LA HIJA DE JEFFREY |Andrew Li...

By andyclutterthangs

259K 14.9K 8.8K

Cathy Morgan, 21 años, hija del famoso actor Jeffrey Dean Morgan. Por más de que su padre sea una persona mu... More

Capitulo 1.
Capitulo 2.
Capitulo 3.
Capitulo 4.
Capitulo 5.
Capitulo 6.
Capitulo 7.
Capitulo 8.
Capitulo 9.
Capitulo 10.
Capitulo 11.
Capitulo 12.
Capitulo 13.
Capitulo 14.
Capitulo 15.
Capitulo 16.
Capitulo 17.
Capitulo 18.
Capitulo 19.
Capitulo 20.
Capitulo 21.
Capitulo 22.
Capitulo 23.
Capitulo 24.
Capitulo 25.
¡PREGUNTAA!
Capitulo 26.
Capitulo 27.
Capitulo 28.
Capitulo 29.
Capitulo 30.
Capitulo 31.
Capitulo 32.
Capitulo 33.
Capitulo 34.
Capitulo 35.
Capitulo 36.
Capitulo 37.
Capitulo 38.
Capitulo 39.
Capitulo 40.
Capitulo 41.
Capitulo 42.
Capitulo 43.
Capitulo 44.
Capitulo 45.
Capitulo 46.
Capitulo 47.
Capitulo 48.
¡Recomendación!
Capitulo 49.
Capitulo 50.
Capitulo 51.
Capitulo 52.
Capitulo 53.
Capitulo 54.
Capitulo 55.
Capitulo 56.
Capitulo 57. FINAL
Epílogo.
¡Jeffrey Dean Morgan!
¡EXTRA!
Nueva historia!
ONE SHOTS

¡EXTRA 2!

2.8K 136 57
By andyclutterthangs

Salgo de la habitación y luego de despertar a Mathew y Amy, nos dirigimos hacia la cocina para desayunar.

Bueno, primero tengo que prepararlo.

— ¿Por qué papá está durmiendo en el sofá? — pregunta Mathew cuando pasamos por el living y vemos a Andrew en el sillón.

— Papá está en penitencia porque hizo enojar a mami — revuelvo su pelo y entramos en la cocina.

Y si, es verdad.

Andrew está durmiendo en el sofá hace tres noches consecutivas, y la razón es simple; ha estado saliendo de fiesta con mi padre y Norman, aún cuando le he pedido que se quede en casa porque Amy ha estado congestionada. La primera y segunda noche ha llegado a las seis de la mañana, casi a la hora en la que me despierto para llevar a los niños al colegio, las dos noches lo he mandado a dormir al sofá porque llegaba aún borracho, pero luego me daba lastima y lo dejaba volver a la habitación, pero hoy no lo hice porque fue la gota que derramó el vaso.

Andy me había dicho que no saldría y se quedaría conmigo cuidado a nuestra hija, y lo hizo hasta que ella y yo nos quedamos dormidas, pero luego de eso se escabulló y se fue de casa, y terminó llegando a las ocho de la mañana, exactamente hace tres horas, así que sin si quiera hablarle, lo mande al sofá.

Sé que está saliendo de esa forma porque está en sus vacaciones y mi padre y Norman lo llevan por el mal camino de las fiestas, y sé que no hace nada malo en ellas, pero no le costaba nada quedarse estos tres días si su hija estaba enferma.

Así que estoy ignorándolo, para que aprenda la lección.

— Vayan a poner la mesa, ¿si? — les pido a mis hijos y ambos corren hacia el salón.

Comienzo a preparar unos ricos panqueques con algo de fruta, sirvo leche para los niños y café para mí.

Escucho como los niños se ríen y también escucho la voz de mi esposo, así que supongo se ha despertado.

— Buenos días — me dice luego de entrar en la cocina, solo, sin los niños.

