía? Son mi adoración, pero todos tenemos un límite.— Puchereando, intentó convencerla, y ella sólo rió, tomando una servilleta para limpiarle el rostro.

— Lo sé, es que me encanta hacerte enojar cariño.— Cuidadosa, quito los restos de labial aún en la cara de Jungkook.– ¿Cómo han estado los chicos? Hace dos semanas vino Jinie a dejarme el nuevo aire acondicionado y no se pudo quedar mucho tiempo.

— De hecho te mandan saludos, dicen que te quieren venir a ver y tu otro casi hijo es muy agresivo conmigo, Nam hyung es el centrado de los dos.— Acusó, arrugando la nariz.– Fueron a buscarme hace un rato pero como ya venía para acá hyung me mandó mensaje y dijo que Jin hyung quiso despertarme a gritos y golpes.

— Ya lo conoces, una vez me contó que cuando te cuidaba y no pesabas tanto te levantaba cargando hasta dejarte parado, tienes el sueño pesado Kookie.— Acarició su cabello, arreglándolo.– Años atrás, al otro día que llegaste aquí, intenté despertarte con el desayuno, literalmente casi me daba algo porque te movía y no reaccionabas, sino fuera porque Lisa te tiró agua en la cara llamaba a una ambulancia.— Riéndose a carcajadas, se separaron del otro.

— No es mi culpa dormir bien omma, ese día estaba tan enojado, y luego me vengué con prender la calefacción de su habitación a todo lo que daba, como olvidar su cara.— Negó divertido.– ¿Qué tal ha estado?

— ¿No has hablado con ella?

— Hablamos el mes pasado porque necesitaba ayuda en cómo organizar las listas de clientes, su secretaria no asistió por un resfrío y aprovechó a regañarme por la misma razón a la que vine hoy, a verte.— Sonrió.– Está en Los Ángeles, ¿verdad?

— Volvió a Chicago y luego irá a Houston, están haciendo negocios con todas las capitales.— Suspiró.– Me dijo que vendrá en diciembre y se quedará el mes entero, por fin te librarás de ayudarme a desplumar el pavo en navidad.— Exagerando, Jungkook fingió llorar de la felicidad.

— ¡Por fin! Ya necesito verla sufrir por el vapor.— Apretó los puños victorioso y Chaewon se cruzó de brazos.– Prefiero mil veces más ayudarte a hacer los 500 cupcakes para la caridad que ver al pavo morir estrangulado.— En medio de un escalofrío se removió.– Debo insistir, ¿no puedes comprar uno ya muer...?

— Mis navidades, mis tradiciones, aceptalo o dejalo cariño.— Palmeó su mejilla y le besó la frente, levantándose.– ¿Hasta qué hora te quedarás hoy?

— Le avisé a Sarang que iría una o dos horas tarde, así que soy todo tuyo hasta las tres o cuatro.— Celebrando, Chaewon alzó los brazos y bailó caminando a la cocina, ocasionando las risas divertidas de Jungkook.– Y por cierto, cambiando de tema.— Continuó, parándose igual a la cocina.– No me habías dicho en ninguna llamada que has estado saliendo con el señor Chou.

— ¿Q-qué? ¿De qué hablas?— Descubriéndola, el Jeon entrecerró los ojos, recargado sobre el marco de la puerta.– Salimos Kim y yo unas cuantas veces con ese bobo, pero nada interesante, en otra ocasión fuimos juntos al supermercado y a-ajá.— Nerviosa, empezó a organizar toda la cocina, sin voltear a verlo.– ¿Quién te dijo?, ¿te lo encontraste?, ¿preguntó por mí?

— Tú sola te delataste omma, siempre sé cómo sacarte la información.— Frunciendo el ceño, Chaewon lo volvió a ver.– Y sí a las preguntas, salió a traer el periódico justo cuando venía, nos quedamos hablando un rato y ustedes dos nunca saben de lo que hablo cuando les insinúo cosas, ¿lo puedes creer?— Habló sarcástico, aguantándose la risa de verla aún más nerviosa y molesta.

— Deja de decir tantas tonterías y mejor ayudame a sacar algunos tomates del refrigerador, ¿tienes hambre? Se ve que no desayunaste nada.— Evitando el tema, la mujer colocó un sartén en la estufa, exhalando.– Se me olvidaba, es mi turno de regañarte.— Comentó, apretando los labios durantemente aunque se veía adorable.

— ¿Cuál me toca hoy?— Bromeó, calmándose cuando ella lo regañó de inmediato con la mirada, encontrándola aspirar, como si se preparara.

— Tienes que hablar más con Lisa, cariño.— Murmuró, analizando el rostro de Jungkook diferente.– Ella te quiere mucho y siempre pregunta por ti, tengo ahí guardadas algunas cosas que te mandó de Estados Unidos, la mayoría son recuerdos pero te envió un conejito que le recordó a ti.— Sonriendo apenado, Jungkook se agachó, agarrando los tomates de la parte baja en el refrigerador.

— Lo sé omma, y lo siento, lo haré más seguido.— Con una mueca triste, se los entregó, por lo que Chaewon al notarlo le acarició el cabello, algo arrepentida de mencionarlo.– Discúlpame, no quiero volver esto incómodo.— Mordiendo su labio avergonzado, evitó mirarla y a ella no le importó.

— Cariño, sé que aún te sientes mal por lo que sucedió, pero ya pasaron muchos años y ella pasó página, lo único que quiere es arreglar su relación contigo, aunque sean sólo primos, te quiere como si fueras su hermano, desde que llegaste a esta casa.— Apretó su mejilla con cariño y Jungkook cerró los ojos por unos segundos.

— No puedo evitarlo omma, nunca dejaré de sentirme culpable y siempre hago cosas para intentar arreglarlo, pero no me siento bien conmigo mismo todavía, eso es todo.— Tomando su mano, hizo lo mismo con la otra, uniéndolas con las suyas.– Te prometo que hablaré más con ella, de verdad, sólo quiero algún día compensarle lo que hice.— Honesto, ensanchó una sonrisa sincera, y Chaewon se tuvo que conformar con eso, asintiendo mientras le besaba la mejilla.

— Tal vez no te tuve, pero en definitiva, eres el niño más dulce, amable y tierno que pude educar en los últimos años de mi existencia.— Melancólica, bajó la mano a su corazón, viéndole fijamente.– Y con el corazón más grande del mundo.— Jungkook parpadeó, tragando el nudo en su garganta de la pena.

— Omma, sabes que cuando me dices esas cosas me da vergüenza, y m-me pone algo sentimental.— Rió, sonrosado de las mejillas.– Tú y mis hyungs lograron que fuera así, es algo que siempre agradezco y agradeceré hasta el final de mis días.— Besando su mejilla, le dio un pequeño abrazo, y finalmente se separó, decidiendo dejar atrás ese momento que sólo le traía cosas a la cabeza.– Pero como sea, ¿qué prepararás de desayunar? Tú tampoco debiste hacerlo todavía.

— Justamente quince minutos antes de que llegaras, yo llegué del supermercado, fui a traer algunas cosas para hacerme de desayunar y creo que lo presentí, por algo de repente se me ocurrió comprar carne de cordero.— Los ojos de Jungkook de inmediato brillaron de la emoción, dando saltitos.

— ¿¡Harás el estofado!?

— Para la tarde, ahora comeremos algo simple.— Aclaró, observando el asentimiento ilusionado de su hijo.– Si quieres puedes ir poniendo la mesa, cariño, yo me encargaré por aquí.

— ¿Segura?— Chaewon asintió, corriéndolo notoriamente de la cocina mientras le pegaba con un cucharón.– Ya salí, ya salí, ¿pongo uno para la señora Kim? No sé si vendrá.— Cuestionó curioso.

— No vendrá, sólo pon dos.— Afirmó, sacando una tabla de su lugar.– Creí que eras ella porque siempre entra sin tocar, pero me había avisado que debe abastecer la tienda de cosas y mejor pasará cuando salga, o mañana temprano.

— Pobre señora Kim, trabaja demasiado incluso con su edad.— Apretó los labios, con Chaewon alzando una ceja.

— Sí, ¿a quién me recordará ahora mismo?

— ¡Omma, ya te dije que me siento bien!— Exclamó molesto, sacando dos platos grandes de la vajilla y dos hondos, colocándolos en la mesa junto a los palillos con una cuchara a cada lado, seguido de un vaso en la derecha de todo, así faltando únicamente el agua y la comida en sí.

—Y tres años seguidos, pero seguiré insistiendo que nadie puede ser feliz trabajando los siete días de la semana, Kookie, debes descansar.— Suspirando, Jungkook ignoró ese comentario, caminando lentamente a la sala donde dejó su mochila y la acomodó bien en el mueble, sonriente.– Cierto, Hyunjae me habló el otro día y me dijo que te preguntara si no sabías de un retiro en el centro de Seúl, al parecer quiere llevar a sus padres ahí.— Oyéndola desinteresada, el castaño frunció el ceño, caminando hasta el mueble que sostenía la televisión con demasiadas fotos de Lisa y él.

— ¿Hablas otra vez con tío Jae?— Extrañado, Jungkook la miró desde su lugar y Chaewon bufó.

— Hemos estado hablando porque Lisa le mandó ropa y otras cosas, llegan aquí y viene por ellas, además de que está intentando mantener una "relación amistosa" entre los dos después de 10 años.— Hizo comillas con los dedos, rodando los ojos.– ¿Y en serio le sigues diciendo tío?

— Desde pequeño siempre fue bueno conmigo omma, me ayudaba en la universidad con su clase y fue un buen appa para Lisa, no puedo tratarlo mal aunque todavía le quieras arrancar la cabeza.— Riéndose por el gruñido de su omma, tomó un cuadro de él mismo en el mueble que estuvo observando segundos antes, avergonzado de su enorme sonrisa en la foto mientras sostenía un reconocimiento de la universidad.– Buscaré y le mandaré mensaje, tiene aún el mismo número, ¿verdad?

