¡LAMENTO TARDAR CASI UN MES EN SUBIR! No merezco su perdon, lo se. Pero eh estado algo pensativa sobre el rumbo de esta historia y creanme cuando digo que le he cambiado el final por lo menos unas CUATRO veces. Es estresante, pero me encanta. Espero que no esten tan enojadas conmigo. LAS AMOADORO HASTA EL FINAL DE LOS TIEMPOS. BESOS & ABRASOS -M
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Entre a casa con una enorme sonrisa. Con rapidez, desde la ventana de entrada, observe como Zayn se acercaba a su casa a paso lento. Sigo pensando que es grandioso que Zayn sea mi vecino, eso nos dará mas oportunidades para pasar tiempo juntos. Mi corazón latió sin ningún control al darme cuenta de que el sonreía de la misma manera que yo. Di la vuelta y suspire mientras me recargaba en la puerta de entrada.
Zayn fue muy tierno el día de hoy. La verdad, no lamento que haya sucedido todo ese desastre durante nuestra cita. De hecho, pienso que eso fue lo que lo hizo mas especial, por que, obviamente, fue completamente diferente a cualquier cita que haya tenido. Andrew no fue exactamente el primer chico con el que he estado, tengo algo de experiencia saliendo con chicos, las citas que tenia antes de conocer a Andrew fueron algo inmaduras y no tan serias, pero después de terminar con el comencé a ser mas seria en cuanto a las relaciones, salí con un par de chicos, pero jamás me llegue a interesar demasiado como para tener una segunda cita.
Esa sonrisa seguía en mi cara y yo se que tardara mucho en irse…
-¿_______? ¿Dónde has estado, cariño?- escuche la voz de mi madre y un volumen bajo de la television desde el living de la casa.
Deje de sonreír y fruncí ligeramente el ceño.
¿Qué hace mi madre aquí? Pensé que estaba en un viaje de negocios, junto con mi padre.
-¿mama?-
Camine hacia el living y, efectivamente, en el se encontraba mi madre. Solo que yo me imaginaba encontrarla con distintos documentos a su alrededor, los cuales yo jamás comprendería al menos de que estudiara la carrera de facultad de derecho. Me la imaginaba sosteniendo su celular entre su hombro y oído (como acostumbra hacer) y con ropa de oficina, algo como sus altos y preciosos tacones junto con una camisa de vestir de botones de manga larga para mujer y una falda larga de tubo que delineara a la perfección sus marcadas curvas. Si, me apena admitirlo, pero mi madre tiene una buena condición física, incluso mejor que la de mi hermana y la mía juntas. Pero en cambio de encontrarme con una de las escenas mas normales en mi vida, fue todo lo contrario. Con la poca luz que el televisor nos proporcionaba, pude observar que se encontraba en posición fetal, abrasada de sus piernas en un sillón individual con una pijama que consistía en unos pantalones y blusa de manga corta de seda de color azul marino con ositos de peluche impresos en ella. En sus manos sostiene un litro de helado de chocolate blanco con cerezas, sabor que ambas compartimos y lo consideramos en nuestra categoría de favorito.
Encendió una lámpara que se encontraba a un lado suyo y frunció el ceño mientras me repasaba con la mirada de pies a cabeza.
Había olvidado que mi vestimenta esta hecha un desastre, iniciando por mis botines negros que ahora están repletos de arena mojada y mi falda, blusa y chaqueta (propiedad de Zayn), las cuales están dejando un rastro de gotitas de agua por donde sea que pase. Mi pelo esta igual de empapado, y no confió tanto en que el rímel a prueba de agua haya resistido bien mi anterior chapuzón en el mar.
-¿Dónde diablos estabas y por que estas tan sucia y desalineada?- pregunta con un tono de voz mas alto que el de antes.
Por casi olvido lo insensible que puede llegar a ser mi madre en ocasiones. No siempre es de esa manera, solo cuando tu presentación ante la sociedad esta en juego. Ella no es el tipo de madre extravagante y estricta en cuanto tu tipo de personalidad, lo respeta, deja que tanto mi hermana como yo sigamos lo que mas nos apasiona en la vida y jamás pone un “no” de por medio. Situación que sucedió cuando se entero de mi noviazgo con Andrew, no le agrado la idea debido a la personalidad de el, pero tampoco dijo algo del asunto debido a que ella sabia que yo debía de tomar mis propias decisiones de vez en cuando. En ese punto, me siento feliz de que ella confié en mi.
-lo lamento, pero yo pensaba que estarías en los Ángeles junto con mi padre. No te esperaba aquí- desvié el tema de conversación a ella -De todas maneras, ¿dónde esta el? Tanto su auto como el tuyo no están estacionados afuera-
La mirada autoritaria que antes sostenía en su rostro cayo y en su lugar se incorporo una mirada triste y distante. Dejo el litro de nieve en una mesita de decoración y se abrazo así misma con mas fuerza que antes.