Se acerca con la intención de besarme pero corro mi rostro, ignorándolo, y ni siquiera respondo.

— Ni siquiera te gastes en disculparte — le digo mientras continuo cortando algo de fruta.

Andrew se ha sentado en la pequeña mesa que hay en la cocina. Suspira y rasca su cabeza; seguramente esté muriendo de la resaca que debe tener.

— ¿Qué hay de desayunar? — pregunta, y aunque estoy dándole la espalda, sé que está mirándome.

— Panqueques y fruta — digo, girando y también, mirándolo.

Sé que es su desayuno favorito.

Andrew sonríe.

— Claro, eso es para los niños y para mí — paso por su lado y me detengo—. Si tú quieres desayunar hay tostadas en la heladera. Lo único que voy a darte es esto — le dejo una aspirina en la mesa y me voy de allí, con el desayuno de mis hijos y el mío.

— Catherine — oigo como me llama, pero no regreso.

Sirvo todo en la mesa y comenzamos a desayunar. A los pocos minutos Andrew aparece con unas míseras tostadas quemadas y un vaso de jugo.

Río y el bufa.

— Mami dijo que te potaste mal — habla Amy con su voz angelical, mirando a su padre.

Él sonríe y asiente con la cabeza.

— Si. Papi se portó mal pero mami lo va a perdonar, ¿verdad? — le contesta a nuestra hija, pero me mira a mi.

— Noup — digo y meto un trozo de panqueque en mi boca.

Amy y Mathew ríen al ver la cara de frustración de su padre.

(...)

Luego de que los niños terminaran de desayunar les permití ver media hora de televisión, mientras yo lavo y ordeno todo.

Ahora mismo estoy lavando los platos que usamos hace un rato.

Siento las manos de Andrew rodear mi cintura y como sus labios comienzan a recorrer todo mi cuello.

Ag, sabe que no puede hacerme eso si estoy enojada. De todas formas tomo fuerza y me separo.

— Perdón, amor. Fui un idiota — dice, sentándose en la mesa que tenemos en el comedor. No contesto—. Norman me llamo y me insistió con que fuera. No quería despertarte porque sabía que íbamos a discutir — río ante lo que dice y me giro a verlo.

— Si Norman se tira de un puente, ¿tu también te tiras? — lo miro enojada—. Andrew, tengo dos hijos, no tres. Compórtate como un adulto — suspiro, enserio me estoy cabreando—. No puedo creer que te hayas ido sin decirme. Y encima apestas a Whisky, aunque sea ponte perfume — pasa una mano por su rostro, frustrado—. Me he levantando tres veces en la noche, porque Amy volaba de fiebre, y tu en una fiesta, bailando tomando y divirtiéndote como si fueras un adolescente.

Me recuesto sobre la encimera y lo miro, esperando su respuesta.

— ¿Enserio quieres discutir ahora? — me dice, frunciendo su ceño y negando con su cabeza—. Están los niños en casa.

— Yo no quiero discutir, por eso estoy ignorándote—. vuelvo a girar para continuar lavando—. Tú fuiste el que me habló.

— No hablarme no es la solución, Catherine.

Lo ignoro y no contesto, aunque continúa insistiendo durante cinco minutos más.

Voy a mi habitación y me quito la ropa para darme una ducha, pero Andrew entra en el cuarto, camina hacia el baño y escucho como el agua comienza a caer, o sea, me robó la bañera.

Paso por el cuarto de los niños y veo que se han quedado dormidos mirando tv. Voy al segundo baño de la casa y comienzo a ducharme.

Regreso a mi habitación y veo cómo Andy está terminándose de vestir, pero no quiero hablar con él ahora, así que intentó salir del cuarto pero Andrew habla:

— Puedes cambiarte aquí si quieres, te doy permiso — dice, intentando fastidiarme.

Me mira, colocándose su reloj, para luego buscar algo dentro de los cajones.