— Nop, lo cambió, cuando me llamó creí que era una extorsión y le colgué como tres veces.— Sonrió divertida de la desesperación en Hyunjae aquella tarde.– Luego te lo mando por mensaje cariño, y sobre lo que dijiste, créeme, necesitará otros diez años para que yo lo termine de perdonar.— Bufó, con Jungkook teniendo en cuenta que jamás le haría cambiar de parecer por más que lo intentara.

— Aprender y superar para una vida sana.— Inquirió, tomando otra de Lisa con él jugando en la nieve y aunque quiso concentrarse sólo en esa foto de ambos felices, se quedó pensativo unos segundos tras fijarse únicamente en la nieve cayendo alrededor, volteando a ver a su omma tararear algo y bailarlo mientras ignoraba ese comentario también, por lo que tragó, sintiéndose raro de recordar ese momento en la nieve y en menos de un segundo, su cerebro dio un click, queriéndose golpear por lo tonto que era.– Omma.

— ¿Sí, mi conejito?

— ¿Dónde está el álbum de fotos?— De repente, ella dejó de bailar, volteando en su dirección asombrada.

— ¿Cuál de los... Dos, cariño?— Murmuró, con Jungkook sintiendo un nudo en el estómago, sin embargo, inhaló tranquilizándose.

— Ya sabes cuál.— Inquirió, bajando la mirada para mantenerse bien.

— Ah, el de la universidad y las demás fotos está en tu cuarto, lo guardé en...— Creyendo que hablaba del más actual, Jungkook movió la cabeza de lado a lado, volviéndose la peor pesadilla de la mujer en esos segundos por el carraspeo de su hijo.

— El de Busan.— Aclaró, y Chaewon abriendo los ojos, quiso preguntar angustiada porqué lo necesitaba, pero Jungkook se le adelantó.– Quiero buscar una foto de Yoongi y Jimin hyung nada más, la necesito, no veré las demás, las suyas son de las últimas.— Cambiando por completo de actitud, Jungkook se colocó serio.

— Está en mi habitación, en la mesita de noche.— Mordió su uña y Jungkook se encaminó a las escaleras asintiendo.– Lo puse debajo de los documentos, pero Kookie.— Caminando a la puerta, sintió sus manos sudar.– ¿Estás seguro de buscarla tú? Si quieres yo pue...

— Está bien omma, ahora vuelvo.— Cortó sus palabras, sin dejarla seguir y rápidamente subió las escaleras, con Chaewon cubriendo su boca con una mano y la otra la recargó en su cadera, sin reaccionar del todo por la insistencia en Jungkook de ir él.

Por una sola razón, la Kim había guardado ese álbum debajo de un lugar que Jungkook nunca solía revisar por ningún motivo, pero lo más raro para ella luego de esa conversación inquietante, es que su hijo preguntara por él cuando juró nunca más volver a abrirlo.

Sufriendo un pequeño escalofrío, comenzó a dar vueltas por la cocina, deseando que su pequeño siguiera igual de sonriente y alegre con ella el resto del día, como debía estar siempre. Así que imaginándoselo y convenciéndose a sí misma de que él debía estar pasando más de la mitad del álbum sin verlo como dijo, se relajó, colocando la mejor sonrisa en su rostro y pensó en que Jungkook sacaría la foto o varias de sus amigos de Busan y nada más.

Aunque ella lo intentara, no toda la vida podría ocultar con sus amigos la infancia y la estancia del Jeon en Busan, habrían situaciones que lo harían recordar cosas de aquella ciudad y esa mañana era uno de los casos, después de ver una foto que le traería una idea a la cabeza y se vería en la obligación de buscar eso que necesitaba con tanta urgencia en el álbum de fotos teniendo muchas de él de bebé, con los amigos que solía tener en Busan...

Y de sus padres.

6:00 PM.

Retándose con la mirada, Yugyeom y Sooyoung se mantenían derechos, sin parpadear ni mover los ojos en otra dirección, ambos solamente continuaban como estatuas, intentando con todas sus fuerzas ganarle al otro sentados dentro de la casa de Jaebeom, sus amigos alrededor riéndose de ambos tras ellos hacer esa tontería, tal como solían ser desde el inicio de su amistad.

— Perderás.— Murmuró Yugyeom, frunciendo el ceño.

— Tú lo harás.— Contestó de vuelta la chica, forzando a sus ojos a seguir abiertos.

— Nunca me has ganado, súper estrella, deberías rendirte.— Cruzándose de brazos, la mayor se rió, dejando caer su cuerpo en el mueble.

— Oblígame.

— ¿Cuánto llevan?— Cuestionó Jackson, pasando un brazo por la cintura de Mark sentado en un banco alto pegado a una barra.

— Casi dos minutos, ¿es posible durar tanto?— Respondió sorprendido, bebiendo de su cerveza mientras Jeongin y Yuqi pasaron corriendo a las risas frente a ellos.

— El récord mundial es de una hora y 17 minutos, pueden con tres.— Comentó Youngjae, riéndose de Sooyoung abriendo más los ojos para no parpadear.– Soo, déjalo, sabes que perderás.

— Una vez le ganó en aventar aviones de papel, tiene posibilidad.— Defendió Namjoon, dejando caer su cabeza en el asiento de playa, admirando más el cielo despejado que la batalla entre Yugyeom y Sooyoung por quién podía mantener los ojos abiertos.

— ¿¡Cuál es ese apoyo moral!?— Gritó, ocasionando las risas en los demás, principalmente en Yugyeom comiendo una gomita en un tazón.– Eres horrible.

— Tú una mala perdedora.— Se encogió de hombros, colocando sus codos en sus piernas calmado y la Kim mordió su labio, sintiendo temblar sus párpados.

Aquel día, en una típica, cálida y tranquila tarde de sábado en el grupo de amigos de Yugyeom, lo primero que te podías encontrar era el patio en la casa de Jaebeom y Youngjae lleno de risas y bromas.

Repletos de comida, algunos cartones de cerveza, el mini bar de la familia abierto y un pequeño campo como para jugar fútbol aparte de la zona donde habían varias sillas elegantes con mesas de mármol, se encontraban todos disfrutando de su día libre. Desde una hora temprana todos se presentaron en la casa como era común, llevando consigo cosas del supermercado para preparar la comida entre los nueve, y aunque Yugyeom fue el último en llegar de los chicos con la carne para el día —puesto se quedó trabajando de más en casa—, tuvieron el suficiente tiempo de asar toda la proteína y terminar de preparar lo demás justo en el momento que se apareció la tan afamada —literalmente—, Sooyoung.

La chica pelinegra, gritando y con una enorme felicidad, se adentró en la casa saludando a todos, principalmente a Yuqi y Jeongin que apenas la vieron corrieron a ella y la saludaron con sus mejores sonrisas, así dando inicio a ese día por primera vez después de un tiempo con la idol, tan contenta como sus amigos esperando verla.

— Yo puedo, yo puedo, yo puedo.— Susurró, apretando los puños en desquite junto a una pelota de Myungsoo, insistente.– ¡Yo puedo!— Exclamó adolorida de no parpadear y quiso evitarlo, sin embargo, uno de sus ojos la traicionó, cerrándose en un repentino pestañeo y chilló frustrada cuando Yugyeom se levantó, gritando en medio de su celebración por ganarle.– ¡Maldita sea!

— ¡Siete Yugyeom, una Sooyoung!— Se burló de ella, bailando al ritmo de la música en las bocinas y el resto presente se rió.

— Exijo revancha.— Molesta, agarró con fuerza su cerveza, dándole un largo trago.– No, ya sé, ¡Beom abre ese billar!

— Todavía no entiendes cómo se juega Soo, ríndete.— Dio palmaditas en su cabeza, yendo a la piscina en el fondo de su patio para quitar las hojas y Bambam observando todo se apartó de la mesa con Jinyoung, riéndose de Sooyoung viendo mal a todos mientras se dejaba caer en el mueble al lado de SeokJin.

— Lo positivo en ti es que lo sigues intentando amiga, algún día lo lograrás.— Risueño, cubrió su rostro al ver a la mayor agarrar un tazón vacío para lanzárselo y Youngjae se lo quitó de las manos.– ¿Por qué quieres aún ganarle a Yugyeom en todo?

— Por eso.— Señaló fríamente a Yugyeom moverse de lado a lado de la alegría, yendo al teléfono de Mark conectado en la bocina.– Ustedes podrían apoyarme un poquito, ese bobo nunca deja de burlarse cuando me gana en algo, tengo pendiente el juego de la cerveza, con suerte será dos Sooyoung, siete Yugyeom.— No tardó en tirarse sobre Bambam, pegándole en el cuerpo al oírle reír otra vez por su comentario.

— Eres una mala influencia, primero insultando en voz alta, luego golpeando a tus amigos y después proponer tomar hasta quedar borrachos frente a los niños, no estás bien.— Contestó SeokJin, riéndose a carcajadas de la chica regalándole una expresión indignada.

— Para empezar, los niños ni siquiera nos están haciendo caso, mi fresita y mi algodón de azúcar sólo gritaron mi nombre hace rato que llegué, me agradecieron por los regalos que les traje y se pusieron a jugar con ellos, mira nada más.— Señaló al par de niños observando atentamente a Jaebeom quitar con cuidado las hojas en el agua con sus juguetes pegados al pecho.– ¡Y Myungie y Seungie ni siquiera están aquí porque apenas regresan de estar con su abuela! Es como si se olvidaran de su única tía favorita.— Fingiendo adolorida, enterró algo en su estómago, extendiendo su cuerpo "muerto" sobre el de Bambam.

— Los niños te adoran, es sólo que tu error fue darles juguetes nuevos apenas entraste a la casa, yo en tu lugar lo hubiera hecho más tarde.— Recomendó Jackson, comentándole algo en la oreja a Mark y éste se rió, pegándole en la cabeza.– Toda su atención se concentró en el nuevo muñeco de Iron Man y Wonder Woman.

— Yo que tú no te proclamaría la tía favorita, Yuqi quiere mucho a su tía Boyoung.— Habló Jinyoung, jalando a Yugyeom de seguir cambiando las canciones cada quince segundos.– Demasiado, diría yo.

