Narra Liam:
-Por favor, baja- suplique con desesperación.
-¡Pero tarde mucho para poder subir!- se quejó, arrastrando las palabras, inclinándose de más hacia adelante.
Por un momento, sus ojos se abren con pánico y se sostiene con fuerza del muro para no caer. Juro que casi me da un ataque al corazón. Suelta una risita aliviada al estar completamente derecha.
<<Santa mierda>>
-¡Wow, eso estuvo cerca!- grita sin parar de reír.
Fueron solo nueve malditos minutos en los que la deje sola para poder atender la llamada de mi madre, y al finalizar, me encuentro con la-no-agradable-sorpresa de que se sentó en el muro que se encuentra al costado de la casa de su amiga, subiendo con la ayuda de un árbol de ramas ni tan delgadas ni tan gruesas que parece como si se fuera a caer en cualquier segundo. El muro mide aproximadamente dos metros y medio de altura y las imagines de lo que podría suceder que han invadido mi cabeza desde el momento en el que la vi en tal lugar… no son para nada tranquilizantes.
-¡Maldita sea, Ximena!- grité -¡Si no bajas ahora, yo mismo iré por ti!- amenacé con la esperanza de que obedeciera.
-¡Si! Ven, te hago espacio- dijo con emoción mientras se deslizaba sin precaución alguna.
-¡No, no te muevas!
-Okay- dijo mientras levantaba ambas manos de manera pasiva.
<<Va a volverme loco>>
-¡Pero no te sueltes!
Rodo los ojos y volvió a sujetarse del muro.
-Ya, ¿feliz?
-No hasta que bajes.
Se volvió a reír.
-No te preocupes, me he subido a este muro unas cien veces- se encogió de hombros.
-¿Lo has hecho antes?
-Sí, desde que la mama de Marifer coloco ese portón automóvil- seguía arrastrando las palabras, lo cual significaba que no estaba ni un poco cerca de su completa desintoxicación.
-Querrás decir automático, ¿No?- le corregí.
-¿Qué?
-Dijiste “portón automóvil”- dije, divertido.
-Oh, lo siento chico perfecto- volvió a rodar sus ojos.
-¿Crees que soy perfecto?- me gustaba adonde si dirigían las cosas.
-Quisieras- contestó con diversión.
Incluso estando ebria seguía siendo la misma Ximena de siempre.
-¿Puedes bajarte ahora?- pregunté al darme cuenta de que había dejado a un lado mi propósito inicial.
-Buu- abucheó al igual que una niña pequeña –Eso no es divertido, Liam.
-¿Y el caerte del muro al igual que Humpty Dumpty lo es?- interrogué.
Se rio, por milésima vez en la noche.
-No escuchaba ese nombre desde pequeña. ¿Qué le sucedió al final?
-Murió
-Hay, que triste- hizo una mueca -De acuerdo, bajare, pero tendrás que ayudarme, porque veo el suelo y el árbol moverse.
<<Gracias a Dios>>
-Gracias- agradecí y vaya que lo estaba –De acuerdo, solo salta, yo te atrapare- instruí mientras abría mis brazos, esperando por atraparla.
-¡¿Estas demente?! ¿Y si me caigo?- preguntó, horrorizada.
-Pensé escucharte decir que esto era divertido- la diversión cubría cada una de mis palabras.
-Bien, pues ya no.
Bufe.
-Solo salta. No te pasara nada. Lo prometo- aseguré.
-¿Seguro?- asentí y ella suspiro –Tienes suerte de que este ebria- dijo antes de lanzarse, cerrando fuertemente los ojos.
Levanto los brazos sobre su cabeza, lo cual me permitió que la tomara de la cintura sin ningún problema. Es muy ligera.
-¿Por qué no siento el suelo?- preguntó sin abrir los ojos, los cuales seguían fuertemente cerrados, incluso más que antes.
Me reí un poco, ya que no podía arriesgarme a soltar una carcajada y perder el equilibrio.
-Abre los ojos.
