Narra Marifer:
En toda mi vida, jamás había llorado por un chico. Jamás. Y ahora, había perdido la cuenta de todas la veces que lloré por el mismo idiota que no hacia más que lastimarme. Y lo peor de todo, es que él ni si quiera se daba cuenta.
Mire por última vez a la chica, demasiado familiar, que se encontraba frente a mí. Su cabello se encontraba suelto y sobre sus hombros y pechos; hoy no tenía energía para peinarse, así que solo se lo cepillo. Su rostro lucia algo pálido, su nariz tenía un ligero tono rosado y sus ojos estaban algo hinchados, pero el rímel que se había aplicado hizo un buen trabajo para ocultarlo. Hice una mueca de disgusto.
Esa chica soy yo.
Cerré el espejo de la visera con algo de brusquedad por el enojo que sentía. Y es que, Dios… yo jamás había caído tan bajo con chico. Esto era tan estúpido.
Es normal que llores. Él te hirió.
Ignore ese pensamiento y baje del Jeep. Jackson había perdido las llaves de mi auto, así que yo “tome prestado” el suyo. Esto solo haría que estuviera mucho más furioso conmigo de lo que ya está, pero, para ser sincera, ya me da igual. Estoy igual o más furiosa que él. Ayer llegue llorando a mi casa y no salí de mi cama hasta en la noche, ya que había recordado que tenía que recoger a Luna de casa de mi tía para llevarla a casa de Kenia, así que busque como loca las llaves de mi auto durante casi una hora, para que después Jack se dignara a informarme que él las había tomado para hacer un encargo de mamá, pero que no recordaba donde las había dejado. Así que, furiosa, tome sus llaves y conduje hasta la casa de mi tía, recogí a la perrita, después conduje a casa de mi amiga (quien estaba molesta porque yo no respondía sus llamadas) y le di a mi hermosa Luna, junto con algunos de sus juguetes favoritos, su alimento, tazón de agua y de alimento, y una lista de indicaciones para cualquier tipo de situación, como por ejemplo: si quiere ir al baño, necesita que la saquen a pasear para que ella encuentre un lugar cómodo donde pueda hacer sus necesidades sin ningún problema. Kenia, por supuesto, dijo que era una estupidez. También, para mi mala suerte, notó que había llorado, al igual que Jackson, pero a diferencia de él, a ella si le conté lo sucedido. Me subió un poco el ánimo y después regrese a mi casa. Para seguir llorando.
-¡MAFER!
Detuve mis pasos y volteé para encontrarme con Mariana, quien camina un poco más rápido para poder alcanzarme.
-Por Dios, te estoy llamando desde hace rato- se queja una vez que está a un lado mío.
-No escuche, lo siento- me encojo de hombros en forma de disculpa.
-¿Por qué usas una bufanda?- me pregunta, frunciendo ligeramente el ceño.
Mieeeeeerda.
-En realidad, es una pashmina- dije pero ella me seguía viendo igual, esperando una respuesta -Tengo frio- mentí, sintiendo mis mejillas calientes.
El idiota me dejó una marca en el cuello el día de ayer. Por suerte, Jackson no la vio.
-Pero aun no hace tanto frio como para…
-¿Hiciste la tarea de Historia?- la interrumpí, buscando desesperadamente la manera de cambiar de tema.
-¿Había tarea de Historia?- preguntó, abriendo sus ojos de sobremanera.
GRACIAS A DIOS.
Caminamos hacia nuestra primera clase mientras ella me contaba que Michael, quien es como su mejor amigo, se había teñido el pelo de rojo, lo cual no me sorprendía, ya que esta era por lo menos la quinta vez que lo hacía. También se quejó de que nunca leo los mensajes del grupo de whapp, ya que lo había comentado ahí y solo algunas le contestaron. Las clases pasaron y cada una de mis amigas me preguntó porque diablos usaba una bufanda si estábamos a 22°, les dije que no me sentía bien, lo cual al parecer se creyeron, ya que mi nariz aún estaba algo rosa al igual que mis ojos. Aparte, el rímel me pica. Kenia fue la única que no pregunto, y como buena amiga que es, no dijo nada de lo que sucedió el día de ayer. Al llegar el almuerzo, Mia nos dijo que tenía algo importante que decir, todas la miramos, curiosas.
-Rebeca cumplió años hace dos semanas.
La mencionada abrió los ojos de sobremanera.
-¿Qué?, ¿Cumpliste años?, ¿Por qué no nos dijiste nada?- _____ la fulmino con la mirada.
-Nunca lo celebro, solo salgo a cenar con mi familia, algunas amigas y ya.
Todas la miramos, asombradas.
-¿Y nosotras que somos?, ¿Unicornios imaginarios?- le pregunté, muy indignada.
Alzo una ceja.
-¿Qué?
-Nos lo hubieras dicho. Pudimos haberte organizado una fiesta- dijo Kenia.
-¡Si, una fiesta!- exclamo Fanny.
-¡En la playa!- le siguió Valeria.
-No sean así, Mariana y yo acabamos de iniciar nuestro periodo- se quejó _____.
-También yo- dijo Diana con la misma irritación.
-Pues no hay fiesta para ustedes- se burló Kenia y Mariana le mostro el dedo corazón.
-O podemos hacerla en una casa- opiné yo.
-¿Quién pone su casa?- pregunto Natalia.
-Puede ser en la mía- dijo Mia.
-Podríamos hacer…
-¡Ya!- exclamó Rebeca y todas la miramos. Parecía furiosa –Jamás les pedí una fiesta. Aparte, ya pasaron dos semanas, ya no importa.
-Sí importa, pero tú no nos quisiste contar porque no crees que seamos tus amigas- dijo ____, con el ceño fruncido.
Rebeca suavizó su mirada.
-No es eso. Es solo que no quería hacer nada- explicó –Además, apenas las comenzaba a conocer…
-Como quiera te hubiéramos hecho algo, a parte, nos caes bien desde que te conocimos- dijo Ximena.
-Sí, pudimos haber ido a cenar o al cine- dije.
-O a la playa- agregó Valeria, ganándose miradas asesinas de parte de Mariana, _____ y Diana.
-No importa, enserio- dijo Rebeca, cansada de insistir.
-¡Que sí importa! ¡Cumpliste dieciséis años y ni si quiera fuiste a cenar con tu familia!- exclamó Mia.
-¿Apenas tienes dieciséis?- pregunto Ximena, sorprendida.
Wow, es como un año menor que nosotras. ¿Qué hace en penúltimo año?
-Uh, sí. Mis padres me ingresaron a kínder antes de tener la edad necesitada.
-Awww, la pequeña del grupito- dijo ____ con ternura.
-Como sea, nos desviamos. Se te hará una fiesta Rebeca, quieras o no- dijo Mia con una gran determinación en la mirada.
La nombrada rodo los ojos.
-Ya dije que no quiero- casi gruño, casi.
-Entonces, vamos a cenar, si quieres- propuse y ella me miro.
-¿A dónde?- preguntó, interesada.
-¡Vayamos a Wings!- exclamó Mariana.
Se escucharon exclamaciones positivas de parte de todas.
-Por mi está bien- dijo Rebe, sonriendo.
Creo que le gusto la comida de Wings, digo, ¿a quién no? Esta deliciosa.
-Y después, ¿podemos ir a la playa?- pregunto Valeria.
¿Qué diablos tiene ella con la playa?
-Valeria, por última vez, nadie va a…
-¿Quién ira a la playa?- preguntó una ronca voz a mis espaldas, interrumpiendo a _____, quien parecía como si fuera a golpear a Valeria en cualquier momento.
MIERDA.
-¡Nadie ira a la playa!- exclamó _____, irritada.
-Wow, tranquila, solo preguntaba- dijo Harry. Ya me lo podía imaginar con las palmas en el aire de forma pasiva.
Mire a Kenia y ella me devolvió la mirada, encogiéndose de hombros como si digiera “lo siento”.
-¿Y por qué querían ir a la playa?- preguntó otra voz varonil, la cual reconocí como la de Zayn.
Lo cual quiere decir que Harry no vino solo. Casi suspiro de alivio. Por un momento pensé que Harry venía a hablar conmigo acerca de lo de ayer, lo cual es lo último que quiero hacer. Aunque, claro, me duele el hecho de que no le interese lo suficiente como para que lo hablemos.
¿Qué esperabas? Así es él.
Zayn se sentó a un lado de _____, quien se encontraba a un lado mío. Voltee y noté que no solo eran ellos dos, también venían sus amigos. Qué raro. Esta mesa, la cual hemos utilizado como nuestra desde hace años, es muy grande, pero no para tantas personas… bueno, si lo es, pero sería un poco extraño que ellos se sentaran con nosotras.
A lo mejor solo pasaban por aquí.
Harry me toco del hombro y todo mi cuerpo se tensó. No me ha tocado desde ayer y es extraño que ahora lo haga con tanta naturalidad. Volteo y veo que también toca el hombro de _____. Solo nos utiliza como apoyo para sentarse entre nosotras. Los demás se sentaron también con nosotras.
Entonces, no. No solo pasaban por aquí.
¿Por qué tengo tan mala suerte?
Veo a Kenia y notó que intenta ocultar una sonrisa. ¡La maldita se quiere reír de mí! La fulmino con la mirada.
-Por última vez, Zayn, ya dije que nadie ira a la playa- le repite ____, irritada.
Él le sonríe, divertido.
-¿Y por qué no quieres ir, ____?- le pregunta y parece como si se quisiera reír. Ella lo fulmina con la mirada, con sus mejillas completamente sonrojadas.
-Por Dios, _____, estas roja- se ríe Ximena y los demás hacemos lo mismo, incluyendo a los chicos.
