Narra Catherine.
Luego de salir del departamento de Andrew me dirigí a mi trabajo.
Todo el día pasó bastante normal, revelé algunas fotos que había sacado la semana pasada y se las entregue a mi jefe. No fui yo la que le tomó las fotos a Maluma el día de hoy, pero de todas formas me lo he cruzado un par de veces por los pasillos del estudio.
Miro mi reloj; son las séis y veinticinco de la tarde, quedan solo cinco minutos para poder irme a mi casa. Guardo todo en mi bolso y ordeno un poco el escritorio de mi oficina.
— Adelante — digo cuando siento que tocan la puerta, y quedo totalmente helada cuando veo que por ella, entra Maluma. — ¿Ya terminaste tu sesión? — pregunto. Él asiente, entra a la oficina y cierra la puerta.
— Ya me estaba yendo al hotel, pero quería pasar a saludarte — se acerca demasiado a mi cuerpo y me toma de la cintura.
— Nos puede ver mi jefe y no creo que le gu.. — intento decir pero Maluma me calla de la mejor manera; besándome.
Coloca delicadamente su mano en mi cuello y la otra en mi cintura, aferrándome más a él. Con mi mano derecha me cuelgo de su cuello y con la izquierda toco su pecho. Me besa con desesperación y yo hago lo mismo.
Sus besos no son como los de Andrew pero, de todas formas me llevan hasta el cielo.
— No puedo hacer esto aquí — le digo cuando me sube al escritorio y comienza a besar mi cuello. — Es mi trabajo — se separa de mi y sonríe.
¿Por qué siempre está con esa sonrisa que le queda malditamente bien?
— Entonces vas a aceptar una cita conmigo, en mi hotel — alzo una ceja mirándolo. — No — niega y ríe. — No te estoy invitando para eso. Quiero conocerte un poco más, la semana que viene ya vuelvo a mi país — me acorrala contra el escritorio, colocando ambos brazos alrededor de mi cuerpo. — Hoy a la noche ¿Aceptas si o no? —
— Está bien — ambos sonreímos ante mi respuesta.
No sé si está bien lo que estoy haciendo con Maluma. Es de otro país, jamás tendríamos "futuro", pero por lo menos puedo distraerme un rato y pasarla bien. ¿Tengo derecho, no?
Me da la dirección de su hotel y luego de despedirnos, ambos salimos del estudio. Subo a mi auto y condujo hasta casa.
Es increíble la cantidad de mensajes que obtuve y las fotos que vi en internet hoy, acerca del beso que nos dimos Maluma y yo ayer. El internet "explotó", leí comentarios que decían algo como "Andrew la engañó, déjenla en paz" ; "Maluma y ella hacen buena pareja. Sufre Andrew" ; "Cómo puedes cambiar a Andrew por ese chico?" ; "Pedazo de zorra" ; "Puta" y esos son solo algunos, pero la verdad no me importan porque solo yo sé que es lo que está pasando en mi vida y en mi corazón.
— ¡Hola! — entro a casa y saludo felizmente a mi familia.
Gus corre a abrazarme y se cuelga de mi cuerpo.
— ¿Como estás enano? — desordeno su pelo.
— Bien, hoy en clases me saqué una A — dice con una sonrisa en su rostro. Lo felicito y luego me acercó para saludar a Hil y a papá.
— Hola mi vida — dice Hilarie y deposita un beso en mi mejilla.
Por alguna extraña razón siento que algo raro está pasando aquí, como que el aire está tenso.
— Hil, ¿puedes ir con Gus a comprar lo que te dije hoy? — dice mi padre, y no me pregunten porqué pero, siento que solo dijo eso para sacarlos de la casa.
— ¿Todo bien? — pregunto a mi padre una vez que nos encontramos solos.
— Dímelo tu — suspira y se pone de pie frente a mi.
— No entiendo —
— ¿Qué está pasando en tu vida, Catherine? — se cruza de brazos y se acerca más a mi. Lo miro sin entender. — ¿Tu nuevo deporte es besar hombres en los boliches? ¡Ya es la cuarta vez en el mes que salen fotos tuyas! ¡Ayer estuviste con un tipo famoso en un boliche y luego pasaste la noche en lo de Andrew! ¿Qué estás haciendo? — grita exasperado.
— ¿Es enserio? Es mi vida, papá — hablo más calmada que él. — Pasé la noche en su casa porque él estaba mal y Norman me lo pidió, sino créeme que no hubiera ido — suspiro. — Andrew y yo ya no estamos juntos, puedo hacer lo que quiera —
— Entonces ¿lo haces para vengarte? ¿Para molestarlo? — río porque no puedo creer que esté diciéndome eso.
