El color de la inocencia

Por LinaAcaria

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James ni siquiera tenía pensado que volver a casa de su madre le traería consigo una responsabilidad semejant... Más

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PEQUEÑA JADE
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Por LinaAcaria

Mi vista está perdida en un punto en la cocina. El único sonido que se oye en el apartamento es el chocar de los platos y el agua cayendo. Evan lava los trastes con toda la tranquilidad del mundo, como si no me hubiese soltado el sermón de mi vida hace quince minutos, ni siquiera se muestra afectado.

Yo, por otro lado, siento que me tiembla el cuerpo y hay un vacío ansioso dentro de mi pecho y es que no hay nada más verdadero que el balde de agua fría que acaba de tirarme mi amigo.

—Esta sonando tu celular —me dice, sacándome de mi cabeza.

Cuando presto atención a mi alrededor efectivamente había algo sonando.
Mis ojos caen en él y no estoy interesado en fijarme quien llama, solo necesito hablar con Evan.

Me levanto de la silla en la que he estado los anteriores veinte minutos procesando sus palabras y me coloco a su lado. Evan me mira mientras lava un vaso.

—Tu celular —vuelve a repetir confuso—, te he dicho que está sonando.

Tomo a Evan de su nuca y lo atraigo hacia mi dándole un abrazo, la acción lo toma tan de sorpresa que lo que tiene en su mano se cae sobre los trastes y puede que se haya roto pero no importa. No recuerdo cuando fue la última vez que le di un abrazo o siquiera si en algún momento lo he echo.

Evan se sorprende y me corresponde el abrazo un poco indeciso.

—Lo sé —digo— sé que no soy un buen amigo, ni un buen hijo, ni tampoco... un buen hermano...

Trago grueso al decir aquello último.
Me separó de él y lo miro fijamente con mis manos en sus hombros.

—Pero no pienses ni un segundo que no te quiero. Jamás olvidaría todo lo que has echo por mi. Recibiría una bala por ti.

Digo haciendo énfasis en la última oración. Evan alza las cejas perplejo.

—¿Me estás queriendo llevar a la cama?

Voltee los ojos y lo solté.

Evan suelta una carcajada y remueve mi cabello excesivamente.

—Yo también te quiero, pero lo de la bala no lo diré. Es demasiado, todavía necesitas practicar como demostrar amor —comento haciéndome reír.

#


—¿Y entonces que piensas? —digo, cuando termino de contarle a Ethan lo que pasó días atrás con mi padre.

Apenas mencioné la idea que tuvo Peyton de robarlos Ethan entorno los ojos e hizo una mueca con los labios como si no estuviera seguro.

—Creo que deberías esperar que Edward te los muestre por su cuenta, no creo que sea una una buena idea hurgar en sus cosas.

—¡No puedo esperar más! —chillo—, lo único que hago es pensar en que es lo que tienen esos papeles que puso a mi padre así, necesito saber Ethan. Necesito saber si tienen que ver con mi madre, si...

—Jade, quizás Edward tiene razón en no decirte, quizás es algo que realmente no quieres enterarte.

Ethan habla con una calma algo sospechosa en su voz. Por nada del mundo preferiría no enterarme antes que estar intranquila, yo necesito saber la verdad, lo necesito para estar bien.

—Ethan... —titubee— ¿Tú sabes algo que yo que yo no?

Lo observo encogerse en su sitio y negar con su cabeza.

#

El agua de la ducha corre y es lo único que oigo alrededor además de los pensamientos de mi cabeza luchando por saber que hacer. Mi padre está en el baño de su habitación y yo, sentada en su cama con mis ojos pegados al cuadro de nuestra familia en la pared.

Sé con seguridad que si hay algo muy importante en esta casa, papá lo guardaría ahí, detrás del cuadro, dentro de la caja fuerte.

Sin duda, los papeles que el tenía en su mano esa tarde estarían ahí dentro.

Puedo recordar las miles de veces que mi padre ha hablado con Clara de los dígitos que lleva la caja fuerte pero por alguna razón estoy tan nerviosa que mis manos tiemblan y mi cerebro se desconecto.

Siento en el cuerpo una adrenalina que me asusta, como si estuviera preparándome psicológicamente para algo malo. ¿Acaso tiene eso sentido?

Me pongo frente a la pared y alzó mi mano temblorosa para bajar el cuadro. Sé que papá tardará por lo menos diez minutos más...

