El sueño de una Romeista

Od dariaromeista

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Disfruta de esta historia de amor entre Romeo Santos y una mujer pequeña, regordeta y muy propensa a los prob... Více

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Epilogo

Capítulo 12

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Od dariaromeista

–Tienes que hablar con ella... No le has dicho nada ¿No? –dijo Maricel.

–Iba a hacerlo mañana... desde Chile.

–¿Vas a huir? ¿Cuántos años tienes?

–Si eres una pesada. ¡Ella es dos veces tú! Ni loca me dejara hacer esto, por eso no le hable, después de todo estoy con Anthony desde hace tres días. ¿Con tres días y me voy a vivir con él y en otro país? ¿Qué crees que dirá?

–También tengo mis dudas pero veo cómo te mira, es muy parecido a como lo hace Adrián y realmente quiero confiar en él. De todas maneras es nuestro ídolo ¿no?

–Si tienes dudas... ¿Qué crees que pasara con ella?

–Debes hablarle, antes de irte.

–¿Con quién tienes que hablar? –dijo Anthony desde la puerta muy intrigado de ver que su florecita no quería saber nada de llamarla a ella. Si fuera un él ahí sí estaría realmente cabreado.

–Con mi mamá, todavía no le conté nada y mucho menos de que me voy del país.

No lo miraba y revisaba sus bolsas, evidentemente no buscando nada solo evitando mirarlo.

–¿Qué pasa Maricel? Dímelo ya que tu hermana no quiere, la verdad me re había olvidado de su madre. Si vive acá podríamos ir a verla.

–No, vive en el interior, no le gusta mucho salir, nos armó mucho escándalo cuando nos mudamos acá, en especial a Florencia.

–No entiendo, tenemos la misma edad y nunca le di una queja –Flor evidentemente estaba dolida con su madre.

–¿Por qué no quieres hablarle? ¿Cuál es el problema?

–Si tuvieras una hija y un cantante muy famoso se la quiere llevar a otro país tan solo luego de conocerlo por tres días... ¿Qué harías? ¿Y más siendo como es Flor?

–¿Tan malo es ser yo? ¿Qué? ¿Tengo algún defecto? Solo ser gorda, patosa y pequeñita pero no creo que sea el gran problema –dijo totalmente apática.

–¡Florencia! No te quiero escuchar hablar así de ti misma, no estas gorda... ¡Estas rica! Si eres un poco patosita pero eso es hasta... ¡Lindo! Y pequeñita ya sabes lo que me gusta, así que cambia esa cara y no quiero escuchar referirte así de ti misma –le dijo un Anthony muy enojado.

Era la primera vez que no le respondió y tampoco lo miró.

–Vete Maricel, déjame hablar un momento con ella por favor.

Maricel se fue del cuarto.

–Habla conmigo. ¿Qué te dije de los secretos o de que omitas algo? ¿No dijimos que nos diríamos todo?

Todavía no lo miraba.

Bajo su voz y le hablo en su oído.

–Voy a castigarte si sigues así, cuando todos se vayan, no entrare en ti, no te besaré ni siquiera te abrazaré en esa cama y tampoco dejaré que me huelas. ¿Entendiste?

Ahora si lo miró.

–¡No te atreverías, sufrirías igual que yo! –le dijo horrorizada.

¡Ah! Su florecita era tan inocente, tan honesta con sus sentimientos, a veces pensaba que usaba mucho su cuerpito, pero estaba tan necesitada de él como él de ella. Realmente lo amaba. Y él a ella.

–Lo haré aunque me duela, ahora habla.

Lo miró como si la hubiera traicionado pero no aflojo nada.

–Todos me tratan igual, o sea ¿Saben que tengo 26 años no? Mi mamá es peor. Dice que soy una boba y una confiada y que cualquiera puede hacerme cualquier cosa porque soy tan boba como para no darme cuenta. ¡Dice que soy hermosa y que todos los hombres andan atrás de mí más que de Maricel! ¡Esta re loca! ¡Ni el perro me mira! ¡26 años y ni un triste amigo con derecho tuve nunca! Si no fuera por Maricel y Adrián no bailaba nunca en ese boliche. Lo tuyo me parece tan increíble que hasta ahora no entiendo que me ves, pero bueno, Juan dijo que para gusto colores y que a otros le puede parecer feo a otro le gusta, debe ser tu caso, la verdad no me explico. Pero bueno mi mamá siempre me dice lo mismo que soy una confiada y que Maricel debe cuidarme porque sino termino violada o con 7 hijos. ¡Que se yo! ¿Te imaginas lo que dirá cuando sepa que me voy con vos? ¡Hará un escándalo! ¡Obvio que me prohibirá que me vaya contigo!

­–Escúchame bien lo que te digo, en este caso me importa una mierda lo que diga tu mamá, lo siento pero soy egoísta, eres mía, iras donde vaya, no te dejare ni si tu mamá te lo prohíbe, lo siento pero si no me quiere me da igual, eres mía florecita, solo mía... ¡Y estarás siempre conmigo! ¿Me oyes? ¿Entiendes lo que digo? –la tenía tan apretada contra él que ella estaba muy caliente.

¡Oh dios! Su florecita ya lo miraba así otra vez, no se podía poner un poco celoso o posesivo que su niña estaba que volaba por él. ¡Le encantaba!

–No dije que te iba a dejar, solo que ella no estaría de acuerdo, es solo una conversación que no quiero tener. Pero lo prometimos... ¡Nunca separarnos! Lo cumpliré no te preocupes.

Se puso de punta de pie y lo atrajo hacia ella y busco su boca y lo beso apasionadamente.

–¿Florecita, qué te dije de tentarme cuando tenemos compañía? ¿No te dije que no me iba a importar nada y te tomaría igual?

–¡Que te dije, es mi karma por sobreprotegerla! ¡La vez que los veo están así! ¡Si mamá ve esto la mata!

–¡Aishhh! ¡Ahí está mi grano! ¡Eso no extrañare! ¡Eso seguro!

