-Eres un idiota. Eres un jodido perro estúpido e impulsivo que no puede dejar el puto rabo entre las patas.- le insulto Stiles llorando, mientras le golpeaba el hombro y la manada reía por detras- a la siguiente que me hagas esto, duermes en el sofá.
-Todos menos el sofá.- rogó con los ojos bien abiertos, recordando sus frías noches en el sofá por hacer enfadar a Stiles. Era estúpido, porque tenía su propia cama, pero su novio era capaz de ponerle polvo de aconito en la esta mientras dormía.
-Dormiras en el lo que te quede de vida. O talvez lo considere y te mande a la alfombra.
-¡Pero la alfombra es muy dura!
-Dura va a ser la chancla con la que te voy a dar a la próxima que arriesgues así tú vida.- exclamó enfadado, regalandolo como una esposa celosa.
Liam río tapándose la boca con las manos, como un niño.
-Se mamo.- soltó a carcajadas.
-¡TE VAS A MAMAR CUANDO TE MANDE A LA CASA PARA PERROS!- le grito Stiles girando el cuello como el exorcista para fulminarlo con la mirada.
Liam lo miro con los ojos bien abiertos y se escondio detrás de Scott, gimoteando como un cachorro.
Érika miró a Hayden confundida.
-¿Seguro que él no es el pasivo?
-Muy seguro.- refunfuño Liam, cubriendoce con Scott.
-Tu cállate, pasiva.
-Callate tu, rubia oxigenada.
-Enano.
-Culona.
-Bebito.
-Llorona.
-¿¡YO LLORONA!? ¡TU FUISTE EL QUE LLORO HORAS DESPUES DE LEER CREPUSCULO!
-¡ES MEJOR QUE LLORAR POR HUSH HUSH!
Boyd escucho como Stiles y Érika soltaban un gemido de indignación y casi se pone a llorar. Nunca debes insultar Hush Hush con ellos presentes. NUNCA.
-¡CON MI NOVELA NO TE METES SARNOSO!- gritaron los dos, rojos de furia.
-¿Pueden comportarse como personas decentes?- pregunto Scott poniendoce entre medio, rodando los ojos.
-Vino el señorito decensia a darnos la charla.- dijo Érika con sarcasmo, ganándose una mirada fulminante.
-Erika, Liam ya basta, no es momento de...- pero el monólogo del Alfa fue interrumpido cuando su novia le apretó el brazo, mientras miraba a su izquierda con una sonrisa enternecida.
Todo quedó en completo silencio ante la escena.
Stiles estaba sollozando bajito, casi inaudible, mientras Isaac le sostenía las mejillas, prometiéndole que estaba bien y que no tenía nada porque que preocuparse. Rápidamente el castaño hundió su rostro en el cuello de su novio, asintiendo con la cabeza y recibiendo caricias en el pelo.
-Creo que deberíamos dejarlos solos.- murmuró Hayden en voz baja, mientras tomaba la mano de Liam.
La rubia le piso un pie y recibió una patada en la pierna, iniciando una pelea que terminó fuera de la habitación.
-Te estaba hablando de verdad. Nunca vuelvas a hacerme eso.-le susurro Stiles separandoce, sentándose en el borde de la cama y mirándolo con preocupación.- ¿tienes conciencia de cuan cerca estuviste de morir? ¿en que pensabas al ir tras el solo?
-Nos estuvo aterrorizando durante meses, Stiles. Manipuló a Derek, lastimó a Liam, te vio...- la frase se le corto al ver los ojos vidriosos de el castaño- nos ha hecho la vida imposible y estoy harto. Solo quiero que todo acabe. Quiero poder cerrar los ojos y saber que estamos asalvo. Que estás asalvo.- admitió, apoyando su mano sobre su mejilla, acariciando el pomulo con su pulgar. Stiles cerró los ojos ante su palma, inclinándose ante su contacto.
-Haremos que todo esto acabe, pero todos juntos Isaac. Si vamos a enfrentarlos, lo haremos como una manada, ¿de acuerdo?- le dijo tomando su otra mano- ¿tienes idea de cómo estaríamos si hubieses muerto ahi? Estaríamos destrozado, Isaac.
