Entramos a la oficina. Aún está cerrada. Tenemos que encontrar a las personas indicadas. Y por desgracia me toca a mí y a Aitor hacerlo. El problema no es buscar a la gente adecuada. El problema es pasar tantas horas mirando quienes son los candidatos que merecen el puesto.
Tras varias horas revisando todo y preparando nuestros despachos. Se nos hace tarde. Aitor pide la cena para que nos la traigan. No había caído que Aitor es de aquí, o ese escuché decir a Laura y María. Cenamos y cuando acabo de colocar todas mis cosas, que me hacen falta para mañana, salgo de mi despacho y veo a Aitor colocando las carpetas con los clientes que llevamos de Madrid vía online en la estantería provisional. Ya que como hay en Granada, Colocaremos la sala de archivo en una de las plantas.
-Mañana comenzaremos a realizar las entrevistas, María se ha encargado de llamar a varios candidatos para que pasen mañana y podamos evaluarlos.-Le digo a Aitor
-Ya estoy al tanto de todo. Mañana empezamos a las 9 te espero a las 8 en la puerta para desayunar.
Lo miro extrañada. Porque quiere desayunar conmigo si ya está todo organizado mañana.
-No me mires así. No te voy a dejar sola desayunando el primer día en Madrid. Seguro no te has traído nada de comer mañana ¿verdad?- Se me ha olvidado totalmente. No he comprado nada de nada. Mañana voy a tener que ir a comprar comida y todo lo que necesito.
-Pues tienes razón no he llevado nada. Vale, hasta mañana.
Cuando llego a mi apartamento decido colocar las maletas encima de mi cama. Tengo que colocar todo esto. Son las 11 de la noche pero aún así no puedo estropear mi habitación con la ropa toda tirada por todos lados. Cuando acabo de colocar todo preparo la ropa para mañana. Sé que es un día importante. Y que quiero dar una buena imagen a nuestros posibles compañeros. Finalmente decido dormir.
Me levanto al escuchar el despertador. Tengo solo 1 hora para ducharme, peinarme y pintarme. Cuando salgo de la ducha consigo secarme el pelo enciendo la plancha, hoy me haré unos rizos, pienso mientras me coloco las medias.
He decidido ponerme el vestido blanco que me regaló Laura por mi cumpleaños es de Gucci por encima de la rodilla. Mis zapatos beige y marrones acompañados de mi bolso bimba & Lola. Cojo mi abrigo y salgo de mi apartamento.
Llego a la puerta de la oficina donde me espera Aitor. Lleva puesto nos pantalones negros. Camisa blanca y Chaqueta negra. Me imagino cómo tiene que estar en bañador. Ya que aunque no lo haya visto en camiseta se le ve que tiene un cuerpo escultural. Alza la mirada y me sonríe. Creo que estoy poniendo cara de boba porque me mira y dice
-Gatita vamos o te piensas quedar ahí mirando las musarañas.-Voy hacia el con alivio, al menos no creo que me ha visto mirarlo como una boba.
-Te he dicho que no me llames así. O quieres que te estampe el bolso en la cara Imbécil. -Le digo seria mientras le doy un codazo.
-Vale, vale tranquila.- Dice de broma poniendo cara de asustado y temblando. Al parecer mi codazo no le ha dolido nada.
-Deja de hacer el tonto o no ves que nos están mirando.- Le digo al ver que varias personas miran a donde estamos los dos.
Aitor mira a su alrededor y deja de temblar y hacer el tonto.-Vamos, esa cafetería de enfrente está muy bien.
Cuando llegamos a la cafetería me sorprendo al ver que no hay nada que me pueda gustar. Soy un poco delicada a la hora de desayunar. Siempre desayuno una maritoñi, o una napolitana junto a mi café pero aquí no hay nada.
Aitor me señala una mesa para que nos sentemos, me quito el abrigo y lo veo que me mira. Y le cambia la cara. Se pone serio en el momento. Lo miro extrañada que le ha podido pasar para que se ponga de repente tan serio.
Llega la camarera y le pido un café con leche. Y un pastel. Tiene buena pinta en la foto de la carta. La camarera mira a Aitor y pide un café solo. Durante el desayuno no habla. Solo veo que está enfadado y no entiendo el por qué. Cuando nos dirigimos a la oficina me sorprendo al ver que hay varias personas en la puerta de las oficinas. Veo claramente que esperan nerviosos a ser entrevistamos.
Aitor y yo saludamos y entramos. Yo seré la encargada de llamar uno por uno. A sí que me pasaré varias horas dando vueltas. Menos mal que he cogido unos de los zapatos más cómodos y a la vez bonitos que tengo.
-Cris, ve avisando para entrar. Creo que ya está todo listo.
Me dirijo hacia la entrada y abro las puertas.
-Podéis pasar y sentaros, en un momento iré llamando uno por uno- Digo de forma profesional
Me dirijo hacia el despacho donde procederán las entrevistas. Y me encuentro con un Aitor pensativo y a la vez ceñudo. Que le puede pasar me pregunto. Está muy serio. Y no lo he visto así desde que lo conozco.
-Dile al primero que pase.- Me dice secamente.
Tras realizar varias entrevistar y desechar a varios candidatos y apartar a los mejores. Me dispongo a ir a por el siguiente cuando me quedo helada. Veo una cara totalmente conocida cuando él me mira. Se le ve tan sorprendido como a mí.
-Sergio, ¿Cómo estás? Le digo cuando voy a por él y le doy dos sonoros besos en la cara. Estoy feliz de encontrármelo. Hace dos años que no nos vemos. Desde que se fue de ASGRA, y no he podido mantener contacto con él fuera por Carlos. El nunca ha soportado a Sergio, y lo entiendo es guapísimo, Es alto rubio, ojos azules. Tiene buen cuerpo y es muy simpático, y casi hubo algo entre los dos. Pero estaba tan enamorada de Carlos que no pasó nada.
-Hola Cris, ¿cómo tu por aquí? Pensaba que estabas en Granada con Carlos.- Me dice dándome un abrazo.
-Ya ves, aquí estoy, ahora de directora. Ya no estoy con Carlos, una larga historia-Le digo con voz triste acabo de acodarme de Carlos. ¿Cómo estará? Sigo dolida pero ha sido mi primer amor. – Bueno, pasa para que te hagamos la entrevista, supongo que estarás nervioso- Le digo con una sonrisa en la cara. Este asiente.
-Hola buenos días. Siéntese—Dice Aitor, nos mira a ambos que seguimos mirándonos y riéndonos.
-Aitor este es Sergio, estudió conmigo la carrera y ha estado trabajando allí en Granada conmigo.- Le digo con amplia sonrisa. Me ha agradado mucho encontrármelo aquí. Se perfectamente lo gran profesional que es Sergio. Y claramente lo quiero en la empresa.
Aitor lo mira y veo como sigue enfadado. ¿Pero qué le pasa?
-Sergio ¿verdad?-él asiente-, bueno dígame sus expectativas y por qué ha decidido optar para una plaza en mi empresa- ¿Acaba de decir mi empresa? Pero si no es de él, bueno en parte sí es de Aitor y Juan. Pero no entiendo porqué se comporta así. En todas las entrevistas ha actuado de otra forma.
Tras la incómoda entrevista Sergio se marcha, antes de hacerlo este se acerca hacia mí y me da dos besos Lo despido con amabilidad y cuando sale por la puerta miro a Aitor con mala cara. Se va a enterar.
-¿Se puede saber porque lo has tratado así?. Le digo un poco molesta.
-No lo he tratado de ninguna forma.- Dice quitándole importancia. ¿De ninguna forma? un poco mas borde y frío y no nace. Veo como pone su curriculum en la zona de los no clasificados a la siguiente fase.- Voy directa al montón y cojo su curriculum.
-¿Se puede saber que haces? Sergio es muy buen profesional y tiene experiencia. Es el mejor candidato que ha pasado hasta ahora por aquí.-Cojo el curriculum y lo pongo en el montón de clasificados.
-No me ha parecido eso al actuar de esa forma contigo. Esto no va a ser como en Granada, no quiero que haya grupitos y que se pasen las horas haciendo otra cosa que no sea trabajar.- En ese momento me siento delante de él.
-¿Crees que no somos profesionales allí en Granada? Te recuerdo que la empresa funciona en perfecto estado, que somos los mejores a nivel de rendimiento ¿y te atreves a decir que no trabajamos?- Le digo con una voz más alta que la que suelo utilizar.
-Mira señorita santos, el director y el socio le recuerdo que soy yo.-Dice serio enfadado- No permitiré que me hables así. Si no le parece bien como quiero hacer las cosas puede marcharse.
En ese momento me pongo más recta y más seria de la que ninguna vez he estado. A mí este idiota no me va a decir que me vaya ni me va a achantar. ¿Quien se cree que es para tratarme así y desprestigiar a mis compañeros? y a mí, claro está, no lo va a hacer más porque no me da la gana. Se ha pasado de la raya.
-Mire señor Rodríguez. Usted no es nadie para desprestigiar a mis compañeros ni a mí. No nos ha conocido ni ha estado trabajando en nuestra empresa para que hable de esa forma. Así que si no le importa, Sergio entrará directamente en la empresa. No hay nada más que hablar.
Me levanto y voy directa hacia la puerta a llamar al siguiente candidato o candidata. Lo miro y le digo
- A partid de ahora. Encárguese usted de encontrar a los profesionales que quiere. Recuerde que la semana que viene llega más personal de Granada, y ellos finalizarán la selección de personal. Y no se preocupe, informaré a Juan que Sergio será incorporado en el mismo momento que lleguen los demás.
Aitor se queda sin decir nada. Al ver que no me piensa decir nada más, llamo al siguiente candidato y voy directa a mi despacho. Cojo el teléfono y llamo al despacho de Aitor
-Señor Rodríguez, si no le importa, cuando acabe cada una de su entrevista, comuníquemelo para llamar al siguiente.
Después del enfrentamiento con Aitor y de la finalización de todas las entrevistas Me levando de mi mesa y voy al despacho de Aitor. Trabajamos juntos y no veo bien que no haya una comunicación aunque sea formal entre ambos, solo eso, comunicación meramente formal. Todo iba perfecto hasta esta misma mañana con él. He sido tonta al poder pensar que era al fin y al cabo buena persona. Ahora pienso que es un completo imbécil.
-Señor Rodríguez, ya han finalizado todas las entrevistas. Recuerde que tenemos esta tarde la reunión con un cliente para informarle de toda la información fiscal que necesita. Me marcho a casa. – Cuando me dispongo a salir escucho la voz de Aitor
-Espera. Creo que te debo una disculpa. Mi comportamiento no ha sido el adecuado.- Dice Aitor un poco arrepentido.
-No pasa nada, señor Rodríguez. Yo simplemente soy una empleada.
-No hace falta que me hables así Cris.- Dice tranquilo.
-No señor Rodríguez a partir de ahora le llamaré como es debido. Me marcho. Hasta dentro de unas horas.- Le digo seria. Creo que será mejor mantener las distancias.
Voy hacia una tienda que he visto esta mañana de camino hacia la oficina. Compro todo lo necesario para la semana. No quiero cargar mucho ahora. Ya tendré tiempo de comprar varias cosas más, al menos hasta acomodarme totalmente. Entro en el garaje de la urbanización y busco mi plaza de garaje. Al observar y buscarla lo que veo no me gusta nada. Paro el coche en seco.
¿Qué hace el coche de Aitor en la plaza que hay junto a la, mía? No puede ser, espero que sea de otro y no sea de él. Pero claramente es de él. Cuando estaciono y cojo mis bolsas subo arriba a mi ático. Salgo del ascensor y cuando me dispongo a buscar las llaves para entrar, se abre la puerta de enfrente. Miro y ahí estaba el saliendo él, colocándose unos cascos. Me mira.
-¿Te ayudo?- No puedo hablar, no me puedo mover me he quedado sorprendida.