Capítulo 33 (parte 2)

16.9K 1.5K 372
                                    

—¡Qué! —exclamaron todos al unísono.

—Estás loca, ni todos juntos logramos detenerlo. ¿Qué te hace pensar que lo lograrás por tu cuenta? —Ingrid la miraba furiosa, como si estuviera dispuesta a encerrarla con tal de que no fuera. El cielo se había oscurecido y estaban discutiendo sus opciones para atacar el día siguiente, pero al parecer no les gustaba mucho la idea que proponía Angela.

—Angela, es mejor si entre todos detenemos a los nekroi primero. Así no arriesgaremos vidas tratando de hacer algo que ya demostramos imposible. —Adam hablaba con más calma, pero igual se podía notar el miedo en sus ojos. Se notaba que estaba agotado, pero Angela logró ver que también se sentía furioso, furioso de sentirse inútil a la hora de luchar, de no haber podido hacer nada contra el dragón. Ella lo entendía, así se había sentido también cuando descubrió que a pesar de ser una descendiente de dragón y de haber entrenado por siglos, no era capaz de hacer nada contra un monstruo como ese.

Miró a Kate, quien tenía la cabeza agachada y su expresión estaba completamente en blanco. —Necesito hacerlo, no hay otra forma de conseguir la llave. —Habló suavemente, sabía que era probable que muriera en el intento, pero la única forma de conseguir la llave era matando al dragón. Lo había meditado por mucho tiempo y sabía que ella era la única que podía hacerlo, con el mismo hechizo que usó su madre para matarlo tantos años atrás. Sentía que era su destino.

—Entonces al menos déjanos ir contigo, ir tu sola sería un intento de suicidio. —Su amiga levantó la cabeza y sus ojos relampagueantes le rogaban que no cometiera una estupidez.

—No hay forma de que logres entrar a la cueva, todas las entradas están selladas y no puedes usar la que los nekroi están construyendo. —Jake la miraba sin parar y otra vez fue incapaz de descifrar lo que el descendiente estaba pensando; pero sin importar que fuera, no iba a dejar que cambiara su decisión.

—Desde que me levanté envié un pájaro de hielo a investigar la cueva y resulta que encontró una entrada secreta. —sonrió —Esta es nuestra oportunidad de estar un paso adelante de ellos.

—Pero... —Nadie sabía que más responder a la mirada decidida de la descendiente.

—No se preocupen. La Academia de Dragones es un lugar donde aprendemos que lo más importante no es el poder mágico o la generación de escamas que somos. Lo que importa son los lazos de amistad y la confianza que nos tenemos, solo sabiendo que lucho por ustedes, por mis compañeros, me dará el poder suficiente para incluso matar un dragón. —Los ojos de varios se llenaron de lágrimas y esperanza ante las fuertes palabras de la guerrera. —Así que les pido que solo confíen en mí y que todos luchen con todo lo que tienen.

***
Angela caminaba por el oscuro suelo del bosque apagado, miraba los árboles pensando en cómo habían sido hace muchos años. En cómo solían brillar con vida y cargar frutos deliciosos para los habitantes de ese pueblo. Ahora era un paraíso de la muerte. Jake mantenía silencio a su lado, no habían pronunciado palabra alguna desde que ella le había pedido hablar a solas. Necesitaba encontrar respuestas a las cosas que le habían quedado inconclusas antes de despertar y Jake parecía ser la única persona que sabía lo que en serio había ocurrido, así que aprovechó que el resto ya estaban dormidos para hablar a solas con el descendiente. Aún no sabía por dónde empezar y el descendiente a su lado no parecía interesado en empezar la conversación.

Después de debatirlo unos minutos, se detuvo en seco. —¿Por qué no estoy muerta? —preguntó mirándolo directamente.

Él no dijo nada, pero sus ojos revelaban tener una respuesta que tal vez no quería decir. Después de unos segundos finalmente habló. —Angela debes saber algo sobre mí. —pausó — Soy descendiente del dragón de las sombras. Tengo el poder de manipular la oscuridad y el miedo, puedo crear ilusiones y cancelar la magia de otros. Soy un peligro y es por eso que engañe a todos sobre mi verdadera ascendencia. No quería que pensaran mal de mí y me abandonaran.

El Secreto de los DragonesWhere stories live. Discover now