— ¿Hoy es el día de llevarme la contraria? ¿Es eso? No nos vemos hace dos meses y me tratan de esta manera.— Negó la única chica allí, apartándose de Bambam aún luchando por su vida.– Yo que los quería tanto.

— Yah, exagerada, es divertido molestarte, siempre inflas las mejillas y te pones toda histérica, como ahora.— Yugyeom se sentó frente a ellos, tomando una cerveza del cartón en lo que observaba a Sooyoung molestarse, pero derrotada asentía.– Eres graciosa, lo sabes.— Rodando los ojos, ella estuvo dispuesta a contestarle animada, pero Yugyeom la detuvo.– Más cuando pierdes...— Susurró, tragándose su risa de ver a su amiga abrir los ojos furiosa.

— ¡Aquí quedaste Kim!— Gruñó, dispuesta de ir tras él, sin embargo, SeokJin y Bambam la detuvieron, devolviéndola a su lugar mientras Yugyeom se carcajeaba en su lugar.– ¿¡En serio no lo puedo insultar!?

— No.— Respondieron los únicos padres al mismo tiempo, exceptuando Youngjae y Jaebeom a las risas.

— Estoy empezando a considerar que los mala influencia son esos dos en vez de Sooyoung, mirenlos, Myungsoo un día me dijo que su appa Beomie le enseñó a decir hijo de puta.— Comentó Namjoon, acusándolo y Yugyeom afirmó a lo dicho por el moreno.

— Jungkook me contó ayer que de hecho hyung le dijo estúpido a Bambam e Innie lo escuchó.— Señaló al Choi tocándose el pecho y él negó.

— Kookie, eres un traidor.— Habló en voz baja, dirigiéndose a él con la idea de regañarlo después y Yugyeom bajó el pulgar molesto.– ¡Ni siquiera lo entendió! Ustedes que son tan estrictos, cuando Seungie dijo por accidente un insulto siendo más pequeño, Beomie y yo no paramos de reírnos, es gracioso oírlos insultar.— Bufó, concordando desde la lejanía con su esposo.

— No sé si se dieron cuenta, pero los niños están oyendo esos insultos ahora mismo cuando se supone que no deben.— Señaló Jackson a los pequeños aún intentando sacar una hoja, con sus muñecos removiéndola pues el agua de la piscina estaba fría y no la querían tocar, el chino bajando sus lentes de sol decepcionado de ellos.

— ¡No nos están escuchando!— Gritaron nuevamente sólo los padres en queja, ocasionando las risas del resto segundos después.

— Hablando de niños.— Comentó Sooyoung, arrebatándole a Bambam la botella en sus manos para darle un trago.– ¿Cómo les fue en la reunión de ayer? Oí cosas.— Sonrió burlona.

— ¡Cierto! Escuché rumores de un Yugyeom defensor, un Bambam repitiendo la palabra "bonito", un Jinyoung intentando controlarlo y ni hablar de mi Kookie empoderado con Taehyung casi quitándole las extensiones a Soojeon y Hoseok controlándolo.— Habló SeokJin, cruzándose de piernas divertido.– ¡Ah, cierto! Y de un maestro enfurruñado porque le pidieron sacar sillas.— Riéndose a carcajadas, vio como Mark se levantó de su asiento y lo señaló.

— ¡Quiero aclarar que lo hago con cualquiera menos con esas arpías!— Exclamó de inmediato el pelirrojo, ocasionando la gracia en sus amigos oyéndolos.

— ¿Fueron rumores o la historia completa?— Cuestionó Jaebeom regresando con ambos niños, pidiéndoles si podían ir a jugar en el interior de la casa y el par se alejó sin dejar de reír, haciéndole caso a su tío.– Porque en ese caso también escuchamos rumores.— Codeó a Youngjae fingiendo demencia.

— ¿Quién les contó a ustedes?— Soltó una risilla Namjoon.

— Bambam.— Hablaron al unísono, exponiéndolo, y el tailandés les tiró la pelota de Myungsoo molesto.

— A nosotros Taehyung, ya me di cuenta quienes son los chismosos del salón.— Bromeó SeokJin, golpeando su pierna a las risas y se tranquilizó al ver que nadie se rió, sólo Yugyeom siguiéndole el chiste.– Yugyeom sí entiende mis chistes.— Formó un puchero agradecido con el pelinegro, éste chocando su cerveza con él al estirarse.

— ¡Yah! Pero cuenten, dejan con la curiosidad.— Apretó los labios molesta y Jinyoung a las risas se sentó al lado de Yugyeom.

— Lo contaré yo, estoy seguro de que si Bambie dice algo será todo brujas, viejas, malditas y todos los insultos que se le ocurran.— Rodó los ojos, recibiendo una mirada de "inocencia" por parte de su esposo.– Cuando llegamos no hubo la gran cosa, sólo pasamos por los niños y hablamos un poco con Mark antes de que se fuera con el resto de maestros, el drama empezó cuando nos sentamos todos en las sillas y Soojeon dio inicio a la reunión.

— Otra vez todas las madres y algunos padres hicieron su show cuando mencionaron a Jinyoung y Bambam.— Comentó Yugyeom, recordando que ese fue el inicio de todo y Sooyoung se burló de él, carcajeándose junto a los que no estuvieron en la reunión.– También Shin dijo mal su nombre, creímos que fue sin querer, pero lo hizo a propósito.– Enfurruñado, el castaño se cruzó de brazos.

— Siempre es lo mismo con esa per...

— ¡Y continuamos!— Exclamó el Park, cortando las palabras de su esposo tras mandarle un beso.– Después de que pasaron lista con todos los padres y suspiraron igual por Yugyeom.— Alzó una ceja mientras el Kim lo ignoraba.– Soojeon, como lo molesta que es, le preguntó a los padres si les parecía que las personas o familiares que estaban ahí sentados votaran como ellos, ya que no eran tutores y el primero en indignarse fue Tae.— Contó, soplando la botella de Yugyeom como entretenimiento.

— Soojeon lo dijo en un inicio mirando a todos, pero luego sólo se enfocó en Kook y los que nos encontrábamos ahí lo vimos porque fue muy obvio, como si lo dijera sólo por él.— Incluyó Mark desde su lugar, pasando ambos brazos por el cuello del chino atento a todo lo que contaban.

— Jungkook estaba muy avergonzado y apenado, entonces como Tae es su amigo la dejó en su lugar, hicieron una nueva votación y luego salió Jisoo a aclarar las cosas, no sé si todos lo notaron, pero se molestó por lo que ocasionó Soojeon, aún más cuando Seungkwan defendió la idea de Tae y luego nuestro querido dongsaeng aquí presente defendió igual a Kook, ya que no dejaría que insultaran al mejor niñero en la historia.— Atrayéndolo, lo abrazó con cariño, besándole la cabeza y Yugyeom se rió, intentando apartarlo.

— ¿Disculpa?— Dramáticamente, Sooyoung se colocó firme y el pelinegro rodó los ojos.

— El mejor niñero, tú la mejor niñera y tía, fin de la discusión.— Aclaró, logrando separarse del Park.

— Jisoo al final se disculpó con Jungkook y en sí los que se sintieron ofendidos.— Continuó Bambam por Jinyoung, abrazando a su amiga por los hombros.– Desde ahí no hubo nada interesante hasta que luego de casi una hora o al menos para mí fue así.— Bufó de pensar lo harto que estuvo.– Dieron fin a la reunión, con otra afirmación estúpida y era sobre agregar una pantalla al comedor de los niños, pero a nadie le pareció la idea, sólo nos mirábamos entre nosotros y comentábamos las cosas, entonces como Jungkook nos escuchó, él fue quien se atrevió a hablar.— Sonrió orgulloso del Jeon.– Le aclaró a Soojeon que no era necesaria, básicamente y hablando por todos, incluso hizo que Jisoo aceptara la idea de que algunos padres llevaran el desayuno porque no tenían posibilidad de pagar el de la escuela y fue muy considerado, definitivamente ya me ganó a mí.— Comentó felizmente.

— Ah, pero eso no fue todo.— Ahora fue el turno de hablar de Yugyeom, cruzándose de brazos contento.– Cuando Mark hyung nos dio el anuncio de los niños junto a Soyeon-ssi al terminar la reunión por Jisoo, los seis salimos del foro y nuestras queridas amigas no tardaron en seguirnos.

— ¿Es en serio?— Comentó Jackson, recargándose en la barra sin apartarse del pelirrojo y éste asintió.

— Yo al menos no escuché mucho, pero supe que Tae le llamó arpía plástica.— Verdaderamente divertido, Mark comió de una bolsa con papas, por lo que Yugyeom se rió, afirmando.

— Llegaron atacando primero a Bam y Soojeon quiso coquetear con Jinyoung guiñándole un ojo.— Miró al último mencionado en lo sucedido y Jinyoung formó una mueca, asqueado.

— He tenido pesadillas con eso.— Sufrió un escalofrío, sacándole carcajadas a la mayoría allí.

— Después se siguieron con Tae, mostrándole unas fotos de supuestamente Hoseok hyung engañándolo y ambos no tardaron en aclararlas, era una amiga de ambos y su hermana, pero por eso antes Tae le dijo arpía plástica.— Negó de lado a lado con gracia.– Al final me atacaron a mí, preguntándome si seguía soltero y tras dejarlas en su lugar, Kook dio por terminado el asunto, les hizo ver que sus acciones no estaban bien, sus formas de reaccionar ante las contradicciones y aunque admitió por Tae y Bambam su comportamiento no muy "adecuado", les cerró la boca.— Sonrió ladino, colocando sus brazos detrás suyo.

— Eduqué tan bien a mi Kookie.— SeokJin limpió una lágrima falsa, cubriéndose la cara unos segundos.– ¿Y no les dijeron nada más?