Me encuentro con la caja metálica y alzó mi mano temblorosa, lo primero que se me ocurre poner es el año en que nacio mi madre dudando en poner el último número, la caja fuerte solo tiene dos intentos y al segundo la alarma se dispara, no se cómo podría explicarle a mi padre si eso pasara.

Cierro los ojos y tocó el último número con firmeza, la caja no hace ningún ruido por lo que abro de a poco los ojos. Hay una cruz en su pantalla he indica que tengo que volver a intentarlo en unos segundos.
Me falta solo un intento y eso me pone aún más nerviosa, el corazón va a saltar de mi pecho, no podré aguantarlo.

Me toca intentar con mi año, aunque realmente dudo que sea eso.

Cuando pongo el primer dígito la puerta suena y pego un brinco que me despega por lo menos diez centímetros del suelo.
Subo el cuadro a la velocidad de la luz y me acerco a la puerta de la habitación.

—Edward, la cena —habla Colton.

Intento tranquilizar la velocidad de mi pulso y abro.

—Esta en el baño, me quedé aquí por si necesitaba algo pero todavía no salió —miento.

Me sorprendo a mi misma lo bien que lo hago. Colton sonríe amable y me indica que baje a comer, el se quedaría esperando a mi padre.

Al final de las escaleras con los platos en la mano está Ethan mirándome ansioso.

—No pude conseguir nada.

—Si que eres lenta.

—No sé cuál es la clave...

Sé que Ethan está hablándome pero algo me hace quedar dura como una piedra, en mi cabeza parecen sonar varias alarmas al ver un punto fijo en la habitación.

En la punta del estante en la pared, hay una foto, una de mis padres en su boda. Recuerdo cuando papá la puso ahí y escribió su fecha en la parte de atrás, como en la mayoría de fotos viejas.

Saco la foto del portaretrato, mi padre abraza a Clara por los hombros muy felizmente, ella en cambio parece que forzará parecer alegre.
Hay una cosa en específico que me llama la atención en esa fotografía y es su vestido, Clara siempre fue delgada, ¿Porqué usaba un vestido tan suelto? Volteo la foto “febrero 2004".

¿Por qué siento que algo no tiene sentido?

No oigo lo que dice Ethan, ni tampoco lo que murmura Elizabeth mientras trae la comida. Solo veo manchas alrededor, manchas que se tornan negras y luego... Ya no son solo manchas, si no todo, todo es negro...

—¿Es algo grave? Está muy pálida doctor ¡Parece un papel!

Oigo voces como si estuvieran muy lejos de mi pero siento el calor corporal de personas a mi alrededor.
Me duele la cabeza como para abrir los ojos y además me siento muy mareada.

—¡Se está moviendo, se está moviendo! ¿Está reaccionando doctor?

Apenas abro un ojo y veo a Elizabeth en los pies de mi cama. Ella está tomándose el pecho con ambas manos.

—¿Hice algo? —pregunto, la voz me sale muy suave y me cuesta recomponerme.

No entiendo nada.

—Te encuentras bien Jade, solo tienes que prestarme algo de atención.

Volteo a mi lado y por fin noto al hombre canoso y con bata a mi lado. Un señor algo mayor con voz rasposa me mira por sobre sus lentes.

—Voy a tomarte la presión.

Asiento y el doctor levanta con delicadeza mi brazo, envuelve el tensiómetro y comienza a inflarlo.
Luego de unos segundos así el observa a Elizabeth.

Mi padre aparece tras ella y me observa preocupado.

—Ella está muy bien —dice sacándome lo que segundos antes envolvió en mi brazo—, estoy seguro que fue un desmayo causado por estrés emocional, puede que esté pasando algo difícil de digerir y eso afecto en su presión arterial, puede ser ansiedad, miedo o algún estado de shock. Yo recomendaría tomar las cosas con calma.

¿Desmayo?

El doctor le hace una seña a mi padre y sale de la habitación seguido de el.
Al quedarnos solas, Eli se acerca a mi y se sienta a mi lado con el semblante preocupado.

Me apoyo en el respaldo de mi cama despacio.

—¿Cuando tiempo estuve inconsciente? —pregunto, apoyándome en el respaldo de la cama de manera lenta.

—Casi media hora —responde tocando mi rostro—. Quiero que sepas que puedes hablar conmigo ¿lo sabes, no?

Ella pasa su mano por mi cabello mirándome expectante, pero en este momento nada sale de mi boca.

—Yo estoy para ti Jade, siempre estaré para ti. —musita.

Mi corazoncito se encoge un poco. Asiento levemente y la encierro en un abrazo.
Eli me aprieta fuerte y solloza, parece que se ha preocupado realmente.