_____ parece como si quisiera que la tierra la tragara. Esconde su rostro en el hombro de Zayn y este, inmediatamente, la acerca con su brazo hacia él, enternecido.
Son muy tiernos…
Harry carraspea.
-Entonces, ¿por qué hablaban de una fiesta?, ¿celebraran algo?- preguntó, interrumpiendo el momento a propósito y poniendo su mano sobre el hombro de ____, como si esperara a que ella respondiera.
Es obvio que no le agrada para nada el afecto que mi amiga y su amigo se tienen. Frunzo el ceño, confundida. No lo entiendo. Si tanto le gusta ella, ¿por qué se sigue metiendo con otras chicas? ____ lo mira y parece pensar en una respuesta. No creo que Rebeca quiera que todos sepan que ya cumplió años y que ninguna de nosotras tuvo ni la más mínima idea. Estaba apunto decir algo, cuando Fanny se le adelantó.
-Es que Rebeca cumplió años hace unas semanas y no lo festejamos, así que iremos a Wings a celebrarlo.
Todas la fulminamos con la mirada.
-¿No festejaron el cumpleaños de Rebeca?- preguntó Liam, alzando una de sus gruesas cejas.
-No sabían que era mi cumpleaños- le explicó Rebeca, como intentando resolver la situación, aunque en realidad solo lo empeoró.
Los chicos nos miraron, incrédulos. Por Dios, si antes ya me sentía mal por saber que no festejamos su cumpleaños, ahora me siento fatal con solo ver los rostros asombrados de los chicos.
-Llevamos pocas semanas siendo amigas, ¿bien?- nos defendí. Vi de reojo como Harry me sonreía, burlón.
¿Qué diablos?
-Entonces, ¿irán a Wings?- preguntó Niall, mirando fijamente a Rebe.
-Uh, si- respondió, nerviosa.
¡Niall la pone nerviosa!
-¿Cuándo?- preguntó Harry.
Oh, no. ¿Están pensando en ir?
-Un día de estos. ¿Por qué se sentaron hoy con nosotras?- pregunté, ignorando la patada que me dio Mariana por preguntarlo tan directamente.
-Liam, Zayn, Harry y Niall se pusieron de acuerdo para venir aquí en lugar de jugar futbol- respondió Josh con algo de fastidio.
Entiendo que Liam, Zayn e incluso Niall se hayan puesto de acuerdo para venir. Ellos tienen sus razones, prácticamente, sentadas a un lado suyo. Pero, ¿Harry?... A lo mejor el vino por ____... por supuesto que vino por ella, ¿por quién más vendría si no?
-Eres libre se irte cuando quieras- le dice Diana, con tono hostil, a su mejor amigo.
Las chicas y yo la miramos con algo de asombro. Me pregunto si estarán peleados, aunque lo dudo, ya que Josh se sentó a un lado de ella. Él la mira con algo de inseguridad.
-Eh… no, estoy bien aquí- balbucea.
-Entonces, ¿qué día exactamente irán a Wings?- me pregunta Harry, mirándome fijamente.
Entrecierro los ojos. ¿Enserio cree que le responderé? Sigo furiosa con él y creo que siempre lo estaré. Me ha tratado como a una de sus putas y, aun así, viene aquí y actúa como si nada hubiera sucedido.
Idiota.
-Podríamos ir hoy o el viernes, la verdad me da igual- le responde Rebeca, dándole distraídamente una mordida a su sándwich, siendo inconsciente de la mala cara le di.
-Que sea el viernes. Así pueden quedarse en mi casa a dormir- propone Mia.
-¿La invitación es para todos?- pregunta Josh, burlón.
-Lo siento, Josh, pero creo que se refería… - corto mi respuesta a mitad de la oración y abro mis ojos un poco más de lo normal al sentir la mano de Harry sobre uno de mis muslos - … so-solo a la-las chicas- tartamudeo.
Sin voltear a verlo, pongo una de mis manos sobre la suya y le pellizco la superficie. Él se retuerce un poco en su asiento, adolorido. Todos me miran, curiosos. Harry aun no me suelta.
-Te-tengo frio- tartamudeó como excusa.
Kenia me mira, preocupada.
-Iré a comprar algo a la cafetería, ¿me acompañas, Maf?- dice mi amiga mientras se levanta de su asiento.
Casi sonrió del alivio.
-Claro.
Suelto a Harry y el hace lo mismo cuando me levanto de un salto. Saco una de mis piernas de la banca y justo cuando comienzo a sacar la otra, él se inclina hacia mí con una sonrisa divertida y dice:
-Linda bufanda, aunque preferiría que no la usaras; esconde la preciosa marca que te hice ayer.
Me estremezco y después frunzo el ceño, furiosa. Los demás ya han iniciado sus propias conversaciones, así que no es posible que lo hayan escuchado.
-Es una pashmina, idiota.
