Salimos del restaurant saludando a unos pocos fans que había ahí, Zayn se tomó algunas fotografías con sus fans.
Me guió hasta el auto y abrió la puerta para yo poder subir, se fue dando pasos largos hasta llegar al lado del conductor, me hizo su sonrisa provocadora y puso en marcha el auto. Aquella sonrisa me puso nerviosa, como cada que sonríe, pero algo trama o algo quiere causarme.
-Estuvo deliciosa la comida –digo suave, intimidada y no sé a qué se debe, moja su labio inferior de una manera muy sexy… o tal vez a mí me parece eso.
-Como tú –me mira por el rabillo del ojo. Mis mejillas se encienden, ¿por qué me sonrojo?, es mi novio y aún sigo sonrojándome. –Te hice sonrojar, extrañaba verte con tus mejillas coloradas –ríe.
-¿Le causo gracia señor Malik? –intento ponerme seria.
Me quedó viendo por unos segundos antes de volver su mirada al frente. –No… ojalá pudiera llamarte señora Malik –dice por lo bajo. ¿Es una broma?, porque es algo con lo que he soñado un sinfín de veces.
Sonrío tímida y llena de ilusión. – A mí igual. –digo en un susurro, pero al parecer escuchó, porque se giró a verme. –Quizás en algún momento, en algún futuro…
-No tan lejano, por favor. –eleva una de sus cejas.
Verme casada con él, solo ha formado parte de mis sueños más locos, quizás lo idealice, pero no paro de pensar que Zayn es perfecto para mí y eso me basta. No me importa lo que el resto pueda decir sobre él, sobre sus tatuajes, su manera de vestir, de ser o su religión, a mí parecer eso lo hace una persona completamente interesante. Espero que para él yo también lo sea y si es necesario me encargaré de que lo sea.
Pude notar al instante que nos dirigíamos a su casa, y justamente quiero estar ahí, solos. Aparcó el auto en el garaje.
Antes de entrar a la casa, me atrapó desprevenida y me embriagó con un beso totalmente perfecto, cuando nos separamos aún tenía cara de asombro, estaba embobada, me gusta este Zayn, despreocupado, sexy, coqueto… bueno, amo a todos sus lados, hasta los malos, si es que los tiene.
-¿Qué es esto? –pregunto al ver una caja en medio de la sala.
-Es un mueble –sonríe en mi oreja. -¿Me ayudas a armarlo? –asiento.
Dejé mi bolso en uno de los sillones y ambos nos sentamos en la alfombra, para ponernos manos a la obra, abrimos la caja, yo iba sacando algunas de las partes del mueble, mientras Zayn fue a buscar algunas herramientas. Volvió con ellas.
Yo leía el manual, aunque según él no lo necesitaba, típico de hombres pensar que pueden hacer todo, largué una carcajada al ver que no lograba juntar las piezas.
-Luego dices que no necesitamos el manual –me burlo.
-No lo necesitamos –sus labios forman una línea fina. –Bueno, quizá un poco. –exhala, como si hubiese aguantado la respiración por unos segundos.
-Esto va así –tomo las piezas y comienzo a darle forma. -¿Ves?
Frunce el ceño. –Bien, tú ganas –dice con resignación, y luego me besa. -¿Qué tal si dejamos esto para después? –su voz es un poco ronca.
-¿Y qué hacemos ahora? –pregunto coqueta.
-Esto –pone ambas manos en cada una de mis mejillas y me besa, yo comienzo a seguirlo.
-Me agrada la idea. –digo entre besos.
Apoyo mi espalda en el sillón, aún sentada en la alfombra, se acomoda entre mis piernas sin dejar de besarnos. Damos un pequeño respiro, ambos sonreímos, esta vez soy yo quien lo besa, suave, tierno, de pronto el beso comienza a tornarse más carnal, mi cuerpo comienza a reaccionar de otra manera, lo pide, lo quiero sentir. Mete sus manos por debajo de mi blusa, el roce de su mano en mi piel causa un estremecimiento, de esos buenos, de placer, su boca baja a mi cuello y doy un pequeño gemido, mis manos desordenan su pelo. De un momento me encuentro sin blusa y para no quedarme atrás le saco su polera, paso mis manos por su pecho, haciendo conexión con la mirada, me sonríe y me recuesta en la alfombra… Espera, ¿lo vamos hacer en la alfombra?, pues sí, responde mi subconsciente.