Es tan sexy que, me sacaría la bata de baño que llevo puesta, me tiraría encima suyo y haríamos el amor todo el día, pero no, porque estoy enojada.

Amy entra en la habitación y Andrew la toma en brazos. Los miro desde la puerta y muero de ternura cada vez que los veo juntos.

— Dejemos que mami se cambie tranquila, ¿si amor? — le habla a nuestra hija y comienza a caminar hacia mi, para luego salir de la habitación.

Arreglo mi cabello, me cambio de ropa y regresó al living.

Me he puesto un jean celeste, con unas botas marrones hasta la rodilla, un suéter blanco abrigado y una chalina.

— ¿Puedes cuidar a los niños por dos horas? — le pregunto a mi esposo cuando me acerco a él.

Los niños están corriendo por toda la casa, y sé que están en su hora de hiperactividad, así que le costará el doble de trabajo cuidarlos.

Se lo merece.

Me mira de arriba abajo, y frunciendo su ceño, se acerca más a mi.

— ¿Se puede saber a dónde vas tan arreglada? — río ante su pregunta, pero el continúa mirándome serio—. Es enserio, ¿a donde vas?

— Voy a salir — le doy un corto y seco beso en su mejilla—. Regreso en dos horas.

— Catherine, deja de actuar como una chiquilina — vuelve a hablar pero me alejo—. Ya te pedí perdón mil veces.

Camino hasta la puerta y antes de abrirla lo miro; está mirándome con su típica cara de enojo, celos, rabia y todo junto, y encima, con sus manos en su cadera, clara señal de que está enfadado.

Simplemente voy a almorzar con Daniela, pero quise hacerme la misteriosa para darle un poco de su propia medicina.

(...)

Luego de charlar con mi amiga, la cual también está enojada -con Norman, claramente- decidimos pasear un poco por el shopping, ya que hace bastante no nos damos este tiempo de amigas.

Mi celular suena y sé que es él. Lo tomo, leo su mensaje y contesto:

Río por la boba conversación que acabamos de tener.

Y si. El fondo de pantalla de mis chats, es una foto de él, es que es tan hermoso que quiero ver su rostro en todos lados.

(...)

Llego dos horas más tarde de lo que le dije a Andrew, y lo he hecho de gusto.

Lo primero que veo al llegar es a mi padre, en el porche de casa, sentado en las sillas junto a Mathew y con Amy en brazos.

— ¿Y Andrew? — le pregunto luego de saludarlo.

— Dijo que tenía que salir, pero ya debe estar por regresar — continúa jugando con Amy—. No te enfades con él, fue idea mía y de Norman, amor. No sabíamos que está preciosura estaba enferma — besa la frente de mi pequeña.

— Los tres son unos inmaduros, y tú más, por ser el más viejo — lo apunto con mi dedo y ríe—. Y Andrew es un idiota que se deja llevar de las narices por ustedes.

Entro a mi casa, molesta.

Al cabo de una hora, mi esposo vuelve.

Jeffrey dijo que se llevaría a los niños hasta mañana, ya que hace mucho no van a su casa, así que luego de preparar el bolso de ambos, e indicarle a papá los medicamentos que Amy debe tomar, se retiran de casa, dejándonos solos a Andrew y a mí.

Él aún no me habla, porque sabe que sigo molesta.

Camino hasta la habitación y me coloco ropa más cómoda; un pantalón jogging y un top negro.

Cuando veo mi cama veo varias bolsas de ropa, junto con un ramo de flores.

Sonrío porque se de quién es todo esto.

— Sé que un par de regalos no borrara lo que hice, pero quería consentirte un poco — susurra detrás de mí.

Giro y me toma de la cintura.

— No tenías que comprarme nada, Andrew — le digo, mientras comienzo a jugar con los botones de su camisa—. Sigo enojada por lo que hiciste, y no soy una materialista así que un par de regalos no va a arreglarlo.