Salgo de su alcance y me acerco a Kenia para caminar juntas hacia la cafetería. A pocos metros de todos ellos, me decido por voltear a verlo, curiosa.
Él me está mirando… perplejo. No lo entiendo.
Regreso la vista al frente y niego ligeramente con la cabeza. No importa lo mucho que me esfuerce en lograrlo; no lo entiendo y, creo, que jamás lo hare. Después de eso le pido a Kenia que ya no regresemos a la mesa mientras que él esté ahí. Ella accede sin siquiera pensarlo y lo que resta del almuerzo lo pasamos en la cafetería platicando de diferentes temas, ya que ninguna de las dos llevamos dinero para comprar algo porque siempre traemos nuestros propios almuerzos.
El resto de la semana paso con una lentitud realmente agotadora. Lo peor de todo fue cuando el jueves mis amigas lograron ver la marca que Harry me había hecho en el cuello. Y, por supuesto, crearon sus propias versiones de los hechos (las cuales no se alejaban tanto de la realidad). Por suerte, no entre en pánico, ya que ya me había inventado una excusa algo estúpida, la cual fue que me había quemado mientras me planchaba el cabello. No creo que lo creyeran, ya que yo no suelo plancharme el cabello entre semana, pero en realidad no me importa… tanto. Llego el viernes y todas fuimos a comer a Wings al salir del instituto para celebrar que Rebeca ya tuviera dieciséis años de edad. Entre bromas y risas, nos sentamos en la mesa con más asientos que pudimos encontrar, y donde, por supuesto, sabíamos que nos atendería el guapísimo mesero del restaurante. Su nombre es Logan, y es tan caballeroso y gracioso que nosotras siempre que venimos nos sentamos en alguna de sus mesas o, simplemente, alguna de nosotras se arma de valor para pedirle al dueño del lugar que él sea el que nos atienda. No podemos evitarlo; amamos a Logan.
Hablando del rey de Roma…
-Buenas tardes, como siempre, es un placer que vuelvan a Wings, ya las comenzaba a extrañar. ¿Pedirán lo de siempre, preciosas?- preguntó con una amplia y hermosísima sonrisa. Logre escuchar algunos suspiros de parte de mis amigas.
Maldita sea, no me sorprende que siempre le dejemos una exagerada propina al final del día.
-Awww, que lindo. Pediremos lo de siempre, por favor- le contestó Ximena con dulzura.
-Genial. Entonces, serán cuatro órdenes de boneless, dos BQ y dos Buffalo, y cuatro órdenes de papas fritas. También dos jarras de limonada de fresa- dijo de una manera sorprendentemente rápida –Ah, claro, y una Coca-Cola para la que odia los cítricos- añadió, guiñándole un ojo a Kenia, quien se limitó a sonreírle.
Ella le es muy leal a Luke. Ah, también odia cualquier tipo de cítrico.
-Sí, eso está bien, eh… también queríamos pedir algo del menú de postres. Aquí, nuestra amiga, cumplió años y queremos un pastel- dije, apuntando ligeramente a Rebeca con la barbilla para que supiera quien era.
-Oh, entonces, ¿tenemos una cumpleañera?- pregunto con entusiasmo.
Todas sonreímos y asentimos con la cabeza, a excepción de Rebeca, quien parecía avergonzada.
-En realidad, cumplí hace dos…
-¿Qué pasteles tiene?- se apresuró a preguntar ______.
Nos dio el menú y después de algunas discusiones y malas caras, le dimos a elegir a Rebeca, quien pidió un pastel de helado de chocolate. Le mande una mirada significativa a Logan y el me guiñó el ojo. Perfecto.
-¿Segura que no quieres una fiesta? Aun podemos organizar algo- le recordó Mia a Rebe.
-Nah, estoy bien. Lo dejare para el año que viene.
-Para el año que viene yo ya estaré viviendo en Washington- le recordó entre dientes, irritada.
Talvez lo ignoremos un poco, pero es cierto, tanto Mia como Natalia están a punto de graduarse. Ojala las hubiéramos conocido mucho antes, de esa manera, hubiéramos compartido mucho más juntas.
-Podemos salir mañana también- dijo Diana.
-No creo que me den permiso de salir mañana. Mi mama se puso en plan sobreprotector y apenas y me deja salir. A parte, mi papa regresa hoy en la noche y mi mama me dijo él que quería pasar el fin de semana con nosotras- dijo ______ -Ah, y creo que también vendrá Emma- añadió, pero esta vez con un notable entusiasmo, sonriendo.
-¡Que bien! No viene desde verano, ¿verdad?- preguntó Fanny.
Asintió con la cabeza.
-Puede acompañarnos Emma. Me cae bien- dijo Valeria.
-No creo que si quiera salga de casa… - respondió en forma de queja –Apuesto a que traerá tarea para hacer, como siempre que viene.
-Está en la universidad, es normal que se la viva haciendo tareas- le dijo Mariana con obviedad.
