Capítulo 16

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•Lisa•

—No me pondré eso.—Lo dijo con disgusto viendo lo que Valï sostenía frente a ella.

—Lisa no vamos a volver a tener esta discusión.—La elfa la miró arqueando una ceja.

—Tengo derecho a reclamar todo lo que quiera después de que pasaras ocho horas... ¡No tres, ocho! Solo arreglándome.

—¿Qué esperabas? ¡A cómo te veías tuve que hacer un milagro!—Lo dijo en ese tono burlón que tanto usaba para molestarla.—Irás a la fiesta, te pondrás este hermoso vestido, iras a hablar con  Adâssër, le partirás el rostro y luego te disculparás. Ya sabes Lisa, en estos días se debe ser violenta pero con clase.

—Aún no entiendo por que debo usar este vestido, no entra en mi concepto de violenta, y por si querías saber estoy segura de que si me encuentro a Alex voy a hacer mucho mas que partirle el rostro.—Su voz era segura y su mirada fría, ya se podía imaginar diferentes formas de tortura en su mente.

—Esa es mi chica, ahora o te pones el vestido o vas sin ropa a la fiesta y créeme que a nadie le gustaría ver eso.

—Tal vez debería, valdría la pena solo para ver la expresión de la reina.—Sonrió con solo imaginar la cara roja de furia de la elfa, definitivamente era algo que pagaría por ver. Valï volvió a hacer esa típica cara que hacen las madres a sus hijos para regañarlos sin usar palabras.

—Seguro que no le gustaría, pero... ¿Sabes a quién sí? Thån.

—Ni lo menciones. —Rodó los ojos.—Me pondré el vestido, pero ni creas que usare tacones.

—Algo es Algo. —Val suspiró agotada por la terquedad de Lisa.

***

Miró a la chica en el espejo, esa no era ella... no podía ser ella. Sus ojos grises parecían brillar y los tonos del vestido solo hacían que destacarán aún mas.
El vestido era negro, largo y sin mangas, con detalles color plata en la parte superior, haciéndola lucir como una noche estrellada.
Su cabello color mielda que siempre solía usar atado en una cola, estaba recogido en un moño con forma de flor, dándole un aspecto elegante y a la vez poderoso.
Tenia un dragón metálico recorriendo su oreja, lo que nunca creyó posible, pero lo que más le impresionaba era su maquillaje.
No acostumbraba a usar mucho, la mayoría de las veces ni siquiera lo usaba, pero no podía negar que este la hacía lucir hermosa.

"Tampoco te pases, sabes que jamás lucirás más hermosa que yo.

¿Sabes que somos la misma persona verdad?"

Se miró de nuevo en el espejo, definitivamente esa era la palabra para describirlo: "hermosa"
Se veía tan diferente que parecía irreal y el hecho de que también se veía formal y poderosa, solo la hacía reflexionar sobre lo mucho que había cambiado.

—¿Lista? —Valï se asomó a su lado en el espejo, su vestido esmeralda era del mismo tono que sus ojos y su cabello estaba recogido en una forma complicada que Lisa no podía ni describir.

—Supongo —dijo acomodándose la corona celta sobre su frente.

—Bien porque Thån vendrá en cualquier momento. —La agarró de la mano y la llevó hacia la puerta.

Inmediatamnete sonó un timbre. —Oh, bueno ya está aquí—Lisa solo se dispuso a responder con una sonrisa totalmente fingida.

Val abrió la puerta, revelando a un apuesto Thån. Su cabello platinado parecía brillar con la luna y sus perfectos dientes blancos eran lo que más destacaba de todo su rostro.

El Secreto de los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora