Me encontraba en el departamento de Criptografía intentado descifrar un código que dejó Jiraiya antes de morir.
Naruto nos había dado una pista y para ello deberíamos de ver cada uno de los libros que Jiraiya escribió.
—Creo que este es el libro que están buscando —oí la voz de mi tío Kakashi. Él se encontraba en la ventana mientras nos dejaba ver su libro de tácticas Icha Icha—. Sentía interés por cómo iban las cosas y pasando por aquí escuché lo que hablaban.
—Ese es el libro que Ero-sennin escribía mientras me entrenaba —dijo Naruto.
En ese momento Shiho comenzó a analizar la situación para luego pedirle a mi tío Kakashi que se dirigiera a la página 31 de aquel libro.
—Aquí está —dijo él de manera calmada—. ¿Y ahora?
—Lo más normal sería mirar la primera palabra de cada página, pero también necesitamos el contexto —dijo Shiho mientras tomaba un lápiz y papel—. Así que lea todo alto y claro, por favor.
—¿Cómo dices? —preguntó desconcertado—. ¿Leer esto en...voz alta?
—¿Cuál es el problema? —le preguntó Naruto—. ¡Léalo y punto!
—No...pero... —decía de manera intranquila para luego mirarme—. Shikamaru... ¿podrías tapar sus oídos?
—¿Por qué debería de taparme los oídos? —pregunté, pero él simplemente se mantuvo mirándome de manera inquieta y entonces he sentido como Shikamaru colocaba sus manos en mis oídos.
He notado que mi tío Kakashi se encontraba avergonzado y que Shikamaru se tensaba de vez en cuando, lo cual me hizo sentir más intriga por lo que contenía aquel libro.
—¡Ya están las seis páginas! —oí mencionar a Shiho cuando Shikamaru alejó sus manos de mis oídos—. Si leemos las primeras palabras por orden... Tenemos: "No está entre ellos el real".
—¿Qué significa eso? —preguntó Naruto a lo cual los demás simplemente nos hemos encogido de hombros.
—Deberíamos hablar con Fukasaku-sama —dijo mi tío Kakashi una vez recobró la compostura—. Si estuvo en la pelea, a lo mejor significa algo para él.
—Le preguntaremos a la quinta dónde podemos encontrarle.
—¿Podría acompañarlos? —le preguntó Shiho mientras lo miraba con una sonrisa embobada.
Aprovechando aquella situación he mirado un momento la hoja donde Shiho escribió lo que decía el libro de mi tío Kakashi y al leer: "...entre todas las que he visto... ¡La tuya es la más grande!", me he quedado perpleja.
—Sí, ven con nosotros —oí mencionar a Shikamaru y entonces sentí como me alejaba de aquella hoja—. No leas eso...
—¿Qué clase de libros escribía, Jiraiya-sama? —pregunté.
—Es mejor que no lo sepas —dijo y entonces he notado un leve sonrojo en su rostro—. Andando.
Shikamaru me ha sostenido de la muñeca para alejarme de aquel lugar y así dirigirnos al despacho de la Hokage.
Mientras nos íbamos no he podido dejar de pensar acerca de lo que escribía Jiraiya-sama.
✧✧✧
El suelo retumbó haciendo que realiza una expresión confundida y al mirar por la ventana he podido presenciar cómo Konoha estaba siendo destruida.
Tanto Shikamaru, Shiho y yo hemos salido del departamento de criptografía para así poder ver mejor la situación en la que nos encontrábamos.
La gente de la aldea corría despavoridos de las personas que estaban atacando la aldea y al ver las nubes rojas de los enemigos he fruncido el entrecejo al percatarme que se trataba de Akatsuki.
—Vienen por Naruto —dijo Shikamaru al momento en que utilizaba su sombre y yo mi hielo para proteger a los aldeanos que estaban a punto de ser aplastados por un insecto gigante—. ¿Chiyoko?
Shikamaru ha mirado en una dirección, donde he podido ver a su novia siendo protegida por mi compañero Ryota.
