El color de la inocencia

By LinaAcaria

762K 48.5K 7.8K

James ni siquiera tenía pensado que volver a casa de su madre le traería consigo una responsabilidad semejant... More

N/A
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
00
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
44.
45.
46.
47.
0
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
!!
58.
59.
60.
61.
62.
63.
64.
65.
66.
67.
68.
69.
70.
71.
72.
73
74.
N/A
75.
PEQUEÑA JADE
76.
77.
78.
79.
...

43.

6.6K 399 59
By LinaAcaria

Mentiras y verdades.

Estoy sentada en la mesa principal de Peyton viendo cómo ella teclea algo rápidamente en el celular y luego se deja caer rendida sobre el enorme sofá que tiene en la sala/comedor.

—Ya respondió —me avisa.

La examino sin saber de qué está hablando. A Peyton se le forma una ancha sonrisa en la cara y me observa como si tuviera el ego más grande del mundo.

Alza su mano izquierda y distingo la funda rosa que lleva el celular. Ladeo la cabeza con el ceño fruncido, ella odia el rosa.

Tanteo con mis manos los bolsillos que traigo y comprendo que lo que tiene es mi teléfono. Salto disparada y ella lo tira al otro lado del sofa, riendo.

Al tomarlo veo mensajes en la pantalla.

Me: Papá, puedo quedarme a dormir en casa de Peyton? porfi papi, poooorfi.

Dad: Claro hija, sólo no duerman tarde y no falten a la escuela.

Alzó la vista encontrándome con una Peyton muy divertida al parecer.

—No iré a ningún lado está noche —afirmé algo molesta.

Peyton me hizo un gesto con la mano como diciendo "ya se te pasará".

—Es un bar en el centro —me dijo ignorando por completo lo anterior.
— y se llama me corro.

Abrí los ojos como platos al oír su nombre. Ella rió.

—Ni siquiera tenemos edad —la regañé.

—No necesitas edad cuando conoces al hijo del dueño.

Se encogió de hombros y sacó sus zapatillas para luego subir sus pies al sillón relajada. Tomó una revista de la mesa enana y comenzó a leer desinteresada.

—No iremos —repetí.

Ella me miró llevando su dedo índice a sus labios, lo lamió y pasó a la siguiente hoja de la revista.

—Además ¿De dónde conoces al hijo del dueño? —agregué ante su silencio.

—Del instituto —respondió con una sonrisa perversa—. Se llama Zack y es de último año.

—Es una pena que Zack no pueda verte hoy —me crucé de brazos desafiante.

Peyton me miró por encima de su revista.

—No me retes Jade Vega, no me retes.

Volteo por quinta vez en la cama, no es mi fuerte dormir en lugares nuevos, me siento incómodo y molesto.

Suspiro ruidosamente. En unas horas tengo que ir a trabajar y tendré que desvelarme la noche entera, si a eso le sumo no dormir ni media hora, mañana estaré destruido.

Decido dejar de perder el tiempo y levantarme de la cama. Salgo de la insulsa habitación y me dirijo a la cocina.

Jordan posee muchísimos departamentos mejores que éste y no entiendo cual es el motivo de darme uno tan... tosco.

Paredes blancas, baldosas negras, los únicos muebles que hay son: un sofá verde militar para dos personas, un mesa minúscula de madera dónde puedo comer yo solo, una silla y por supuesto, la cama de la habitación. No tenía absolutamente nada más, ni siquiera acolchados, cubiertos, ni siquiera un closet.

—Tengo que comprar algo para comer —digo para mí mismo.

Tomó mi billetera y veo lo que traigo.

Nada, absolutamente nada.

—No la usaré —me regaño al notar la tarjeta de crédito que me dió Jordan hace unos años.

No pienso tocar su dinero, demasiado con venir aquí porque el quería, tuve que meter mi orgullo en mi culo para que no me monte una escena delante de la familia de Evan.

Tiro la billetera por algún rincón del lugar y me distraigo cuando suena el timbre.

