Aleshka
¿Qué hago? No puedo quedarme de brazos cruzados, soy una mujer altamente entrenada. Debe haber una forma, pero si Yerik no coopera... Además, hay guardias escondidos aquí, el director me engañó ¿Cómo pude ser tan poco profesional?
Debí haberlo descifrado.
Sea verdad o no lo que dice el director, estamos perdidos de todas maneras.
Me sobresalto, cuando de repente explota algo, en una de las paredes de este galpón descubierto. Todos levantamos la vista y nos distraemos.
—¿Quién me extraña? —expresa con su gran sonrisa, sentado sobre los escombros que destruyó y con una enorme arma, obviamente la culpable del estruendo.
Nunca pensé que me alegraría verlo.
—Novikov —exclamo su apellido como es normal en mí nombrar a las personas.
—¿Adrik? —dice sorprendido Kovalev, aún aturdido por lo que sucede con lo de su supuesto hermano.
Oigo otras bombas, y los hombres del director que estaban escondidos caen de sus lugares, giro la vista visualizando a Nithael.
—Pues si nadie me extrañaba... —Hace puchero el amigo de Nick y se acerca a nosotros —¿Qué hará usted director? —expresa con malicia.
—Puedo matarte —le responde Yerik sacando su arma.
Eso no ayuda.
—Tengo una mejor idea —contesta Kuznetsov y mira hacia el cielo dónde viene un helicóptero —ya nos vamos.
Se escapa mi oportunidad de venganza ¡Maldición!