— Ni una sola palabra.— Confirmó Jinyoung, codeando al Kim a su lado al acordarse.– Para finalizar el día, fuimos al patio a traer a los niños, y para nuestra sorpresa, Innie estaba jugando no sólo con Yuqi y Minho.

— Los tres jugaban con las hijas del team bruja y otros niños.— Soltó emocionado Yugyeom, dándose cuenta del asombro de todos a excepción de Mark y Jinyoung con Bambam.

— ¿¡Qué!?— Gritaron al mismo tiempo, asustando al Kim, aunque asintió, sonriendo en grande.

— Yo también me sorprendí, pero Kook habló conmigo y me dijo que cuando llegamos le comentó a Innie de tratar jugar con otros niños, al que viera amigable buscara intercambiar palabras con él, intentar compartir más con sus compañeros y con ayuda de Minho, el hijo de Tae, fueron primero a HyunJin, el hijo de Seungkwan.— Especificó, soltando una risilla por el impacto en sus amigos.– Le hizo por completo caso a Jungkook, entonces al volver después, logró hacerse amigo de más niños y en la noche cuando llegué a casa me contó todo, me dijo que Hyunjin y las niñas eran muy divertidas, además que seguían sus juegos como Yuqi y Minho, estoy esperando el lunes para ver si podría intentar otra vez juntarse con ellas.— Mordió su labio, fijándose en como la mayoría vio a Jeongin estar atento a la televisión en el interior de la casa con Yuqi y se volvieron a él, procesándolo.

— ¿Es un sueño?— Murmuró Youngjae, con los ojos abiertos y Jaebeom negó.– Abriré la botella, esto es un milagro.

— O una excusa para beber.— Inquirió Sooyoung, sonriendo aún asombrada, por lo que el Choi lo aceptó, buscando en el mini bar su botella.– Mi algodón de azúcar al fin está progresando, ¡y todo gracias a Jungkook! Oh por Dios, ese chico debe ser un amor como para que todos aquí lo quieran tanto, incluido mi bebé.— Rió con cariño, uniendo sus manos.– ¿Tienen una foto de él?, ¿puedo verlo?— De inmediato, Namjoon levantó la mano, pidiéndole un segundo y le pasó rápidamente su teléfono, con una foto de SeokJin y él con Jungkook entre ellos, la cual la tomaron unos días atrás en el bar de Taehyung.– Oh, y es guapo.— Parpadeó interesada.

— Es gay, lo siento Soo.— Habló SeokJin, sonriendo al verse con Jungkook en la foto y Sooyoung suspiró frustrada, devolviéndole el teléfono al moreno antes de que Jackson quisiera quitárselo y ella extrañada lo miró, a punto de preguntar.– Te lo quería quitar porque no lo ha conocido ni visto, pero los chicos no lo dejan ver ninguna foto suya para que sufra.— Formando un puchero, el Wang volvió a Mark, abrazándose a él para recibir mimos mientras su esposo se reía divertido.

— ¡Y dicen que me quieren!

— Lo siento Jack, no es nuestro día.— Sooyoung levantó su botella, mirando de vuelta a SeokJin y Namjoon.– ¿Y no es gay con dudas de casualidad?— Cuestionó en referencia al comentario de la sexualidad de Jungkook, y Yugyeom oyendo la conversación bebió de su cerveza, mirándoles de reojo.

— Es más gay que todos nosotros juntos, Soo, lo siento.— Aclaró, quitando el puchero derrotado de la chica.– Algún día conocerás a alguien.

— Algo positivo.— Continuó Namjoon, mostrando sus hoyuelos.– Te adora.

— ¿Me adora?— Sonrió, volviendo a estar interesada.– ¿Es fan?

— Pfff, creo que te quiere más a ti que a Jinie y yo juntos.— Tocó su corazón, cerrando los ojos en broma.– Obviamente no le hemos dicho nada por tu situación de privacidad, pero lo traes loco, todo el tiempo lo puedes ver subiendo cosas de ti, escuchando tu música, incluso el otro día obligó a Jinie a que recogiera una photocard ilimitada de uno de tus álbumes con berrinches.— Avergonzada y alagada, se cubrió la boca.

— ¿De verdad? Awww, a mí también me ganó ya, es muy tierno.— Tocó sus mejillas, y SeokJin rió.

— Debo ser honesto en decir que unas contadas veces casi se me sale tu nombre, ¿recuerdas esa vez que te pedí me autografiaras un álbum? Se volvió loco y no paró de abrazarnos todo el día, se lo di a él.— Contó, suspirando algo melancólico y Yugyeom sonrió ante eso, imaginándose a Jungkook de aquella manera.– Si supiera que eres la tía favorita de Innie se muere.

— El otro día casi se nos sale a hyung y a mí tu nombre.— Reconoció el pelinegro, enternecido.– Ahora eres Sooyeong, señorita famosa.

— Hace unos días hablé con Eric-ssi y me dijo que puedo presentarme frente a más personas de mi alrededor, pero evitar salir a la calle sin estar cubierta de la cara, ¿sería buena idea hacerlo con Jungkook? Se ve muy adorable y me encantaría ver su reacción, casi nunca puedo hacer estas cosas, ni en mis conciertos.— Mordió su uña algo emocionada y la pareja que conocía mejor a Jungkook se sonrió.

— Por favor hazlo, me siento destrozado siempre que habla de ti y cuánto quisiera conocerte, y yo estoy aquí sentado viéndote de vez en cuando junto a Jinie.— Namjoon apenado, se cruzó de brazos, por lo que Sooyoung soltó una risita.

— Buscaré la mejor forma de hacerlo, lo prometo.— Guiñó un ojo, volteando a Bambam tocando su hombro.

— ¿Al final cómo va el tema del grupo? Será peor para Jungkook si un montón de solistas amigas de su favorita se unen en un mismo grupo.— Tocó el tema que la misma chica les platicó tiempo atrás, pidiéndoles su opinión y si la consideraban buena idea puesto el resto de las amigas famosas de Sooyoung, y a ella misma, se les ocurrió crear un grupo juntas en anteriores semanas.

— ¡Oh! Cierto, al final todas hablamos con la empresa y les pareció buena idea, aún más cuando las cinco presentamos algunas canciones juntas y tal vez el próximo mes o al siguiente firmemos un contrato, por lo que dejaré esto de ser solista por un tiempo.— Explicó, algo emocionada y los presentes empezaron a felicitarla, ya que se trataba de una nueva etapa en la vida de su amiga después de tanto luchar y trabajar para convertirse en idol.

Yugyeom, luego de lo pasado y de oír toda la conversación entre SeokJin, Namjoon y Sooyoung, se quedó algo pensativo, centrándose en su propio mundo pues de alguna manera la aclaración de SeokJin sobre la sexualidad del castaño le interesó un poco. No entendía porqué y no tenía una razón concreta para decirlo, sólo en su cabeza es como si se hubiera quedado grabada esa frase y pudo salir de su pequeña duda desde el día pasado cuando Jungkook le comentó lo de Hoseok.

Aparte de todas las que sin querer el mismo Hoseok le dejó en la mente.

Comprendía por completo que el pelirrojo se lo dijo para evitar temas incómodos entre Jungkook y él, alguna pregunta tonta saliendo de sus labios, la cual podría incomodar al Jeon, hacerlo cambiar un poco, y eso era lo que estaría evitando Yugyeom en las próximas semanas, sobre todo cuando estaba planeando acercarse más al castaño divertido y lindo cuidando de su niño entre semana, no quería arruinarlo por ser tonto, pero de alguna manera le carcomía la cabeza la infancia o adolescencia del Jeon.

Por lo que terminando su botella, siguió observando un punto fijo en el piso, ignorando todo a su alrededor sin querer por pensar en Jungkook, —aunque por supuesto felicitó a Sooyoung minutos antes—, y Jackson observándole desde la lejanía todo el rato que fue mencionado el castaño, sonrió perverso, carraspeando.

— Yugy, ¿te encuentras bien?— Llamó, sacándolo de su burbuja y el mencionado parpadeó, sonrojándose cuando la pregunta de Jackson hizo que todos le vieran.

— ¿A-ah? De lo mejor, ¿por qué hyung?— Tragó, limpiándose la camisa de las mangas.

— Te quedaste en el Yugyeom mundo como por cinco minutos, después de...— Cuando estuvo por terminar la frase, Yugyeom se paró, estirando su cuerpo exageradamente y algunos lo vieron raro por esa acción.

— Estaba pensando en otras cosas, pero pfff, miren la hora.— Mostró su reloj, nervioso.– Mi bebé debe tener hambre, ahora vuelvo.— Huyendo de allí ante el lógico descubrimiento de Jackson por pensar en el castaño —al conocerlo tanto, era obvio para el chino—, se adentró en la casa, y entre todos se miraron, el mismo chino caminando a Bambam sentado conversando sin prestarle atención a lo que sucedía con SeokJin y le tendió un billete, el tailandés agarrándolo de inmediato aún sin entender, sin embargo, le gustaba recibir dinero gratis.

— ¿Por qué me das un billete?— Jackson únicamente sonrió, asintiendo algo sorprendido todavía de analizar a Yugyeom tan metido en sus pensamientos y realmente supo o tuvo la razón de creer que era Jungkook quien dominada sus pensamientos.

— Ayer tenías razón, ganaste la apuesta.— Habló, refiriéndose a la conversación en la oficina de Jaebeom y se alejó de allí sin decir nada más, dejando a Bambam sonriendo victorioso frente a SeokJin confundido.

— ¿Apuesta?— Cruzándose de piernas, Bambam suspiró alegre.

— Siéntate bien, hyung, tengo algo que contarte.

Horas antes.

— ¡Mingyu, Mingyu, Mingyu, Mingyu!— Gritando apresurado, Jungkook entró a la cafetería de Sarang, con una caja en manos cubriendo la mitad de su rostro y tanto el mencionado como la misma chica conversando mientras preparaban algunos pedidos, vieron raro al Jeon colocando la caja sobre el mostrador mantenerse ansioso.

— ¡Kook, Kook, Kook, Kook!— Exclamó, riéndose por la expresión en el rostro de Jungkook.

