Capítulo 35 (parte 2)

16K 1.5K 296
                                    



—¡Alexander qué te sucede! —exclamó Lisa parando en seco, haciendo que Alex casi cayera hacia adelante por la inercia. Lo miró con seriedad tratando de averiguar que pasaba por la cabeza del apuesto principe, no era común que hiciera actos tan precipitados de la nada.—¿Por qué sales de esa forma sin siquiera despedirte?

El descendiente la miró de vuelta con un brillo especial en los ojos, un brillo que solo aparecía cuando tenía una increíble idea. Lo que no sucede muy seguido.  —Lisa no lo entiendes. —dijo agitado, tratando de hablar lo más rápido posible para así seguir con el camino. Alex quería salir de la situación en la que lo había puesto su madre para poder volver a la Academia con Lisa y temía que si no se apresuraban, el daño sería permanente. —El cuarto del que habló Valï, era donde mi padre guardaba sus tesoros más poderosos e importantes. Era un cuarto secreto al que nunca pude entrar.

Lisa abrió más los ojos al comprender lo que el principe le estaba diciendo.  Se imaginó el cuarto que mencionaba Alex, pensando que si su padre era el rey de los elfos, entonces ahí debió ocultar armas de destrucción masiva o hechizos de magia oscura. —¿Será posible que haya dejado algo lo suficientemente fuerte para quebrar el hechizo?

—Es lo que creo. —Alex agarró nuevamente la mano de Lisa, mientras que ella lo observaba con una chispa de emoción en los ojos. Por fin tenía verdadera esperanza de que lograrían salvarse de la maldición de la reina.—Es por eso que debemos apresurarnos antes de que la reina se entere de lo mismo.

—Espera, tengo una idea. —exclamó sabiendo que infiltrarse al cuarto secreto no sería sencillo. Del bolsillo de sus pantalones sacó un silbato hecho completamente de diamante, era hermoso, brillante y estaba decorado con espirales y diminutas figuras de caballos alados.

—¿Qué es eso? —En vez de responder, Lisa acercó el silbato a sus labios y sopló con fuerza, pero para sorpresa de Alex no emitió ningún sonido. —¿Funciona?

Lisa solo sonrió pensando que la expresión confundida de Alex era adorable, después de unos segundos, el cielo se sacudió y agitando sus hermosas alas, como si la noche misma hubiera llegado, descendió un dispasüs frente a ella. —Hola Equus —dijo acariciando la cabeza del unicornio espacial.

—¿Le pusiste nombre? —preguntó Alex riéndose un poco y caminando hacia el animal. —¿Y cómo forma parte de nuestro plan?

—Es mí plan y creo que Equus podría llevarnos rápidamente a donde sea que necesitemos mientras nos hago invisibles para pasar inadvertidos —sonrió orgullosa del plan que había formulado.

—Hay mi pequeña inexperta, siempre tan brillante. —se acercó más a ella para rodearla con sus brazos. —Excepto por el hecho de que llamaste a tu caballo, "caballo." —Alex besó la frente de la descendiente unos segundos antes de que ella lo golpeara molesta. Se veía tan adorable cuando se enfadaba que Alex no podía evitar molestarla solo para sacar esa reacción de ella.

—Primero que todo no soy pequeña, no es mi culpa que tú tengas la altura anormal de un elfo y segundo, ¿A qué te refieres? —Es cierto, Lisa no era tan pequeña, pero comparada con Alex, este le llevaba casi una cabeza.

—¿Sí sabías que Equus en latín significa caballo, verdad? —respondió Alex con una de sus sonrisas engreídas, la cual Lisa borró inmediatamente con un golpe en las costillas.

***

Llevaban varios minutos de vuelo, por lo que ya estaban cerca de su destino. A Lisa le agradaba mucho volar sobre Equus, era más veloz y cómodo que viajar sobre Ruby, aunque daría lo que fuera por volver a verla.

El Secreto de los DragonesWhere stories live. Discover now