Me encontraba almorzando mientras leía mi libro favorito, aprovechando que Matthew estaba en el colegio y Amy en el jardín de infantes.
Adoro a mis hijos, por supuesto, pero desde que nacieron no he podido tener ni un minuto para mí misma, así que intentaba disfrutar estos pequeños ratos.
La puerta de mi casa se abrió y por ella pude ver a mi esposo, el amor de mi vida, entrar por ella.
— Hola bebé — le digo mientras estiro mis labios para que los bese.
Andrew se acerca y deposita un seco beso en mis labios.
— ¿Mal día en el set? — le pregunto al ver la cara de pocos amigos que tiene.
Andrew se encuentra grabando una nueva serie, ya que desgraciadamente The Walking Dead finalizó hace un par de años, pero en esta nueva le está yendo muy bien, y es espectacular.
— Salió la revista — dice sin contestar a mi pregunta, y colocando frente a mi la tapa de la nueva edición de la revista francesa, Maxim, para la cual he hecho una sesión de fotos hace una semana.
Desde que Amy cumplió un año he comenzado a trabajar como modelo para diferentes marcas, compañías y revistas. Todo comenzó ya que las fotos que subía a mi red social "instagram" cada vez tenían más y más me gustas, provocando así, que varias empresas de modelaje me llamaran para que formara parte de su equipo, y así lo hice. Y hoy, ya llevo trabajando de eso dos años completos.
Hubieron ciertas discusiones con Andy acerca de mi trabajo, pues el se pone bastante celoso de que los hombres me vean en fotos y demás, así que llegamos a un acuerdo: no haría fotos en desnudo.
— ¿Salió linda, verdad? — le pregunte aún mirando la revista. Me gustaba mucho como había quedado.
— ¿No habíamos llegado a un acuerdo? — me pregunta, colocando sus manos en su cadera y mirándome con su típica cara de enojo—. Quedamos en que no ibas a tomarte fotos al desnudo, Catherine.
— ¿A esto le llamas un desnudo? — levanto la revista y río porque no puedo creer lo que dice.
— Se te ven los pechos — contesta enojado y carcajeo, pero me callo al ver cómo Andrew no cambia su cara.
— Amor, ¿enserio vas a enojarte por esta foto? — me acerco a él y se cruza de brazos para que no lo toque.
Esta comportándose como un niño, y me da mucha ternura.
— No quiero que los hombres estupidos y babosos te vean así — aprieta los dientes mientras habla—. Yo solo puedo ver tus pechos — río otra vez.
— Si... y tú eres el único que los ve y los verá hasta que me muera, amor. No te pongas celoso por esto — intento abrazarlo pero el me aleja.
— ¿Por qué tienes que trabajar de modelo? Ni siquiera necesitas trabajar, ya te lo he dicho, yo gano suficiente dinero para los dos — ruedo los ojos cuando lo oigo decir aquello.
— Ya hablamos de esto mil veces, Andrew — ahora la que se cruza de brazos soy yo—. No me importa que tú ganes suficiente dinero. Yo quiero contribuir con los gastos y quiero trabajar por mi — el bufa y suspira—. A demás me gusta ser modelo.
— A mi no me gusta que lo seas — me mira fijo y duramos así varios segundos.
No puedo creer como después de tanto tiempo de estar juntos, aún su mirada penetrante logra intimidarme. Este hombre me volvió, me vuelve y me volverá loca siempre.
— Amor, no discutamos hoy — me acercó a él y me cuelgo a su cuello, pegando nuestras frentes—. Es nuestro aniversario y ni siquiera me saludaste — formo un puchero con mis labios y logro derretir a Andrew por completo.
El me besa y muerde mi labio inferior.
Sé que ama que haga eso con mis labios.
— No voy a abandonar este tema. Solo lo dejare por hoy — me dice y sonrío—. ¿Norman y Daniela aceptaron quedarse con los niños hoy? — pregunta y asiento con mi cabeza, aún sonriendo.