Sus largas y abundantes pestañas comenzaron a temblar, amenazando con exhibir el marrón de sus ojos.
-Vaya, sigo viva- susurró con alivio fingido.
Sonreí y la acerque más a mí, pegando su cuerpo con el mío y deslizándola hasta hacer que tocara el suelo. Sus ojos jamás dejaron los míos. Me miraba con una intensidad tan grande que me consumía por dentro. Todo en ella era intenso. Nuestras respiraciones se mezclaron, los dos estábamos agitados, ella por saltar y yo por atraparla con el corazón en mi garganta, temiendo a que llegara a resbalarse de mis manos. Sus labios se entre abrieron y yo no pude despegar la mirada de ellos. Tan tentadores. Tan dulces. Los deseaba con todo mí ser. Y es que no los he vuelto a probar desde la semana pasada. Y para mi mala suerte, parece como si ella se hubiera obligado a olvidarlo.
-Sana y a salvo- susurré.
Ella pestañeo y después a parto su mirada de la mía hacia el suelo.
-¡Oh, suelo bendito!- exclamó, separándose de mí.
<<Mierda>>
Sus movimientos fueron rápidos. Sus piernas se flexionaron y sus brazos se extendieron hasta que sus manos quedaron a pocos centímetros del suelo, detuvo sus movimientos en seco, cuestionándose asimisma acerca de lo que estaba a punto de hacer. Arrugo su nariz.
-Ugh, no. Está sucio.
Me reí.
-No se espera nada más de algo como el suelo- dije con obviedad.
No me contesto, en cambio, se levantó de golpe, causándose asimisma un mareo. Dio un paso torpe hacia atrás y yo la tome de las manos antes de que se llegara caer.
-Dios- murmuró, colocando una mano sobre su cabeza -Esta vez sí me excedí con el vodka- se quejó con la mirada en el suelo.
Sus manos aun no soltaban las mías, lo cual parecía tener más significado para mí que para ella. Agradecí a Dios que mis manos no comenzaron a sudar. El silencio reino el ambiente por solo unos segundos hasta que la escuche tararear la canción que se escuchaba en el interior de la casa.
-I’m so fancy, you already know- cantó y el resto lo tarareo al no lograr seguirle el ritmo a Iggy Azalea.
Meneé la cabeza, divertido. Me era gracioso verla en este estado, ya que realiza acciones que jamás llegaría a hacer sobria. Con un rápido e inesperado movimiento, se posiciono con la espalda sobre mi pecho y nuestros brazos ingeniosamente cruzados sobre su abdomen. Mis sentidos se pusieron alerta al sentir su trasero tan cerca de mi zona más débil. Ella se rio y se comenzó a balancear de un lado a otro. Trague saliva y después, la abrace fuerte. Ella se detuvo en seco y después me soltó, como si mi piel la quemara. Se alejó de mí, aun dándome la espalda, y al estar como a tres metros de mí, giró y me dio una sonrisa divertida.
<<¿Por qué se aleja así de mí?>>
Dolería más si ella estuviera sobria. Su perfecta anatomía se comenzó a mover al compás de la música, o al menos eso intento. Me volvería a reír si no estuviera tan herido. Escuche un silbido a lo lejos, y me cabeza giro bruscamente hacia el causante de aquel sonido. Había un grupo de chicos observando a Ximena desde la entrada de la casa. Ella parecía tan indiferente a los cumplidos y silbidos que lanzaban que logro calmar un poco mis celos, solo un poco.
<<Sera mejor que a parten la vista de mi chica>>
Les lance una mirada
-Creo que debería llevarte a tu casa.
La chica de cabello obscuro paro de dar vueltas alrededor de la acera me miro como si acabara de decir la cosa más terrible que jamás haya escuchado.
-¿A casa? ¡No! Aun no me quiero ir.
Hizo un puchero con su labio inferior de la manera más jodidamente tierna, y por un momento, realmente pensé en reconsiderar mi sugerencia. Se acercó a mí.
-Ximena, se está haciendo muy tarde. Tus padres podrían estar preocupados.