Abro sin mirar, no hay muchas personas que sepan que estoy aquí así que puedo hacerme una idea.

—¿Qué hacen aquí? —pregunto desganado.

Jason entra empujándome con la misma expresión burlona de todos los días de su vida. Jordan por su lado, espera que me haga un lado.

—Tus bienvenidas siempre se sienten muy calidas, James, es un gustazo verte —ironiza Jason.

Volteo a Jordan esperando que el me conteste.

—Necesitamos hablar contigo —dice sin más.

Al parecer ninguno tiene intenciones de irse pronto por lo que cierro la puerta de golpe y me dejo caer en el sofá con los brazos apoyados en el respaldo y mis piernas abiertas.

Jordan se recarga sobre la mesa y habla sin rodeos.

—Tenemos otro hermano.

Me he quedado sin habla, tengo que asimilar unas cuantas veces sus palabras antes de caer en lo que dijo.

—¿Tenemos? —digo al fin— yo no tengo ningún hermano. Ni uno, ni dos, ni mucho menos tres.

—James, esto es importante —interviene Jason y se sienta a mi lado. Me alejo de el y lo observo de arriba abajo.

—Lo están buscando y lo van a encontrar —agrega Jordan.

—Pues a mí no me importa, no me afecta en lo absoluto.

Jason se me acerca violentamente y me toma con fuerza del brazo.

—Por una puta vez deja de ser un puto egoísta y escucha toda la puta historia —escupe.

Alejo su mano bruscamente y le hago frente, nuestras caras están a centimetros y estamos a punto de saltar el uno encima del otro y comenzar a molernos a piñas.

—Tu no vas a venir a darme clases de moral, imbécil de mierda —murmuro.

—Juro por dios que si no tuvieras mi sangre te ataría a mi auto y te arrastraría por los cincuenta estados
—dice con la misma rabia que yo.

—No tengo nada que ver contigo así que adelante ¡Hazlo!

Jason me mira furioso y seguramente yo estoy mirándolo de la misma forma.

—Esto no se trata de nosotros—

—¡Me importa una mierda de quién se trata! —le grito.

De un segundo a otro su frente golpea con violencia la mía, me ha pegado un maldito cabezazo.

Me tiró hacia él con la intención de golpearlo hasta que sangre pero su cuerpo sale volando del sofá antes que pueda tocarlo.

Cuando volteo veo a Jordan tomándolo de su camiseta.

—Nos vamos —le dijo pero Jason lo ignoró por completo.

—Ni una mierda —murmuró y se soltó de su agarre con brusquedad.

Se acercó a mi a paso rápido y yo me puse de pie, quedando frente a frente.

—¡Te metiste en un pozo de mierda y no te importa a quién salpicaste con ella! ¡Ni siquiera si es tu propia sangre! —hundió su dedo índice en mi pecho—. Nosotros te sacamos de tu mierda, Jamie, tú estás vivo gracias a nosotros.

Me tiré contra él furioso pero Jordan metió sus brazos entre nosotros.

—¿Acaso yo te he pedido algo?

Mis palabras parecieron enfurecerlo más. Jordan tuvo que empujar su cuerpo contra la pared para que no se me abalanzara.

—¡Te he dicho que nos vamos! —Jordan alzó su potente voz.

—¡No! ¡¿Por qué mierda dejas que haga lo que quiera?!

Jason lo empujó y fue la primera vez que lo ví hacerle frente a su hermano mayor.

Jordan cambia drásticamente su cara y es signo de saber que si sigues tocándole los cojones te vas a despertar sin alguna extremidad.

—Estoy haciendo lo que nuestro padre hubiese querido que haga.

—¡¿Y por qué viniste a decirle de todos modos?!

Jordan lo suelta de golpe y el cae al piso.

—Él tiene la culpa —musito Jason. Su hermano lo puso de pie sin esfuerzo alguno.

—Afuera —indicó la puerta.

Jordan salió y Jason fue detrás de él, pero antes de salir volteo con su mano aún en la puerta.

