Capítulo 22

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—¿Eso significa que me perdonas? —Sonrío separándose un poco de su abrazo para poder verla mejor.

—No. —Ella mantuvo una expresión seria y Alexander no sabía si estaba bromeando o si lo decía muy enserio.

—¿Pero por qué? ¿Qué tengo que hacer para que me perdones? Ya me he disculpado y....

—Escúchame Alex. —lo interrumpió—Aún hay muchas cosas que me debes explicar y para volver a confiar plenamente en ti, voy a necesitar tiempo. Además no me puedo distraer con otras cosas ahora, debo tener mi mente enfocada en matar al dragón. —Ella estuvo apunto de separarse de él, pero no la dejó. La agarró por los hombros y miró directo sus ojos platinados, esperando lograr convencerla.

—¿¡Enserio planeas hacer eso!? No te lo voy a permitir Lisa, nadie, pero absolutamente nadie ha logrado enfrentarlo y salir vivo. Si quieres puedo sacrificar mi voluntad y casarme con la elfa que mi madre siempre quiso para mí, así me volvería rey y podría dirigir a los elfos y obligarlos a ayudar a la Academia. No es necesario que te sacrifiques tu.

—No puedo permitir que hagas eso. —la mano de ella se movió hasta su mejilla. —Estarías sacrificando tu felicidad.

—Mientras tu estés a salvo no me importa...

—También estarías sacrificando la mía. —lo interrumpió nuevamente, a la vez que un destello de dolor se reflejaba en sus ojos. —Así que no vale la pena que hagas eso por mi, enfrentar al dragón es algo que yo debo hacer. Algún día tendré que enfrentarme al dragón de las sombras y si no puedo vencer a un simple dragón de piedra. ¿Cómo se supone que venza al mismísimo Dauntan?

—Pero Lisa, no estarás sola. Si ese día llega, nos tendrás a nosotros tus amigos. No puedes llevar el mundo sobre tus hombros.... ¿No lograré convencerte verdad?

—No, pero podemos hacer un trato.

—Me parece, prometo no volver a tocar el tema si tu prometes que no morirás y que me vas a perdonar —dijo con entusiasmo, aprovechando la oportunidad.

—Lo de no morir te lo puedo prometer, pero acerca de lo otro... que tal si después de enfrentar al dragón prometemos que nos reuniremos y nos contaremos todo. Seremos completamente honestos y resolveremos todos los problemas que tengamos. Ahí veré si te perdono. —Alex frunció el ceño, eso no era exactamente lo que quería, pero vio una nueva oportunidad.

—Con una condición.

—¿Cuál?

—Bailaras conmigo en la celebración que se llevará acabo en tres días.—sonrió, sabiendo que por fin tendría ese baile con ella y Thån no podría quitárselo.

—¿¡Qué!? ¿Habrá otra celebración?

—Loringel o Logan -en nuestro idioma-
y yo, hemos decidido que esta celebración será en honor a tus dos victorias y mi hermano dice que también será una despedida, pero no le hagas caso. Yo confió en que tú cumplirás tu promesa. ¿No?

Lisa sonrío. ¿Hace cuánto Alex no había visto esa hermosa sonrisa. Desde que ella le había contado su pasado en la Academia, el había hecho un esfuerzo para eliminar el dolor y seriedad de su vida .

Verla así con su cabello algo despeinado por correr entre el bosque, su cara natural y su sonrisa blanca perfecta; solo hicieron que Alex tuviera ganas de besarla de nuevo y volver a vivir ese momento que estaba enmarcado en oro en su memoria, pero sabía que si una cosa había aprendido de Lisa Silvers, es que con ella no se podían apresurar las cosas.

El Secreto de los DragonesWhere stories live. Discover now