-Lose, y lo siento. Los preocupe como el demonio y se que eso era lo último que necesitaban.- admitió con pena, pero los ojos le brillaron- pero estuve muy cerca, Stiles. Casi acabo con el, cuando me recupere mis fuerzas aumentarán.
-¿Como un Saiyajin?
-Exacto.- río despeinadole el cabello, haciendolo sonreir- con la ayuda de todos podemos vencerlos. Yo lo sé.
-¿Pero cuál será el precio?-murmuro mirándolo a los ojos, con la voz temblorosa.- Siempre hay un precio que pagar, Isaac.
Pero él no contesto. No supo que decir.
(...) Recomiendo ir casando los pañuelos.
-Si ves que la cosa se torna fea, toma a Lydia y váyanse de aquí, ¿de acuerdo?
-Sabes que ninguno de los dos hará eso.- le dijo Stiles, mientras cargaba su arma.
Su padre al fin se había dignado en ensañarle a usar una. Que milagro.
-No te separes de ninguno de nosotros, ¿de acuerdo? Siempre mantente cerca.
-No soy un niño, Isaac.- se quejo.
-Me di cuenta.- dijo tragando saliva, viendo el arma.
Stiles rodó los ojos y se acercó a él, abrazandolo con todo el amor del mundo.
-Te amo.- murmuró rodeándolo por el torax, besándole el hombro.
-Te amo.- repitió, apretándolo aun más contra el.
Sentía que de alguna forma estaban despidiéndoce, y no sabía porque.
Isaac le tomo de las mejillas al separarce y preciono sus labios contra los de Stiles, en un beso cálido. Lo único que podría reconfortarlos en estos momentos. El castaño tuvo que inclinar la cabeza hacia arriba, y apoyo sus manos sobre sus brazos, acariciándolos.
-Cuidate mucho.- murmuró el ojimiel, mientras sus frentes estaban pegadas y sus narices se rozaban.
-Tu también, Bambi.
(...)
-¿Podremos nosotros solos contra ellos?- pregunto Scott con preocupación, mientras rodeaba a Liam con su brazo por los hombros, pegándolo a él. El Beta parecía un cachorrito asustado.
Isaac sonrio, mostrando una perfecta ilera de dientes.
-¿Que estás tramando?- le pregunto Stiles cauteloso, el conocía aquella sonrisa.
-Puedes que haya llamado algunos refuerzos.
-¿Pensaste que iba a dejar sola a la manada de mí hermanito?- pregunto Camdem, quién había vuelto de su viaje de trabajo, junto a ciertos Betas muy conocidos para ellos.
-¡¿Jackson?!- exclamó Lydia sorprendida al máximo, y más cuando lo vio de la mano con Ethan.
-¿Ethan?- pregunto Erika sin poder creerlo.
-Faltamos nosotras, perras.- exclamó Cassie abriendo los brazos y haciendo un pequeño baile junto a Max, que rodo los ojos.
-¿Cassie? ¿Max?- pregunto Stiles con una sonrisa.
-Los mismos.- respondió el sonriendo.
-¿Tu los llamaste?- pregunto Boyd sorprendido, sonriendo con impresión.
-Si.- admitió Jackson mirandolo- yo le dije que si alguna vez necesitaba ayuda, que nos llamará. Y además, creo que ya era hora de volver a Beacon Hills.- sonrió levemente.
Stiles se acercó a Camdem abrazándolo y este lo levantó del suelo, atrayendo a su hermano al abrazo y estrujandolos a ambos.
-Cuanto han crecido.- dramátizo fingiendo llorar.
-Solo paso un mes, Cam.- se quejo Isaac, tratando de salir de los besos que su hermano estaba dejando por su rostro.
Stiles reía mientras Cassie y Max se unían.
-Creo que ya es hora.- murmuró Scott.
-Insertar música dramática.- murmuró Liam tomando la mano de Hayden y apretándola.- te quiero, preciosa.
-Y yo a ti, Li.- murmuró, temblorosa.
Estaban en patio de una fábrica abandonada, era como un campo al aire libre de pelea y había una que otra máquina sin uso por ahí, pero era perfecto.
-Veo que han llegado temprano.- hablo Jack, caminando a paso tranquilo con su manada detrás.