Hizo un movimiento con la mano, como quitándole importancia.
-Ellos están muy preocupados pensando en el divorcio- coloco sus pequeñas manos sobre mis hombros e incluso ese pequeño tacto logro cortar mi respiración… Dios, ¿Qué tan patético puedo llegar a ser? -Dudo que incluso recuerden que salí de casa.
-¿Entonces es definitivo?... ¿Ellos se van a…
-Sí, lo harán. Pero eso no importa ahora- hizo una pausa para sonreír sin ganas –Déjame olvidarlos- sus manos se deslizaron hasta juntarse en la parte trasera de mi cuello -Solo por hoy y prometo que mañana actuare como la mejor hija de todo mundo- su voz se quebró al final, mas sin embargo, su hermoso rostro jamás reflejó sus verdaderos sentimientos.
Me sorprendía la manera en la que confrontaba toda esta situación, cualquier otra chica en su lugar hubiera estallado en llanto o estaría molesta de que sus padres no pensaron en cómo les afectaría a ellos (sus hijos). Aunque, sabía que detrás de esa sonrisa y actitud despreocupada… ella estaba destrozada. Fue por esa razón que la rodee con mis brazos con más fuerza que antes. Para mi suerte, ella me devolvió el abraso.
-¿Sabes?- susurró –Parte de la noche trate estar lejos de ti- confesó y antes de que pudiera preguntar al respecto, ella prosiguió –Hay un parte de mí que sigue pensando que todo esto, todo tu… no es más que algo surrealista. Siento que en cualquier momento te darás cuenta de que estas perdiendo el tiempo con una inmadura chica de penúltimo grado. Siento que…
No podía seguir escuchando esto. No soy perfecto, yo lo sé, mi ex novia lo sabe (supongo que por eso me termino), incluso todo el mundo lo sabe. No existe la perfección. E igual que ella tiene sus imperfectos, yo tengo los míos. Y ella lo tiene que saber. Cansado de escuchar solo tonterías, la bese. Ella parecía sorprendida al principio, ya que se esperaba esta acción más de su parte que de la mía. Soltó un suave gemido antes de comenzar a seguirme el beso. Sus manos corrieron hacia mis mejillas y las mías se colocaron sobre sus caderas. Había algo en este beso que me era muy diferente al anterior, ella temblaba, como si estuviera indefensa. Y eso me gusto, ya que normalmente es la que tiene más seguridad de los dos. Nos separamos por la falta de oxígeno. Apoye mi frente sobre la suya. Nuestras respiraciones eran irregulares.
-Hey- susurró –Solo yo te puedo besar sin que te lo esperes.
-Diría que lo siento, pero en realidad no lo hago.
Sus mejillas se sonrojaron.
-Bueno, yo creo que…- se calló y frunció el ceño. Su vista estaba posada sobre mi hombro –Oh, mierda- maldijo.
-¿Qué?
-Jackson- murmuró con nerviosismo. Ahora yo fruncí el ceño.
-¿Quién?
-El hermano mayor de Marifer- me miro a los ojos –Esta aquí y por su cara, dudo que se nos una a la fiesta.
-Entonces… ¿Eso qué quiere decir?- pregunte, confundido.
La música se detuvo.
-¡Los quiero a todos fuera de mi casa, ahora!- se escuchó un grito desde el interior de la casa.
-Eso- ella dijo mientras hacia una mueca –Oh, matará a Mafer. Lo siento, Liam, pero tendrás que irte. Una vez que se vayan todos, esto se pondrá feo, muy feo.
-Dudo que las mate a todas ustedes por esto.
Se rio.
-No, pero nos pondrá a limpiar y yo no pienso dejar que me veas limpiando baños igual que Cenicienta. Así que, hasta la vista- dijo mientras me empujaba hacia mi auto.
-¿Qué? ¿No hay beso de despedida?
Rodo los ojos de juego y se acercó para darme un corto beso.
Narra Zayn:
-_____, ya llegamos- le avisé, apagando el motor de mi auto.