— ¡Te necesito!— Dejando su trabajo de lado, Mingyu puso las manos en su cadera, suspirando.

— Kook, ya te lo dije una vez, no puedo corresponderte.— Tocó su sien, adolorido en lo que Jungkook pasaba por un costado de los mostradores confundido.– Sé que soy demasiado guapo para ti, alguien ejemplar, un poste hermoso y también me quieres como el novio más sexy que tendrías en tu vida, pero mi corazón ya lo tiene alguien más.— Rodando los ojos, Jungkook lo golpeó en la nuca, haciéndolo al frente por la fuerza y Sarang soltó una pequeña carcajada.

— No, imbécil.— Murmuró, fastidiado.– Saldría primero con una piedra que contigo.— Mingyu formó un puchero, sobándose el golpe propinado por su amigo.

— No hay porqué ser tan agresivo con tu futuro esposo.— Lloriqueó, limpiándose una lágrima falsa.

— Agh, ¡no me distraigas! Necesito que me ayudes con algo.— Aún apurado fue a la caja, pero Sarang sin comprender esa urgencia en Jungkook, agarró un mandil, sonriendo mientras el menor estaba de espaldas y se lo colocó sobre la cabeza.

— Bienvenido al trabajo Kookie, también es un gusto verte.— Palmeó su hombro, avergonzando a Jungkook al darse cuenta que no saludó a Sarang ni se cambió la ropa por la del trabajo, entonces rió, decidiendo tranquilizarse con algo que podía hacer a su tiempo.

— Lo siento noona, me alegra verte otra vez hoy.— Rió, dándole un corto abrazo y ella le restó importancia, aceptándolo.

— Está bien Kookie, pero relájate, llegaste como un torbellino por la puerta con una caja enorme, gritándole a Mingyu que no tardó en insinuarte cosas y ni siquiera te pusiste el uniforme, hasta traes tu mochila colgada todavía.— Jungkook asintió apenado y sonrojado a las risas de su amiga, quitándose la mencionada mochila de los hombros para pedirle un momento de ir a un pequeño cuarto donde guardaban sus cosas y Sarang se lo permitió, viéndolo desaparecer en él.– Nunca te corresponderá ni en la otra vida, chocolate amargo.

— Yo sé que me ama, sólo debe admitirlo.— Bufó el moreno, terminando los dos cafés que aún tenía pendiente para dos chicas sentadas en una de las mesas y sin tardar demasiado se los entregó, agradeciéndoles por su compra al mismo tiempo que Jungkook salía acomodándose torpemente la camisa de la cafetería dentro del pantalón y el largo mandil sobre ella, finalizando con la gorra sobre su cabeza.– ¿Aún estás muy apurado o tienes tiempo de explicar?— Cuestionó divertido y Jungkook le miró mal.

— Ya dije lo siento.— Se cruzó de brazos, exhalando.– Llegué así porque me tiene inquieto que me ayudes con algo, pero puedo esperar, ¿tuvieron mucha gente en lo que no estuve?— Sonrió, fijándose en la pantalla de la tableta que su cabello estuviera en orden.

— La verdad no, llegaron contadas y tal, no demasiadas.— Se encogió de hombros la mayor.– Seguramente vendrán entre las seis o siete, entonces podemos estar tranquilos y sacarte chisme como quise desde que entraste.— Aplaudió feliz, metiendo unos frascos con helado y una caja de cupcakes en una bolsa para el servicio a domicilio.– ¿Cómo está Chaewon eomoni?

— De lo mejor, tiene aún ese pequeño problema con tomar entre semana, pero la vi muy bien, está más animada que antes y lo estará por los siguientes días, si no fuera porque aproveché que estaba algo distraída recogiendo unas cosas, no me dejaba venir.— Algo triste y enternecido, recordó a su omma despidiéndose de él de todas las maneras posibles.– Intentaré ir seguido desde ahora, la descuidé mucho.

— Que mal hijo eres.— Negó el moreno, siendo empujado por Jungkook enfadado y se soltó a las carcajadas.– Le diré a Chaewon eomoni que me adopte porque tú no la aprecias.

— Es mía, tú pierdete.— Frunció el ceño, recibiendo un amistoso abrazo del Kim aún sin parar de reír.

— Alguna de esas veces me encantaría acompañarte, aún recuerdo las galletas que preparó y es tan dulce cuando nos encontramos, la quiero mucho.— Sarang unió sus manos, sonriendo como si estuviera enamorada con Mingyu afirmando de la misma manera y Jungkook rió, encaminándose a la caja aún esperando en la barra para sacar de ella dos bolsas de papel, una para Sarang y otra para Mingyu.– ¿¡Mandó galletas!?

— Era una sorpresa, me preguntó si las galletas de la vez pasada les gustaron y como le dije que las adoraron, e igual a ella, les mandó unas cuantas para cada uno, aunque claro, me dio muchas más a mí.— Abrazó su contenedor con ellas dentro tras entregarle las suyas a sus amigos y éstos abrazaron igual sus bolsas, encariñados con la señora y las galletas.

— La amo.— Susurró Mingyu, besando la etiqueta con un pequeño escrito de Chaewon agradeciéndoles por gustar tanto de sus galletas.

— Es un amor.— Suspiró Sarang, viendo la misma caja que Jungkook traía consigo.– ¿Y qué más tienes ahí?— Preguntó curiosa, acercándose con Mingyu para ver.

— Ah, Lisa me mandó algunas cosas de estados unidos, bueno, me ha estado enviando desde hace tiempo.— Abrió mejor la caja, agradecido de no tener pedidos en ese rato y les mostró algunos peluches de recuerdo en distintas ciudades al igual que algunas prendas de ropa como accesorios.– Mi omma lo guardó todo y me lo dio recién, prefería esperar a cuando fuera porque no confía en el correo.— Rodó los ojos divertido.

— Ni yo, hace un tiempo pedí cosas de allá y hasta la fecha no me entregan nada.— Gruñó, cruzándose de brazos.– Que linda es Lisa, también te la voy a robar.

— ¿¡Por qué me quieres robar todo!?— Exclamó, pegándole en el pecho y Mingyu se quejó.

— ¡Porque no lo aprecias!

— ¡Sí lo aprecio, tú eres un ladrón de hogares!

— ¡Ni siquiera lo hago!— Pausó, apretando los labios.– ¡Todavía!

— ¿¡Entonces sí lo harás!?

Ignorando la pelea entre esos dos, Sarang siguió observando la caja de Jungkook, ensanchando su sonrisa algunas ocasiones al ver tantos peluches con corazones, arreglos en ellos característicos de cada estado y otras cosas lindas para él, entre ellas algunos conejos, sin embargo, pudo notar al fondo de la caja unas fotos, estirándose para sacarlas luego de poner su bolsa a un costado y rió enternecida de ver la primera foto.

En ella se encontraba Jungkook,  sonriendo tan grande que se mostraban todos sus dientes y estaba cubierto con ropa abrigada de pies a cabeza ya que estaba rodeado de nieve en la imagen. Al lado de él, abrazándolo, estaba un chico pelinegro con ojos pequeños, sonriendo no con tanta intensidad a la foto y sobre sus hombros se encontraba otro castaño de mejillas regordetas, sus ojos estaban cerrados como en medio luna y su sonrisa era igual de enorme que la de Jungkook, ambos se veían un poco más grandes que el Jeon teniendo unos ocho o nueve años en la foto ya algo decolorada y vieja.

Antes de que pudiera ver la otra, Jungkook se dio vuelta a las risas, deteniendo su pelea absurda con Mingyu. Una pequeña sonrisa se esbozó en sus labios cuando encontró a Sarang observando la primera de las fotos y las tomó de sus manos, aspirando algo melancólico, así que Mingyu y Sarang se dieron cuenta, la chica viendo a Jungkook en busca de respuestas aún sin despegar su vista de ese Jungkook pequeño con sus dos amigos.

— ¿Ellos quiénes son?— Jungkook apretó los labios, señalando primero al pelinegro.

— Él es Yoongi hyung.— Guiando su dedo, fue al castaño, riéndose.– Y él Jimin hyung, una vez le platiqué a Mingyu de ellos, eran mis amigos de Busan.— Asintiendo, el moreno se fijó bien en la foto y sus ojos se encontraron con los de Jungkook.– Con esto era lo que necesitaba tu ayuda.

— ¿Uh? ¿Por qué?— Sarang abrió los ojos, sin entender tanto misterio.

— Ellos fueron quienes me ayudaron sobre lo que les conté una vez.— Aclaró su voz, continuando.– Y fueron parte de mi vida desde los ocho, pero hace tiempo he estado buscando información de ambos y si acaso siguen en Busan, nunca más pude encontrarlos en internet o algún otro lado.— Explicó rápidamente, dejando de lado las otras fotos con unos chicos diferentes.– Hoy estando con mi omma, en lo que preparaba el desayuno, me fijé en las fotos que tiene en el mueble de la televisión junto a otras cosas y vi una mía con Lisa jugando en la nieve, entonces de repente recordé esta foto y a mi cabeza vino que había una cuenta de Busan en Instagram donde subían todo tipo de eventos en la ciudad, entre ellos una ocasión le pidieron a todos los ciudadanos que mandaran su foto cuando nevó porque por allá no son comunes las nevadas y la omma de Jimin hyung mandó la nuestra por la cuenta de hyung.— Asombrados, Sarang y Mingyu se miraron, siguiéndose con Jungkook.

— ¿Cómo recuerdas todo eso?— Encogiéndose de hombros, Jungkook sonrió sin soltar la foto.

— ¡N-no lo sé! Simplemente lo pensé y creo que fue porque esa vez Jimin hyung me mostró cuando lo publicaron y estábamos tan avergonzados, luego Yoongi hyung nos llamó absurdos por sonrojarnos aunque igual estaba avergonzado.– Soltó una risita al igual que sus amigos.– Quería pedirte si puedes buscar en tu computadora o tu teléfono esta imagen o la página, intenté en el mío pero nunca logré capturar la imagen con la aplicación y tampoco me aparecía en naver la búsqueda por imagen, mucho menos el nombre de la página ya que no se me viene a la mente.— Bufó, puchereando.– ¿La traes?

