Yerik
Rusia - dos semanas antes.
Todo se derrumba, no hay salida, en definitiva moriré. He perdido al director de vista, entre los escombros de su oficina. Corro por los pasillos y no logro esquivar un pedazo de techo que cae sobre mi cabeza. Siento la sangre de mi frente, derramarse por todo mi rostro y aún aturdido cruzo una puerta que da a un jardín, pero caigo al suelo por el gran golpe producido por aquel escombro.
Mi mano siente el pasto en la yema de los dedos y aprieto la tierra intentando pararme, pero me es imposible, puedo notar que el dorso también está cubierto de sangre. Veo unos zapatos masculinos en frente de mí y levanto la vista lo más que pueda.
—Artur... ¿Vólkov? —digo reconociendo al hombre corrupto.
Creí que estaba en la Argentina.
Levanta un disquete que reconozco enseguida. El archivo de Proyecto A. Él sonríe tranquilamente.
—¿Sabes? Esto vale mucho dinero, pero he oído que tú vales más. Que coincidencia, tengo dos compradores de información, uno en Inglaterra y otro en Estados Unidos.
—¿Qué dices? —expreso aún aturdido.
—Me encargaré primero de Proyecto A, la mafia inglesa querrá soldados sumamente entrenados y cuando regrese, la CIA podrá recuperar lo que le fue robado ¿Qué le parece a Proyecto C? Parece un buen plan, volveré después, sobrevive mientras tanto —Se da la vuelta para irse y lo veo caminar ya a lo lejos.
Levanto la mano, la vista se me borronea más y más.
—Maldito... —Mi fuerza disminuye, entonces mi brazo tras golpear el suelo, pierdo el conocimiento.
"Alek, quiero decirte una cosa, sigue tus instintos, decide por ti mismo, no dejes que nada ni nadie te frene ¿Sabes por qué? Porque la libertad es maravillosa hermano y si quieres ser feliz, debes serlo".
Los recuerdos comienzan a surgir de dónde se habían ocultado.