Alex estaba cerca de ella, podía sentirlo, pero aún no lograba encontrarla. Había estado corriendo por lo que parecían horas y le había preguntado a cada elfo que había visto en el camino que si sabían dónde estaba la descendiente del diamante. Al final terminó yendo a la casa de Valï con esperanzas de que Lisa estuviera cerca o de que su amiga supiera dónde estaba.
"Vamos Lisa, ¿Dónde te habrás metido?"
Tocó la puerta suavemente esperando ver la alegre mirada esmeralda de Val, pero quien abrió no fue su amiga, sino más bien el engreído elfo a quien Lisa llamaba Thango. Estaba cubierto por tan solo una bata y su cabello estaba desordenado.
—¿Qué haces tú aquí? —preguntó serio, borrando todas las situaciones posibles de por qué Tango estaba ahí, que había imaginado en su cabeza.
—Divertirme. —Sonrió el elfo inclinándose sobre la puerta. —¿Y tú?
—Mira la verdad no me importa, haz lo que quieras, pero necesito hablar con Val. —exigió algo alterado, desesperado por encontrar a Lisa.
—No puede en este momento, está ocupada. —Thango cambió a una expresión más seria. —¿Es sobre Lisa, verdad? —Alexander solo asintió tratando de mantener la calma, debatiendo si derribar al engreído elfo sería lo correcto. —Es mejor que la dejes en paz Alexander... Está pasando por momentos difíciles.
—¡Tú que sabes! No la conoces, y no me dices que hacer. —Sus ojos azules vibraban de furia. —Ahora dime dónde está, o te arrepentirás. —Le habló agarrándolo del cuello de la bata.
—¡Cálmate Adasser! Lisa no está aquí. —Alexander lo soltó. —Hace casi una hora salió corriendo en esa dirección. Val le había prohibido irse de aquí hasta que sanara, pero para cuando notamos que ya no estaba, pensamos que había ido muy lejos como para alcanzarla.
—¿La dejaron ir así no más? ¿Y qué si está en peligro? —exclamó esperando la respuesta del elfo, para ir en busca de la descendiente.
—Yo quise ir a buscarla, pero Val me dijo que la dejara ir. Que ella lo necesitaba... Así que Alexander, mejor no la busques. —Thango lo miro con compasión y apoyo una mano sobre su hombro. —Tal vez es lo mejor para ambos.
Alex molesto apartó la mano del elfo y salió corriendo en la dirección que había mencionado anteriormente. Él no iba a dejar las cosas como estaban, no... Necesitaba encontrarla, necesitaba hacerle saber que el estaría ahí para ella y que no la había abandonado. "Espero que estés bien Lisa"
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—Lisa... —murmuró suavemente, pero lo suficientemente audible para que ella escuchara.
—¿Qué haces aquí Alexander? —se volteó molesta. Alex abrió los ojos como platos cuando notó sus brazos y vestiduras cubiertas de sangre dorada.
—¿Qué te pasó? —se acercó a ella preocupado, pero cuando Lisa lo vio acercarse, se volteó nuevamente para darle la espalda. —Por favor háblame. —Alexander se posicionó frente a ella, solo para toparse con un espíritu quebrantando. Los ojos de Lisa estaban rojos, como si antes hubieran estado derramando lágrimas y sus puños estaban sangrando como si hubiera golpeado algo muchas veces hasta lastimarse.
La descendiente lo fulminó con la mirada, sus ojos grises se veían cargados de furia y Alex temía que estuviera a punto de golpearlo, pero en vez de eso hizo algo que lo sorprendió.
En un instante Lisa se aferró a él, lo abrazaba con fuerza y él quedó tan atónito que casi se le olvida respirar.
Luego de pensarlo un momento, lentamente rodeó con sus brazos a la descendiente que amaba.
—Simplemente estoy harta, Alex. —murmuró Lisa después de lo que parecieron horas de eterno silencio.—Ya no puedo más. —Lo miró a los ojos y él pudo notar como hacía un esfuerzo para que no se le escaparan las lágrimas.
—No entiendo Lisa. ¿Qué fue lo que pasó? De quién es esa sangre...
—¿Acaso no lo sabes? Dauntan descubrió mi descendencia, mató a Ruby para advertirme de lo que era capaz. —Lisa sacó de su bolsillo unas hermosas plumas rojas y cerró sus manos en puños alrededor de ellas. —¿Por qué crees que no quería que te acercaras a mí?
—Lisa no me vas a perder, siempre voy a estar ahí para ti. Porfavor nunca dejes que te hagan esto. Que te quiten tu felicidad sin dar pelea. Es como suicidarte, pero peor. En vez de matar tu cuerpo, estás matando tu espíritu.—habló con voz severa, a pesar de que lágrimas se empezaban a formar en sus ojos por la rabia, por la ira de ver a Lisa así, con un espíritu roto.