-tu padre sigue en los Ángeles- dijo con claridad mientras desviaba su mirada de mi -junto con los de su clase- agrego en un susurro. Alce una ceja.
“Junto con los de su clase” dijo, pero…¿De que diablos habla?
-¿cómo dices?- pregunte confundida.
-nada, olvídalo- contesto rápidamente. Bajo sus pies del asiento y se sentó como es debido –ahora, no me cambies de tema, jovencita. ¿Dónde estabas a estas horas? ¿con quien? ¿por qué estas mojada? Y lo mas importante, ¿de quien es esa chaqueta?- pregunto sin darse un breve respiro.
Detesto que sepa exactamente lo que tenga que decir o preguntar. Sabe persuadir a la gente de lo que es correcto y lo que no, sabe discutir sin fin hasta que todos la consideren como la única que tiene la razón, sabe hacer un interrogatorio que obligaría a sus presas a soltar toda la verdad aunque eso sea lo que ellos menos deseen. Por eso y mas razones, mi madre es de las mejores abogadas en esta ciudad, junto con mi padre, pero el básicamente tuvo una educación mejor que la de ella, por lo que no le es difícil ser de los mejores. Se podría decir que la familia de parte de mi padre es algo “alta” si hablamos de la situación económica. Pero mi padre, al parecer, no deseaba que lo consideraran bueno en su trabajo solo por ser el hijo de un gran hombre de negocios, como lo es mi abuelo. Mi padre deseaba sobresalir por si solo, así que esta ciudad fue la única opción que le quedaba si en realidad lo deseaba.
Di un ligero suspiro, preparándome para la gran tempestad que se avecinaba.
-estaba en una cita con Zayn- frunció el ceño confundida -nuestro vecino de a lado- hice una pausa para observarla con detenimiento, ella me hizo una seña con la mano para que prosiguiera –estoy empapada hasta los pies, debido a que la cita que tuvimos fue al aire libre y por si no te diste cuenta, hace menos de una hora hubo una fuerte lluvia…- hice una pausa al ver la sonrisa que se le formo en el rostro de forma burlona por lo que acaba de decir –y la chaqueta es de el, pero me la presto al ver que no paraba de temblar- le termine por aclarar. Respondiendo cada una de sus preguntas.
Me miro por varios segundos con una expresión que no sabría descifrar. Era parecido a una mezcla de enternecida y confundida o simplemente con lastima, por escuchar acerca del mal tiempo meteorológico que me toco llevar el día de hoy.
-ve arriba y toma una ducha caliente. No quiero que te enfermes. Después alístate para dormir y vuelve a bajar- me sonrió de lado –tienes mucho que contarme- agrego.
Parpadee, sorprendida por su propuesta. Hace varios meses que no la veo interesada en escucharme hablar acerca de mi vida privada.
-de acuerdo- digo, pero creo que suena mas como una pregunta.
Subo las escaleras con lentitud, esperando a que en cualquier momento se arrepienta y me diga que lo dejemos para otro día, ya que se encuentra con mucho trabajo, o por lo menos espero que diga algo parecido. Pero no lo hace. Y eso, de alguna manera, me hace feliz.
Entro a mi habitación y tomo de mi closet una pijama que logre calentarme un poco, ya que el estar mojada me causa un terrible frio. Estaba apunto de adentrarme al baño cuando escucho que alguien me llama a través de mi celular. Lo tomo y miro la pantalla con curiosidad.
-¿Quién me llamara a estas horas?- pensé.
Mariposas revolotean en mi estomago al ver el nombre de la persona que siempre causa esta reacción en mi al tenerlo enfrente mío. Zayn.
-¿Zayn?-
-Hola, ______- contesta con voz cálida.
Sonrió.
-¿olvide algo en tu auto?- pregunto rápidamente, pensando que esa seria la única razón de que el llame.
-uhm…no, no es eso- parece nervioso -Solo quería escucharte- aclara rápidamente.
Inhala…exhala.
-¿enserio?- pregunto claramente sorprendida, pero me arrepiento al instante ya que me escuché demasiado insegura –hablo de…¿escucharme?...uhm ¿qué querías…¿qué quieres escuchar?- balbuceo como una completa idiota.
Casi puedo asegurar a que el se encuentra sonriendo en estos momentos.
-tu voz, _____. Con eso es suficiente- me dice con un tono juguetón.
Me ruborizo y agradezco a que el no me este observando en estos momentos.
-cursi- digo con el simple objetivo de molestarlo.
Suelta una carcajada.
-tu me haces cursi- dice y ruedo los ojos en juego.
-como tu digas- le digo sin creerle ni un poco.