No puedo hablar con ella antes de aclarar mi mente, no sabría que decirle, ni siquiera yo sé que es lo que está pasando.

Lo único que sé es que voy a averiguarlo.

—¿Dónde está Colton? —le pregunto. Eli frunce el ceño confundida.

—Esta en la cocina tomando algo con Ethan, no querían estorbar al doctor. ¿Por qué preguntas?

—Por nada, solo necesito preguntarle algo —digo más para mí misma. Eli parece más confundida que antes— me siento mejor, no te preocupes.

Le doy un beso en la frente y salgo de la habitación con dificultad. Mi cabeza duele muchísimo y aunque aún sigo sintiéndome mal pero puedo caminar, bastante lento, pero puedo.

Cuando bajo las escaleras puedo ver la silueta de Colton en la cocina. Está solo, no sé dónde estará Ethan pero es mejor así.
Entro en la cocina y noto que tiene un café en su mano y en la otra su celular, está con la frente fruncida como si estuviera leyendo algo que le molesta.

El se sorprende al verme y deja a un lado el móvil para examinarme.

—¿Estás bien? ¿Ya se fue el doctor?

Asiento nerviosa. Necesito hablarle pero me cuesta soltar las palabras. Mi garganta parece cerrarse.

—¿Te pasa algo? ¡¿Volverás a desmayarte?!

—No, no, no, estoy bien —hable rápidamente cuando empezó a bajarle el color del rostro. —Solo quiero hacerte unas preguntas.

—¿Ah? ¿Unas preguntas?

La cara de Colton se desencaja.

Mis piernas tiemblan y me tengo que acercar para sentarme en un banquito de la isla.

—¿Conoces hace mucho a mis padres, no?

—Hace algo más de veinte años —asiente—, pero no entiendo a que viene eso, niña ¿Estás segura que te sientes bien?

—Claro que me siento bien, solo tengo una... ¿Tarea? Si, tarea de literatura, tengo que hacer una autobiografía y por supuesto tengo que escribir algo sobre mis padres.

Colton suelta una risa y a mí los nervios me están comiendo viva, arrugó mi playera nerviosa deseando haber sonado convincente.

—Como eres niña, has sufrido un desmayo y aún así sigues pensando en la escuela.

—Pues así soy... —murmuro fingiendo una risita para entrar en confianza con Colton.

—Entonces... ¿Que querías saber exactamente?

—No lo sé...—divago mis ojos por la habitación como si pensará, corro el riesgo que Colton mencioné algo de esto a mi padre y el se dé cuenta que estoy sospechando algo espantoso—. ¿Por casualidad tú y Cara han estado en la boda de mis padres?

—Claro, nosotros ya éramos muy amigos en ese tiempo.

—¿Y ustedes ya tenían a Ethan? —indago queriendo llegar al punto.

—Si, claro. El tenía dos o tres años creo. ¿Pero eso que puede cambiar en tu tarea?

El calor intenso ya conocido se concentra en mi nuca, estoy siendo una pésima mentirosa y el se dará cuenta.

—Solo quería saber si mamá ya estaba embarazada de mi en la boda.

Colton ríe muy fuerte y toma de un sorbo el café que le queda.

—¿Preguntas enserio? —inquirió realmente divertido. —. No conociste mucho a tu abuela ¿no?

Arrugó el entrecejo sin entender y Colton me explica;

—Jaqueline, que en paz descanse, era una mujer demasiado estricta en cuanto a su religión. Jamás hubiese dejado que alguno de sus hijos cruce el altar sin ser casto.

—¿Entonces mi padre...?

—¿Era virgen? si —rio burlonamente.

Me ahogué con saliva. De pronto volví a sentir el mismo mareo que hace una hora atrás y temi volverme a desmayar.

Colton rodeo la isla para golpearme la espalda, quise decirle que se aleje, que estaba bien pero no pude. Necesitaba sostener mi cabeza y asimilar aquello.

¿Cómo podían haberme concebido luego de casarse si nací seis meses después de su boda?

—Jade, Jade, préstame atención Jade.

Ethan apareció a mi lado y me tomó de las mejillas.

—Respira —susurro y solo ahí note que no lo estaba haciendo.

Salté del banco y escondí mi rostro en su cuello.

—Creo que ya-ya lo sé.

—¿De que hablas? —murmuro.

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Segundo libro Manhua de old先 Traducción al español el mismo día con Weibo Traducción: Zenón lian Cap (285 -327) exp [309]