Nadie respondió.
Camdem lo vio de arriba a bajo con la mandíbula tensa. Isaac les había contado todo lo que había hecho. Daba asco de solo escuchar su nombre.
-Puedes llegar tarde todo lo que quieras, pero morirás esta noche Jack.- gruño Scott mostrando sus preciosos ojos rubí.
-No me hagas reír.- dijo sin gracia, con una sonrisa de suficiencia.- cuando todo esto acabe, nos llevaremos al Beta más pequeño y a Stiles. Tengo buenos planes para ellos.- dijo mirando a Liam y al castaño.
-No les tocaras un pelo.- rugió Boyd poniendo enfrente de ellos junto a Isaac.
-Dime eso cuando estés muerto en el suelo.
Luego del rugido de Érika, la pelea comenzó.
Lydia peleaba con sus potentes gritos, mandado fuertes ondas sonoras y aturdiendo a los Betas con Parrish cubriéndole las espaldas.
Jackson y Ethan trabajan juntos, uno golpeaba y el otro lo acababa.
Camdem luchaba con una elegancia propia y eficaz, derribando todo a su paso.
Cassie y Max peleaban como un perfecto dueto mientras la rubia de enfocaba en proteger a su hermano a toda costa.
Érika estaba junto a Boyd, Liam y Hayden, quienes estaban hechos furia.
Scott luchaba junto a Kira y Stiles. El último disparaba, cargaba el arma y volvía a disparar. Kira le protegía las espaldas a ambos.
Y Isaac luchaba contra Jack. Puño a puño, sin ayuda está vez, solo con sus propias manos y defensas.
-¿Derek?
Escucho como la voz de Stiles pronunciaba aquellas palabras como un susurro.
Todo paro.
El castaño levantó el arma con los ojos aguados y apunto al Beta que tenía al moreno con las garras en su garganta.
-Sueltalo.- gruño sacándole el seguro.
Derek estaba golpeado y apenas podía mantenerse de pie. Pero nunca dejo de sonreír.
-Hazlo, Baely.- pronunció Jack.
-¡No!
Pero fue demaciado tarde.
Las garras del chico ya se había clavado en el pecho del moreno, perforando la piel y tocando su corazón.
-¡DEREEEK!
Stiles junto con Boyd y Érika corrieron y el castaño derrapó a su lado, recostandolo sobre sus brazos.
-Oh por dios, Derek. Escúchame. Vas a estar bien, ¿de acuerdo? Vas a estar bien. No es nada.- le dijo mientras intentaba cerrar la herida.
Pero era tarde.
-No.- le dijo tomando su mano con suavidad- no voy a curar, ya no puedo.- murmuró y sus ojos destellaron en azules y su verde natural repetidasveces.
-Vas a ponerte bien.- lloro Stiles apretando su mano.
Derek negó.
-Solo...solo quiero una última cosa.- murmuró y la sangre comenzo a deslizar por su barbilla.
-Lo que sea. Dímelo.
-Que me perdones.- pidió mirándolo a los ojos, con las lágrimas callendo por sus mejillas con libertad.- Perdoname por todo lo que te hice, por lo que les hice. Lo lamento muchísimo.
-Te perdono.- lloro asintiendo efusivamente- te perdono, te perdono, te perdono.
-Dile a Cora...dile que ella es mí unica princesa...dile cua-cuanto la quiero.- musitó respirando con dificultad.
-Te prometo que se lo dire. Te lo prometo, Derek.- asintió con la voz rota.
Derek le sonrio, mostrando sus comicos dientes de conejo por última vez, y poco a poco sus ojos fueron perdiendo su brillo y su corazón comenzó a latir cada vez menos.
Entonces se dejó ir.
Derek había muerto.
-No, no Derek, ¿Derek? Despierta.- lloro Érika meciéndose el brazo y llevo la frente a su pecho.- lo siento, siento tanto no haber confiado en ti- sollozo a gritos- porfavor, despierta, Derek. ¡NO PUEDES MORIRTE! ¡NO!
-Erika.- murmuró Boyd tomándola por los hombros con suavidad.
-¡No!- grito apartandolo- murió pensando que lo odiabamos. El no merecía esto, el no hizo nada, no no no. ¡DEREEEK!
-¡Vas a pagar por esto!- le grito Stiles inundando en el llanto, mirando a Jack con rabia pura.
Se levantó con todo el odio del mundo, y tiro su arma al suelo, sacando una navaja inundada con aconito y serval.
-Te irás al infierno.- gruño acercandoce a paso rápido.
Y nadie pudo hacer nada. Nadie llegó a tiempo.
-¡STILES NO!- grito Scott corriendo hacia el pero fue muy tarde.
Cuando estuvo apunto de apuñalar al lobo, este había sacado un cuchillo y lo había apuñalado justo en la boca del estómago.
Perdió todo el aire y jadeo.
Lo siguiente fue escuchar un rugido que hizo temblar todo Beacon Hills. Quién lo produjo envío todas las ondas sonoras contra la manada de Jack, haciendo que sus orejas comenzarán a sangrar al igual que sus ojos. Pocos minutos después habían caído muertos.
¿Y Jack? Ahora se encontraba en el suelo ahogándose con su sangre ante un zarpazo dado en su yugular por el Beta impulsivo, novio del humano.
Segundos después, dejo de respirar.
-¿Stiles?- pregunto con la voz entrecortada.
Y quizo morir. De verdad que quizo morir.
Lo vio. Lo vio en los brazos de su mejor amigo con una puñalada en su estómago, rodeado por su familia.
-No no no.- murmuró con los ojos muy abiertos derrapando a su lado, tomándolo en brazos.
Scott sollozaba como un niño pequeño, sin sabes que hacer.
-Te vas a poner bien. Te vas a poner bien.- aseguró mirando a Lydia- ¡Llama a un hospital! ¡Ahora!
-No.- murmuró Stiles muy bajito, comenzando a perder color.- Será en vano, no llegarán a tiempo.
-No vas a morirte, Stiles.- dijo entre dientes, comenzando a llorar.- no vas a dejarme ahora. No cuando teníamos miles de planes por delante.- le tomo la mano y grito desesperado- ¡¿POR QUE NO PUEDO QUITAR EL DOLOR!?
Stiles le tomo la mejilla con suavidad, y la sangre comenzó a caer por su barbilla.
-Porque no duele.- murmuró mirándolo a los ojos.
-No, porfavor...- murmuró sollozando, pegándolo a él.
Miro a la manda suplicante, pero no podían hacer nada, la sangre no dejaba de salir y ya no quedaba tiempo.
-Esta bien, está bien.-, murmuró tragando saliva con dificultad, intentando sonreir- estoy en tus brazos, estoy donde siempre quise estar.
-No está bien.- sollozo- ¡no está bien! ¡se suponía que luego de todos esto estaríamos bien! ¡que podríamos comprar nuestro propio departamento y tener lo que habíamos planeado! que unos cuantos años yo te pidiera matrimonio y tendríamos la mejor boda de todas.
-No llores.- murmuró con dificultad, secandole las lagrimas- odio verte llorar...
-Entonces no te vallas.
-Te amo. Te amo, Isaac. Te amo muchísimo.- jadeo apretando su mano, perdiendo la fuerza.
-Yo también te amo- lloro besándole la frente, y su cuerpo estaba tan frio...- eres la persona que más ame en todo el mundo y nunca va a cambiar.
Stiles le acarició la mejilla y seco sus lágrimas con un amor puro, un amor que no iba a volver a tener.
-Dile a mí padre.- murmuró y miró a Scott- deben decirle cuánto lo quiero, tienen que cuidarlo por mí.
-Lo haremos.- le prometió Scott sollozando, con la cabeza agacha casi gritando.
Miro a la manada con una sonrisa preciosa y los ojos brillantes, y sintió como poco a poco se dejaba ir.
-Todo está bien, ricitos. Todo está bien.- murmuró.
Sus ojos comenzaron a perder aquel brillo tan característico que podría hacerte mirarlos por horas.
Sus latidos fueron cada vez más lentos.
Y sus párpados calleron.
Entonces su corazón dejo de latir.
Y se dejó ir.
Y ellos supieron que lo había perdido.
Estoy llorando y no hay más que decir. Matenme, merezco la muerte.