Solo digo eso para que aún siga esforzándose en que lo perdone.

— Bebé, por favor. Te juro que nunca más me iré sin decirte, ni si alguno de los niños está enfermo — forma un puchero con sus labios—. Perdóname, Cathy — pega su nariz a la mía.

Lo beso, porque me puede que haga esa cara. Él se aferra a mi cintura y profundiza el beso, pero luego de varios minutos vuelvo a alejarme, sin salí de sus brazos.

— Te perdono, pero aún estás en capilla — lo apunto con un dedo—. Eres un idiota y un inmaduro, pero te amo, bebé — le doy un corto beso.

— Tengo un regalo más — se aleja de mi y saca de debajo de la cama, otra bolsa—. Es para cuando estemos solos — me la entrega, mirándome con su típica cara de pícaro.

Río cuando veo que me ha comprado un par de bragas de lencería, sus favoritas.

— Vas a tener que hacer mucho si quieres que las use hoy — dicho eso, salgo de la habitación dejándolo solo.

(...)

Y tal como le he dicho, lo ha hecho; el resto del día se la pasó detrás de mi, cumpliéndome todos mis gustos.

Generalmente no soy así de hija de puta cuando se manda una cagada, pero esto que hizo realmente me molestó, así que dejé que se esforzara un poco más.

Andrew termina de limpiar los platos y vasos que usamos para la cena, y se acerca a mí.

— Supongo que ahora si merezco que te pongas lo que te compre — me dice.

Niego exageradamente con mi cabeza, revolcando mi cabello, y al ver la cara de frustración de Andy, río.

Sin decir nada voy a la habitación, me coloco la lencería y encima me tapo con una bata.

Camino hasta mi esposo, quién está sentado en el sofá, mirándome.

— Dime que debajo de eso no tienes el pijama — ruega con sus manos y carcajeo.

Dejo caer la bata y Andrew abre grandes sus ojos y su boca, observándome de arriba abajo.

— Wow — continúa mirándome atónito, pero muerde su labio—. Muéstrame como te queda, cariño.

Río y doy media vuelta, enseñándole como me queda de atrás. Tose y se acomoda en su silla; sé que está prendiéndose. Hago un pequeño y ridiculo baile y Andrew sonríe a más no poder.

Y solo eso basta para que se ponga de pie, se quite la camisa en menos de dos segundos, me tome con fuerza de la cintura y me lance al sillón, para colocarse sobre mi cuerpo.

— ¿Como es posible que me sigas excitando así luego de doce años juntos? — pregunta, ronco, en mi oído—. Has tenido dos hijos y ni se te nota — con una sola mano desabrocha mi sostén—. Por Dios, creo que cada día te pones más buena, bebé — vuelve a besarme y me aferro a su cuello.

Me eleva nuevamente, cargándome como si fuera una princesa, y camina hasta la habitación.

Me deposita en la cama, y como si fuera un lobo hambriento, se sube encima de mi cuerpo y comienza a besarme.

Y creo que no hace falta contar lo que vino después.

Hola!!!! Hice EXTREMADAMENTE largo este extra, lo sé! Perdón 🙊

Es que estuve todo el día inspirada en hacerlo, y me pasé casi toda la noche buscando gifs, fotos y demás para escribirlo.

Como verán puse algunos gifs donde sale Alexis Ren, quién es la que interpreta a Catherine Morgan.

Espero les guste!!! 😘 😘

¡Gracias por las 21K! 😘 🎉 🎈

Continue Reading

You'll Also Like

593K 93.6K 37
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
881K 130K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
69.4K 3.6K 41
ADVERTENCIA: +18 CONTENIDO EXPLÍCITO LEA CON CUIDADO! SI NO LE GUSTA NO LO LEA POR FAVOR... Lea bajo su propia responsabilidad. Adelaida de Martel h...
174K 4.7K 31
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...