Su frente se separa de la ventanilla del copiloto y se gira para poder mirarme. Parece confundida.
-No… ¿Por qué me trajiste aquí?- se quejó, recargándose en el asiento y cruzándose de brazos de manera infantil.
Sonreí sin poder evitarlo. Me encanta cuando se comporta como niña.
-Porque ya es tarde y parece como si te fueras a caer en cualquier momento.
Me miro, indignada.
-¿Disculpa? Yo puedo aguantar tanto alcohol como el que yo quiera. Soy fuerte, ¿lo olvidas?- pregunto, arrastrando la palabras. Parece hacer su mayor esfuerzo para mantener sus ojos abiertos.
-Sí, seguro que si- dije en forma de burla mientras me salía del auto y me acercaba a su lado para abrirle la puerta.
-____... –
O se esta haciendo la dormida o enserio está muy ebria. Suspiré. Maldita sea, es la última vez que bebe de esta manera. ¿Qué habría pasado si no hubiera llegado a tiempo? ¿Hubiera sido capaz de besar a ese tal Ashton? ¿Hubiera sido capaz de engañarme? El sentimiento de ira se hace cargo de tensar cada uno de mis músculos. Jamás en mi vida me había sentido tan celoso o con la necesidad de marcar mi territorio. _____ es muy inocente como para darse cuenta de la manera en la que ese idiota la miraba. Él quería besarla, yo lo sé. Lo que parece un simple juego entre amigos para ella, es como un maldito infierno para mí. Ella no aceptara alejarse de él tan fácilmente, es muy testadura como para escucharme. Tan solo desearía que se frecuentaran lo menos posible.
_____ se remueve en el asiento. Ladea su cabeza y la mitad de su rostro queda oculto entre su hombro izquierdo y su cabello. Sus labios se entreabren.
<<Es tan hermosa>>
Hace un adorable movimiento con su nariz y su rostro se ilumina con una sonrisa sin llegar a mostrar sus dientes. Suspira con aire de enamorada y eso llama mi atención por completo.
¿Ella esta…
Murmura algo inentendible y poco después de eso su ceño se frunce.
-¿Zayn?- murmura sin llegar a abrir los ojos, lo cual es una gran diferencia a los míos, los cuales se abren como platos. ¿Ella está soñando conmigo? –No… basta. Por favor- ¿Qué diablos está soñando? Su cuerpo se comienza a mover con lo que parece ser desesperación y sus pequeñas manos van directo al cinturón de seguridad, tirando de el hacia adelante y haciendo muecas al sentirlo regresar a su cuerpo –Basta… me duele- se queja con voz temblorosa.
Y entonces, reacciono. Me apresuro a desabrochar el cinturón de seguridad y su rostro se ve reflejado con algo de alivio. Mis manos van directo a sus hombros y la sacudo con suavidad con la intención de despertarla.
-_____... despierta- susurró. Sus pestañas se comienzan a mover y, a los segundos, sus ojos me observan, confundidos -¿Estas bi…
Corto mis palabras al sentir sus manos correr hacia mis mejillas. Sus pulgares dan suaves masajes sobre mis pómulos. Parpadea.
-Eres Zayn- susurra, convencida.
Trato de ocultar mi confusión con una risita nerviosa.
-Si- respondí –Si mal lo recuerdo, ese fue el nombre que me pusieron mis padres.
Menea la cabeza y sonríe.
-Lo siento… por un momento te confundí con… con alguien más- balbucea, adormilada.
¿Qué no estaba soñando conmigo? ¿Y si solo me llamaba? Y si fue así, ¿con quién soñaba en realidad? Fruncí el ceño.
-¿Con quién?- pregunté. Ella se mordió el labio inferior.
-Nadie- contestó –Nadie que importe ahora- murmuró.
Suspire con cansancio. Hacer que hable será más difícil si se encuentra ebria.
-De acuerdo, me lo contaras mañana, ¿si?- dije mientras la comenzaba a cargar.