–Me da igual, hay que seguir con las cosas Anthony para luego quedarnos tranquilos. Por favor será que les podes pedir a Kevin y Kostner que consigan unas valijas para ella, hay que guardar su ropa. ¿Cómo manejas el tema de tu ropa? ¿Tienes personal que hace eso por ti? Porque si es así deberías contratar a alguien que haga eso por ella también. Y si no estoy sí o si tu estilista y vestuarista deben arreglarla cuando salga. Debes ver eso porque ella ni idea tendrá.

–¿Saben que estoy acá no? Hablan de mí como una inútil. ¿Realmente creen que soy una inútil cierto? –agarró su celular y fue al baño. –No me molesten, evidentemente tampoco me necesitan acá así que arreglen ustedes las cosas.

Y se metió al baño.

***

–Hola mamá.

–¡Hola hija! ¡Hace mucho que no me hablabas! ¿Pasó algo? ¿Por qué es raro que me llames y no tu hermana?

–Si la verdad que si pasó algo. Te quería avisar que voy a viajar fuera del país, voy a varios países primero pero definitivamente ya no viviré más en Argentina, sino en Nueva York en Estados Unidos. También quería decirte que conseguí novio y con él me mudo fuera del país. ¡Ah y el novio que tengo es solo de hace tres días y es Romeo Santos el cantante!

–¡Ja ja! Como broma es muy buena hija, ahora dime realmente que pasó.

–Eso es lo que pasó mamá y no es broma. Solo quería avisarte ya que mañana viajo a Chile y luego a Perú ya que esta en medio de una gira, seguramente luego volveremos e iré a verte pero me es imposible ir a verte y despedirme ahora.

­–¿Es una puta broma? ¿Estás loca? ¿Qué es lo que te pasa? ¿Qué te he dicho siempre? ¿Lo conoces hace tres días y te mudas con él a otro país? ¿Se te zafó un tornillo? Además un cantante como él no crees que tiene muchas mujeres... ¿Qué va a pasar cuando se canse de ti? ¿Te vas a quedar sola en un país extranjero? ¡Piensa una vez en tu vida! Tu hermana no puede estar cuidándote toda la vida, ya te dije que no debes ser tan confiada...

Ella cortó el teléfono. Se lo quedó mirando, si eso había salido bien, siempre era así, todos eran de esa forma con ella. ¿Era tan defectuosa? El celular empezó a sonar, por supuesto era su mamá. No le atendió, salió del baño. Puso su celular en la mesita y ni miró a Anthony ni a Maricel, solo salió de la habitación.

–Juan, Gustavo. ¡Vámonos! –se dio medio vuelta y salió de la habitación, si la seguían bien sino se iba sola.

Por supuesto escuchó que corrían tras ella no sea que algo le pase.

Cuando subieron al ascensor salió Anthony, lo miró y le gritó:

­–¡Ya vuelvo no te preocupes!

–Florecita vuelve acá –pero el ascensor ya se fue.

Juan y Gustavo la miraban, nunca la habían visto tan callada.

–¿Dónde está la camioneta? Vamos ahí por favor.

–Si señorita.

Cuando llegaron por supuesto Juan la ayudó a subir ya que era tan inútil que no podía ni subir a una puta camioneta.

Siempre la cuidaban tanto todos en su vida... ¡Ahora hasta tenía niñeros particulares! Realmente le gustaba que la cuidaran, se sentía especial por eso nunca antes se había quejado. ¿Será que hacía mal en dejarlos cuidarla?

–¿Dónde vamos señorita? ­–dijo Juan que siempre iba a su lado, para seguir cuidándola.

–Solo conduzcan. ¡Vamos a dar vueltas por ahí!

–Está bien señorita –dijo Gustavo.

Se descalzó y subió sus piernas y se las abrazó. No supo cuando empezó a llorar. Su vida siempre había sido buena, no creía que daba tantos problemas y en especial a su hermana. ¿Debía cambiar su carácter? ¿Era tan malo ser ella? ¿Arruinaba la vida de su hermana? Cuando Maricel consiguió novio pensó en mudarse o que Maricel se mudara con Adrián, pero Maricel no quiso, seguramente porque no la quería dejar sola y lo había permitido porque realmente no quería quedar sola. Era evidente que se había equivocado.

Escuchó que sonó el celular de Juan.

–Si lo atiendes me bajaré de esta camioneta y me iré sola por ahí. ¡Ustedes Eligen!

–¿Qué es lo que pasa Flor? -le dijo Juan.

–Lo mismo de siempre que ha pasado en mi vida, siempre me han cuidado todos y entre nos siempre me gustó, me hacía sentir querida, tenía tan poco en mi vida, sin padres, solo tenía a la mamá de Maricel y Maricel y me gustaba que me mimaran, no me molestaba que me sobreprotegieran. Nunca creí que les molestara en especial a Maricel, es evidente que si era una molestia. Todos me protegen porque creen que soy una idiota sin cerebro, que no sabe discernir con 26 años que está bien y que no, solo les dejaba hacer, no tenía a nadie. ¿Para qué molestar por algo que a mí no me importaba? Hice mal, debí hacer mi vida, separarme cuando crecí y dejar que tuvieran sus vidas pero a mi favor no sabía que molestaba a Maricel. Por un lado ahora ya dejare de molestarla y también a Adrián que seguramente también estará cansado de mí. ¡Hasta se rompió un brazo y costillas por mí! Si realmente descansaran de mí. Por otro lado, ahora tengo que molestarlos a ustedes y a Anthony. Ni siquiera puedo subir a una camioneta o caminar mucho o salir al sol, soy un cumulo de problemas. Debería haber muerto con mis padres y dejar de molestar.

–¡Florencia! ¡Ya te pasas! ¡Nunca quiero escuchar que digas una barbaridad así! –dijo Juan

–Flor realmente a veces dices cosas que concuerdo con Juan deberíamos poder nalguearte como hace el jefe.

–Es la verdad... ¡Solo soy una molestia para todo el mundo!