— Nunca la suelto.— Guiñó un ojo, corriendo al cuarto donde dejó sus cosas y volvió rápidamente con su mochila, sacando la computadora.– ¿Qué crees encontrar con ella?

— Como mencioné, en esa cuenta solían subir todo tipo de eventos y Jimin hyung tenía el sueño de ser coreógrafo o formar parte de los bailarines tras un artista, participaba en muchas competencias y era muy bueno en baile contemporánea, entonces puede ser que después de irme siguiera participando en otras, ¡y puede haber alguna cuenta etiquetándolo! Al fin podría encontrar algo.— Emocionado, le entregó la foto a Mingyu y éste sonrió enternecido por la esperanza en Jungkook, capturando la imagen con su teléfono para prender su computadora aprovechando el internet de la cafetería.

— Eres tan adorable mi Kookie.— Sarang lo abrazó, viendo igual que Jungkook la computadora de Mingyu recibiendo la foto desde el teléfono y abrió el navegador.– Además de inteligente, nunca se me hubiera ocurrido algo así a mí.— Negó apenada.– Se nota que los extrañas mucho.

— Como no tienes idea, siempre me pregunto qué pasó después de irme.— Inhaló y exhaló nervioso.– Si Yoongi hyung logró ser productor, Jiminie llegar a donde quería en su baile, ante lo demás, ambos trabajaron tanto, y también cómo se encuentran, si siguen siendo pareja, tengo tantas preguntas en la cabeza.— Rió, quedándose en un trance cuando Mingyu subió la imagen y le dio a buscar.

Varios links no tardaron en aparecer, entre ellos una de la red social tan famosa en su cabeza y soltó un chillido de la alegría, observando como Mingyu se metía en la cuenta, justamente donde la publicación de la foto y entró en la parte principal, Jungkook notando como seguía la antigua foto de perfil además de la descripción, por lo que Mingyu entró a las publicaciones más recientes y se fijó en la fecha de la última, mordiéndose un labio para mirar a Jungkook algo triste y el castaño decayó en menos de un segundo.

— La última publicación fue hace seis años.— Mostró, la foto era sólo una despedida y agradecimiento por aquellos quienes siguieron la cuenta.– ¿Hace cuánto tú...?

— Ocho años.— Golpeó su frente, maldiciendo al saber que no tendría posibilidad de encontrar algo, aunque abrió los ojos, negándose a esa idea.– Espera, ¡hace seis años Mingyu! Dos años después, puede haber algo.— Animándose otra vez, lo apartó, bajando las publicaciones de paisajes en Busan, unas personas presentándose en festivales y anuncios de eventos próximos allí, bajó, bajó y bajó, hasta que...

Encontró algo.

— ¡BINGO!— Gritó con todas sus fuerzas de la alegría, dando saltitos luego de encontrarse una foto de Jimin con los otros dos riéndose del Jeon, y se adentró en la publicación, fijándose que ésta era de un año después desde su ida, el aún castaño en ese entonces sonreía con una medalla dorada en manos, pero su sonrisa no era igual a la de siempre, era leve, feliz de haber ganado al parecer el concurso de ese día pero no tanto, y era únicamente eso, con una descripción pequeña.

"Felicidades a Park Jimin por haber ganado el primer lugar de baile contemporáneo de la academia Sun's contra otras academias, próximamente será reconocido por su arduo trabajo en la danza, mucha suerte🏅💖".

— Hyung...— Susurró, feliz aunque triste de no verlo tan alegre, y se imaginaba una sola razón, poniéndose de peor manera cuando no encontró ninguna cuenta etiquetada, era sólo la imagen y salió, buscando otras pero era la única, no había otro rastro de Jimin o Yoongi ahí.– ¿Por qué el mundo me odia tanto?— Murmuró, golpeando su cabeza contra el teclado de la computadora y Sarang suspiró, acariciando su espalda.– Es como si no quisiera que los vuelva a ver.

— La verdad es algo extraño.— Comentó Mingyu, cruzándose de brazos.– No hay cuentas, no hay información en ningún lado, es como si ellos estuvieran...

— ¡Ni se te ocurra decir algo así!— Le detuvo Jungkook, pegándole repetidas veces en la cabeza y en otras zonas, Mingyu cubriéndose ante los constantes golpes.– ¡Mis hyungs no pasaron a otra vida!

— ¡Ugh, era una sugerencia!

— ¡No sugieras cosas tontas!— Exclamó, siendo visto por los clientes pero a él no le importó.– Ellos eliminaron sus cuentas por unas cuestiones hace años, pero lo que sí es raro porqué no aparece ninguna nueva.— Saltó su labio inferior, recargando sus manos en el mostrador.– Bien, de verdad me rindo, si algún día vuelvo a Busan los buscaré, pero ahora mismo no se me ocurre nada más, esto lo siento cada vez más difícil.— Cerró los ojos, cansado, y se volvió a los mayores entregándoles miradas comprensivas, así que sonrió.– Gracias Mingyu, también a ti noona, al menos lo intentamos.— Los otros dos le sonrieron, yendo a él para rodearlo con sus brazos y dejarlo en medio de ellos.

— No te desanimes Kookie, yo sé que Jimin y Yoongi también te deben extrañar a ti e intentan encontrarte, pero lo único que puede aparecer tuyo es tu cuenta.— Señaló el teléfono de Jungkook en su bolsillo.

— Sí, y como te pusiste un user tan fácil.— Ironizó Mingyu, cubriéndose por si Jungkook quería golpearlo otra vez, pero en ésta ocasión fue Sarang regañándolo.– Algún día se podrán ver, yo lo sé.— El asentimiento positivo de Jungkook les hizo soltarlo, puesto él fue de nuevo a la foto, sonriendo con cariño.

— Ésta foto fue la primera que nos tomamos.— Contó, pausando.– Es algo raro verla ahora, todos debimos cambiar mucho.— Mirando la parte trasera, se encontró el año junto a una sonrisita que puso Jimin al lado.

— ¿Cuántos años tienen de diferencia?— Jungkook se quedó quieto un momento, tocando su barbilla.

— Yoongi hyung debe tener ahora 30, y Jimin hyung 28.— Murmuró, pensándolo seriamente.

— ¿Y cómo se conocieron?— La pregunta de Sarang le hizo reír, incluso soltar una pequeña carcajada.

— Es una historia algo extraña, ¿quieren escucharla?— Alzó una ceja y ambos asintieron repetidas veces.

— Tenemos toda la tarde y noche, sumando que están llegando pedidos, eres como mi drama semanal, habla.— Mingyu palmeó su cadera, interesado en ella y Sarang igual, sus amigos sin parar de ser los chismosos de primera luego de Taehyung en su vida, entonces fue a la tableta, acordándose.

— Bien, ahí va...

[...]

Hace 18 años.

Una fuerte nevada caía sobre Busan, las clases y las tiendas exceptuando los supermercados habían cerrado por la gran cantidad de nieve cubriendo la zona, y desde perspectivas altas, podías encontrarte el hermoso blanco llenando cada edificio como casa en esa enorme ciudad, donde no paraban de caer las bolitas o copos de nieve en todos lados. Ante la tempestad, el frío podía helar el cuerpo de cualquier persona saliendo a necesidades básicas u obligatorias, ante todo que al encontrarse en la costa, los aires se volvían más fuertes y helados, ocasionando una baja de temperatura más extrema.

Sin embargo, eso a Jungkook no le importaba.

Con ojitos brillantes, su cabello revuelto todavía, y una enorme sonrisa de conejo en su rostro, un Jungkook de ocho años admiraba la bonita nieve caer a través de la ventana en su habitación, mientras en sus espaldas escuchaba a Kim SeokJin, su querido niñero que terminaba de sacar las prendas para Jungkook en esa mañana que era ya casi medio día, éste sonriendo enternecido de ver al pequeño castaño tan emocionado por la nieve.

— ¿De verdad quieres salir ahora Kookie? Está nevando mucho y el parque debe estar repleto en todos lados, no creo que puedas subir a unos de los juegos.— Comentó suavemente, viéndole darse la vuelta y Jungkook asintió de arriba a abajo a la pregunta, extendiendo sus brazitos cuando SeokJin le quiso colocar otro sueter y lo aceptó con gusto, dejándose poner al final una chamarra que le cubría hasta el cuello y el mayor soltó una risita, apretándole una mejilla.Te ves tan adorable.

— No soy adorable hyung.— Con un puchero, los bajó, frunciendo su pequeño ceño, y SeokJin le volvió a apretar ambas mejillas, afirmando.

— Lo eres, algún día debes aceptarlo.— Besando su frente, se alejó, mostrándole cuál de los dos pares de botas prefería y Jungkook le señaló las negras lleno de alegría.– Poco a poco te acostumbraré a dejar las cosas negras, eres muy chiquito para usar negro.— Bromeó, permitiendo que él se los pusiera.– Kookie, ¿y si no vamos? Podemos quedarnos aquí a comer cosas ricas, mantenernos calientitos, te puedo preparar algo que tú quieras, mantenernos calientitos, también ver películas, ¿y ya dije mantenernos calientitos?— Cuestionó nervioso, observando el horrendo frío de afuera, pero Jungkook volvió a negar.

— ¡Está muy lindo afuera hyung! Por favooor.— Señaló por su ventana, mostrándole su atuendo.– ¡Y ya estoy listo por ti Jinie hyung, vamos!— Halándolo de la mano, el adolescente quiso chillar al ver como el aire hacía sonar el vidrio de la misma, sin embargo, fue con el menor, suspirando rendido.

— No me pagan lo suficiente para esto.— Murmuró sin ganas, agarrando su propio abrigo reposando en la escalera antes de volver a ser jalado por Jungkook hacia abajo y una vez en el primer piso, apagó la bocina reproduciendo la música de su disco, pidiéndole a Jungkook que esperara un segundo mientras lo sacaba del reproductor para meterlo en una pequeña caja con otros.

