Narra _______:
-Deberías salir este fin de semana con Marifer.
Harry frunció el ceño hacia la calle, ya que se encontraba manejando.
-Esta es, como, la quinta vez que lo dices el día de hoy. -me lanzó una rápida mirada de costado- ¿Sucede algo de lo que no me haya enterado aun?
Me encogí en mi asiento. Gracias a Dios él no podía verme.
-Nop. -hice una mueca- Solo creo... No has pasado mucho tiempo con ella esta semana.
-Entonces, eso debería de ser algo que debamos trabajar entre ella y yo, ¿no crees? -alzó una ceja.
Me sonrojé.
-Como sea, solo intentaba darte un consejo. -murmuré.
-Los consejos se dan cuando son necesarios. -se detuvo en un semáforo en rojo y me miró con sospecha- ¿Es necesario?
Intenté lucir indiferente.
-No, para nada.
Entrecerró sus ojos.
-¿Estas segura?
Sonreí tensamente.
-Sip.
Me miró en silencio por lo que pareció una eternidad. Podía sentir sudar la parte posterior de mi cuello. Sus ojos nunca dejaron los míos, como si intentara buscar la verdad en mis palabras.
Esto era ridículo.
Llevaba toda la semana siendo la razón de todas las miradas amargas de Maf. No era como si me dijera algo. De hecho, llevaba toda la semana sin decirme algo en absoluto. Empezó con miradas llenas de sorpresa al darse cuenta del pequeño trato de transporte entre Harry y yo. Después, la sorpresa se convirtió en duda. Tanta que me sorprendía que el propio Harry aun no se diera cuenta. Después, empezó el silencio. Pensé que era algo estúpido y que no debería de darle importancia, entonces comenzó la culpa. ¿Y si ella nunca me vuelve a hablar? ¿Debería de rechazar la propuesta de Harry de llevarme a clases? ¿Estoy haciendo las cosas mal?
-Creo que Maf no esta feliz con esto.- admití.
Harry parpadeó.
-¿Con qué?
¿Realmente era así de ciego?
-Esto. -hice un gesto con mi mano entre los dos- Hemos pasado casi todos los días juntos. Y si, solo estudiamos, pero creo que estamos...
El auto detrás nuestro hizo sonar su claxon, lo cual nos hizo saltar a ambos. El semáforo estaba en verde. Harry avanzó.
-¿Crees que estamos qué? -preguntó cuando se dio cuenta que no finalizaría mi oración.
Gemí de la frustración.
-Creo que estamos siendo un poco desconsiderados con ella. No está bien.
-¿No esta bien que ayude a una amiga? -preguntó con sorpresa.
-No. Quiero decir, si. Pero...
-¿No esta bien que estudie con mi mejor amiga? -continuó- ¿O no esta bien que tenga una mejor amiga? Vamos, _______. Dime que parte de todo lo que dije que no esta bien. Te escucho.
-No me refería... Uhg, estas retorciéndolo todo y lo sabes. -me quejé.
-¡Solo estoy haciendo una pregunta!
-Estas siendo un idiota.
-¿Un idiota? -jadeó con indignación- ¡Eres tu la única que esta molesta porque te hago un favor o porque paso tiempo contigo! ¿Y yo soy el idiota?
-Bueno... -suspiré- Tienes razón. Estoy siendo una idiota.
-Si, eso es cierto. -dijo con expresión satisfecha. Entonces frunció el ceño- ¿Marifer te dijo algo sobre esto?
-No. -me mordí el labio, porque tampoco quería mentirle. Las cosas entre ella y yo claramente no estaban bien.- Creo que Maf esta enojada conmigo. No me lo ha dicho, pero... bueno, tampoco es como que me diga mucho últimamente. Creo que tal vez esta molesta conmigo.
-¿Lo dices enserio? -preguntó Harry, su rostro mortalmente serio.
-Si.
-Lamento que tengan problemas por mi culpa. -murmuró- Ella me dijo que estaba bien con nuestra amistad.
-Y tal vez si esta bien con eso, solo... -me encogí de hombros- No lo sé, tal vez sea normal que tenga... no lo sé, ¿celos? Podríamos...
-¿Tienes celos de Valeria?