Entro al baño y cuelgo mi pijama en un barandal donde normalmente cuelgo toallas. Estornudo por alguna extraña razón, ya que ni siquiera llegue a sentir comezón en la nariz.
-salud- dice Zayn.
-gracias- digo, pero con un tono nasal en mi tono de voz.
Lo trato de ignorar y abro la llave de la regadera.
-¿te darás una ducha?- pregunta.
-si, una ducha caliente. Tengo mucho frio- contesto.
Tarda unos segundos en hablar.
-lo lamento-
-¿qué lamentas?- pregunte con curiosidad.
-que te hayas enfermado por mi culpa- me contesta.
Frunzo ligeramente el ceño.
-no estoy enferma-
-pero lo estarás, tu voz suena algo deprimente- dice.
Me rio.
-oh, entonces debo de sonar horrible- digo con tono juguetón.
-no estoy jugando, ______- dice seriamente –no quiero que te enfermes, mucho menos por mi culpa-
Me encanta cuando su lado sobreprotector sale al aire.
-no me enfermare, no te pre…- mis palabras quedan perdidas en el aire al volver a estornudar.
-salud- dice rápidamente -¿decías que no te enfermarías?- pregunta con ironía.
-y no lo hare- le aseguro aun con un tono de voz nasal mientras llevo un pañuelo a mi nariz.
Después de eso hablamos por varios minutos mas, por lo que tuve que cerrar la regadera, ya que prefiero congelarme con ropa mojada y helada, que perder un momento con el. Hablábamos de temas como el instituto, de la interesante cita que tuvimos el día de hoy y de nosotros, en algunas ocasiones era un poco apasionante la manera en la que me hablaba, y no se si sea de esa manera conmigo por que le encante ponerme nerviosa ó por que en realidad siente lo que dice, pero no pienso averiguarlo, ya que me gusta que lo haga y no pienso detenerlo. Finalmente, cortamos la llamada cuando me aviso que tenia poca batería en su celular, pero me prometió que me llamaría el día de mañana.
Tome una ducha rápida al recordar que mi madre me sigue esperando en el living de la casa. Tarde un poco mas de lo esperado, ya que los granos de arena eran algo difíciles de quitar. Al terminar, salí y me mire al espejo, mi nariz se encontraba de un intenso tono rosado.
-mierda- maldije.
Después, baje las escaleras esperando encontrarme a mi madre dormida, pero parece que hoy es el día de hacer malas suposiciones ya que se encuentra en el mismo lugar, viendo en la televisión una película en blanco y negro. Mi madre es fanática de las películas en blanco y negro.
-hey- saludo mientras me acerco mas a ella.
-hey- saluda retirando su atención de la televisión y posándola en mi -¿por qué tardaste tanto?- pregunta, sin ningún tono de voz molesto o de fastidio, solo curiosidad.
-me llamo Zayn- contesto, encogiéndome de hombros. A los pocos segundos estornudo, de nuevo.
-Maldita sea, si estoy enferma- pienso.
-oh- dice sin a partar la vista de mi. Me siento en el sillón que se encuentra a su lado. Ella toma el control remoto y pausa la película. Un incomodo silencio se había formado hasta que ella lo rompió -¿me hablaras sobre el o no?- pregunta después.
-¿qué quieres saber exactamente?- le pregunto, dispuesta a hablar.
-solo lo que quieras contarme, aunque preferiría que me contaras todo- aclaro, asentí con la cabeza.
Le hable de todo, literalmente, del día que lo conocí, de su ex novia, la pelea que tuvo con mi ex novio y hasta la cita que tuvimos hoy. Por supuesto, emití la escena del auto durante la fiesta de disfraces, le mentí diciendo que solo había sido un “beso normal”, aunque en realidad fue mucho mejor que eso.
Durante nuestra platica (en la que solo yo hablaba), me di cuenta de que su celular, que se encontraba en su regazo, no dejaba de vibrar notificando llamas y mensajes de parte de mi padre. Lo cual se me hizo extraño, ya que ella no contesto ninguna de ellas, pero trate de no darle mucha importancia, aun que en el fondo me preocupaba.
También le hable de Harry, ya que el se había convertido en mi nuevo amigo, solo que emití la parte en la que casi se aprovecha de mi, y lo cambie diciendo que solo se comportaba como un idiota conmigo durante la fiesta, pero que después arreglamos nuestras diferencias y nos hicimos buenos amigos.
-¿y sientes algo por el?- pregunto después de escuchar toda la historia.
-si, por supuesto que siento algo por el, sino no hubiera aceptado salir con el- le dije con obviedad. Ella sacudió la cabeza.
-no hablaba de Zayn, me refería a Harry- aclaro -¿qué sientes por el?-
Fruncí ligeramente el ceño en señal de confusión.