Rápidamente nos hemos acercado a ellos y Chiyoko al ver a Shikamaru no ha tardado en lanzarse a sus brazos.
—Me alegro tanto de que estés aquí —dijo al momento en que se quejaba y entonces dejó ver una herida en su brazo derecho—. Debí causarme esta herida cuando protegía a la gente de la aldea... ¿Crees que sobreviva?
—Permíteme ver —dijo Ryota mientras se acercaba ella a lo cual Chiyoko le miró de mala manera—. No es tan grave... —le dijo al momento en que comenzaba a curarla.
—Qué bueno que sobrevivirás, ¿no? —dije captando su atención a lo cual ella me dedicó una expresión de desagrado.
—¿Cómo estás tú? —me preguntó Ryota al momento en que se me acercaba—. ¿Estás herida en alguna parte?
—No estoy herida.
Ryota comenzó a examinarme sin hacer caso a mis palabras y en ello he podido notar como Shikamaru nos miraba malhumorado.
—Deberíamos de asegurarnos de proteger a la gente de la aldea —dijo Shikamaru con un tono serio—. Lo mejor será dividirnos y...
—Iré contigo, cariño —le dijo Chiyoko con un tono dulce que me hizo sentir nauseas—. Ambos somos un buen equipo.
—En ese caso yo iré con ____ —dijo Ryota al momento en que pasaba su brazo por mi espalda y me atraía hacia él—. Así me aseguraré de que no se cause ninguna herida y si lo hace podré curarla.
—Deberías de mejor utilizar tu ninjutsu médico en el hospital de Konoha —le dije y en eso noté como Shikamaru sonreía de medio lado—. Allí te necesitarán más.
—A veces odio que tengas razón —suspiró—. Bien. Iré al hospital de Konoha, pero asegúrate de no resultar herida.
—Puedo cuidarme sola, Ryota —suspiré—. Seré menor que todos ustedes, pero tengo un buen manejo con mis habilidades.
Ryota simplemente soltó una risa para luego alborotar mi cabello y comenzar a alejarse de nosotros.
—¿Con quién debería de ir? —preguntó inesperadamente Shiho, la cual se mantenía viéndonos un tanto inquieta.
—Ven con la mocosa —dijo Chiyoko mientras miraba con desprecio a Shiho—. Es una prodigio por lo que podrá protegerte.
—¿Qué es eso? —preguntó inesperadamente Shikamaru mientras señalaba a una dirección—. ¿Qué piensa hacer?
Un miembro de Akatsuki había comenzado a elevarse y entonces de un momento a otro todo comenzó a destruirse a lo cual nos hemos quedado un momento en estado de shock.
Por poco casi quedamos aplastados, pero unas babosas de la quinta Hokage habían aparecido para protegernos.
Tan solo unos segundos pasaron y al momento de salir del interior de aquella babosa hemos podido presenciar cómo Konoha estaba completamente destruida.
—¡¿Qué está pasando?! —exclamó Shikamaru—. ¡¿Hay alguien luchando por allí?!
—Es Naruto-kun —habló Katsuyu.
—¿Naruto? ¿Ha vuelto? —preguntó él sorprendido.
—Así es... Ha conseguido dominar la habilidad del Senjutsu y está luchando ahora mismo solo contra Pain...
Shikamaru intentó colocarse de pie, pero comenzó a quejarse y volvió a sentarse.
—Maldición... me he roto una pierna.
—Me has protegido y has resultado herido —dijo Chiyoko al momento en que le abrazaba—. Lo lamento tanto, cariño —musitó de manera dulce para luego mirarme—. ¿Por qué no vas a ayudarlo? Eres una niña prodigio y podrás contra esas personas.
—Esa persona ha destruido la aldea por completo —dijo Shikamaru de manera seria—. Luchar contra él será fatal...