–Te dijimos que no queríamos pasar el límite contigo porque cuando pasan estas cosa nosotros queremos intervenir cuando no nos corresponde. Voy a decirte lo que opino. No eres una molestia para tu hermana y mucho menos para Adrián. ¿Sabes por qué? Porque te aman, cuando amas a una persona no te molesta protegerla, lo haces de corazón, no estás pensando pero que pesada esta que la tengo que cuidar, instintivamente ya la cuidas a veces sin siquiera notarlo. Muchas veces podemos salir lastimados cuidándote, pero no debe pesar en tu corazón, porque lo hacemos porque te queremos. Lo mismo pasa con el señor Anthony, todo lo hace porque te quiere. ¿Si le pasa algo qué harías? Ponte en su lugar. ¿No harías lo mismo por él o por Maricel o por Adrián? No creo ni por un segundo que para Maricel hayas sido una carga, veo cómo te adora, como ese gigante se derrite por ti. ¿Qué pasó esta tarde cuando te enojaste con nosotros? Te dejó abrazarlo esconderte en su pecho como si fueras de él y que hizo tu hermana, nada te lo dejó porque te ama, otra se podría poner celosa que tocas a su novio, pero ni una vez te hizo notar eso. ¿Por qué es eso? Porque te aman, tanto él como todos nosotros. Creo que deberías pensar mejor en que decir, porque si le dices algo así a ellos como desvalorizando lo que hacen por ti eso si los lastimara.

Lo miró como siempre tan honesta iba a abrazarlo pero se frenó, era evidente que sufría por no poder expresar su cariño, era así.

–Está bien, ven. Solo no le digas nada al jefe o se enojara –salió del cinturón y lo abrazó y se quedó así. Él acariciaba su cabello y ella se quedó dormida en su brazos llorando.

–Está dormida Gustavo. ¿Volvemos?

–Si es lo mejor. El jefe esta que vuela.

–¿Le mandaste mensaje?

–Si le dije que no podíamos contestar el teléfono le explique todo. Me dijo que nos quedáramos con ella no más.

Juan acarició su cabeza. –Es demasiado sensible, realmente no sé qué va a hacer el jefe con ella. Es... es...

–Es especial, si ya lo sabemos. Mira como duerme acurrucada por vos. Si el jefe se entera te mata. Juan deberías despegarte un poco de ella.

–¿Que querías que haga? Sus ojitos me pueden cuando me pide abrazos, es demasiado cariñosa, esta tan acostumbrada al gigante. ¡Y es evidente que eso lo aprendió de él! ¿No viste como lo abrazó hoy? ¡Sentada totalmente en su regazo, echando a su novia, escondida en su pecho! Pidiéndole que la abrace y la contenga solo un ratito, porque hasta ella sabe que eso no es normal, lo sabe Gustavo, solo que no lo puede evitar y no lo hace con malos pensamientos tampoco. ¡Hasta Maricel le deja hacerlo!

–¡Realmente lo adora! Pero ahora sabemos porque. ¿Sabías lo de sus padres? ¡Creí que Maricel era su verdadera hermana! Con razón la trata tan amorosamente, por eso la cuida tanto y por eso ella es tan pegota. Esta sola en el mundo. ¡Ya no hay vuelta atrás con esto, debemos cuidarla lo mejor que podamos!

***

–¿Qué le dijiste que mamá? ¿Te has vuelto loca? ¿Por qué le dijiste que me molesta?

­–No le dije que te molesta.

–Es lo mismo, le dijiste que tengo que estar cuidándola porque ella no sabe hacerlo. ¡Eso es como decirle que es una molestia!

–No me podes decir que pensas que está haciendo lo correcto ahora. ¡Irse con un desconocido a otro país! ¡Es una locura! ¡No es de una persona sensata!

­–Mamá lo ama hace años, yo lo sé, tú lo sabes. ¡Todos los saben! ¿Crees por un segundo que dejaría al amor de su vida si se le apareciera? ¿Lo harías tú? Realmente a veces te pasas. Mira hablaremos más tarde sobre esto, pero realmente en vez de apoyarla o por lo menos hablarle bien, le has retado como si fuera una criatura. ¡No una persona de 26 años! ¡No es una niña! También me preocupo pero en algún momento tenemos que dejar de protegerla. ¡Es como es por nuestra culpa! ¿Y ahora la retamos por eso? Además suponte que mañana Anthony la deja, simple, usa su tarjeta que tiene, ya que trabaja y tiene su dinero y se toma un avión de vuelta. ¡Y listo! ¿Qué tanto drama? ¡No es como si se fuera sin un centavo!

–Es mi hija, si no me preocupo yo... ¿Quién? ¿Con que cara miro a mi amiga en el cielo cuando muera si no la cuido bien?

–Luego hablaremos bien, pero deberías pensarlo bien antes de hablar con ella de nuevo. ¡No será realmente feliz si está peleada contigo! Nos hablamos mamá. Te quiero.

–También te quiero hija.

–Dame eso –le dijo Anthony. –Dámelo voy a hablar con ella.

–Pero Anthony...

–¡Dámelo! ¡Buenas tardes señora! Soy Anthony Santos, el novio de su hija. Sé que no me conoce pero le aseguro que la cuidare con mi vida, nada le pasara a mi cuidado y le juro por mi madre que si llegamos a tener alguna desavenencia yo mismo la enviare en mi avión y la traeré a su casa, no tiene que andar sola en ningún momento. Se lo prometo. Dudo mucho que pase esto porque aunque la conozco solo hace tres días es como si la conociera de siempre, será difícil y tendremos problemas lo sé, porque mi vida es caótica. Como le dije a su hija no tengo el tiempo para un noviazgo normal, si no viene conmigo no podremos estar juntos. Sé que deja muchas cosas por mí y solo por eso la amo más que a mi vida. Cuando tenga un tiempo volveremos y me presentare como se debe, ahora me es imposible por falta de tiempo. Pero cuando termine mi gira volveremos antes de ir definitivamente a Nueva York. Se lo prometo. Pero lastimosamente vivo ahí ya que es imposible para mí vivir en otro lado por el tema de mi carrera. Pero como le dije la cuidare con mi vida y si se cómo es su hija de delicada, ya su hija Maricel me ha dado todos los tips para cuidarla.

–Pareces un buen hombre, no te conozco pero confiare en ti, por favor me la cuidas mucho porque es muy delicada.

–No se preocupe señora. ¡La cuidare mucho! Nos estamos viendo.

–¡Que te vaya bien hijo y cuídate también!

Anthony le paso el celular a Maricel.