-¿Qué? -lo miré con confusión- ¿Qué tiene que ver Valeria en todo esto? Ella ni siquiera es tu amiga.
-Pero es amiga de Zayn, ¿no? -continuó, como si nada- De hecho, por lo poco que me has dicho, son mejores amigos.
Fruncí el ceño.
-¿Y?
-¿Estas celosa de ella? -me miró de reojo- ¿Sientes celos de su amistad con Zayn? Dime la verdad.
¿Celos?
Tal vez me causaba cierta extrañeza que ellos hablaran ahora mismo cuando yo no podía acercarme a Zayn, pero eso no me hacia sentir celos. En todo caso, me hacía sentir tristeza. Supe gracias al Instagram de Valeria que salieron hace un par de días para comprar material de arte. Me sentí triste por no ser invitada, pero, por otro lado, me alivió saber que Zayn tenía una amiga tan buena como Valeria a su lado.
-No. -respondí finalmente- No siento celos.
-Eso pensé. -murmuró con aire pensativo.
Parpadeé.
-¿A qué vino esa pregunta, de todas formas?
-Nada. -se aclaró la garganta- Y no te preocupes por Maf. Hablare con ella.
Me enderecé en mi asiento justo cuando llegamos frente a mi casa.
-¿Qué le dirás? -pregunté con pánico- Por favor, Harry. No vayas a hacer algo estúpido. Tal vez esto no sea nada. Tal vez malinterpreté la situación o...
-Ayer le pregunté, de nuevo, si estaba de acuerdo con nuestra amistad. -me cortó con dureza mientras se estacionaba- ¿Sabes qué dijo?
-¿Qué?
-Dijo que estaba feliz de que tuvieras un amigo tan considerado como yo. -respondió con sequedad- En ese momento no lo noté, pero creo ahora que lo dijo con sarcasmo.
-No jodas, Sherlock. -murmuré.
Entrecerró sus ojos en mi dirección.
-No da risa.
-Si, bueno, a mi tampoco me da risa esto. -refunfuñé- Soy su amiga, Harry. Deberíamos aclarar las cosas.
-Créeme. -dijo con un poco de amargura- Lo haré.
-¿Qué harás? -lo miré de forma sospechosa- Solo esta confundida, Harry. No hagas ninguna tontería.
-Mmm, hablare con ella. -quitó el seguro las puertas- Nos vemos el lunes.
-No. -me crucé de brazos- No me iré de aquí hasta que me jures que no harás nada estúpido antes de pensarlo con claridad.
Rodó sus ojos.
-Solo hablaremos, ______. Tránquilizate un poco.
No me moví ni un poco.
-¿Lo juras?
-Si, si, si. -se inclinó sobre mi para abrir la puerta del asiento de copiloto desde adentro- Adiós.
Literalmente, la mitad de su cuerpo cayó sobre el mío y mi olfato se vio infestado por su fuerte colonia a cuero y cítricos. Hice un sonido dramático de nauseas y lo alejé de un empujón. Harry se rio entre dientes y, solo para molestarme, recargó su cabeza con abundantes rizos sobre mi hombro. Tuve que cerrar uno de mis ojos cuando un cabello entró a mi ojo.
-Aléjate, adefesio. -gruñí mientras lo intentaba empujar, lo cual era casi imposible. Era como un peso muerto sobre mi- Tus productos para el cabello me están dejando sin sentido.
-Se le llama estar deslumbrada por mi presencia.
-Más bien asqueada. -corregí con dulzura, ganándome todo su peso sobre mi. Me sofoqué con mi risa- ¡Harry, basta!
-¡Ya, ya, me estoy moviendo! -gritó cuando comencé a despeinarlo con mis dedos. Se enderezó sobre su asiento mientras intentaba reparar el daño en su peinado- No tenias que ser una salvaje.
-Ahora tu eres el idiota. -me reí.
-Como sea, bájate de mi auto antes de que te cobre por causar daños sobre mi cabello. -se quejó.
-Bien, bien. -comencé a salir, pero me detuve a ultimo minuto- Harry... Lo digo enserio. No hagas ninguna estupidez por lo que te dije.
-Todo estará bien. -suspiró- Ademas, esto es entre ella y yo.
-Pero es por mi. -murmuré- Justo lo que temía que sucediera.