—Nadie debe interferir con Naruto-kun —dijo Katsuyu a lo cual Chiyoko al oírla ha fruncido el entrecejo—. Todos debemos permanecer aquí hasta que él se encargue.
Inesperadamente el suelo volvió a retumbar y el aire comenzó a sentirse cada vez más pesado.
—¿Qué está sucediendo? —pregunté confundida.
—Naruto-kun ha dejado salir parte del Kyuubi —mencionó Katsuyu dejándonos a todos sorprendidos—. Hinata-san ha ido a ayudarlo, pero Pain la ha vencido y eso desato la ira de Naruto-kun.
—¿Vamos a morir? —se preguntó aterrada Chiyoko—. Moriremos por el Kyuubi...
—Maldición... —dijo frustrado Shikamaru—. ¿Qué podemos hacer?
—Si Naruto es atrapado todo estará perdido —dije captando la atención del Nara—. No podemos permitir que eso suceda.
—Un momento... ¿no estarás pensando? —preguntó desconcertado a lo cual he sonreído—. No. No puedes hacerlo... si algo te sucediera no podría volver a verle la cara a Asuma.
—Los peones son sacrificados para poder continuar el juego y así ganar —dije—. Gracias, Shikamaru.
—¡No! ¡Espera! —me gritaba, pero simplemente comencé a alejarme—. ¡No te vayas!
He corrido hasta donde se encontraba Naruto, pudiendo observar cómo Pain comenzaba a encerrarlo en una gigante roca.
Comencé a congelar el suelo para luego lanzarle varios picos de hielos, pero estos fueron revertidos por una habilidad suya.
—Kekkei Genkai del hielo —mencionó mientras me miraba fijamente—. Un poder bastante inusual que podría servirnos. ¿Por qué no vienes con nosotros?
—Nunca —dije, seriamente—. No traicionaría a Konoha.
—Esta aldea te ha quitado lo que más querías —me ha dicho mientras esquivaba otro de mis ataques—. Ellos han mandado a tu madre a la muerte. ¿Aun así estás de su lado?
Mi cuerpo se tensó en ese momento al recordar cómo los superiores de konoha habían mandado a mi madre a infiltrarse en Akatsuki.
—Eso es algo que nunca podría perdonar, pero me ocuparé de la persona responsable más adelante —le he dicho mientras me protegía de aquellos fierros que me lanzaba—. Yo protegeré a Konoha en este momento.
—Al igual que tu madre y padre solo eres un sacrificio para Konoha —dijo—. ¿Por qué seguir así?
En eso he recordado varios momentos que pasé en Konoha, pero entre todos esos recuerdos quien más destacaba era Shikamaru y aquello simplemente me llenaba de felicidad.
—Proteger aquello que amas es algo inevitable —dije formando una sonrisa al momento en que creaba varios espejos a su alrededor—. Haría lo que fuera por esa persona...
Varios ataques fueron directos a él, los cuales evitaba con su poder; sin embargo, ha comenzado a toser y aquello hizo que algunos de mis ataques dieran en él.
Pain se encontraba atravesado por algunos de mis ataques por lo que he sonreído y en cuanto los espejos que lo rodeaban han desaparecido he podido presenciar cómo Naruto comenzaba a calmarse, lo cual me ha sorprendido que pudiera controlar al Kyuubi por su cuenta.
—El amor crea sacrificio y a su vez crea odio —me dijo al momento en que sentía como mi cuerpo se elevaba—. Siente el dolor.
—¿Qué...?
Inesperadamente una fuerza me ha llevado con él y entonces he sentido un gran dolor en mi pecho que hizo que todo mi cuerpo se paralizara.
—Tu poder es impresionante y podría ser un peligro en el futuro —me ha dicho mientras me miraba fijamente como me desangraba—. Es una lástima que debas morir. Pudiste de ser bastante útil en nuestra organización.
Pain ha vuelto a sacar otro fierro para luego clavármelo en el cuerpo y entonces poco a poco estaba perdiendo la conciencia; lo cual significaba que estaba muriendo.