Capítulo 28

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•Alex•

Alex se sentó en la orilla del mar esperando que la vista de las reconfortantes olas, aliviara el desastre que había en su mente.
Tenía muchos pensamientos sobre lo que había sucedido y aún no sabía por cuál guiarse.

Una parte de su mente quería enfrentar a Lisa, decirle que era una mentirosa, una hipócrita y que ya no quería nada con ella; pero la otra parte de su mente decía que estaría mintiendo si hacía eso y que simplemente debería preguntarle el porqué de sus acciones a la descendiente.

¿Cómo las cosas habían terminado tan mal? Todo era tan simple cuando Lisa era una simple inexperta y no la hija de la dragona de diamante, la escogida por la profecía. Alex sabía bien que debió haberle contado lo de ser un elfo, pero ella no tenía el derecho a enojarse con él por ello si ella no le había contado sobre su ascendencia.

Cerró los ojos esperando que el sonido de las olas lo ayudará a tomar una decisión, pero inmediatamente la imagen de Lisa besándolo antes de correr a enfrentar el dragón se apareció en su mente.

Cada vez que cerraba los malditos ojos, revivía esa memoria, ya no podía más. Alex necesitaba hablar con ella lo más pronto posible.

—¡Alex! —sus oídos élficos habían captado los pasos de su amiga desde hace kilómetros, pero había decidido ignorarlos considerando que no tenía ganas de hablar con nadie, a menos que fuera la descendiente de diamante. —¡Adasser, más te vale dejar de ignorarme o pagarás las consecuencias!
Además esto puede interesante, es sobre ella.

—¿Qué quieres Valï? —Alexander se volteó para toparse con los ojos esmeralda de una enfadada elfa.

—Lisa dejó esto para ti, la escribió antes de enfrentar a tu madre en la segunda prueba. Me dijo que no te la diera a menos que ella muriera, pero siento que deberías leer lo que dice. —Val extendió el sobre que llevaba en sus manos y se lo entregó a Alex.

Él sin decir nada más se dio a la tarea de abrirlo, esperando que las palabras escritas en el papel le ayudaran a acomodar el desorden en su cabeza.

Mr. Engreído:

Mañana enfrentaré a tu madre en la segunda prueba y conociéndola, las probabilidades de que sobreviva son pocas. Sé que la reina de los elfos escogió éstas tres pruebas con el propósito de deshacerse de mí, así que no esperes mi regreso ni intentes evitar que cumpla lo que debo.

Hay algo aún más importante que debes saber de mí. Soy la primogénita de la dragona de diamante y probablemente me odies por no haberte contado, pero espero que para cuando leas esto ya esté muerta. Así no tendré que enfrentar la decepción y furia de tu mirada.

Sé lo injusto que fue enojarme contigo por ocultarme el hecho de que eras un elfo, cuando yo te oculté un secreto aún mayor, pero... no tenía opción.
Nadie podía saber sobre mi ascendencia, no podía permitir poner a alguien en peligro, menos a tí.

No me permití a mi misma amarte porque no merecías eso, todas las personas a las que he querido han muerto, tú no podías ser el siguiente.
No te imaginas cuántas veces soñé con tu muerte, cuantas veces despertaba pensando que enserio te habías ido.

Es por eso que si morí y estás leyendo esta carta, debo pedirte que sigas adelante. Cumple mi misión de lograr que los de tu especie nos apoyen en la guerra y sé fuerte por mí.

El Secreto de los DragonesWhere stories live. Discover now