-Oye, no. -me tomó de la mano y me miró con seriedad- Nada de esto es tu culpa, ¿de acuerdo? Así que quítate esa idea de la cabeza. Hiciste bien en decírmelo, no me gusta que estén peleadas por un malentendido.
-¿Entonces no discutirán?
-No todo se tiene que resolver de esa manera. -se quejó- Marifer y yo somos serios en cuanto a lo que sentimos. Estoy seguro de que todo esto es un malentendido. No te preocupes.
-¿Estas seguro? -repetí, dubitativa.
-Claro. -Me dio un ligero empujón hacia afuera- Ahora vete y relájate por el resto del día. Mañana iras a tu terapia con la mente libre de esto, ¿de acuerdo? Solo concéntrate en ti y en lo que desees hablar con Jimmy durante esta sesión. No te preocupes por nosotros. Estaremos bien.
Parpadeé para hacer retroceder las lagrimas. Realmente debía de haber hecho algo realmente bueno en mi vida pasada para que ahora mismo tuviera un amigo como Harry. Deseaba que nada de esto arruinara nuestra amistad.
Lo deseaba más que nada.
-Esta bien. -dije con suavidad- Y gracias por traerme, Harry. Enserio, gracias por todo.
Rodó los ojos de nuevo, pero incluso él parecía contento.
-Enserio. Necesitas parar de darme las gracias. Eres mi mejor amiga, _______. No hay nada que no haría por ti.
Mi corazón se derritió de ternura. Sin si quiera dudarlo, me lancé sobre él y lo abracé con fuerza. Harry salto un poco por la sorpresa, pero entonces rio y me abrazo de regreso y todo fue un poco mejor en la vida.
-Ya, ya. -se alejó y me dio unas palmadas sobre el hombro- Sal de mi auto antes de que comiences a llorar.
-Idiota. -me reí- Pero eres mi idiota favorito, ¿lo sabes?
-¡Adios!
Me reí de nuevo mientras salía de su auto. Se alejó hasta que me vio entrar a casa, sana y a salvo. Era algo que hacia cada vez que me dejaba después de clases. No me quejaba. Las horas que pasaba sola en casa hasta que mi madre llegara del trabajo eran... un poco tenebrosas. Estaba subiendo las escaleras cuando el timbre de la casa sonó. Mi piel se erizó por la sorpresa. Tiré mi mochila sobre el suelo y regresé a hacia la puerta, preguntándome si Harry volvió porque olvidé lago dentro de su auto o...
Mi corazón tropezó por un latido
Era Zayn el que se encontraba afuera.
Lo supe por la puerta con ese bendito cristal que lucia como un espejo en el exterior, pero por dentro era como un cristal que me permitía ver quienes se encontraban afuera.
-Uhm... -mis ojos se ampliaron- ¿Qué... ?
Me detuve, sintiendo un poco de pánico.
¿Debería abrirle? ¡Dijo que quería que nos diéramos un tiempo de dos semanas y solo ha pasado una! ¿Se habrá arrepentido? Tal vez...
-________. -Zayn tomó el puente de su nariz entre sus dedos con exasperación- Te escuché bajar las escaleras. Se que ahora me miras por el cristal de tu puerta.
Me sonrojé. Inhalé, exhalé. Acomodé un poco mi cabello, solo para molestarlo por tardarme, y finalmente abrí.
-Hola, Zayn. -dije con voz rara. Quería golpearme. En su lugar, me crucé de brazos y me recargué sobre el marco de la puerta y asentí en su dirección con toda la indiferencia que pude reunir- ¿Cómo has estado? Espero que bien.
Zayn no lucia bien, en absoluto.
Estaba un poco pálido. Había marcas oscuras bajo sus ojos, como si no hubiera dormido en días. Su cabello era un desastre, lo cual me sorprendió porque él siempre lo peinaba antes de salir de casa. De hecho, estaba un poco más largo de lo normal. Me pregunté porque no lo noté antes.
-No. -Zayn respondió con una expresión rara en su rostro- No me siento bien.
Me moví con incomodidad. Era como si lleváramos años sin hablarnos cuando fue solo una maldita semana. Esto era ridículo. Sonreí, porque quería que esto fuera fácil para él. Quería que cuando me viera no sintiera la necesidad de alejarse. Pero algo debí haber hecho mal, porque la expresión rara en su rostro cambió por algo que se asemejaba casi al dolor.