— ¿Qué? ¡No! Lo hago por qué tengo veintidós años y puedo hacer lo que tenga ganas, y si eso significa besarme con cuanto tipo se me acerque, lo voy a hacer porque es mi vida, papá — intento subir las escaleras pero él me detiene.
— Te estás comportando como si fueras una cualquiera, Catherine, y no lo eres. ¿Leíste todo lo que dicen de ti en internet y en televisión? — bufo y ruedo los ojos.
— No me importa lo que digan los demás —
— ¡Pero a mí si! ¡Eres mi hija y no tengo ganas de prender el televisor y ver que te estén tratando como una zorra! — grita y logra asustarme. — Te comportabas mejor cuando salías con Andrew —
— ¿Andrew? ¿Tú amigo? ¿Él hombre que engañó y lastimó a tu hija? — grito ahora yo.
— Déjate de joder con eso, Catherine. Ya sabes que está arrepentido de lo que hizo, no seas inmadura — abro la boca sin poder creer que mi propio padre me diga eso. — Ponte de novia con alguien, o quédate soltera, pero no salgas una semana con alguien y la otra semana con otro —
— Tengo veintidós años, papá —
— Pero vivís bajo mi techo — lo miro levantando una ceja.
No entiendo porqué está actuando así.
— ¿Queres que me vaya de la casa? ¿Otra vez? — me acerco a él. — No tengo problema en hacerlo — intento alejarme de él para subir a mi cuarto pero otra vez me detiene.
— No — bufa y luego suspira. — Catherine, basta. Estoy intentando ayudarte, no sé que está pasando por tu cabeza en estos momentos, pero no quiero que pierdas tus cabales. Esta no es la Cathy de papá — estira sus brazos para abrazarme pero me alejo.
Ya la cagó con todo lo que me dijo, y por más de que mi padre sea mi debilidad, sigo enojada así que no dejo que me abrace.
— No perdí nada. Estoy intentando tener una vida normal, la de una joven de mi edad. Si me queres y queres verme feliz, respeta mis decisiones — pasa una mano por su cara y asiente. — Ya no tengo cinco años, papá —
— Perdón, amor — toma mi rostro y lo pega a su pecho. No lo abrazo porque aún sigo enojada. — Solo quiero que hagas las cosas bien — deposita un beso en mi cabeza.
Me separo de él y comienzo a subir las escaleras.
— Hoy voy a salir y es probable que no vuelva hasta mañana. Solo te aviso para que no te preocupes — veo cómo se tensa pero solo asiente con su cabeza.
— ¿Puedo saber con quién? — pregunta.
— Nop — dicho eso camino hasta mi cuarto, entro y cierro la puerta.
Odio pelear con papá. Él es el verdadero hombre de mi vida.
Tomo mi celular y comienzo a mensajearme con Daniela, tenía que contarle lo de esta noche:
A decir verdad tengo nervios de lo que pueda pasar esta noche. A pesar de que he conocido personas nuevas no puedo sacar a Andrew de mi cabeza, pero Maluma me hace sentir especial por unos minutos. No es lo mismo que estar con Andrew, no, y jamás lo será pero, por lo menos tengo que darme la oportunidad.
Me ducho, maquillo un poco mi rostro
y luego elijo el atuendo que usaré para esta noche. Hace mucho calor así que opto por algo normal y a la vez fresco:
Tomo mi bolso, y bajo las escaleras pero me arrepiento al instante ya que veo a Andrew allí, en el living de casa, con papá, Gus y Hil.
Siento como me mira y hago lo mismo. ¿Por qué tuve que meterme con alguien tan lindo? No puedo evitar sonrojarme cada vez que lo veo. Lo amo tanto, pero me duele tanto su presencia.
— Ya me voy — le digo a papá.
— ¿Por qué el tío Andrew y tú ya no se saludan? Antes se besaban en los labios — dice un inocente Gus, haciendo que todos nos sintamos completamente incómodos.
— Amor vamos al cuarto — dice Hilarie llevándolo a la habitación. La amo por eso.
— Cuídate — dice papá. Deposito un beso en su mejilla y asiento.
— ¿A donde vas? — pregunta Andrew mirándome de arriba a abajo y no sé si reír o llorar.
¿Enserio está preguntándome esto enfrente de mi padre?
— Adiós, pa — digo, ignorándolo y abriendo la puerta de casa.
Subo al auto y luego de chequear la dirección, condujo hasta el hotel de Maluma.
Continuará...