–Bueno mamá hablamos después.

–Parece un buen chico.

–Lo es mamá, quiero confiar en él. ¡Si no me daba confianza ni loca la dejaba ir! Creo que la hará feliz. Te hablo más tarde. Besitos.

Colgó, miro a Anthony y lo abrazó.

–¡Eres un genio! ¡Estuviste de 10! ¡Por algo eres mi ídolo! ¡Te camelaste a mi mamá en tres minutos! ¡Eres un maestro de la seducción! ¡Hasta por teléfono!

Lo lleno de besos.

–No solo te la sobas a Flor... ¿Ahora también a mi novia? ¡No te puedo quitar la vista un momento Romeoooo! –dijo Adrián enojado.

–¡Así es mi vida, que quieres que haga! Además eres el menos indicado en hablar por lo menos no me la siento en mi regazo... ¡Y la toco toda!

–¡Que no la toque toda solo le frotaba la espalda por contención!

–¡Lo mismo hago yo así que no te quejes!

Maricel los miraba muy sonriente.

En eso entraron Juan y Gustavo, su florecita estaba atrás de ellos con vergüenza de mirarlo.

–Ven acá Florencia.

Se veía como si fuera al matadero.

–Déjennos por favor un rato, debo hablar con mi mujercita.

Todos salieron en procesión.

–¡Me abandonaste de nuevo! –le dijo acosándola

–¡No te deje! Te dije que volvería, solo salí a tomar aire, lo necesitaba –lo dijo muy contrita mirando para otro lado.

–Mentira, huiste y me dejaste, además que me desobedeciste yéndote por ahí, voy a castigarte por eso te lo advierto. ¡Voy a azotar tu trasero, no podrás sentarte por una semana! ¡Realmente haces que me preocupe por ti un montón! ¡Me vas a volver loco! Debes aprender a confiar en mí, en apoyarte en mí, en pedirme que te defienda de cualquiera, siempre lo hare, siempre estaré de tu lado, nunca te dejare sola, eres mía para cuidarte, mimarte, darte todo lo que yo quiera. Cuando todos se vayan abrirás esos hermosos muslos que tienes para mí y me darás ese coñito hermoso, lo usare toda la puta noche, te tendré que llevar dormida mañana a mi avión de tanto penetrarte y violarte toda la noche. Te castigare duro mi cielo. ¿Me entiendes?

Por supuesto lo dijo así para que lo mirara de esa forma, deseándolo, lo volvía loco de amor y pasión. Era de él de tantas maneras, se amoldaban tan bien. Era como le dijo a su mamá ¡Era como si se conocieran de hace años! La quería tanto que solo la idea de no tenerla le dolía tanto como una herida. Si, lo hacía feliz pero también era su debilidad, por lo que daría todo. No creía en el amor a primera vista, pero era evidente que se había equivocado, porque amaba a su florecita como nunca antes había querido a nadie. ¡Si su vida cambiaria!

–Vámonos o te tomare ahora y dios me perdone no me importara nada que escuchen. ¡Y más cuando me miras así!

Le agarró de la mano y se la llevo afuera.

–Juan, Gustavo, vayan a buscar valijas para sus cosas, llamen a Laila y a algunos ayudantes, que vengan acá debo arreglar algunas cosas con ellos.

–Sí señor –ambos fueron a buscar las cosas.

–Flor no me di cuenta con todo lo que ha pasado y preguntarte si tienes pasaporte, sin eso será imposible viajar a Estados Unidos.

–No tengo –dijo muy preocupada.

–¡No te hagas drama Anthony! Puede viajar contigo a Chile y a Perú sin problemas, cuando vengas otra vez por acá, te tendré listo su pasaporte. En mi estudio hay muchos clientes que me pueden conseguir un pasaporte muy rápido. Y ya se los pedí, me imagine que lo necesitaría, lo tendrán pero recién para la semana que viene, como sé que todavía no vas a Estados Unidos no hay problema –dijo Maricel.

–Gracias, si eso servirá bien.

Entro Laila con los guardias y unas chicas del hotel,

–Laila perdón que te moleste, con todo lo que paso no hablamos sobre el viaje de Flor. Vamos a sentarnos, esto será largo –todos fueron a la sala.

–Viajara con nosotros de ahora en adelante, eso ya lo sabes, quiero que se atienda todas sus cosas personales igual que las mías. Siempre dormirá conmigo así que organiza para que siempre este todo bien dispuesto para esto. No tiene pasaporte pero Maricel lo conseguirá para el miércoles. Vamos a Chile y Perú, según Maricel puede entrar sin problema solo con su identificación, pero tendremos que volver. Lo haremos ni bien se termine la gira, vendremos de incógnito así que nadie debe saber, debo conocer a mi suegra así que iremos a su casa por unos días, luego volveremos a Estados Unidos, tendrás que arreglar su papeles igual que los míos para que pueda viajar a todos lados conmigo. Dile a mi vestuarista y estilista que cuando lo solicite deberán atenderla también, que cuando tengamos algo juntos deben pensar en los dos no solo en mí. Viajará con nosotros así que ahora es una persona más y quiero que cuentes con todas las cosas para sus viajes y estadías conmigo, eso quiere decir que los hoteles todos deben ser con estacionamientos privados, para que entre sin problemas. Ahora diles que acomoden toda nuestra ropa y díganle que nos dejen ya las ropas que usaremos mañana para viajar, lo mismo el estilista, debe trabajar con ella también ya que viajaremos juntos, que le elijan la ropa a su gusto, sin tacos ni nada de eso, ya sabes cómo le gusta vestir y que usar, da esas instrucciones. Debes conseguirle un celular nuevo ya que tiene que poder comunicarse con su familia este donde este y ellos con ella. Por favor como dije piensa en todo lo que pueda necesitar, no quiero que le falte nada.

El la miró y vio que su florecita esta toda coloradita y casi al punto de las lágrimas.

–¿Qué pasa mi cielo? ¿Algo no te gusta?

Como siempre era tan honesta, tan cariñosa, saltó a su regazo y lo beso profundamente, ahí delante de todo el mundo.

–¡Te amo Anthony Santos! ¡Siempre serás mi Romeo!