-el es solo un amigo, mama, ¿por qué piensas que sentiría algo mas por el?- pregunte extrañada.
-bueno, simplemente pensé que era muy importante para ti, ya que lo mencionaste- me dijo ella mientras se encogía de hombros.
-eso no quiere decir nada- hable rápidamente –el solo es mi amigo- dije a la defensiva.
Estoy harta de que todo el mundo piense que este es una clase de “triangulo amoroso”. Harry es nada mas y nada menos que un buen amigo.
Mi madre sonrió de lado.
-¿y por que te molestas?- pregunto sin dejar de sonreír.
¿Por que me siento como una de las personas que mi madre acostumbra a interrogar durante un juicio?
-no estoy molesta- digo, pero mi tono de voz parece no estar de acuerdo con el contenido de mis palabras.
-como tu digas- dice con un tono burlón. Ruedo los ojos y me cruzo de brazos comportándome como una niña berrinchuda. Ya me imagino a mis amigas diciéndome “No seas chiflada, _____”, como regaño para que no me comporte de esa manera, a ellas les encanta molestarme –no estés molesta, solo preguntaba- dice después de unos segundos de silencio.
-no me moleste, es solo que no eres la única que me lo menciona- le explico -cambiemos de tema, por favor- pedí. Ella asintió en acuerdo.
-me alegra que tengas la confianza para contármelo, hace meses que no tenemos este tipo de conversaciones- dice con una sonrisa triste. Le sonrió de la misma manera.
-a mi igual- le contesto con sinceridad.
Me alegra saber que le puedo contar este tipo de cosas, ya que existen ocasiones en las que solo quiero, o mas bien necesito, a alguien a quien poder contarle todo lo que siento, o simplemente contarle acerca de algún acontecimiento importante en mi vida, ya que mis amigas no siempre estarán dispuestas para mi, y quiero saber que si no están ellas, por lo menos estará mi madre o incluso mi hermana.
-Se vale soñar- se burla mi subconsciente.
Estornude, como eh hecho en varias ocasiones durante nuestra conversación.
-iré por un paracetamol. Esta es la milésima vez que estornudas y tu voz se comienza a escuchar ronca. No te debiste de haber metido al mar a estas horas y sin cambio de ropa- me regaña mientras se para de su asiento, camina en dirección a la cocina. Yo solo asiento con la cabeza sin llegar a darle mucha importancia.
El celular de mi madre, que se encuentra en su asiento, vuelve a vibrar notificando, esta vez, una llamada de mi padre.
-¡mama, te llama papa!- le grite con la voz ronca.
-Dios, mi voz suena terrible- pienso.
Ella regresa con una pastilla en una mano y un vaso de agua en la otra, me los entrega y después revisa su celular. Suspira con cansancio y cancela la llamada.
¿Qué diablos esta sucediendo?
-¿por qué no le respondes?- le pregunto, para después tomar la pastilla y pasarla con algo de agua.
Ella me mira al instante, parece estar algo nerviosa.
-tu padre…tu padre y yo tuvimos algo parecido a…a una discusión- balbucea. Frunzo el ceño.
-¿qué tipo de discusión?- le pregunto, dejando el vaso de agua en una mesita y subiendo mis piernas al sillón para poder rodearlas con mis brazos.
-es acerca de tus abuelos- aclara.
-dime- le pedí. Volvió a suspirar.
–es solo que tus abuelos le hablaron de un nuevo proyecto que acaban de iniciar en la empresa de la familia y piden de su ayuda como abogado para iniciar con algunos tramites- explica lentamente, como si hablara con una niña pequeña en lugar de su hija de diecisiete años y medio. Asiento con la cabeza para que continúe –pero tanto el como yo sabemos que con ese “proyecto”- hizo comillas con sus dedos al pronunciar la ultima palabra –vendrán mas y mas, y a final tu padre terminara trabajando para ellos - hizo una mueca -y los dos también sabemos que será permanentemente- dice esta vez con voz cansada.
-pero…¿qué tiene de malo que trabaje para mis abuelos?- le pregunto sin llegar a entender con exactitud cual es su temor o tristeza en esta situación.
-que si trabaja permanentemente para ellos…nosotros nos veríamos obligados a hacer algunos cambios en nuestras vidas- alce una ceja.
-¿qué clase de cambios, madre?- pregunto con miedo.
En mi, se encuentra la mayor esperanza de que la respuesta sea que cambiemos algo insignificante, como sus horarios de trabajo o las visitas a la casa de mis abuelos.
Pero, como dice uno de mis personajes favoritos de Pretty Little Liars, Spencer Hastings: "Ya saben lo que creo de la esperanza. Nos trae la miseria eterna"
-nos tendríamos que mudar a los Ángeles- mi madre responde.