— ¿Hiciste la reservación? — ahora él asiente y vuelve a besarme.
Me toma de la cintura y me aferra a su cuerpo, acariciando con una mano, mi espalda.
— Feliz aniversario, mi amor — dice sobre mis labios.
— Feliz aniversario, bebé — enredo mis dedos en sus rizos y juego con ellos mientras continuamos besándonos.
Hoy cumplimos doce años de casados... ¡SI, DOCE!
¿Pueden creer eso? Yo no.
Tenemos un maravilloso hijo de siete años y una hermosa niña de tres, y aunque suene cliché... somos la familia más feliz del mundo, o así lo siento yo. Claro que con Andrew tenemos discusiones, como todos los matrimonios, y más que nada desde que comencé a modelar, pero siempre intentamos arreglar todo pacíficamente, porque nos amamos y eso es lo que más importa.
— ¿Te pondrás linda para mí esta noche? — pregunta mordiendo mi oreja y me estremezco.
— Voy a volverte loco esta noche, amor — le guiño un ojo me aparto de él para continuar con mi día.
— Me vuelves loco desde que te conocí — me grita desde lejos y le sonrío.
(...)
El mesero sirve champán en nuestras copas y luego se retira, dejándonos solos.
— Ya te lo he dicho mil veces en el día — comenta Andrew mientras eleva su copa—. ...pero feliz aniversario, bebé. Enserio, gracias por estos años hermosos que me has hecho pasar. Todo lo que tuvimos que vivir para llegar hasta acá hoy, sin dudas valió totalmente la pena, amor. Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo y darme dos hijos hermosos, como tú — toma mi mano libre y deposita un beso en ella.
— Gracias a ti, amor. Tú me haces la mujer más feliz del mundo, todos los días de mi vida. Nunca imaginé que podría terminar casada contigo, uno de los mejores amigos de mi padre — ambos reímos—. Pero agradezco todos los días a la vida, por haberte puesto en mi camino. Feliz aniversario, bebé. Te amo con toda mi alma — siento que estoy a punto de llorar pero no quiero arruinar mi maquillaje, asi que tragó saliva y lo evito.
Andrew y yo chocamos las copas, brindando y luego bebemos de ellas.
El mesero vuelve con un ramo de flores enorme y me lo entrega.
— ¿Creíste que me había olvidado? — mi esposo me dice, sonriendo.
Andrew tiene cierta tradición hace ya cinco años; en todos nuestros aniversarios me compra el ramo de flores más grande que encuentra, y este año lo ha vuelto a hacer.
— Gracias — le susurro, tomando su manos por encima de la mesa.
Dejo el ramo en una silla aparte y comenzamos a comer mientras hablamos y disfrutamos de este rato a solas. Ya no me acuerdo cuando fue la última vez que pudimos salir solos, sin los niños.
Andrew saca su celular y me toma una foto, que luego -supongo- sube a alguna red social, porque en cuanto él deja su teléfono, el mío suena avisándome que mi esposo me ha etiquetado en una foto.
La miro y sonrío por lo que ha escrito.
— ¿Qué vamos a hacer ahora? — le pregunto una vez que dejamos el restaurante y nos subimos al auto.
— ¿Por qué no aprovechamos que los niños están en lo de Norman y Dany? — se acerca a mi y besa mi cuello, mordiéndolo en ocasiones—. Quiero hacerte el amor en toda la casa, como hacíamos antes — solo eso basta para que logre prenderme por completo.
Lo miro pícaramente, dandole a entender que mi respuesta es un si.
Andrew enciende el auto y nos dirigimos a casa para terminar de celebrar nuestro aniversario, y... ¿que mejor manera de celebrarlo que hacer el amor con Andrew, una y otra vez hasta agotarnos?
Hola!!! Espero que les guste el extra!!! No puedo creer que ya casi somos 19K de leídas!!!
QUIZÁS... y solo quizás, este pensando en escribir una segunda temporada, algún día, ¿ustedes que opinan?
Hablemos de lo hermoso que es este gif: