Nick
Adrik recibe un llamado de su hermano, informándole que tiene el archivo pero que también se dirige a un aeropuerto militar, para utilizar uno de los aviones de Jean. Quedo tildado cuando dice que en realidad el avión no es para Nithael, sino para Aleshka. Queda en claro que ella buscará venganza porque leyó lo que contenía el archivo.
—¡Debo ir para allá! —grito y antes de salir corriendo dejo a Taty al cuidado de Crista, ahora debe encargarse de los trámites los cuales no me competen. Le toco la cabeza a la pequeña y le doy un besito en la frente —. Regresaré.
David me presta su coche, entonces me voy con Adrik y Jean hasta el lugar anteriormente nombrado.
Espero llegar a tiempo.
Una vez estamos en el aeropuerto, visualizo a un helicóptero de la C.E.E.R.
—La mala suerte nos persigue —exclama Adrik mientras conduce y luego estaciona cerca de la pista dónde están los aviones.
—Creo que aún no nos ha visto, eso es bueno —opina Jean.
Salgo rápidamente del vehículo.
—Mientras no haya encontrado a Aleshka, todo bien —aclaro y salgo corriendo en dirección a buscarla. Me detengo cuando la visualizo —¡Aleshka!
Ella se gira y me encuentro con sus hermosos ojos claros.
—Me tengo que ir —dice como siempre, sin una mínima expresión en su rostro.
—No vayas —Doy un paso adelante —es peligroso. Espera, podemos pensar en algo.
—Ya esperé demasiado —Se gira y entra a la compuerta del avión, luego se da vuelta, entonces me mira nuevamente —. Adiós —Sonríe y me sobresalto —Nick.
¿Acaba de llamarme Nick? Bueno, ella me puso ese nombre pero ¿Acaso significa algo? Reacciona Aleksandr ¿Cómo detienes esta locura?
Miro el helicóptero que se acerca.
—¡¿Justo ahora?! —me quejo.
El avión despega, pero por suerte el otro vehículo volador, es eliminado por Nithael que aparece justo a tiempo.
—¡Aleshka! —grito cuando no tengo oportunidad de seguirla —¿Y ahora qué hago?
¿Cómo la protejo? Puede que consiga su venganza, pero cuando la descubran, será demasiado tarde. Se despidió, porque sabe lo que puede ocurrir ¿Y ahora?
Me sobresalto al atajar unas llaves. Giro mi vista y miro al chico robot.
—Ella puede engañar al director e infiltrarse para matarlo, pero tú no, sin embargo siempre es mejor tener un respaldo, toma ese avión.
—¡Wow! —Sonrío —Gracias.
—No me lo agradezcas —Señala a Adrik que saluda desde el auto.
—¡Gracias! —le grito y me dirijo a dónde están guardados los otros aviones.
A buscar a Aleshka.