No me sorprendió el que estuviera muy liviana. De hecho, me asusta. Cuando la conocí, pensé que era del tipo de chica que vive con dietas estrictas, pero con el paso de los días y las visitas que hacia el repartidor de pizza a su casa, me di cuenta de que no come sano o a la hora correspondida. Durante toda esta semana me ha ofrecido pizza congelada o emparedados de jamón y queso, y eso solo porque no tenía suficiente leche para preparar algo más fácil como un cereal. Y eso me preocupa, sobretodo porque es parte del equipo de animadoras y no dudo que todas ellas tengan esa loca idea de no comer para verse bien en sus pequeños uniformes. Por suerte, ____ no es como ellas, sino no le seria para nada difícil dejar de comer. Me pregunto si incluso sus padres están enterados de su forma de vida. A ____ le molesta que los vean como los padres malos, pero esta forma de vida no los hace parecer como los buenos. Ni si quiera están aquí en estos momentos que su hija está más ebria que Homero Simpson.
-Hey- bostezó –Puedo caminar yo sola- murmuró con voz cansada, acomodando su mejilla en mi pecho y colgando sus brazos en mi cuello. Sonreí.
-Sí, seguro que sí.
Con mucho gusto de mi parte y varias quejas de la suya, logre abrir la puerta de su casa con la llave que guardaba en el bolsillo trasero de sus jeans ajustados. Subí las escaleras con extremo cuidado y llegue, finalmente, a su habitación, esta se encontraba con la luz apagada, así que decidí llevarla directamente a donde vi su cama la última vez que entre. Pero, a pocos pasos de esta, me tropecé con algo en el suelo y caí en la cama… sobre _____. Gimió suavemente como quejido.
-Ouch- susurró –Pesas mucho más de lo que pensaba… Dios, no respiro- exageró, ya que yo ya me encontraba apoyando mi peso sobre mis antebrazos.
-¿Ah, sí? Pues tú no eres una ligera pluma- bromee.
Rápidamente, me acomodaba mejor, quedando a horcadas sobre ella. Su rostro estaba a pocos centímetros del mío. Desee que la luz estuviera encendida para de ese modo poder ver su hermoso rostro.
-Idiota- murmuró y me dio un golpe en el pecho -Por Dios, es enserio. Quítate, sufro de claustrofobia- dijo con algo de nerviosismo, e incluso hizo respiraciones rápidas para demostrar su punto. Levante una ceja.
-¿Es cierto eso o solo no me quieres cerca?- pregunté, divertido.
-Uhm… ambas- balbuceó.
Sonreí en la penumbra.
-Bien, bien. Me quitaré- anuncié.
-Aleluya.
-Pero, primero tendrás que besarme- hubo un largo silencio de su parte -¿Sigues viva?- bromee.
-No- contestó.
-De acuerdo, si no qui…- fui interrumpido por sus labios.
Fue un beso tan dulce como ella. Sus manos se colocaron sobre mis hombros y me arrastraron, suavemente, lo más cerca posible de ella. Siempre exponía algo con cada beso, algo parecido a sus emociones. La primera vez que nos besamos, en Halloween, se mostró apasionada. Después, en esta misma casa, hace dos días, parecía temerosa. Esta vez, me entregaba en este beso todo su cariño, mucho más del que yo podría soportar. Ella no estaba lejos de quererme con toda esa pasión que yo no podría llegar a merecerme jamás. Ella se merece algo mejor, yo lo sé. Soy egoísta por dejar que esto entre nosotros se vuelva más serio… pero es que no me puedo resistir en el momento en el que sus ojos marrones me observan como si fuera la persona más especial para ella. No puedo negar que me gusta. Maldita sea, por supuesto que me gusta, mucho más de lo que debería. Pero esto… nosotros… no podría ser. Esto no duraría más de algunos meses, yo lo sé. Mierda, lo sabía incluso desde el maldito momento en el que me acerque a ella. Pero no me importo. Y ella me odiara, yo sé que lo hará. Me odiara por lo que haré, pero no pienso desaprovechar ningún segundo hasta el momento en el que me vea obligado a terminar con esto, para siempre.