—¿A qué te refieres?—Rugió la descendiente, sabiendo que era imposible ganar la guerra que se avecinaba —¡Dauntan ya me lo ha quitado todo! Mi familia, mi libertad, mi paz, mi esperanza... Yo nunca pedí esto, nunca quise ser la hija del dragón de diamante.
—¡Lisa no estás sola en esto! —La agarró por los hombros para que enfocará su atención en él. —Todos estamos peleando junto a ti.
Lisa lo apartó bruscamente.
—¡Ninguno de ustedes ha tenido que pasar por lo mismo que yo! ¡Ninguno de ustedes tiene a Dauntan en sus espaldas!
Alex respiró hondo y se apartó unos pasos de ella, luego se quitó la armadura que cubría su pecho y por último la camisa que llevaba puesta.
—¿¡Qué estás hacie... —Lisa no pudo terminar porque se quedó sin palabras al ver las horribles cicatrices que marcaban todo el cuerpo de Alex. Eran innumerables y algunas más grandes que otras. —¿Qué te pasó?
—Lisa la vida no es fácil para nadie,
cada quien tiene sus propias luchas. —La descendiente se acercó a él y posó con delicadeza su mano sobre la cicatriz que tenía en el pecho. Se veía reciente y sumamente dolorosa. —Estas cicatrices son prueba de las mías.
—Yo.. lo siento. No lo sabía. —Lágrimas brotaron de los ojos de Lisa, mientras trazaba las cicatrices con cuidado. Una de ellas llamó su atención, era diferente a las otras, tenía la forma de un dragón y se veía más reciente. Apenas acercó su mano a ella la cara de Alex se contrajo aguantando el dolor.
—Estás siendo egoísta, tienes que entender que todos sufrimos y siempre será así. —Alex se tomó una pausa para ver la reacción de Lisa ante tal comentario; Su expresión era indescifrable. —Entiendo que tienes que cargar un gran peso, eres probablemente la descendiente más importante en lo que concierne a la historia de los Dragones...
—Yo no pedí serlo Alexander. —Lisa agachó la cabeza, un poco molesta. —¿Acaso es egoísta quejarme de una vida que nunca quise?
—Pero lo eres y no es algo que puedas cambiar. Mira Lisa te digo esto con todo el respeto y cariño que te tengo, pero no puedes vivir quejándote del peso que te tocó cargar, enfrenta tus luchas. —Alex tomó otra pequeña pausa debido a que no podía creer lo que le estaba diciendo a la descendiente. —Se aún más fuerte, yo sé que puedes. No olvides que no estás sola.
Lisa se mantuvo en silencio unos segundos, pero luego soltó un suspiro—Discúlpame Alex... Tienes razón, he sido una maldita egoísta contigo, con Angela, con todos en la Academia. —Lisa se apartó de Alex y le dio la espalda. No quería que él la viera llorar de esa forma.
—Hey está bien. —Alex sonrío y agarró las manos de la descendiente entre las suyas, así obligándola a verlo a los ojos. —Tú has tenido que endurecer bastante en muy poco tiempo y está bien sufrir por ello. Todos sufrimos ante situaciones difíciles, pero lo más importante es como las enfrentas.
Lisa sonrío secándose las lágrimas. —¿De qué libro sacaste tantas frases? —bromeó para luego darle un abrazo. —Gracias Alex, si no hubieras venido, no sé que hubiera sido de mí. —miró al suelo arrepentida. —Estaba tan furiosa y destrozada que el único camino que veía era la venganza y la muerte. Aún lo veo, pero con tu ayuda poco a poco lo dejaré atrás.
—Creo en ti Lisa, juntos encontraremos nuestro camino de vuelta a la senda correcta.
***
Ya había oscurecido y Lisa se había pasado toda la tarde explicándole a Alex cosas sobre su descendencia. Le contó sobre cómo lo había descubierto
después de enfrentar a Ashley y sobre por qué el círculo de la Academia le dio "error". Luego de explicarle lo que pasó con Basilisco y cómo había sido para ella su estadía en la ciudad de los elfos, Alex hizo la pregunta que esperaba no tener que responder.
—¿Quieres hablar sobre lo que pasó con Ruby?
—La verdad es que no hay mucho que decir, enterré a Ruby en la parte más hermosa del bosque que encontré, sé que le hubiera gustado. —Lisa sonrío recordando la primera vez que había conocido al kleindragel.
—¿Pero cómo sabes que la mato Dauntan? —murmuró, como si no quisiera que nadie más escuchara.