Se ruborizó un poco y Maricel puso los ojos en blanco, Adrián se reía bajito todos estaban sorprendidos. Él no, ella era así.

–Aunque me gustó mucho lo que dijiste... ¿A qué se debe mi amor?

–Piensas en todo, en todo lo que necesito, me cuidas y me mimas, te quiero mucho –ahora lo abrazó y hundió su rostro en su cuello oliéndolo.

¡Otra vez pensó que había mucha gente en su suite!

Le dijo en el oído: –¡Mas tarde te daré tu premio! –y se ruborizó hasta las orejas.

Si iba ser unas horas largas hasta que se vayan todos. ¡Y más pensando en ese premio!

–Bueno ya que ellos organizaran todo... ¿Qué les parece si nosotros miramos más películas?

–¡Noooo! –gritaron todos.

–¡Que aguafiestas son!

Laila se levantó. –Me voy a organizar todo, cualquier cosa te aviso. Tengo muchas cosas que organizar antes de que viajemos. Podrías venir un ratito Anthony, debo hablar contigo en privado.

Se levantó y fue con ella a su habitación.

–¿Qué pasa?

–Mira no sé cómo decirte esto pero te das cuenta... ¿Que si te compaña todos se enteraran? No es como con tus otras novias, que solo viajaban de vez en cuando o solo en vacaciones de incógnito, etc. Esto es constante, es decir que constantemente la verán, además está en tu cuarto, no en otro y bueno una camarera y botones, etc., alguien puede hablar. No será ahora creo, tampoco puedo asegurarte pero en la próxima gira que tengas si saltara todo, viajamos a muchos lugares es imposible ocultarlo más. No si quieres seguir ocultándolo.

–No me importa Laila, esto no la dejare, me es imposible seguir viajando sin ella, ya no me importa nada, si lo descubren que así sea, no admitiremos nada y que se cree todo el rumor que sea, no me importa más.

–¡Cómo has cambiado! Esperaba que dijeras eso, realmente lo esperaba, la niña lo merece y creo que en poco tiempo el bachatero más famoso, pasara por el civil, nunca te vi así, me alegro mucho por ti.

–Estoy perdido ya lo asumí, no me importa nada ni siquiera mi música como su felicidad, su seguridad, su amor, estoy perdido por una niña regordeta, propensa a los problemas, una fanática y nada interesada en la moda, es mi karma.

–¿Qué crees que dirá tu familia?

–¿Quién no la adora? Se hará querer como se hizo querer ahora.

–¿Has pensado en Sofía?

Se envaro. –No, la verdad no. Pero que tiene que decir, fue la que se fue, la que se cansó.

–Anthony estuviste 5 años con ella y nunca ni siquiera asumiste nada, solo hubo fotos de ustedes y ni así pasó nada. En su posición hubiera hecho lo mismo. No era Mirian. Pero Anthony ¿Te das cuenta que no la amabas? ¿Era solo comodidad? Si fuera amor, luego de tantos años hubieras formalizado. Con Flor en tres días y no te importa nada. No es ni una pizca igual. Pero cuando se entere de que la llevas por todos lados creo que no se quedara quieta. La escondías, ni siquiera dormías con ella, o sea me entiendes, dormías con ella pero tenían dos habitaciones separadas, siempre pensé que tenías una relación rara. Y más después de tantos años. Además está eso de que es muy amiga de tu hermana, espero que Flor no tenga problemas ahí también.

–Nos separamos hace mucho, ya son como 3 años, que no somos pareja, he estado con Mirian y sabía y nunca hizo problemas, no entiendo porque ahora debería hacer algún problema.

–Porque Mirian no es Flor, hay una gran diferencia, no era algo serio. Flor es otra cosa.

–Tienes razón a mí no me importa nada más que Flor, no me interesa que sea amiga de mi hermana, ya no es nada mío, solo Flor, todo lo demás no existe más para mí. Y todos ustedes deben tomarlo así también y manejarse de esa manera, acá solo importa Flor, es la jefa de ustedes tanto como yo. Nada más importa. Y tampoco me interesa sinceramente. Si mi hermana me jode mucho se tendrá que mudar y listo. No me voy a hacer ningún problema. Nadie puede hacerla sentir mal, si alguien la hace llorar se las verá conmigo, ya sea mi familia o cualquier persona.

–Una aliada será tu mamá, nunca quiso a Sofía.

­–Decía que Sofía no era para mí. Que solo le interesaba mi dinero. Mmm... Nunca la vi así pero bueno las madres son raras.

–Bueno ya no te molesto más, iré a ver que todo esté en orden y los asistentes vendrán a guardar todo, saldremos mañana muy temprano, a las 6 de la mañana. Por favor estén listos.

–Ok nos vemos entonces. Cualquier cosa me avisas, fíjate si podes conseguirle el celular a Flor, ya que no quiero que quede incomunicada con su familia.

–Si ahora iré a ver eso. Nos vemos.

Salieron los dos. Los asistentes entraron a guardar todo. Anthony se dirigió al salón de nuevo.

–Bueno creo que deberíamos pedir una cena temprana ya que debemos viajar muy temprano mañana.

–¿A qué hora salimos Anthony? –dijo Flor.

–A las 6 de la mañana.

–¡Queeee! ¡Por dios ni canta el gallo todavía! No prometo viajar despierta.

Anthony sonrió y vio que Maricel cruzaba los brazos y lo miraba... ¿Con pena? Adrián igual.

–¿Qué? ¡Hablen ahora!

–Esta es más difícil de levantar que nada en el mundo, si salís a las 6... ¡Debes despertarla a las 5!

–¿A las 5? Ni loca, vete Anthony y luego tomo otro avión y te sigo después –dijo flor muy enfurruñada y sacándole la lengua.

Si su florecita nunca sería fácil, siempre le daría problemas.

–Amor deberás aprender, mi vida siempre es así.

–Maricel creo que vuelvo con ustedes. ¡Anthony suerte en tu gira! –dijo muy seria y haciendo ademán de levantarse.

–¡Trata de huir y veras los que pasa! Te puedo asegurar que ni tus guardias te ayudaran en esto. Eres nuestra, ya no te dejaran escapar.

Miró hacia los chicos y ambos le dijeron no.