—Estás tan cargado de odio y eres tan egoísta que ni siquiera notas que Jordan y yo estuvimos ahí antes que tú.

Le metí un puñetazo a la puerta cuando Jason salió cerrándola tras de él.

¿A qué mierda se refería con eso? ¡¿A qué mierda?!

¡¿Qué carajo tenían que venir a decirme a mí que hay otro bastardo?! ¿Por qué yo tengo la culpa?

—¡Joder! —grito impotente.

Azote las puertas del estante de la cocina y cojo lo único que traje de la casa de Evan. Un vodka.

Flashback

Él tomó la botella que tenía en mi mano y la estalló contra el piso. El sonido ensordecedor me desconcentro y el tipo frente a mi volvió a estampar su puño contra mi nariz.

Reí solo para provocarlo y sentí el gusto metálico de la sangre que caiga por mi nariz.

El obeso delante mío golpeó mi estómago con más fuerza que la anterior. Cuando logré reincorporarme fue mi turno y le di un golpe en la mejilla.

El gordo me miró con una sonrisa en la cara —Ni siquiera lo sentí —dijo.

—Tienes tanta grasa que es bastante común —contesté pero rápidamente tuve que cerrar la boca cuando me metió un puñetazo, está vez partiendome el labio.

Me acerqué tambaleandome, me lleva veinte centímetros y me duele un poco la cabeza por los golpes cuando lo miro.

El decide no golpearme más porque seguramente la imagen que doy da pena y es decir, me lo gané a pulso, tengo que admitir que soy malo eligiendo oponentes. Sobre todo porque el tío tenía quizás algunos años más que yo y ni hablar de la abismal diferencia de peso.

Quizás la próxima vez que quiera pelear con alguien deba molestar a un chico de quince años como yo para estar parejos, aunque eso no sería tan divertido como esto.

Me apoyo como puedo en su hombro y mientras lo oigo reírse de mi, miro mis dañados tenis que llevan algunas manchas de sangre, recuerdo la frase de mamá "los zapatos de una persona pueden decir mucho de ella", pues si que los míos me reflejaban.

Alzó la mirada y me encuentro con la del gordito pelirrojo, parece que el va a hablar pero yo lo sorprendo primero, escupo su cara y mancho gran parte de su mejilla, nariz y boca con mi mezcla de sangre con saliva.

El tío se limpia con asco y me toma de los hombros con brusquedad, sin necesidad de esfuerzo me levanta del piso. Está vez se con seguridad que mínimamente me romperá un brazo así que cierro los ojos esperándolo pero eso nunca llega.

En su lugar siento el duro y caliente cemento impactar con el lateral de mi cuerpo. Cuando levanto la vista y busco al gordo lo encuentro en la misma posición que me encontraba yo segundos antes pero está vez es Jordan quien lo sostiene, apretando su cuello.

El tío se tapa la cara queriendo que no lo golpee y parece que se cagará en los calzones en cualquier momento. Cómo culparlo, Jordan es muchísimo más alto que el y es una bolsa de músculos.

Jordan lo suelta y no hace falta nada mas para que el otro salga corriendo.

—Levantate —me ordena y con dificultad lo hago.

Me toma del brazo y me arrastra hacia la puerta copiloto de su auto.

—Sube —dice y quita su traba.

El se mete dentro pero yo no quiero moverme y de echo no lo hago.

Jordan baja la ventanilla y me mira intimidantemente.

—Creí que estaba claro que no quería saber de ti ni de tu hermano —le digo.

Jordan endurece su rostro y es fácil deducir que agoto su paciencia rápidamente. Cuando pense que iba a bajar y subirme a patadas el fijo su vista a mi mano que sobaba mis costillas adolorido.

—No le des un disgusto a tu madre dejando que te vea así. Sube, me encargaré.

FinFlashback

—¡No hagas eso! —le pido cuando me lanza el quinto vestido por la cabeza.

