-¡No me di cuenta de que era tan tarde!- exclamó Isaac con su camisa entre las los brazos y todo el pelo revuelto, tratando de abrochar su pantalón que se caía mientras caminaba a paso de Stiles.
-¡Sabia que era una mala idea!- exclamó el castaño, mientras se hechaba el rociador anti aromas para perros en el y en Isaac para terminar de abrochar su cinturon.
Resumen. Era de mañana y todos dormían como osos en pleno invierno, menos Lydia, la cual le dio la dirección de la casa en el bosque. Isaac planeaba declarse a Stiles alli, pero una cosa fue a la otra y terminaron teniendo sexo por toda la casa. En la mesa, en el sofá, en la cama, en las escaleras, en la cocina, EN TODOS LADOS y el todas las posiciones posibles. Divino, pero todo se fue a carajo cuando dieron la una.
Ahora probablemente tenían a una manada y un Scott buscandolos como perros policías, a menos que Lydia haya dicho algo. Y si dijo algo, serían perros policías con armas.
-El rociador ese puede ocultar aromas, pero no creo que pueda ocultar esto.- mascullo Isaac, señalando su entrepierna que estaba bien despierta y preparada para lo que venga.
-¡Entonces acomodatela! ¿O quieres que lo haga yo?- pregunto retórica mente, rodando los ojos. Isaac freno, y lo miro con una ceja en alto.- ¡No!
-¡Ya!- grito estresado, y miró a Stiles- Date la vuelta- le pidió con un rojo amenazando sus mejillas.
-¿En serio?- le pregunto Stiles, mirándolo con una sonrisa burlona- ¿Te da vergüenza eso, pero no que te la chupe? Eres un caso, Lahey.
Isaac le gruño y Stiles levantó las manos en signo de inocencia, dandole la espalda "para más privacidad" a la princesa.
-Me molesta- se quejo el ojiazul, caminando casi como un pinguino-no te rías. Es tú culpa, para empezar.
-¿Mi culpa?- pregunto incrédulo, señalandoce a él mismo.- Claro, siento mucho estar tan bueno y haberte exitado.
-Deberias.- gruño y Stiles rodó los ojos.
Caminaron unos cuantos minutos más hasta que llegaron a la tremenda mansión en la playa. Scott los esperaba con los brazos cruzados, junto con Kira y Liam.
-¿Terminaron de follar?- pregunto Liam con burla, riendo al ver a su Alfa.
-Liam.- le regañó Kira.
-Sentimos llegar tarde, fuimos a dar una vuelta y nos perdimos.- se escuso Stiles, con una tierna carita de cachorro regañado mientras Isaac trataba de que su erección de quedará baja.
El pobre se movía de un lado a otro inquieto.
-Si, claro.- murmuró el rubio bajito rodando los ojos, antes de desaparecer para buscar a la manada.
Scott gruño y Kira río nerviosamente.
-Uhmm...creo que yo ya tendría que ir a preparar el almuerzo. Si, Érika debe estar esperándome...si- murmuró y se fue rápidamente, no sin antes pronunciar en mudo "suerte" a la pareja.
-¿Estas bien?- pregunto Stiles, viendo cómo Scott estaba en la misma posición.
-Me mentiste.- le acusó, frunciendo más el ceño, molesto.
-Si no te miento, te enfadas, y te la desquitas con Isaac- le dijo el ojimiel, frunciendo el ceño.
-Tu nunca me mentias- repuso.
-Porque no hacía falta, pero ahora sí te digo la verdad te molestaras conmigo y con el- dijo, cada vez más molesta- ¡Yo no me enojo contigo ni con Kira cuando tienen sexo!
-¡Por que ella es mí novia! ¡Y no me haría daño!- le grito.
-¡¿Por que siempre crees que Isaac me hará daño?! ¡Todo lo que hizo hasta ahora es de las mejores cosas que me pasaron! ¡Disfruto cada segundo que paso con el! ¡Si tengo sexo con él o no es mí asunto, para de portarte como un imbesil con el cuando lo único que hace es hacerme feliz! ¿Que demonios es lo que te molesta de eso?
-¡No quiero que pase lo mismo que con Derek!- grito, y Stiles sintió el corazón darle un vuelco.
-Nunca tuve sexo con Derek- dijo con los dientes apretados- Si, salimos. Si, nos besamos. Y me di cuenta de que a la vez que estaba conmigo también estaba con Braeden. Y sé que te sientes culpable por eso, y comprendo que quieres que no pase lo mismo. ¡Pero tienes que entender que Isaac jamás me haría eso! ¿¡Crees que de verdad me acostaria con el sin tenerle confianza!? ¡¿Sin amarlo de verdad?! ¡¿Tan de fácil tengo la cara?!- le grito ya fuera de sí.
El castaño paso por su lado chocado su hombro con brusquedad y salió de ahí.
Isaac miró al moreno con los dientes apretados, amenazante.