–¡Traidores! Bueno no prometo estar de muy buen humor, solo lo comento para que luego no digan... ¡Flor es una perra!

Adrián y Maricel se rieron.

–Dice la verdad, no está mintiendo ni bromeando –dijo Maricel. –¿Flor estás bien? Ya hablando en serio. Hermana si necesitas hablar o si me necesitas llamas y voy a verte, estés en donde estés ¿sí?

–Que no soy una niña, además tengo a Anthony, a los chicos y Laila, ellos me ayudaran, Anthony lo prometió.

–Así me gusta mi gordita bella. ¡Mucho ánimo! ¡Ya verás que pronto te acostumbraras! ¡Bueno cenemos que tengo hambre!

***

La despedida con su hermana y Adrián fue muy difícil, no lloro en ningún momento y fue muy fuerte, solo cuando el gigante la abrazó decayó un poco, en especial cuando la levantó como una niña y la abrazó.

–Siempre eres tan fuerte, creo que sacaste músculos levantándome a mi todas esas veces ya que soy bastante pesada –dijo en broma para aligerar un poco el ambiente, su hermana lloraba, era la primera vez que veía a Maricel muy triste.

–Te voy a extrañar ­­–dijo Adrián. ¿Eran lágrimas eso que veía?

­­–¡Yo también y mucho! –lo abrazó muy fuerte y le dio un beso.

La bajo, Maricel la abrazó de nuevo y la lleno de besos y se despidieron.

Anthony estaba tan sorprendido como los chicos ya que estaba muy tranquila. Los saludo por última vez y cerró la puerta. Entonces se dio vuelta y la vieron, sus ojos estaban llenos de lágrimas y lloraba un montón. ¡Salió corriendo hacia la habitación y se arrojó en la cama y lloró como una niña! Anthony no sabía qué hacer, solo la acariciaba, luego ese levantó y se sentó en su regazo, siguió llorando pero ya menos y a menudo solo lo olía.

¡Dios su niña era una caja de sorpresas!

–Has aguantado un montón, creí que ibas a llorar mucho cuando te despidieras.

–Si lo hacía Adrián y Maricel iban a quedar muy preocupados, en especial Maricel, ya sabes como es.

Ahora acariciaba su pelo. Cuando hablo lo dijo en un tono muy triste:

–Es la única vez que te preguntaré, aunque me rompas el corazón, lo preguntaré, será una oportunidad que tendrás. ¿Estás segura Florencia de vivir conmigo como mi mujer? ¿De seguirme a todos lados? ¿Aunque tengas que levantarte a las 5 de la mañana? Te lo dije antes mi vida es difícil por decirlo muy suavemente. Y te seré sincero, soy egoísta, no te dejare en casa, cuando viaje iras conmigo, no iré a ningún lado sin ti. ¡Viajo muchísimo! Gran parte del año cuando estoy en promoción o giras. Luego tendremos meses muy tranquilos pero también meses muy cansadores. ¿Estas segura?

–Sí, lo estoy. Estoy enamorada de ti hace años ¿Crees que te dejaré ahora que te atrapé? Hasta que te canses de mí no me separare en ningún momento, lo que si no prometo tener el mejor humor cuando nos levantemos... ¡Tan temprano!­ –dijo abrazándolo muy fuerte.

–¡Siempre me haces reír! ¡Nunca me cansare de ti, eso te lo aseguro!

La puso en la cama y se levantó, fue hacia la puerta y habló con sus guardias:

–Pueden irse y preparar todo para mañana, debemos descansar también. Mañana vengan a las 5 y deben ayudar a Flor en todo, veremos cómo lo maneja.

–Sí señor, nos vemos mañana –salieron ambos de la suite.

Anthony volvió a la habitación y se sentó en la cama.

–Estarán siempre contigo. Cuando no este, no quiero que salgas ni a la escalera sola. ¿Me entendiste? A ningún lado. No fraternizaras con nadie desconocido, no sabes las cosas que hacen los fanáticos con persona cercanas a mí. Desconfía de todas las personas nuevas, en especial de las mujeres. ¡Son muy creativas Flor! ¿Sabes cuantas veces las encontré en mi cama? Bueno por lo menos estarás acá ahora y eso ya no pasara ya que estarás con tus guardias. Pero incluso algunas no están bien de la cabeza, así que tienes que tener mucho cuidado, en especial nadie, pero nadie, debe saber que eres mi mujer. ¿Entendiste? Esto es muy importante ya que asegura tu seguridad. Estoy pensando en decir que eres alguna prima o algo así, entonces estas segura porque eres familia y también porque no eres mi mujer y podes viajar conmigo siempre. Solo si es muy necesario, trata de disimular por ejemplo con los botones o las camareras, no hables con ellos de nada de nosotros, porque siempre están buscando noticias mías.

–¡Guau! ¡Eres más importante que el presidente! Bueno tendré cuidado, primero que nada ya sabes que no salgo mucho, solo trabajare cuando no estés, lo bueno de mi trabajo es que lo puedo hacer en cualquier lugar. Así que salir casi nada para mí, cuando no trabajo miro pelis o series, así que nuevamente mi entretenimiento es dentro de casa. Maricel dijo que ahora que tengo novio rico -puso los ojos en blanco- debo salir y gastar dinero, si eso no va a pasar tampoco, lo que si voy a hacer es conocer lugares, cuando vayamos a algún lugar interesante y tenga tiempo por supuesto y no estés, porque si estas no me importa así estuviéramos en algún país exótico, me quedaré contigo. Como te dije antes a mí no me importa el encierro, más me va costar viajar.

­–Creo que nos llevaremos bien florecita.

–Yo también.

–Voy a bañarme y luego nos acostamos. ¿Te parece?

Se levantó rápido y fue hacia el baño quitándose la ropa por el camino. –¡Yo primero!

Él sonrió, se empezó a quitar la ropa también y entro detrás de ella que ya estaba lavándose su pelo.

–¡Mi mujer siempre dice que hay que ahorrar agua!

–Por supuesto ven que te bañare.