— ¡Rápido hyung, rápidooo!

— Bien, bien, iremos pero nada más una hora Kookie, ¿sí? Debo prepararte la merienda y no me gusta que juegues solo en el parque, prefiero que estés en casa.— Jungkook volvió asentir repetidas veces.

— ¡Sí hyung, vamos!— Agarrando su pala y su cubeta de plástico, Jungkook se sintió listo, abriendo la puerta con una de sus manitos cubierta de un guante para fijarse en el hermoso blanco llenando el patio delantero de su casa y rió emocionado, dando saltitos de alegría.

— De acuerdo, andando Kookie.— Fingiendo felicidad, SeokJin salió junto al mencionado hacia la calle, sufriendo de inmediato cuando el aire chocó contra su rostro, era horriblemente frío, sus orejas no tardaron en colarse rojas y deseó ser su novio Namjoon en su propia casa disfrutando de la calidad de sus sábanas, no obstante, una sonrisa se apareció en sus labios cuando se fijó en Jungkook soltar grititos felices mientras sentía la nieve caer sobre él, agarrando un poco del montón fuera del camino ya libre por personas que pasaban en esos carros enormes quitando nieve con una especie de pala y se la mostró, SeokJin riéndose de Jungkook estar tan feliz.– ¿Del 1 al 10 cuánto te gusta la nieve, Kookie?

— ¡Un millón hyung!— Exclamó, adelantándose a las risas al correr con dificultad cuando las botas se enterraban en la nieve y enternecido, SeokJin preparó su cámara, listo por tomar las fotos de Jungkook disfrutando en la nieve y guardarlas próximamente en el álbum.

— Anda, apurate o te quedarás sin tiempo en el parque.— Agarrándolo de la mano animado, SeokJin empezó a correr con Jungkook hacia el parque a dos cuadras de su hogar, ambos soltando risillas contentos y aún más Jungkook, intentando ganarle a su hyung aunque iban a la par.– ¡Apurate Kookie, corre!— Soltando un gritito, Jungkook le hizo caso, corriendo con ganas frente suyo al lugar público con, —para sorpresa de SeokJin—, únicamente algunos mayores caminando en la calle, no había ningún niño allí, pero a Jungkook eso no le importó, incluso lo hizo más feliz de poder tener toda la nieve para él solito.

— ¡Está vacío hyung!— Volvió a gritar alegre, haciendo suspirar a SeokJin por verlo nuevamente sin querer jugar con alguien más, algún otro niño de su edad o mayor, al menos intentarlo.

Adentrándose en el parque, Jungkook fue a la zona donde habían algunos juegos cubiertos de nieve, y sonriente dejó su cubeta con la pala encima del tobogán, dispuesto a empezar a llenarla y SeokJin sonrió, acomodando la cámara en sus manos antes de tomarle una foto desprevenido a Jungkook y miró la banca debajo del árbol enorme en el lugar.

— Estaré sentado allí, ¿está bien Kookie?

— ¡Sip Jinie hyung!

Exhalando repleto de frío pero aliviado de que la banca sólo tuviera algo de nieve, la cual pudo quitar con facilidad como si estuviera apartando el polvo, fue hasta allí, sintiendo una tortura poner su trasero en el metal, sin embargo, sus ojos vieron al frente, encontrándose el supermercado abierto y muy obviamente teniendo calefacción dentro, entonces tragó, negando a sus instintos gritándole correr allí y se sentó en la fría banca, mordiendo su labio al contacto frío de su pantalón.

"Es por Kookie, es por Kookie, es por Kookie". Pensó para sí mismo, cerrando los ojos un rato, escondiendo toda su cara y las manos en el interior de su abrigo, admirando como Jungkook no parecía tener frío, pero claro, la camisa, los dos suéteres, su chamarra, los guantes, el gorro en su cabeza y esas botas abrigadas debían cubrirlo absolutamente bien, no como él que únicamente llevaba su abrigo y un suéter pequeño dentro.

— Tengo que pedir un aumento.— Susurró, calentando la cámara dentro de su ropa con el fin de que no muriera por el frío y rió por su propio chiste, la realidad era que le encantaba cuidar de Jungkook y hacerlo feliz con esas pequeñas acciones como de llevarlo al parque, pero definitivamente el clima no le daba todas esas ganas que solía tener cada día.

De nuevo, los ojos de SeokJin vieron a sus espaldas, pasando saliva por sus labios al imaginarse dentro del supermercado, su cara, sus mejillas, sus orejas y sus manos calientitas al pasar por una corriente, fijándose tontamente en los precios y las televisiones en busca de algo interesante por ver mientras por los ventanales observaba a Jungkook jugar tranquilo.

— No soy tan horrendo.— Murmuró, moviendo la cabeza al querer borrar la idea y no lo pudo soportar más.– Sí lo soy.— Mirando a Jungkook meter nieve en su cubeta y darle vuelta, soltó una risilla cuando el castaño sonreía contento de que quedaba firme pero lentamente se deshacía su figura, haciéndolo formar un puchero y volver a intentarlo, así que se levantó, acercándose al menor.– Kookie, tengo que ir al supermercado un rato a comprar, entonces cualquier cosa que necesites ve y ahí estaré, sólo recuerda cruzar la calle mirando a los dos lados y, ¿también recuerdas lo que te dije si algún extraño viene a ti e intenta llevarte?— Acarició su mejilla sonrojada por el frío.

— ¿Gritar con todas mis fuerzas y salir corriendo?— Cuestionó dulcemente, parpadeando.

— Exacto Kookie, ese es mi niño.— Besó su frente.– Ahora vuelvo, buscaré algunas cosas para que puedas terminar tu raro muñeco de nieve.— Rió, con Jungkook afirmando contento.

— ¡Sí hyung! Aquí te espero.— Respondió, sentándose mejor sobre la nieve y SeokJin suspiró, enamorado de ese dulce niño para ir a la salida del parque y caminar al supermercado.

Jungkook, al quedarse solo, se concentró en sus "muñecos de nieve", pues eran sólo cubetas intentando ser amontonadas sobre otras y con ganas las aplastaba en el suelo, golpeando el fondo de la cubeta con su pala y su piecito para por fin dejarlas firmes, así levantándola emocionado pero se derrumbaba al instante. Tal vez no era un juego interesante o algo con lo que entretenerse un rato tratándose de otros niños, incluso conservando otros juguetes en casa, pero para Jungkook, era sumamente divertido hacer su ejército de cubetas mal hechas y cuando su hyung le llevara las cosas del supermercado sería aún mejor lo que dejaría en el parque y cualquier persona pasando pensaría "¿Qué hace esto aquí?", o eso quería creer.

— ¡No hyung, ya te dije que no!

— ¡Jimin vuelve aquí!

De pronto, unos gritos de un par de niños hicieron voltear a Jungkook, sorprendiéndolo por oírlos tan cerca, pero al momento de voltear no vio a nadie por ningún lado, entonces frunció el ceño, confundido al creer que podía estar imaginando voces o algo así, sin embargo, no les tomó importancia, volvió a seguir concentrado en meter la nieve con la pala en su cubeta.

— ¡Quiero jugaaar!

— ¡Yo no!

— ¡Hyung gruñón!— Suspirando, volvió a levantar la mirada, y nuevamente no vio a nadie en su alrededor, solamente algunas personas mayores caminando como si no escucharan nada.

Un minuto después, todo quedó en silencio, haciendo a Jungkook acomodarse tranquilamente en su lugar, aunque la calma no le duró mucho.

— ¡Jimin deja de morderme!

— ¡Mi omma me dejó jugar y voy a jugar!— Frustrado, Jungkook se levantó, empezando a temer en su mente de que quizás oía a esas cosas que daban miedo y pasaban en las películas de terror, no obstante, cuando se dio la vuelta a donde había una pequeña montaña de nieve, en sus espaldas, pudo encontrarse a un niño castaño y otro pelinegro.– ¡No necesito que me cuides!— Abriendo los ojos, Jungkook se sonrojó más al darse cuenta que el niño castaño se acercaba corriendo a él, sin notar su presencia allí puesto miraba hacia atrás.

— ¡Tengo que hacerlo, omma me mata...!— Callándose repentinamente, pudo notar como el otro niño se percataba de él y abrió los ojos de extremo a extremo, corriendo velozmente para alcanzar al castaño.– ¡Jimin espera, voltea!

Y justamente el nombrado Jimin volteó, éste sin querer hacerle caso a su hyung, pero al segundo de hacerlo, se encontró con Jungkook mirándolo quieto sin darse tiempo a correr o cubrirse, y soltando un grito quiso detenerse, sin embargo, sus pies resbalaron en una pequeña parte con hielo y fue directo a Jungkook, cayendo encima de él al mismo tiempo que en cámara lenta ambos soltaron sus juguetes, dejando a Jungkook tirado en la nieve, agradeciendo en su mente no fuera el pavimento y el par de niños se quejó, adoloridos a pesar de la nieve, por lo que el otro pelinegro se acercó a ellos, observándolos atónito.

— Ugh, mi cabeza.— Murmuró el castaño cachetón, tocándose la frente por el golpe propinado de su cabeza chocando contra la de Jungkook.

— Auch...— Susurró Jungkook, sintiendo su parte trasera punzar y la frente igual, cerrando los ojos adolorido, por lo que el niño encima suyo no tardó en levantarse, asustado de haber lastimado al niño en el suelo.

— ¡Te dije que no corrieras Jimin, ya lo mataste!

— ¡N-no lo maté! ¿¡Verdad!?— Gritó, parándose a un lado suyo, y Jungkook parpadeó, encontrándose con esa tierna cara cachetona y con esos ojitos chiquitos mirándole.– ¡Abrió los ojos! ¿¡Estás bien!?— Avergonzado, Jungkook asintió, sentándose mejor con ayuda del castaño y el pelinegro.– Lo s-siento mucho, no te vi, ¡pero todo es culpa de hyung!