-¿Qué sucede, Zayn? -pregunté en voz baja.
-¿No me quieres por él? -preguntó al mismo tiempo, luciendo tan miserable y perdido.
Parpadeé.
-¿Qué?
-Harry. -dijo, como si fuera obvio- Los vi hace unos minutos. Ustedes... se ven...
-¿Nos vemos qué, Zayn?
La expresión de dolor en su rostro solo se acentuó.
-¿Eres feliz? -susurró.
Respiré profundamente.
-¿Por qué me preguntas eso? -pregunté con lentitud.
-¿Lo eres? -repitió. Parecía tener ganas de acercarse, en su lugar, cerró sus manos en puños y se quedó en su lugar -¿Eres feliz, ______?
Recordé que Jessica me hizo esa misma pregunta hace solo una semana. La respuesta habría cambiado si todo dependiera de lo que sentía por Zayn. No estábamos en el mejor lugar, pero tenía la esperanza de que algún día eso cambiara. Ademas, aun tenía a mis amigos. Tenía a Harry y Valeria. Tenia a las chicas. No tenía derecho de responder algo diferente, incluso cuando mi corazón se rompió un poco por no tener a Zayn.
Y, aun así, le respondí lo mismo que a Jess.
-Creo que si. -susurré- Creo que lo estoy comenzando a ser.
Zayn cerró sus ojos.
-Eso... está bien. -murmuró, luciendo como si eso fuera todo, menos bien- Eso está perfecto.
-Pero te extraño. -admití con rapidez y me odié por decir algo que probablemente solo lo lastimaría- Te extraño todos los días, Zayn. Pero si aun quieres que te de tu espacio, lo entenderé.
Zayn asintió, aun con sus ojos cerrados.
Entonces me miró a los ojos. Había algo diferente es sus preciosos ojos de caramelo. Algo casi... vacío.
-¿Estas feliz gracias a Harry? -preguntó en voz tan baja que casi no lo pude entender.
Incliné ligeramente mi cabeza.
-¿Algo así? -me encogí de hombros- Creo que si. Pero no se trata solo de él, ¿sabes? Creo que todos me han ayudado.
-Los dos... han estado muy cercanos últimamente. -murmuró.
-¿Por qué eso... ? -amplié mis ojos- Espera, no estarás pensando que él y yo...
La expresión triste en su rostro respondió la pregunta sin necesidad de hacerla.
-Los vi abrazarse hace unos minutos. -dijo- De hecho, los he visto estos últimos días. Lucen felices, ¿sabes?
-Zayn, no es lo que crees. -dije y después me estremecí por decir una frase tan cliché que solo te hunde más en lugar de ayudarte- ¡Harry es mi mejor amigo! Por amor de Dios, ¿por qué pensarías eso siquiera?
Se encogió de hombros.
-Hace mucho que no te veía así de feliz.
Fruncí el ceño.
-Eso no... Harry es mi mejor amigo. -repetí, como una completa idiota- Por supuesto que me hace feliz. Lo quiero y es importante para mi. Pero eso no significa... Las cosas entre nosotros no son de esa manera. Ademas, él tiene a Maf y yo jamas le haría eso a una amiga.
Zayn asintió, pero no parecía para nada convencido.
-Entonces, ¿me estas diciendo que él no siente nada por ti?
Abrí mi boca, la cerré casi de inmediato. A mi mente llegó esa sospecha que empezó hace casi una semana atrás. La misma sospecha que, de alguna forma, solo ha crecido en los últimos días. Ante mi silencio, los hombros de Zayn cayeron.
-Te importa mucho, ¿verdad? -preguntó con suavidad.
-Es mi mejor amigo. -susurré- Por supuesto que me importa.
Zayn volvió a asentir con la cabeza, esta vez luciendo más deshecho que antes.
-Me alegra que te haga feliz. -dijo.
Entonces se comenzó a alejar.
-¡Zayn! -lo llamé, pero sonó como una suplica- No es... No estoy... No...
-¿No qué? -preguntó con tranquilidad.
-No tienes... -negué con la cabeza- No tienes derecho a enfadarte. No eres mi... Ni siquiera quieres hablarme, ¿por qué algo de esto te importaría?