—Simplemente llegué y encontré esta nota manchada de su sangre. —sacó la nota con la forma de Dauntan y se la entregó a Alex. Cuando la leyó sus ojos se llenaron de furia y empezó a murmurar malas palabras en el idioma de los elfos. —Yo pensé que no me encontraría, es por eso que escondí este secreto de todos. Temía que hubiera un espía escuchando, estoy segura que hay varios en la Academia.
—No puede ser... ¿en qué momento la guerra avanzó tanto? —Alex preguntó sabiendo que no tendría respuesta. —¿Crees que Angela y los demás estén bien? ¿Y si hubo otro ataque?
—Es por eso que debemos volver lo más pronto posible, necesitamos regresar a la Academia —insistió Lisa mirándolo a los ojos.
—Te organizaré una reunión con mi madre para mañana, así podremos marcharnos —sonrió feliz de que volverían a la Academia.
—Sobre la reina... Esas cicatrices. —Lisa miró el cuerpo de Alexander, recordando todas las horribles marcas que ahora estaban cubiertas por su camisa.
—Todo empezó cuando mi padre murió, él era descendiente del dragón de la energía por lo que había decidido pelear en la guerra junto al padre de Angela. —Tomó una pausa tratando de recordar el rostro de su padre, pero las imágenes eran borrosas. —Pasaron más de cien años y mi padre nunca regresó.
—¡¿Eso significa que tienes más de cien años?! —Alex rió ante la sorpresa de Lisa.
—Sí, aunque recuerda que los elfos miden los años diferentes a los humanos —sonrío —En fin mi madre cambio después de eso, empezó a maltratarnos a Logan y a mí.
—Esa maldita... —La descendiente formó sus manos en puños, debatiendo si sería correcto ir el día siguiente a enfrentarse a la reina, por todo el daño que le había hecho a Alexander.
—Ella nos obligó a olvidar sobre nuestra ascendencia y a enfocarnos más en estudiar y entrenar para convertirnos en reyes. Claro que nunca fue tan dura con él, yo era el mayor así que era yo quien se llevaba los peores castigos, quién sería coronado una vez que alcanzará la edad. —Lisa sostuvo la mano del elfo sin poder creer lo que había tenido que endurecer. —Angela me contó sobre la Academia, un lugar seguro para descendientes. Quería ir ahí, yo no quería ser rey. Simplemente quería ser un guerrero como mi padre, pero la reina no entendía eso. Así que escape.
—Me alegra que lo hicieras, o sino jamás te hubiera conocido. —Beso su mejilla. —Si es necesario puedo volver a darle una paliza a la reina, no puedo creer que si quiera pensaras en regresar aquí. ¿Por que lo hiciste?
—Porque solo aquí se cultiva la cura para el veneno que te inyectaron. —El descendiente habló con seriedad, mostrándole a Lisa que no importaba el odio que sentía por su madre, ya que con volver le había salvado la vida.
—¿Y la marca en forma de dragón? Esa luce muy reciente... —Lisa recordó el dolor en la cara de Alex cuando había tocado suavemente la cicatriz.
—Esa fue por ti. ¿Recuerdas la primera prueba?—Ella asintió —Yo no quería luchar contigo, hice mi mejor esfuerzo para no lastimarte durante la batalla de forma que no te fuera tan difícil ganar. —dijo Alex, sintiendo como si hubieran pasado años desde esa primera prueba.
Los ojos de Lisa se agrandaron de la sorpresa, había estado tan enojada en ese momento que no se había dado cuenta de que Alex en verdad no quería pelear con ella.
—Esta cicatriz... —Alex se quitó la camisa de nuevo, y se volteó para que Lisa pudiera apreciar la marca del dragón mejor. —Significa que jamás lucharas sola. Te juro que pagaría este castigo de nuevo mil veces por ti.
Los ojos de Lisa se pusieron llorosos. ¿Cómo había estado tan ciega todo este tiempo? ¿Cómo pudo ser tan egoísta?
Ella había estado apunto de rendirse, apuntó de terminar con todo, mientras que Alex aún seguía luchando. ¿Cómo podía decir que todo estaba perdido si él aún seguía peleando cada día por ella?
—Te amo. —Con esas últimas palabras acerco sus labios hasta los de Alex y cuando él devolvió el beso con más fuerza, supo que este no era el final y que lucharían juntos hasta ganar la guerra.
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•Les gusto el CAP escamas❤️?
•Cuál fue su parte favorita?
•Por último me encantaría que me dieran una crítica constructiva de la historia diciendo;
-Que no les gusta.
-Que me recomendarían cambiar.
-Algo que no les agrade de un personaje.
O lo que sea.
Los amo ❤️