Me separe de ella. No podía seguir besándola. No si sabía que rompería la promesa que hace solo dos días me hizo jurar. No si me seguía entregando todo ese cariño. No si mi corazón latiría mas rápido de lo que yo mismo podría controlar. Simplemente, no podía. Deje caer, con suavidad, mi frente sobre la suya.
-Creo… creo que te quiero- susurró.
La mire, atónito. Agradecí a que no hubiera luz.
<<No. No puedo hacer esto>>
Me levante de un salto y camine hacia la entrada de su habitación, buscando el interruptor. Resulta que me quería alejar de su cuerpo, pero no de ella en su totalidad. Lo sé, soy un desgraciado por hacerle esto, pero si le contesto con la verdad, jamás seré capas de separarme de ella.
-De acuerdo, ya tenemos luz- avisé.
Desde su cama, ____ se encontraba apoyada de sus antebrazos, mirándome con algo de confusión. Me quede ahí, parado como un idiota, esperando por alguna reacción de su parte. Bostezo y se acostó por completo.
<<Mierda, estuvo cerca>>
-¿_____?- le llame.
No contestó y yo suspire con algo de alivio. Pase mi vista por su habitación, la cual no había logrado ver con más detenimiento en mi última visita. Es sencilla, pero moderna. Fije mi atención en una pizarra de corcho que se encontraba colgada arriba de su escritorio. Me acerque más. Al parecer, contenía fotos, parecían estar por orden de fecha. También había boletos de varios conciertos, de vuelos, de autobuses y hasta del cine. Comenzaba con una foto vieja de una bebe con días de nacida, envuelta en una manta rosa con dibujos de fresitas. No tuve que pensar mucho para saber que se trataba de _____. En otra, parece tener dos años edad y está usando unos enormes lentes con forma de corazones, a un lado suyo se encuentra una niña más grande de cabello castaño, las dos tienen el mismo vestido rosa. Se parece mucho a _____, supongo que es su hermana mayor. Más adelante, con más años de edad, hay una foto en donde cruza su brazo junto con el de otra niña de cabello rubio y enormes ojos azules, a ella la identifique como a Valeria. Ambas sonríen a la cámara. Y así como esas, había muchas más fotos. Momentos que ella inmortalizó de su vida. En unas toca la guitarra. En otras sale con sus amigos de esta noche. Incluso hay algunas de fiestas en su pre-adolescencia, ella usaba demasiada ropa obscura en ese entonces. Hay fotos en donde ya luce de su edad actual, junto con sus amigas. En algunas están en restaurantes y en otras en la playa de la ciudad. La que más me gusto fue una foto que se tomó ella misma en la playa. El sol se esconde detrás de su silueta, haciéndola parecer como un hermoso ángel. Su dulce sonrisa adorna su bello rostro con mejillas sonrojadas y ojos vivos y alegres. Me hace querer sonreír como ella.
<<¿Qué voy a hacer contigo, _____?>>
Entonces, me arrepiento de haberla puesto en tan difícil situación. No quiero lastimarla, pero tampoco me puedo alejar de ella ahora. Niego con la cabeza, deseando, o más bien suplicando, que jamás me llegue a poner en esta pizarra.
No merezco ser parte de su vida.
<+>
HOLA, SIENTO NO HABER SUBIDO. ESTABA CASTIGADA Y NO PODIA USAR NINGUN DISPOSITIVO CON INTERNET. FUE HORRIBLE. En fin, aquí está el capítulo. Ah, y una cosa. Hice un INSTAGRAM para mis novelas, es: @_mirandawf_ . Y también le puse un personaje a rayita. Es *redoble de tambores* …… ¡Leighton Meester! Espero que les guste este personaje para rayita, yo la amoadoro con toda mi alma. Si no les gusta pues ni modo. Ella es la rayita oficial de mi novela, y así aparecerá en la fotos de instagram. A un lado les dejo la foto.
BYOOO LAS AMOADORO :*