-Porque me importas. -respondió con sencillez.
Algo dentro de mi pecho se apretó.
-Lo siento. -dije, y lo decía enserio.
Zayn asintió. Me dio la espalda y comenzó a alejarse. Entonces, se detuvo.
-Estoy viendo a alguien. -dijo, su voz fue fuerte y clara- Se llama Katy. Creo que ya te había hablado de ella.
Cerré mis ojos.
-Si, lo hiciste. -dije y me obligué a sonar bien, como si mi alma no se estuviera rompiendo por dentro- ¿Ustedes salen, como, en citas?
-Si. -no se atrevió a voltear- Hemos salido estos últimos días.
-Oh. -susurré.
Los dos guardamos silencio. No sabía que era lo que Zayn esperaba de mi, no sabía si lo quería saber.
Abrí mis ojos.
-¿Eres feliz? -pregunté. Sus hombros se tensaron. Lentamente, giró de regreso a mi- ¿Eres feliz, Zayn?
Su rostro era una mascara impasible. Sin embargo, su tono fue suave cuando respondió.
-Creo que si. Creo que lo estoy comenzando a ser.
Mi corazón dolía porque sabía qué era lo que tenía que hacer. Incluso aunque doliera.
-Esta bien. -dije. Solo quiero que seas feliz, Zayn. Asentí, porque eso era lo correcto para él. Porque Zayn merecía a alguien que lo hiciera finalmente feliz, alguien que no le diera toda esa preocupación y terror que yo traje en su vida- Entonces, estoy feliz por ti.
Zayn se tensó. Asintió con brusquedad.
-Gracias. -dijo.
Y sin decir nada más, se fue.
Esa noche escribí y toqué mi guitarra hasta que mis dedos dolieron.
***
-Te ves... cansada. -Jimmy dijo tan pronto estuvimos a solas.
Froté mis ojos con mis dedos y bostecé.
-Me desvelé anoche. -admití con fastidio- Y el viaje fue algo pesado; se retrasó el vuelo por casi dos horas.
Viajar a LA cada dos semanas era cada vez más estresante. Y caro. Mis padres no tenían ningún problema con eso, pero a mi me parecía algo... ridículo. Me hacia sentir un poco culpable.
-Lamento oír eso. -Jimmy me dio una mirada comprensiva- En cuanto a lo de desvelarte, ¿has tenido pesadillas últimamente?
-Lo usual. -me encogí de hombros.
Alzó una ceja.
-En otras palabras, el medicamento no funciona tan bien como pensamos.
-Funciona. -miré mis manos- Pero no me gusta tomarlo.
-¿A qué se debe eso? -preguntó con interés.
-Me hace sentir cansada y débil. -arrugué mi nariz- No me gusta.
-Pero ayuda con tus pesadillas, ¿no?
-A veces. -me moví con incomodidad- Creo que pierde el efecto después de unas horas. No lo sé. He tenido algunas pesadillas. No tantas como antes. Y no tan.... malas. Supongo. Pero, de nuevo, no me gusta tomar ese medicamento.
Asintió y hablamos de algunas alternativas sobre el asunto. Después pasamos a lo de mi auto. Le hablé sobre mi miedo. Sobre mi paranoia. Sobre la ira que sentía por perder mi precioso auto. Abarcamos ese tema a profundidad. Le conté todas mis teorías sobre lo que Isabela planeaba, incluso las más alocadas. Después de eso, le hablé brevemente de mis amigos. Parecía genuinamente contento de que no estuviera sola en esa ciudad que llamaba hogar.
-¿Que hay de ese amigo tuyo? -se tocó la barbilla- ¿Zayn?
Suspiré.
Hablar de Zayn era un punto al que siempre llegábamos durante nuestras sesiones.
Después de darle un corto resumen de lo sucedido, me miró de forma pensativa.
-¿Piensas contarle sobre el el mensaje de voz?
Miré hacia otro lado.
-Fue él quien lo envió. Ya sabe lo suficiente.
-No sabe que por eso has decidido poner distancia. - recordó.
-Ese mensaje fue lo que me orilló a tomar esa decisión, bien. Pero no es la única razón por la que hago esto.