_____ rodó los ojos.
-Oigan, si les conté de la presentación del grupo, ¿verdad?- nos preguntó Diana, cambiando de tema.
Oh, sí. Diana nos informó hace unos días que entró a un grupo de danza. Al parecer, harán presentaciones en una cafetería durante toda una semana. Está muy emocionada.
-Sí. Por cierto, ¿cuándo serán?- pregunto Natalia.
-En tres o dos semanas, aun no lo sé muy bien. Se supone que seremos los que inauguremos Camelia, pero la dueña no le ha dado una fecha fija a Raquel- hizo una pausa y nos miró con cautela –Irán, ¿verdad?
-Obviamente… claro, si esta vez no piden entrada, si voy- dijo ____ con algo de sarcasmo.
Diana rodo los ojos.
-Por Dios, ya supéralo.
-Podemos organizarnos e ir toda la semana- dijo Fanny, alegre.
-Pero tenemos que saber en qué semana será, ¿y si es en semana de exámenes?- inquirió Mariana.
-No importa, Diana será una bailarina y tenemos que estar presentes en su nacimiento a la fama- dijo Valeria, sonriente y orgullosa de nuestra amiga.
-¡Lo sé! A parte, si se hace rica bailando, nosotras no tendremos que trabajar- dijo ____, siguiéndole el juego a Valeria.
-Lo único malo será cuando tengamos que enfrentarnos a los haters - dijo Fanny, fingiendo fastidio.
-Sí, tendremos que ser muy cuidadosas; no queremos que todos piensen que somos unas oportunistas, ¿verdad?- dije, fingiendo seriedad.
-Al final nada de eso nos importara porque viviremos en la mansión de Diana junto con un guardaespaldas para cada una de nosotras- dijo Mariana.
Diana no paraba de reír.
-No se preocupen, las sacare de la miseria- prometió, divertida.
-¡Y no tendremos que volver a usar la cuenta de Netflix de alguien más!- exclamó Rebeca, fingiendo estar esperanzada.
-Y también comeremos caviar en lugar de atún- puntualizó Ximena.
-¿Atún?, ¿estás loca? Eso es para los ricos. Yo como del alimento de mi gato- dijo Kenia, fingiendo estar indignada.
-¿Se imaginan? ¡Cada una tendrá su propio IPhone último modelo!- exclamó Mia.
-¡Al fin, no más Nokia!- exclamó Natalia y todas explotamos en carcajadas.
Amo a estas chicas, saben muy bien cómo seguir el juego.
-¿Qué hacen ellos aquí?- escuché que Fanny pregunto entre risas.
La miramos y, después, seguimos su mirada hacia la entrada del lugar. Mi corazón comenzó a latir como loco y estaba segura de que mi expresión era todo un poema.
¡¿Qué diablos hace él aquí?!
Harry, Niall y Josh se acercaban con paso decidido hacia nosotras.
Tenía tantas ganas darme de cabezazos con la mesa hasta que perdiera la conciencia. Y es que, por amor de Dios, ¿este chico jamás me iba a dar un respiro? Sé que lo más probable es que haya venido por ____, pero, sin que él se dé cuenta, me agota por completo. Estoy harta de pelar con él por estupideces o también de su constante necesidad por molestarme cada maldito segundo que se encuentra cerca de mí. Los chicos llegan hasta nosotras y, sin siquiera ser invitados, toman sillas desocupadas de otras mesas y las colocan en los espacios donde podrían caber. La suerte me da la espalda cuando Harry toma asiento justo a un lado mío, igual que hace unos días en el instituto.
-¿Pensaban celebrar sin nosotros?- pregunta Josh, fingiendo estar indignado.
-¿Ahora nos acosan?- pregunta Diana, ignorando su pregunta. Puedo detectar algo de irritación en su tono de voz.
-Yo vine por Rebeca- se apresuró a contestarnos Niall. Lo miramos, algo asombradas por su sinceridad –Harry y Josh no tenían a quien molestar así que me siguieron.
Miro con disimulo a Rebe y casi suelto una carcajada al ver su rostro casi rojo de lo nerviosa que esta.
-En realidad, mi amigo y yo pensamos que era una gran descortesía de parte de Niall que tuviera a todas estas hermosas chicas para el solo- explicó Harry con galantería –Y que no se dignara a compartirnos un poco. Es muy injusto, ¿no lo creen?
Reprimir el impulso de rodas los ojos.
-No borraran el video, Harry- le advirtió ____, para después rodar los ojos.
Harry entrecerró sus ojos verdes, sin dejar de mirarla, después se encogió de hombros, indiferente.
-Tenía que intentarlo.
-Bien, ya que nadie borrara ningún video, no tienen por qué estar aquí, ¿verdad?... ¡Ay!- exclamé fuertemente, adolorida, al sentir un pie patear una de mis piernas con una rapidez y fuerza realmente impresionantes.