Termino de enjuagarse el cabello y agarró la esponja y empezó a enjabonarlo todo. ¡Dios su manos sobre su cuerpo lo estaba excitando mucho! Además que lo enjabono completo, su cuello, espalda, pecho, piernas, estomago. ¡Iba a explotar! Pero no lo tocaba en la parte más importante.

–Bueno ahora debes enjuagarte –dijo ella maliciosamente.

–Creo que te falto un lugar.

–¿Si? ¿Cuál?

Agarro su mano y lo puso sobre su miembro, gimió al sentir su tacto, empezó a frotarlo suavemente. ¡Cómo le gustaba! Lo puso bajo la ducha y lo enjuago, volviendo a tocarlo otra vez por todas partes, solo que esta vez sí lo toco, suavemente, empezó a besarlo por todos lados, arrodillándose y metiéndolo en su boca.

–¡Flor no! Estoy en mi límite.

–Si acabas Anthony, me enojare.

Y lo ataco de veras, chupaba con ganas, saboreándolo, gozando con su miembro en su boca, estaba por explotar, quiso tocarla y no lo dejo.

–¡Dios me vas a matar! Déjame tocarte por lo menos, me estas matando, terminare en tu boca si sigues así. ¿Eso quieres? ¡Lo hare no me importara nada! –agarro su cabeza e hizo que lo hiciera más rápido.

–¡Me vuelves loco! Voy a darte lo que quieres florecita, nuevamente serás mía ¡Me tendrás dentro tuyo como tanto te gusta! –termino profundamente en su boca, enloquecido de placer mirando como la boquita de su florecita estaba roja, lo miraba con sus ojos brillosos llenos de deseo. La levanto y la apoyo contra la pared y se enterró en ella, salvaje como siempre, seguía tan duro como si no hubiera terminado. Bombeaba como loco dentro de ella y le decía cosas muy sucias.

- ¿Te gusta mi cielo? ¿Te gusta que te lo de así? ¡No te imaginas como me aprietas! ¡Estás tan húmeda y caliente! ¡Me estas matando de nuevo! Esta noche te tomare de nuevo rudo como te gusta.

La penetraba muy duro y la besaba desesperadamente mientras ella lo abrazada y acariciaba su espalda.

Gritó su nombre y término muy profundo en ella y así quedaron por unos segundos, abrazado con ella acariciando su espalda.

La bajo y no podía mantener muy bien el equilibrio, la sostuvo, la metió bajo el agua y la limpio. Metió sus dedos en su rajita y gimió.

–¡Dios florecita! ¡Estás muy sensible! Solo te limpiare un poco.

La saco de la ducha la envolvió en toallas y la llevo a la cama, la acostó así. Se secó rápidamente y empezó a secar su cabello, luego empezó a secar su cuerpo, abriendo su toalla y viendo su cuerpo denudo, la seco y cuando paso cerca de su sexo gimió.

–¡Dios me vas a matar!

La abrió y empezó a chupar, lamer su rajita, gemía mucho y él se volvía loco. Lo hacía cada vez más rápido, chupaba su botoncito con locura, hasta que la escucho gritar de nuevo. La dio vuelta y la puso en cuatro.

–¡Lo siento mi florecita! Te dije antes, hoy te usare mucho –la penetro suavemente ya que estaba muy sensible. Empezó a bombear despacio.

–¡Anthony me vas a matar! ¡Es demasiado!

–Eres mi mujer, este es mi cuerpo, hare uso de el. ¡Que suerte que te pusiste ese implante porque en este momento estarías re preñada de mí!

–¡Anthony!

–Si vieras lo que yo, estoy por explotar, siempre mojada y caliente para mí ­–ahora si ya la penetraba muy fuerte como siempre. Estaba enloquecido de placer, lo sentía por su florecita pero más lento era imposible, cuando la escucho gritar acabo profundamente en ella, acostado sobre ella, enterrado en ella.

–¡Te amo mi cielo! ¡Me haces feliz! –y así se durmieron.

Anthony la despertó varias veces en la noche. Como le había dicho antes, la uso mucho de nuevo.

***

Vinieron a despertarlo a las 5. Flor nunca se enteró, se levantó, se dio un baño rápido y se vistió. Despertó a Flor, no le daba ni la hora.

–¡Flor levántate! Ya es hora de que nos levantemos. ¡Debes bañarte!

–¡Déjame! ¡Eres un bruto no voy a poder caminar bien hoy! ¡Déjame en paz!

La levanto de la cama y se la llevo a la ducha, la baño con la manguera y se dejó como una muñeca y a menudo se recostaba por él. Su remera estaba húmeda debería cambiarse de nuevo. No lavó su cabello. La saco de la ducha y la llevo envuelta en una toalla.

Cuando entro al dormitorio estaban los guardias de ella.

–Jefe ya están por llegar su vestuarista, esta mojado.

–Pásenme sus ropas. ¡Esta que no se despierta! Flor despierta por favor, debes vestirte.

–¿Vestirme?

Estaba totalmente adormilada. Tenía la culpa por no dejarla dormir, estaba acostumbrado a trasnochar.

–Pásenme sus ropas, van ayudarme pero el que mire lo mato, cierren los ojos –saco su toalla. –Levanta tu pierna debo ponerte tus bragas. ¡Flor por el amor de dios despierta! Juan agárrala, si miras te mato, agarrala con la toalla, no toques su piel.

El pobre no sabía cómo agarrarla. Levantó su piernas y casi se cayó, Juan la mantuvo derecha. –Pásame el vestido. ¡Gracias a dios que es con brasier incorporado porque no sé cómo se lo podríamos!

Se abrazó a él solo en bragas.

–¡Te amo Anthony! ¡Hagamos el amor otra vez!

–¡Flor por el amor de dios despierta!

¡Como lo encendía! ¡Hasta dormida lo deseaba!

–Jefe, envuélvala en la toalla –dijo Gustavo

Gustavo la agarró y la llevó al baño, agarró el agua de la pileta y la mojo en el rostro y cuello.

–¡Ayyy! –Gustavo la mojo otra vez.

–¡Déjame! ¿Quieres ahogarme?

­­–¿Ya se despertó?

­–¡Eres un bruto! –se tambaleo un poco, la mojo de nuevo.

–¡Te dije que dejes de mojarme!

­–Bien creo que se despertó.