Me acomodo en su cama de tres plazas y la miro rebuscar quien sabe que cosa en su gigantesco closet, supongo que son beneficios de tener un padre diseñador.

Peyton refunfuña por lo bajo y abre otra puerta del armario comenzando de cero.

—¡Aquí está! —alza la mano victoriosa con un vestido colgando de la punta de sus dedos.

—¿Es lo que te usarás? —pregunto rendida.

Peyton suele ser muy tenaz cuando quiere conseguir algo y esto no es la excepción. Realmente a ella no le importa cuántas veces puedas decirle la palabra "no", en su mente ella lo da por echo.

—No —negó acercándose a mi— ¡Es lo que tú usarás!

Ella me pone el vestido frente a la cara, sosteniendolo de sus tiritas. Lo examino de arriba abajo, es morado y por cómo brilla parece de una tela como la seda.

—Es extremadamente—

—¡Lo sé! ¡Es precioso! —chilla sin dejarme terminar—. Es de la colección de papá, ni siquiera lo estrené.

—Corto —le digo— la palabra que iba a usar es extremadamente corto.

—Pues disculpa a mi padre por no diseñar tunicas para monjas.

Volteo los ojos.

—El vestido es hermoso, pero no es para mí.

Peyton lo tira sobre la cama y vuelve a su closet para seguir buscando.

—¿Me escogeras otro?

—¡Claro que no! —exclamó con una mano en el pecho, dolida.

—¿Harás un berrinche porque no quiero ponerme el vestido?

Peyton toca su frente como si realmente estuviera estresada.

—Soy una niña rica a la que nunca le dicen que no así que la respuesta es, absolutamente.

Me eche a reír.

—Vale, me lo probaré y veré como me queda —me rendí, por segunda vez en el día.

Peyton chilló de una forma descomunal y corrió hacia mi  esparcirme besos por toda la cara.

—¡Quedarás de infarto! —me tomo de la cara—, esta noche te convertirás en Matilda y levantaras cosas sin tocarlas.

Fruncí el ceño sin entender. Peyton hizo un gesto sin darle importancia.

—Pequeña e inocente Jade —susurró riendo y volvió hacia su closet—. Cómo sea, ahora tengo que elegir mi vestido.

Horas despues.

—¿Dónde está tu padre? —curiosee desde adentro del baño.

Habíamos estado en su casa toda la tarde y ni rastro de él.

—En Madrid —gritó desde el cuarto—, lo invitaron a un desfile, como siempre.

—Es una lástima —dije pensando en mí y en mis padres. Sabía que se sentía.

Oí una risa detrás de la puerta.

—No lo es para mí porque puedo invitar a quien quiero, cuando quiero
—hablo—, y por quién quiero me refiero a chicos.

Termine de subir el vestido con dificultad y me mire al espejo.

—¿Los empleados no le dicen a tu padre?

Acomode mis senos bajo la tela, no llevaba sostén debajo porque estoy casi segura que si aumento un poco más el tamaño no me entrara el vestido de Peyton. Ella es mucho más delgada que yo, en todos los aspectos.

Pey entro al baño sin golpear. Se paseo en ropa interior y se paró enfrente del espejo.

—Claro que no, aquí dentro la única que está siempre es Débora y me quiere mucho como para delatarme —respondió simple acomodando su cabello rubio ceniza.

Si mal no me acuerdo Débora es su nana, la que la crío.

—¿Puedo preguntarte algo?

Peyton arrugó su entrecejo mientras
conectaba la planchita del cabello en el enchufe de al lado del espejo.

—Claro que puedes —dijo como si fuese obvio.

—¿Por qué las chicas del instituto hablan tan mal de ti?

Recordé oír cosas horribles de ella en el baño de mujeres. Las chicas pueden ser muy crueles a veces.

Peyton se encogió de hombros.

—Porque soy bonita.

Me reí.

—Eres hermosa —corregí—, pero eso no hace que te odie alguien.

Pey separó su cabello y comenzó a alisarcelo.

Soltó un suspiro y me miró a través del espejo.