Estoy completamente segura de que la agresora fue Rebeca, ya que ella se encuentra enfrente de mí y su figura se movió un poco cuando todo sucedió. La fulmine con la mirada. A lo mejor no quiere que se vayan… bueno, que Niall se vaya. La perdonare solo porque hoy vinimos aquí por ella.
-¿Qué sucede?, ¿Estas bien?- pregunta Harry de repente.
Gemí ligeramente mientras me sobaba el área recién golpeada.
-Aja… solo me… Estoy bien- balbuceé al no saber que responder. Todos me miraban, curiosos.
-¿Por qué no vinieron los demás?- preguntó Natalia.
Agradecí al cielo por el cambio de tema.
-Porque son unos cobardes y piensan que ustedes se molestarían con ellos si vienen- respondió Josh, rodando lo ojos.
-Pensaron bien- murmuró Ximena.
-Yo no me hubiera enojado- dijo Valeria, ignorando el comentario de Ximena.
-Es el cumpleaños de Rebeca, ella es la que decide quien viene o no- nos recordó Kenia.
-Cumplí hace dos…
-¡Pero Niall está aquí!- se quejó Natalia. Supongo que ella también quería que Ryan viniera.
-Pero Niall no es su novio- replicó Mia.
Tanto Niall como Rebeca lucían igual de incomodos por esta discusión.
-¿Qué más da si vienen? Ya tenemos aquí a los dos peores de ellos- dijo Fanny, encogiéndose de hombros.
Harry y Josh fruncieron el ceño.
-Me cae muy bien tu hermana, Josh- dijo Harry sarcásticamente.
-Yo no le pediré a Zayn que venga hasta que Rebeca no me lo permita- aseguró _____.
Rebe suspiro, frustrada.
-Que venga quien quiera. La verdad, me da igual- contestó, resignada.
-¿No te molesta?- preguntó Kenia.
-Ya dije que no. A parte, cumplí hace dos…
-¡FEEELIZ CUMPLEEEEAAAAANÑOOOOS A TIIII… - Logan junto con otros meseros interrumpieron a Rebeca al llegar con el pastel de helado de chocolate. Rebeca abrió muchos los ojos, claramente sorprendida. Le guiñe un ojo a Logan, ya que el plan salió a la perfección, y él sonrió ampliamente en respuesta. Todos nos unimos al canto, incluso los chicos. Los meseros aplaudían con entusiasmo y eso llamó mucho la atención de los demás clientes, quienes sonreían en nuestra dirección. Al terminar la canción, los demás meseros se fueron, no sin antes desearle feliz cumpleaños a nuestra amiga. Ella les sonreía y susurraba algunos “gracias”, avergonzada. Logan fue el único que permaneció, ya que coloco el gran pastel sobre la mesa, el cual tenía una velita encendida con forma de signo de interrogación, supongo que porque no mencionamos la edad de Rebeca.
-¡Pide un deseo!- exclamó Valeria, entusiasmada.
Rebe se mordió el labio inferior mientras pensaba en su deseo, después, de manera poco disimulada, miro a Niall. Sopló la velita. Las chicas y yo subimos y levantamos cejas en su dirección con el simple propósito de molestarla. Ella se sonrojo y miro hacia otro lado.
-En un momento les traeré platos y cubiertos para el pastel… ¿O prefieren comer primero?- preguntó Logan.
-Comida- respondimos todas al mismo tiempo, haciendo que los chicos se rieran, incluyendo a Logan.
-A sus órdenes.
-Gracias por todo, Logan- agradecí con sinceridad.
-Fue un placer- respondió, sin dejar de sonreír, antes de ir a la cocina por nuestras órdenes.
-¿Qué clase de servicio es este? Ni si quiera nos pidieron la orden- se quejó Harry, parecía muy molesto.
-Cállate, Harry. Wings es lo mejor- dijo ____.
Él la ignoro.
-¿Y que con ese mesero?, ¿lo conocen?- preguntó, un poco brusco.
-Logan es el mejor mesero del mundo- lo defendí –Siempre que venimos hacemos que él nos atienda- le informe.
Harry me miro con el ceño fruncido, enserio estaba molesto, aunque no sabía porque.
-¿Tan bueno es con ustedes?- pregunto Josh, alzando una ceja.
-Sí, es muuuuuy bueno- le respondió Diana, exagerando un poco con un doble sentido que nos hizo reír un poco.
-Y amable- añadió Rebeca.
-A parte, esta guapísimo- comentó Fanny.
Todas sonreímos y asentimos con la cabeza en acuerdo a su comentario. Los chicos parecían algo irritados.
-Se ve que él las adora- murmuró Niall con el ceño ligeramente fruncido.
-Awww, ¿enserio? Es muy tierno- dijo Valeria.
-Sí, sí, sí. El mesero de Wings es el mejor hombre del mundo, entendimos- dijo Harry aun con ese tono de voz molesto.
-Se llama Logan- le recordé entre dientes –Y si, es el mejor hombre del mundo- dije con el simple hecho de molestarlo aún más. Me miro mal.