-Deja de ser un idiota- le gruño- Yo amo a Stiles. Daría mí vida sin dudarlo ni un segundo por el. Estoy dispuesto a dar todo de mí para hacerlo feliz. Te prometí que jamás le haria daño, ¿que más necesitas, Scott?
(...)
-Ey, ¿todo bien?- le pregunto Lydia, entrando a la habitación con una sonrisita dulce-¿Puedo pasar?
-Pasa.- murmuró Stiles acurrucandoce más en las mantas.
Lydia miró el frasco de Aderall que estaba en la mesita de luz e hizo una mueca.
-¿Cuantas tomaste?- pregunto, preocupada.
-Cuatro- admitió- la ansiedad es peor cuando tengo muchas emociones juntas.
-No tomes mas- murmuró guardando el frasco en el cajon- ¿No vino Isaac?
-Le dije que se fuera.
-Sabes que el nunca te haría lo que Derek, ¿verdad?
-Si, lo sé.- murmuro.
-Entonces ¿que pasa Sti?- pregunto en un susurro, acariciadole el cabello como una madre haría con su hijo.
-Hizo que recuerde a Derek- murmuro- Y odio hacer eso.- se hundió más en la almohada, la cual se humedeció con una de sus lágrimas.
-Oh, Sti.- musitó y se acosto a su lado para abrazarlo- No llores, odio verte llorar. Me harás llorar a mí.
Stiles solo una leve risita rota y se apego más a ella.
-Te juro que si tuviera a Derek aquí mismo le hubiese disparado ochenta mil balas de aconito en el culo- le dijo, y Stiles sonrió pequeñito- pero aunque me encantaría hacerlo, eso no cambiaría todo lo que él hizo. Y lo único bueno de ello, es que demostró que no merece una persona tan buena como tú en su vida. Y también, hizo que Isaac entrará en tú vida de una manera diferente.
-Y aunque no quiera admitirlo, gracias a él, Isaac y yo ahora estamos juntos. Creo que le debo una grande.
-Le debes una grande patada en las pelotas.- opino la pelirroja.
-Eso también.- río Stiles, y Lydia se contagio de el.
-Scott no lo hizo con intención, lo sabes, ¿verdad?- el ojimiel no contesto- está celoso, pero no celoso de su relación, creo que siente que un día simplemente dejaras de estar con él para irte con Isaac. Sabes que él te adora, y talvez el hecho de que ahora sean pareja y además vivan juntos, haga que se sienta más lejos de ti.
-Ridiculo- espeto el, apretandose más a ella- Nunca dejaría a Scott de lado. Yo también lo adoro, es mí hermano.
-Y el lo sabe. Pero cuando una pareja pasa al siguiente nivel, osea tener sexo, es cuando las cosas se profundizan más. Tiene miedo de perderte, Stiles.
-Bueno, es un idiota.- admitió y abrió los ojos, mirando los orbes verdes de su amiga- Parecía que estaba aceptándolo bien.
-El lo acepta, él sabe que Isaac te hace feliz. Pero tiene miedo de que él pueda llegar a ser como Derek.
-Isaac nunca será como Derek.
-Lose. Todos los sabemos.-le sonrió, tranquilizandolo-, pero no puedes culparlo por tener miedo a ello. Te adora y lo que menos quiere es verte sufrir otra vez. Nadie quiere eso, Sti.- le acaricio el cabello de la frente con cariño.
Aún recuerda cuando la manada trataba de ir a visitar al castaño, pero un muro de mountain Ash les prohibía el paso, y Lydia, la única que podía trapasarlo de encontraba con toda la casa trabada. Lo único que lograban escuchar era prácticamente como el ojimiel destrozaba la casa. Su llanto lleno de rabia y vergüenza. Lo único que podía hacer era llamar al Sheriff.
La rabia hacia Derek nunca iba a irse. Lo trataba con cariño, era antento y caballeroso, y un día así como así lo ignoraba, le gritaba enfrente de todos, y todo eso duro unas cuantas semanas hasta que Stiles los encontró a él y a Braeden en pleno acto, en el Loft del lobo.
Le grito un sin fin de insultos, y el Alfa no se quedó callado. Le repetía una y otra vez que solo era un juego, que quién querría estar con un chiquillo insoportable como el. Y el simplemente se largó, no iba a rebajarse.
Y Scott simplemente no quería verlo sufrir de esa manera otra vez. Porque todo estaba tan perfecto, que le recordó a Derek, y como un día simplemente cambio y humilló a su hermano del alma.
-¿Por que no te leventas y vamos a la playa? Todos nos están esperando con los sanwiches.- le ánimo, y Stiles sonrió.
-Vamos.
(...)
-Apa- le silbo Lydia, mirándolo de arriba a bajo con una sonrisa coqueta.
-Pervertida- le dijo rodando los ojos, y las mejillas rojas.
-Por esto amo el verano-, lo señaló de cuerpo completo- esos shorts de baños rojos y cortos van a hacer que a Isaac se le pare todo, Stiles querido. ¡Te resaltan el culo! Uffff, estás on fire.