—¿Recuerdas a la rubia que estaba al lado del moreno el otro día en la cafetería?—asentí—, es Rhiannon. Era mi amiga en tercer año y bueno... Pasaron cosas.

Terminó de alisar todo su cabello y volteo para mirarme de frente. La mire expectante.

—Me acosté con su novio y me volví la zorra de la escuela —agregó.

Pestañee esperando que este haciéndome una broma como siempre y no me este diciendo una cosa así con tanto alivio.

—¿Con el chico del otro día? —pregunte boquiabierta.

Ella nego.

—Venga, no me mires así Jade —se quejó.

—No te estoy miran—

—Claro que si, me miras como diciendo "¡Vaya, que zorra! Se acosto con el novio de su amiga" y pues no me siento orgullosa pero eres mi única amiga y me molesta que me mires como todos en la escuela.

Se le cortó la voz con aquello último. La mire apenada, no quería que ella se sintiera de ese modo.

—No creo que merescas las cosas horribles que dicen, yo para nada pienso todo lo que hablan de ti.

Pey me miró y luego se acercó y nos dimos un abrazo que duró creo que hasta minutos.

—Un poco las merezco —susurro y nos echamos a reír.

—Ya tienes que vestirte —le dije cuando nos separamos.

Peyton fue hacia el cuarto y volvió con un vestido tubo que tenía estampado de piel de serpiente, era algo así como un color crema. Me pidió que subiera su cierre cuando se lo puso y las dos nos miramos al espejo.

—¡Te queda espectacular! —grito en mi odio notando que tenía puesto su vestido—, no puedo creer el cuerpo que tienes, Jade. Si no me gustara tanto lo que cuelga de la entrepierna de un hombre, sin duda correría a buscarte.

—Tú si que eres ácida —negue riendo.

—Es que enserio te sienta genial.

—A mi también me gusta como estás tú.

Peyton me guiña un ojo y luego me lanza un beso. Rio mientras comienza a alisar ahora mi cabello.

Después de varios largos minutos termino con mi melena y comenzó a maquillarse. Delineó sus ojos y pinto sus labios de un rojo intenso que combina sus tacones del mismo color.

Por mi lado solo me puse brillo en los labios y arqueé mis pestañas, no me gusta demasiado el maquillaje a decir verdad, ya me siento demasiado llamativa con el vestido minúsculo de Pey.

—Ponte estos, mi padre me los dió con el vestido —me lanzó unas sandalias cruzadas altas que combinaban.

Las mire insegura.

—Pontelas ya, que sabes si está noche te cruzas con el amor de tu vida y luego tienes que agradecermelo.

Volteo mis ojos.

—No puedo creer que siempre me convenzas —me quejo.

Buenos días para las que me lean cuando publico♥️ solo vengo a comentarles por si les interesa que comencé a editar los primeros capítulos, cambie cosas que luego notarán pero que para ser sincera no me gustaban nada de la historia cuando releí después de mucho tiempo lo que había escrito, como por ejemplo la edad de James :s y algunas otras cositas que al principio hacían de su personaje una mierda. Solamente edite hasta el 6, si les interesa releanlo, voy a estar editandolos todos las semanas hasta terminar, tendrán algunas cosas nuevas.

Necesito leer más teorías de ustedes :(

Continue Reading

You'll Also Like

373K 20.6K 120
*Estoy corrigiendo algunos capítulos* One Shot con este punto > • < en el nombre es por qué ya está editado...
62.6K 2K 12
"pov Jungkook es tu profesor pero harás que se enamore de ti" un profesor llega a una universidad con un pasado algo reservado Pero que solo una alum...
30.3K 3K 62
Desde que adam llego como pecador la vida de lucifer empezara a girar al rededor de alastor y adam
133K 10K 64
🍎⚠Advertencia⚠🎸 🎸En este libro hay LuciAdam [Lucifer x Adam] Sino te gusta este ship por favor no comentar Hate o Cringe, de lo contrario el comen...