Camino un poco chueca, era evidente que estaba un poco rozada, Anthony se ruborizó.

­­–¡Son una panda de brutos! ¡Tú, casi no puedo caminar! ¡Eres un abusón! ¡Tenías que hacérmelo tan duro! ¡Me duele todo! ¡Bruto! –se dio vuelta mirando a Gustavo muy enojada. –¿Y tenías que ahogarme?

Se sentó en la cama e hizo una mueca.

­–¡Juro por dios que no me tocaras por una semana! ¿Entiendes?

–¡Flor que están los chicos!

–¡Flor mis narices! Me tomaste delante de ellos en la escalera, así que ahora no te hagas como que no saben. ¡Dame el maldito vestido! ­–trato de levantarse e hizo otro gesto de dolor. ––¡Malditos hombres, son todos iguales, por dios que antes de ayer era virgen, bruto, sátiro, pervertido! ¿No puedes hacerlo más suave? ¿Teníamos que hacerlo tantas veces? ¡Todos los hombres son perros! ¡No miren! –se puso el vestido. –Anthony ayúdame con el cierre. Juan pásame mis sandalias. ¿Estamos en horario? Anthony cámbiate tu remera.

Se puso las sandalias. Se levantó y camino despacio hasta su neceser, busco su cremas y se las puso en las piernas y brazos y en donde podía que no tuviera ropa. Empezó a cepillar su pelo.

Hoy si necesitare que tu estilista haga algo con mi pelo, ya que anoche lo dejamos secar sin cepillarlo –lo miraba mal otra vez.

Anthony miraba su florecita muy enojada, sí que se levantaba de mal talante, estaba adolorida, pero cuando quería bajar la intensidad le pedía más y ahora convenientemente se olvidaba de eso. ¡Lo hacía quedar como un pervertido!

Estaba tan linda con su cabello todo esponjado, si supiera lo bonita que se veía, estaba toda coloradita, sus labios estaban hinchados de tanto que los había besado y tenía rozadas de su barba por todo el cuello y en sus pechos. Lo había visto antes de ponerse el vestido. ¡La deseaba otra vez! ¡Estaba loco!

–¡Oh por dios! Deja de mirarme así Anthony Santos... ¡Me vas a matar! ¡Aleja tus garrotas de mi entiendes!

¡Anthony se ruborizó cuando sus guardias lo miraron! ¡Tenía la culpa por ser tan hermosa!

Se acercó a ella, la abrazó –Eres mía, mi mujer, te tomare cuando quiera, en donde quiera. ¡Cuantas veces quiera!

–¡Ja! Como si no lo supiera ¡Mi cuerpo lo puede atestiguar! –entonces como siempre, lo sorprendía. Le rodeo el cuello con su brazos y le dio un beso arrollador. –¡Yo también te amo! ¡Lo que sí creo que no podré caminar muy bien! ¡Todos se darán cuenta!

–Jefe, además creo que... que... se tendría que poner algún ¿Saquito? ¿Alguna pañoleta?

–¿Con este calor? ¿Y para que eso?

Los tres se veían ruborizados.

–¿Qué?

Camino como pudo hasta el espejo, tenía un mal presentimiento. ¡Oh por dios! Estaba toda marcada por todos lados, en su pechos en su cuello. ¡Hasta tenía un mordisco en su hombro!

–Bueno si ahora no te acusan de maltrato de persona... ¡No sé cuándo!

Nuevamente lo sorprendió, lo miró y sonrió:

–¿Tanto te gusto que me dejaste todas estas marcas? ¿Te gusta que las lleve verdad? ¿Di la verdad? ¡Me marcaste! ¡Y mi boca parece que me puse colágeno! –camino rengueando hasta la cama. –Todos lo notaran ¿Qué haremos?

Anthony estaba tan avergonzado. –¡Lo siento! Anoche me extralimite un poco, pero a mi favor, ¡Estabas tan linda! ¡Y nunca te quejaste!

–¿Qué mujer se quejaría? ¡No soy tonta! Hay que aprovechar cuando se pueda. ¡Maricel me enseño muy bien!

–Ya está todo embalado, solo queda una chaqueta suya jefe.

–Dámela me pondré esto, de todos modos tendrás que llevarme Anthony, no creo que pueda caminar. ¡Qué vergüenza! ¡Todos lo notaran!

–Me importa una mierda, eres mi mujer. ¡Al que no le guste que no te mire!

Entro su vestuarista y estilista.

–Arregla su cabello primero. No quiero que se lo recojas, siempre que lo use suelto, es demasiado bonito para recogérselo.

–Terminare de cambiarme. Vamos, tráiganme un café. ¿Flor quieres algo?

–No gracias no tengo hambre.

La peinaron con una trenzas para retirar el cabello de su cara pero se lo dejaron suelto, estaba hermosa, ya la estaba mirando con deseo otra vez, puso los ojos en blanco pero le tiró un beso.

Se puso su saco.

–¿Juan tienes todas sus cosas?

–Sí señor, celular, cargador, identificación, pañuelitos y su pastilla para las alergias, creo que no nos olvidamos nada.

–¡Son peores que Maricel!

–¡Vamos! –la levantó y se la llevo así hasta la camioneta. Ya en ella Flor se sentó en su regazo no en el asiento.

–Flor deberías sentarte y abrocharte el cinturón.

–No quiero­ –se recostó por él y se quedó dormida. Estaba muy cansada.

Se fueron al aeropuerto, bajaron de la camioneta y subieron al avión, nunca se despertó. Solo iba abrazada a él y enterrando su nariz en su cuello o pecho.

Laila lo miró y él alzo sus hombros. –Está muy cansada.

–¿Por qué será? –lo miraba maliciosamente. –¡Oh por dios, esta toda marcada! Debes controlarte un poco Anthony o la vas a matar.

–Es mi mujer, le hare el amor las veces que quiera.

–Está bien playboy. ¡Ojala pueda caminar bien y no la dejes lisiada! –se largó a reír.

Subieron al avión y así comenzó la nueva vida de Anthony, con su mujer dormida en sus brazos, abrazada a él y oliéndolo, una nueva vida con una niña mujer regordeta, propensa a los problemas... ¡Y nada preocupada por la moda!

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