-Quieres protegerlo. -respondió y yo asentí con la cabeza- ¿Y esta funcionando?
¿Eres feliz, Zayn?
-Si. -cerré mis ojos- Creo que si.
-Entonces, crees que lo que haces es correcto.
-¿Que se supone que debo hacer? -pregunté miserablemente- No estoy bien. Usted lo sabe, yo lo sé.
-Yo te veo bien.
Lo miré fijamente. Jimmy se rio.
-Bien, veo que discrepamos en esto. Pero quiero que te tomes un momento para recordar como estabas hace unos meses. No puedes ignorar el gran progreso que has hecho.
-¿Realmente crees que progresé? -susurré.
-La primera vez que tuvimos una sesión ni siquiera fuiste capaz de decirme como te sentías. -sonrió con suavidad- ¿Realmente crees que el cambio de eso a lo que sucede ahora mismo no fue considerable?
-Aun me falta mucho para estar bien. -susurré- No quiero eso sobre Zayn.
-Porque te importa demasiado, ¿no? -ante mi silencio, hizo una nueva pregunta- ¿Realmente crees que serias capaz de lastimarlo si tuvieran una relación amorosa?
-No voluntariamente. -admití.
-Exacto. -su sonrisa solo se acentuó más- Las relaciones amorosas son complicadas, _________. A veces habrá problemas o malentendidos. A veces, sin que uno lo deseé, habrá heridos. Por lo que me has dicho, Zayn se preocupa tanto por ti como tu por él. No creo que se harían daño voluntariamente. No si existe esta preocupación reciproca por el bienestar del otro.
-Tal vez tengas razón, pero... -respiré temblorosamente- Ya no importa.
-¿Por qué lo dices?
-Él está saliendo con alguien más. Se llama Katy y lo hace feliz. -mis voz se escuchó temblorosa- Así que ya nada de esto importa.
-Pero...
-¿Podemos dejar de hablar de él? -murmuré- Por favor. No quiero hablar de él.
Jimmy aceptó sin presionar más.
Hablamos de un par de cosas más antes de terminar la sesión.
Por supuesto, me preguntó por Emma.
No hable mucho de ella.
Jimmy lo entendió.
Cuando terminó, mi padres, quienes habían esperado durante toda la sesión, me llevaron por algo de comer. Me dijeron que no visitaríamos a mi abuela, al igual que la ultima vez que vine a terapia. Me preguntaba si ella estaba enterada sobre mis sesiones en LA. A veces, por las miradas nerviosas de mis padres cuando preguntaba por ella, me preguntaba si incluso sabía sobre el retiro al que fui.
-Tenemos una sorpresa. -mi madre dijo mientras mi padre pagaba la cuenta por nuestra comida.
Mi cuerpo se tensó y mis ojos recorrieron todo el restaurante, como si alguien fuera a salir de la nada mientras gritaba "SORPRESA".
Me imaginé a Emma, por supuesto.
-¿Qué clase de sorpresa? -pregunté con lentitud.
-Nos reuniremos con un agente de bienes raíces. -me tomó de la mano cuando mis ojos se ampliaron- Tenemos los ojos puestos en algunas casas. Tu padre y yo queríamos que estuvieras presente mientras las revisáramos.
-¿Por qué? -pregunté y fue la pregunta más estúpida del universo.
Las delicadas cejas de mi madre se fruncieron ligeramente. Sin embargo, su sonrisa profesional no desapareció.
-Porque queremos que nos ayudes a decidir cual será nuestro nuevo hogar.
***
Vimos seis casas increíblemente grandes y con diseños modernos, piscinas innecesariamente enormes o cuartos de gimnasio que probadamente nadie ocuparía. Las odié a todas. Mis padres tampoco parecían muy convencidos, sin embargo, no se veían tan fastidiados como yo. Sabía que estaba siendo completamente injusta e inmadura, pero después de la tercera casa comencé a tener un intenso dolor de cabeza que solo empeoró cuando mis padres comenzaron a hacer comentarios despectivos a espaldas del pobre agente de bienes de raíces. Quería regresar a mi hogar, lo cual era irónico, porque en solo unos meses alguna de estas enormes monstruosidades se convertiría en mi nuevo hogar.
Entonces, llegamos a una casa diferente.