-Los demás ya vienen para acá- dijo ____ sin apartar la mirada de su celular. Supongo que hablaba con Zayn.
-También le dije a Luke que viniera- dijo Kenia –Ah, y dice que traerá a Calum- le aviso a Mariana.
-Por Dios, parecen más una pareja entre ellos que con nosotras- contestó, divertida.
Ellos son mejores amigos, fue así como Mariana conoció a Calum. A los minutos llego Logan con la comida, yo le sonreí cuando deposito una orden de boneless con salsa BQ enfrente de mí. Él sabe que son mis favoritos. Creo que escuche a Harry decir algo entre dientes, no lo escuche muy bien, pero sonó como: “Imbécil”. Logan tomó la orden de los chicos y se fue a atender a otra mesa. Estaba a punto de comer cuando se escuchó la canción Milkshake desde mi celular. Gruñí.
Ya tengo hambre.
-Ahora vengo- dije entre dientes mientras me levantaba.
Creo que nadie me escuchó ya que estaban muy concentrados disfrutando la comida, incluso los chicos devoraban una orden de papas fritas que juraban que nos recompensarían cuando llegaran sus pedidos. El restaurante estaba lleno por ser viernes, así que el ruido era algo inevitable. Corrí hacia el único baño de chicas y entre para contestar la llamada, ya que fue el lugar más silencioso que encontré. Era Jackson, quien me preguntaba mi paradero, ya que desde el sábado pasado piensa que soy una salvaje que se pondrá ebria a la primera oportunidad que encuentre. Después de su llamada me mire en el espejo y me arregle un poco el cabello. Aun usaba una pashmina, ya que la marca aun no desaparecía. Apague la luz y estaba a punto de salir del pequeño lugar, cuando alguien me empujo de nuevo adentro sin nada de delicadeza.
-¡¿Qué diablos?!
-No grites, soy Harry.
Definitivamente tengo mala, muy mala suerte.
-Es el baño de chicas- le recordé.
-Tranquila, al menos de que haya alguien escondido dentro del escusado, somos solo tú y yo.
Ese es el problema, Harry.
-¿Qué quieres?- dije entre dientes.
-Quiero preguntarte algo, será rápido- prometió.
-De acuerdo, solo una pregunta y no tardes- advertí.
-Tienes que prometerme que responderás y que serás sincera.
¿A dónde quiere llegar?
-Sí. Dime- dije.
-¿Por qué me rechazaste?- preguntó sin rodeos.
Ay, mierda.
Trague saliva.
-Ya te lo había dicho- susurré.
-No, en realidad, respondiste con otra pregunta. Y no lo entendí.
-Ese no es mi problema.
-Hey, prometiste responderme- me recordó.
Resople, frustrada.
¿Qué le voy a decir?, ¿Qué lo rechace para no salir lastimada después?, ¿Qué me gusta mucho pero que yo a él no?, ¿Qué sé que le gusta una de mis mejores amigas y que lo que menos quiero es estar implicada?
-¿Y bien?- insistió, impaciente.
-No me interesas de esa manera- mentí y fue la peor mentira que jamás ha salido por mis labios.
Por suerte, él pareció creérselo.
-¿A no?- pregunto, perplejo.
-No.
-¿Acaso eres… uhm… - lo mire, extrañada -ya sabes… eh…
Mis ojos se abrieron como platos.
-¡No soy lesbiana, idiota!- exclamé.
Esto tiene que ser una estúpida broma. ¿De dónde diablos saco que yo era una lesbiana?
-Por amor de Dios, no grites- gruñó.
-¿Por qué pensaste que era lesbiana?, ¿Acaso piensas que eres lo mejor del mundo y que es imposible que alguna chica se te resista o qué?
Sus ojos se abrieron un poco más de lo normal y de inmediato supe que di en el blanco. Masajee mis sienes con paciencia.
-Por Dios… - tenía mucha curiosidad –A ver, dime, ¿cuántas chicas te han rechazado en toda tu vida?
Me miro, receloso.
-Hasta ahora… solo dos- contestó con voz grave.
No tuve que pensar mucho para saber quién era la otra chica. _____. Lo cual que hizo recordar lo que el sentía por ella.
-Ahora yo soy la que no lo entiende- admití.
Frunció el ceño.
-¿Entender qué?
-¿Por qué intentas algo conmigo si te gusta ______?
Harry soltó un jadeo, mirándome asombrado.
-¿Quién te dijo eso?- preguntó, alarmado.
-Nadie, con solo verlo es suficiente- dije con un intento poco exitoso de ocultar el dolor en mi tono de voz.
Harry pareció no darse cuenta. Pasó una de sus manos por sus hermosos rizos de color caoba y maldijo varias veces entre dientes, frustrado. Después de casi dos minutos, me volvió a mirar a los ojos.
-¿Ella lo sabe?
Solté una respiración temblorosa.
Oh, no. No llores.