Deposita pequeños besos desde mi boca a mi ombligo, mi cuerpo va reaccionando a cada uno de ellos, mientras me besa, se encarga de desabrochar mi pantalón, lo baja con cuidado, hace lo mismo con el suyo. Vuelve a mi boca, sus manos recorren mi cuerpo completo, yo me dejo llevar, lo que causa es embriagador. Saca un paquete plateado del bolsillo de su pantalón, lo abre y en unos segundos ya está dentro de mí, gimo.
Después de que nuestros cuerpos descansaran, se recuperaran y nuestras mentes dejan a la lujuria unos momentos, fui a la cocina por algo de beber, Zayn apareció a mi lado, dándome un beso en el hombro.
-Te amo, ¿sabes? –me dice con ternura y con sinceridad.
-Te amo también –pongo mi cabeza en su cuello. -¿Quieres algo de comer?
-Por favor –pasa una de sus manos por su estómago. –Extrañaba tu aroma –huele mi pelo.
Mientras preparo algo de comer, él se va a bañar. Llevo las cosas a la mesa, una vez listo lo llamo, para que venga a sentarse conmigo. Disfrutamos de la comida, hablamos, nos reímos, etc… Zayn se ofrece a limpiar, ya que yo preparé todo, pero decido ayudarlo.
Llamo a mi madre para avisarle que no llegaré a casa, que me quedaré con Zayn.
Seguimos intentando armar el mueble, después de una hora lo logramos, es moderno, es negro. Decidimos ver una película.
Al día siguiente, desperté antes que él y me quedé admirándolo un rato, sus pestañas son tan largas y encrespadas… se las envidio, bueno no, pero me encantaría tenerlas así, no pude evitar darle un beso, en mi defensa, su boca me estaba provocando, me iba a levantar, pero su voz me detuvo.
-¿Qué haces? –dice aún adormilado. –No te vayas –me agarra la mano.
Sonrío. –No me iré, es sábado, puedo quedarme todo lo que quiera –me giro a verlo. –Pero ahora me urge ir al baño –hago una risita.
Ríe. –Anda, aquí te espero –su voz suena ronca.
Corro al baño, una vez que respondo a mis necesidades, lavo mis manos y la cara, arreglo un poco mi pelo y vuelvo con Zayn. Si pudiera despertar así todos los días, no querría levantarme nunca.
-Si te tengo a mi lado a cada que abro los ojos, no habrá nadie que pueda levantarme de esta cama. –me comenta y yo sonrío porque hace unos segundos en mi mente dije lo mismo. Una mini yo da vueltas en mi estómago, provocando mil mariposas dentro mío.
-Entonces somos dos –beso su mejilla. –amo dormir contigo. –confieso.
-¿Solo dormir? –pregunta ofendido.
-Hablar, comer, besarte, abrazarte… estar contigo me fascina –digo. Zayn en un pequeño movimiento se gira y está arriba mío.
-Te amo preciosa. –nos besamos.
Nos levantamos para desayunar, el día está soleado y decidimos comer en la terraza, preparo jugo de naranja y Zayn hotcakes, me dice que le quedan deliciosos, que es lo único que sabe hacer.
Me voy a dar un baño, por suerte la vez pasada dejé un poco de ropa, el agua cae sobre mi cuerpo y se siente relajante. Salgo del baño, me fijo que Zayn habla por teléfono, sigo en lo mío, llamo a mamá.
-Hola cariño. –responde con alegría. -¿Cómo estás?
-Hola mamá, bien, ¿ustedes? –respondo con su mismo entusiasmo.
-Todos bien por aquí –hace una pequeña risita. -¿Por qué no vienen a comer aquí?, tu papá hará carne a la parrilla.
-Claro, le comentaré a Zayn y te llamo.
-Bien, adiós. –cuelga.
Me giro para ver a Zayn, quién me sonríe alegre, y caigo rendida nuevamente, este hombre me tiene atrapada en su mirada y encadenada a su sonrisa.
-Mamá me preguntó si gustas ir a comer con nosotros, ¿quieres? –pregunto con timidez. Paso mi mano por el pelo.
-Obvio que sí, ¿a qué hora? –pregunta emocionado. –para arreglarme. –se acerca a mí.
-No me dijo, pero yo creo que unas dos horas más –encojo mis hombros y él me roba un beso.
Choca su nariz con la mía. –Bien. Antes que se me olvide, yo también tengo una invitación. –ladeo la cabeza y elevo una ceja. –Liam hará algo en su casa y quiere que vayamos… será algo tranquilo. –confiesa con despreocupación.
-Me encantaría. –sonrío y esta vez yo le robo un beso.
--------------------------
Si te gustó dale estrellita, muchaaaaaaaas gracias por leer <3 El video de night changes está hermoso!!