Era grande, si, pero no tenia ese sentimiento frío y desolado que caracterizaba a las otras casas. No. Estaba hecha de ladrillo, tenia una chimenea enorme y los pisos eran de madera pulida. Y, como dos de las opciones anteriores, se encontraba justo en la playa. La vista desde adentro era espectacular y algo que definitivamente querría ver durante las primeras horas del día.
Sin embargo, fue la fogata lo que la hizo diferente.
-¿Te gusta? -preguntó el agente de bienes raíces, pareciendo encantado de un cambio de expresión en mi rostro- Esta hecha de cemento y madera. Sus asientos son increíblemente cómodos. Podrás invitar a todos tu amigos y contar historias de terror mientras asan malvadiscos, ¿te lo puedes imaginar?
-Mis amigos no viven aquí. -respondí, porque era la verdad.
El agente se vio increíblemente incomodo. Balbuceó algunas características más sobre la fogata y después desapareció dentro de la casa, donde se encontraban mis padres.
Me senté sobre uno de los asientos que rodeaban la fogata. El cojín era cómodo y cálido por la luz del sol que cayó sobre el material durante el día. Cerré mis ojos y me imaginé tocando la guitarra, únicamente con el sonido de mi instrumento, el chasquido del fuego y las olas rompiéndose contra la costa.
Sonreí ligeramente.
-Esta casa es hermosa, ¿no es así?
Abrí mis ojos y miré con sospecha mi madre, quien se había acercado silenciosamente hasta llegar a mi lado. Ella sonreía y esta no era una sonrisa falsa o profesional, sino algo mas genuino y cálido.
-Es la mejor de todas. -admití.
Ella asintió.
-Lastima que se encuentre a hora y media del trabajo de tu padre. -chasqueó la lengua- Ademas, no me gusta tanto este estilo. Demasiado hogareño, ¿no crees?
Mi sonrisa cayó. La irritación punzó como algo doloroso y molesto sobre mis sienes. Apreté mis labios en una fina linea.
-¿Para que vinimos a este lugar si ni siquiera contaría como una opción? -pregunté con calma- Solo vinimos a perder el tiempo.
Mi madre suspiró.
-Queríamos ver todas las opciones. No te molestes por no encontrar la casa adecuada. Aun tenemos tiempo.
-No estoy molesta. -me quejé mientras me ponía de pie- Solo... ¿Podemos irnos? Mi cabeza duele y de todas formas ya es de noche. Estoy cansada.
Mi madre negó con la cabeza, como si yo fuera un rompecabezas que no estaba dispuesta a resolver.
-Bien. Iré por tu padre. Nos vemos afuera.
Se alejó y esperé solo unos segundos para contemplar la hermosa vista por ultima vez antes de regresar al interior de la casa. Realmente era una lastima desechar este lugar de nuestra lista de opciones. Suspiré y di un par de pasos cuando mi celular vibró dentro de mi bolsillo trasero.
Mis ojos se ampliaron cuando vi el nombre de Marifer en la bandeja de entrada. Era un mensaje suyo.
Maf: No sé que fue todo de lo que le hablaste con Harry sobre mi, pero lo que sea que tengas que decir, hazlo frente a mi cara. Pensé que éramos amigas, pensé que si teníamos un problema lo resolveríamos entre nosotras, ¿por qué tenias que meter a Harry en esto? Fue completamente innecesario y siento que solo lo hiciste para terminar de joder lo poco que quedaba entre nosotros antes de que te metieras en nuestra relación. Espero que estes feliz. Ahora tienes el camino libre con él. Nunca pensé que me harías esto. Realmente creí que te importaba. Enserio, _______, no quiero que me vuelvas a dirigir la palabra.
-Mierda. -susurré.
***
Holaaa, ¿ven? Tres capítulos en tres semanas. Nuevo récord.
Finalmente explotaron las cosas, ¿eh? Perfecto, estaba comenzando a sentir demasiada tranquilidad en el ambiente.
Broma. Me duele separar a estas dos criaturas:(
Pero... ustedes probablemente lo veían venir. Tenía que suceder, tarde o temprano.
Como siempre, les recuerdo que tengo un playlist de esta novela. Lo pueden encontrar en Spotify como JF.
Adjunto imagen del playlist:
LAS AMOADORO
-Miranda