— ¿¡Mi culpa!? ¡Tú saliste corriendo sin dejar de verme!— Exclamó el otro, frunciendo el ceño y Jimin le sacó la lengua.– ¿En serio te encuentras bien?— Luciendo algo más mayor que él, Jungkook miró a ese pelinegro mirándole también, encontrándole un cierto parecido a un gatito en su cara.

Jungkook volvió a asentir, levantándose con cuidado y recogió sus juguetes, entregándole a lo que parecía ser una de esas cosas con las que se hacían patitos en la nieve a el castaño aún sonrojado de la pena.

— G-gracias.— Murmuró Jimin al recibirlo.

— ¿Eres mudo?— Cuestionó otra vez el pelinegro al observarle sólo asentir, por lo que Jimin abrió la boca, pegándole en la cabeza al cara de gato con su juguete.

— ¡Esas cosas no se preguntan hyung!— El nombrado Jimin regañó, viéndole.– ¿Lo eres?

— Quién te entiende.— Se cruzó de brazos, alzando una ceja a la negación de Jungkook.– ¿Entonces por qué no hablas?— Sonrojándose, el Jeon bajó la cabeza, jugando con los guantes en sus manos.

— Oh, ¿eres tímido?, ¿te da pena hablar?— Jungkook asintió a la pregunta de Jimin, éste comprendiendo porque su omma le dijo muchas veces que no todos eran como Yoongi o él haciendo amigos.– ¡No te preocupes, no mordemos! Somos muy agradables.— Sonriéndole en grande, Jungkook se sonrojó más, bajando el gorro en su cabeza para no demostrar sus orejas rojas.

— Dirás tú.— Susurró el pelinegro, mirando a otro lado, y Jimin rodó los ojos.

— ¡Oh, no te he dicho mi nombre! Soy Jimin, Park Jimin.— Presentándose, extendió su manito junto a una reverencia, y Jungkook la miró, estirando la suya temblando, así que Jimin la tomó, estrechándola velozmente.

— Creo que lo escuchó como diez veces...

— ¡Shhh!— Silenció el castaño, frunciendo el ceño.– El gruñón y con cara de gato es Yoongi, Min Yoongi.— Presentó por el pelinegro, éste levantando la mano en saludo y Jungkook soltó una risita, haciendo reír también a Jimin.– Sabía que ya lo habías pensando, todos le dicen lo de su cara de gato.— Bufando, el Min se volvió a cruzar de brazos.– ¿Tú cómo te llamas?

Tragando, Jungkook abrió la boca, y la volvió a cerrar, cerrando los ojos unos segundos para tomar valor e intentar hablar con esos dos chicos que le parecían sumamente agradables.

— S-soy...— Pasó saliva, nervioso.– Jeon, J-jeon Jungkook.— Soltando un sonidito de ternura, Jimin se cubrió las mejillas.

— ¡Eres adorable! Mucho gusto Jungkook.— Sonrió, mostrándole su juguete de patitos emocionado.– ¿Te gustaría jugar conmigo? Estuve esperando la nieve todooo el año porque quería utilizar esto para hacer patitos con hyung, pero el enojón no quiere y prefiero compartirlo con alguien más.

— Hace mucho frío Jimin.— Gruñó el mayor, abrazándose a sí mismo.– Y quiero ir a dormir...

— ¿Pu-puedo?— Susurró Jungkook, con un ligero brillo de alegría en sus grandes ojos y Jimin afirmó tomando su mano.

— ¡Sí, sí, ven!— Halándolo, fueron a donde se encontraban antes Yoongi y él, Jungkook parpadeando cuando notó el montón de nieve allí, aunque volteó hacia atrás buscando ver a su hyung para pedirle permiso de ir.– ¡Te puedes ir hyung, estaré con Jungkook aquí!

— Jiminie, no pueden estar los dos solos aquí, Jungkook debe ser más pequeño que tú y yo, o eso creo.— Tocó su labio, viéndolo curioso.– ¿Cuántos años tienes?

— Ocho.— Susurró, agachándose con Jimin en la nieve y Yoongi lo señaló.

— ¿Lo ves? Ambos somos tus hyungs, Jimin tiene diez y yo tengo doce.— Se señaló a sí mismo.– Espera, ahora que lo pienso, ¿qué hacías aquí solito?, ¿y tus appas?— Cuestionó preocupado, entonces Jungkook se levantó, dispuesto a señalar hacia el supermercado pero SeokJin, con una expresión de pánico y tirando la bolsa en sus manos en la entrada del parque fue hasta ellos, soltando un suspiro aliviado cuando confirmó que eran sólo niños hablando con Jungkook y no algún enano engañándolo.

¿Qué? SeokJin tenía demasiadas cosas en la cabeza.

— ¡Jungkookie! Demonios, casi me da un paro cardíaco, no te vayas así.— Tocó su pecho, relajándose y miró al par de niños, uno no tan pequeño como los otros dos.

— ¡Hola!— Saludó Jimin, volviéndose a levantar.– Disculpe señor, por accidente choqué con Jungkook y no pensamos que venía con usted.— Formó una reverencia de disculpa, al igual que Yoongi aunque éste sonreía enternecido por Jimin y SeokJin igual, pero una palabra se quebró en su cabeza.

"Señor..."

— Está bien pequeño, y todavía no soy tan mayor, me pueden decir hyung, me llamo SeokJin y soy el niñero de Kookie.— Se presentó rápidamente.– ¿Qué hacían hasta aquí?

— Lo siento hyung.— El primero en tomar confianza fue Yoongi.– Él es Jimin, yo soy Yoongi y hace un rato nos encontrábamos aquí, pero Jimin salió corriendo porque no quería volver a casa y por accidente cayó sobre Jungkook, entonces hablamos y Jungkook aceptó jugar con Jimin, apenas se nos ocurrió que podía venir con alguien, entonces lo sentimos otra vez, y sería buena idea regresar por eso.— Señaló tranquilamente la bolsa en la entrada del parque y SeokJin asintió.

— Sí, debo ir por ella, gracias Yoongi.— Sonrió, volviéndose a Jungkook callado todo el rato, pero éste le sonrió apenas lo vio.

— ¿Puedo jugar con ellos Jinie hyung?— Ensanchó su sonrisa, haciendo sonreír a los otros niños y al mayor de todos, éste algo ilusionado de como ese par logró amigarse con su bebé tan fácilmente.

— Por supuesto que puedes Kookie, iré por la bolsa y me sentaré cerca, anda.— Olvidándose del frío, regresó eternamente feliz a la entrada del parque, no sin antes oír la pequeña conversación de los niños contentos.

— ¡Sííí, vamos a jugar todos!

— ¡Sí!

— Esperen, ¡no dije que me quedaría!

— ¡Vamos hyung, deja de ser tan gruñón! Los patitos serán muy lindos.

— Ugh, yo sólo quería dormir...

•'•

Ola owo.

Nuevamente, y algo tarde, es un gusto volver aquí a actualizar mi precioso bebé de fic. 💗

Siento mucha la hora, dependiendo de los países, en México no es tan tarde pero no recuerdo los otros horarios, se me hizo tarde por unas cuestiones de editar los capítulos. 😭

Bueno, pasemos a lo importante, sé que les interesa tanto como a mí. 😂

Jungkookie por fin pudo ir a visitar a su omma y pasaron muchas cosas, como regaños de Jinie porque no estaba en su casa, el encuentro con el señor con cara de hombre de drama, además de enamorado de su omma e.e y muchos tipos de recuerdos :(, sumando que Sooyoung por fin sabe de Jungkookie y Yugyeom actuó raro luego de oír algunas cosas de Kookie viniendo por parte de Nam y Jin. owo

En la cafetería sucedieron cosas interesantes, principalmente el hecho de Jimin y Yoongi al buscarlos en la cuenta, y por fin tenemos um recuerdo largo de ellos con Jungkookie. 😭

¿Qué creen de Yoongi y Jimin? ¿Estarán bien? ¿Cuáles son todas esas cosas que Jungkook evita mencionar? owo

¿Qué pasará en el siguiente capítulo? e.e...

La verdad no tengo nada que comentar ahora mismo, sólo que en serio sigo muy agradecida con todes ustedes, muchas gracias por responderme en el muro que les gustan los capítulos largos, me hizo tranquilizarme mucho. 😭❤

Pero bueno, ¿qué tal están?, ¿cómo les está yendo en su día a día?, ¿les hice feliz con la actualización? Porque espero que sí. 🥺💗

Si se lo preguntan, mi semana estuvo bien, muy atareada por los capítulos y mi vida diaria, pero nada que no pueda ajustar como se debe. 😂

La verdad me siento troste porque el lunes inicio mi curso otra vez 😔, y el domingo vuelvo a trabajar en mi antiguo trabajo que fue pausado por la pandemia, me gusta, pero hace que mi espalda duela y no tenga el mismo tiempo que antes para escribir. 😔

Igualmente mañana, hoy o cuando lo lean, estaré celebrando con mi familia mi reconocimiento, no es la gran cosa pero voy a comer bien y lo que me gusta, mariscos. owo💖

Entonces las cosas siempre tienen algo bueno detrás de todo lo malo, o eso creo siempre. 🥺

Sin más, me voy retirando ya, es tarde, no he cenado y no he hecho nada de lo que debería haber hecho ya, me matarán, pero me encanta actualizarles todos los viernes. e-e💗

¡Pregunta de la semana! ¿Tienen una cosa, o cosas, con las que crean que están obsesionadxs? ¿Qué es? 👀

Nuevamente les recuerdo comer bien, tomar mucha agua, mantenerse saludables y que siempre les tkm con todo mi corazoncito, gracias por existir. ❤

¡Nos leemos luego, cuídense! 😷

Stream Dive y Drive you home. 🥳

Continue Reading

You'll Also Like

373K 24.3K 95
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
193K 24.7K 119
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...
72.7K 7.9K 54
☆ y me pueden decir diez mil cosa' de ti pero yo pongo mi alma en el fuego por ti nadie sabe, lo que yo haría no saben que ni con cien mencione' van...
587K 79K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!