-No.
-Perfecto. No se lo digas.
Asentí con la cabeza ligeramente.
-Descuida, no lo hare.
El silencio reino por otro minuto entero. Harry parecía hundido en sus pensamientos. En estos momentos parecía como un niño perdido. Su habitual confianza había desaparecido por completo y su sonrisa de “soy mejor que tu” no era más que un vago recuerdo.
Lo detesté.
Este no es el Harry que conozco. Este no es el Harry que me gusta ver. Él no es feliz, y lo sabe. El debería ser feliz... y creo…. creo que ya se quien lo haría feliz.
-Deberías de luchar por ella- las palabras salieron por mis labios antes de que siquiera las pensara. El me volvió a ver. Parecía sorprendido. Continúe: -Si tanto te gusta... deberías de luchar por ella. Jamás te rindas si sabes que eso es lo que te hará feliz. No lo hagas, Harry. Pero… por favor, si quieres algo serio con ella tendrás que dejar de meterte con todas las chicas que se te pongan enfrente. Necesitas demostrarle que cambiaras. Necesitas cambiar, porque así jamás la conseguirás.
Harry seguía mirándome de la misma manera: perplejo. Parecía como si alguien le hubiera echado una cubeta de agua helada encima.
-Vaya… yo no... tu no tenías que… uh, gracias- balbuceo, aturdido.
-De nada- dije, impasible –¿Me permites salir?
-Eh… si, si, pasa.
Se hizo a un lado.
-Gracias.
A apenas iba a caminar cuando puso su mano enfrente mío para que me detuviera.
Por favor, te lo suplico. Déjame ir.
-Espera, tengo otra pregunta.
-¿Qué?- susurré.
-¿Te gusta ese tal Logan?
¿Qué?
-A penas y sé que trabaja aquí- admití.
-Pero, ¿te gusta?- insistió, impaciente.
¿Por qué pregunta esto?
-Harry, en realidad, a ti no te debería de importar quién me guste o quién no.
Parpadeo.
-Sí, tienes razón. Lo siento… puedes pasar.
Asentí y salí del baño. Llegue lo más rápido que pude a la mesa y comencé a comer. Negándome a pensar en lo recién sucedido. Necesitaba dejar de pensar.
Pasaron los minutos y el jamás regreso. Llegaron los demás chiscos, pero Harry no venía con ellos. Le pregunte a Niall si sabía a donde había ido, fingiendo indiferencia hacia su posible respuesta. Él me dijo que le había mandado un mensaje diciendo que tuvo una emergencia en casa y que no se podía quedar.
Bien, porque no me sentía con fuerzas para volver a verlo.
Terminamos de comer y comenzamos a partir el pastel. Rebeca seguía disgustada porque todos la trataban como cumpleañera cuando su cumpleaños ya había pasado. Así que de un momento a otro, Fanny comenzó a cantar:
-FEEEEEEEEEEELIZ, FELIZ NO CUMPLEAÑOS, A TI, ¿A QUIEN?, A MI, A TU…
Todos comenzamos a reír a carcajadas, intentando recordar la letra de la canción de la película de Alicia en el país de las maravillas para poder dedicársela a Rebeca, quien por primera vez en todo el día parecía estar satisfecha.
POR DIOS. SE QUE ME PASO, EN SERIO LO SE. No hago notas para calmarlas o para decirles mis razones para no subir capitulo y lo siento, lo siento mucho. Pero si tengo razones. Yo no tengo computadora, y esta es de mi papa y a veces se la lleva a su trabajo en la tarde, por lo que no puedo escribir entre semana. A parte, llegue a un momento en el que no sabía que subir. Hay veces en las que incluso pienso en borrar la historia y corregirla desde el principio, porque la verdad me da vergüenza todas las faltas ortográficas que tuve cuando la inicie. También está el hecho de que tengo muchos proyectos, tareas y exámenes y a todavía voy al gym o intento salir de vez en cuando con mis amigas, porque, después de todo, yo también tengo una vida fuera de Wattpad. Enserio, hago lo que puedo por subir pero cuando veo las fechas en las que subo veo que siempre tardo uno o dos meses y no me gusta. No quiero tardar tanto pero no tengo tiempo. Ahora debería de esta dormida, pero la verdad me da igual (ya lo sé: no me dará tanto igual en la mañana). Así que les pido paciencia. Creo que en uno o dos capítulos más hare que pasen los meses en la novela (les aviso). Ah, y pues subí de Harry y Mafer porque al parecer es de las parejas fav. Ah, también porque la verdadera Marifer (la de carne y hueso) me tiene amenazada para subir capítulos de esta pareja. Nah, es broma, no me amenaza pero ella es al que hace que suba más seguido. Así que TODAS agradézcanselo con el siguiente comentario: “Gracias, Maria”…. (No le agrada mucho que la llame así lol). Buenas noches y espero que les guste el capítulo. A dormir. Byeeee. Amen.