-Tu también estás hermosa.- le sonrió, viendo el bikini blanco que debajaba ver sus pronunciadas curvas y grandes pechos. Lydia definitivamente tenia un cuerpo precioso- una de las razones por las que estuve enamorado de ti la mayor parte de mí vida.
-Ya, callate.- le dijo con las mejillas rojas y le tomo las mano para que ambos salgan con las toallas en la mano- ¿Todavia no te creció el bello?
-No desde que me encadenaron en una cama con Scott y nos depilaron con cera todo el jodido cuerpo.- gruño, tocando su suave abdomen.
-Algun día te crecera- Lydia le dio unas palmaditas en el hombro- pero así es más caliente, sin tantos bellos por todos lados. A Isaac no debe molestarle.
-Le pone bastante.- admitió, y Lydia río.
-Te dije.- canturreo y cuando llegaron a la playa todos estaban en el mar.
Las chicas con sus bikinis, mostrando sus envidiables cuerpos, y los hombres con shorts parecidos a los suyos, también mostrando sus cuerpos de dioses griegos. Por un momento se sintió avergonzado, su cuerpo no era tan musculado como el de los hombres lobos.
-No te avergüences- le regaño Lydia y le arrebató la toalla de los brazos para dejarla sobre la reposera- que no tengas los abdominales tan marcados como los de Boyd no significa que no seas guapo. Tienes un buen cuerpo, y te aseguro que Isaac caerá de culo en la arena al verte.
-Ya, también te quiero.- le dijo con las mejillas rojas.
Lydia beso su mejilla y corrió hacia la playa, tirándose encima de Liam que por poco y no cae de cara al suelo.
-Stiles.- lo llamo una voz detrás de él.
Scott lo esperaba con una carita de perrito regañado, agachando la cabeza como un cachorro cuando su dueño lo regaña.
Stiles se acercó a paso rápido a él, y cuando Scott cerró los ojos esperando el golpe, lo único que recibió fueron unos cálidos brazos al rededor suyo.
-Eres un imbesil- concedió Stiles, y hundío su cara en el cuello de su mejor amigo- se que lo haces porque te preocupas por mí y te lo agradezco. Pero debes confiar en mí, y en Isaac. Yo lo amo, Scott- murmuró y el moreno lo rodeo con sus brazos, protegiendolo.
-No dudo que asi sea- musitó y lo atrajo a el un poco mas- prometeme que si algo no va bien, me lo dirás.
-Lo prometo- concedió, y se separaron- también lamento haberte mentido.
-Se cuando mientes, Sti. Y no son grandes mentiras, son tontas. Solamente no me apartes.
-Nunca voy a aparte, idiota- río, y le dio un golpecito en el brazo jugetonamete- eres mi mejor amigo, y aunque esté con Isaac, no significa que no tenga tiempo para ti. Siempre tendre tiempo para ti.
Scott le sonrió y volvió a abrazarlo unos dejando un beso en su coronilla para luego apartarse y dejarlo solo.
Stiles frunció el seño, pero entonces vio a Isaac.
Y, oh joder, que bella vista.
Tenía puestos unos shorts de baño azul marinos, dejando a la vista las largas y musculosas piernas, todo su torso ancho y fuerte a la vista con las gotitas del agua callendole y dándole ganas de larmer cada una de ellas, con una perfecta piel pálida, pero no tanto como la suya. Su pelo estaba mojado, moviendoce con el viento.
Dios bendito, que alguien traiga una silla porque caía muerto en el suelo.
-Mierda.- murmuró viéndolo de arriba a bajo. Se removio inquieto, no quería que lobos oliesen su excitación.
-¿Estas bien?- le pregunto Isaac preocupado, y Stiles le sonrió, tirándose a sus brazos.
-Muy bien.-dijo mientras le rodeaba el cuello con los brazos.
Isaac suspiro aliviado y junto sus labios, con una sonrisa en ellos.
Bajo las manos que estaban en la cadera del ojimiel y apretó su gran trasero a gusto, moldeandolo con sus manos, apretándolo y atrayendolo a él.
-Usa esos shorts cuando estemos en casa. Solos- le dijo mordisqueando su cuello, apretando más sus nalgas, haciendo que Stiles tenga que ponerse de puntitas- te resalta el culo mucho más.
-Tienes una adicción con apretarme el culo.- le riño.
-Es irresistible. Al igual que todo de ti.
-Aw, eres un amor- burló, volviendo a besar sus labios.
-¡LAS MANOS DONDE PUEDA VERLAS LAHEY!- chillo Érika con una voz de ansiana que hizo que todos rieran.
Isaac sonrió malicioso e hizo que Stiles quede de espalda donde estaba la manada, y volvió a apretar su culo con ambas manos.
-Ahi puede ver mis manos.- dijo, y Stiles soltó una gran carcajada mientras escuchaba el sonido indignado de Érika y los aplausos de la manada.
En menos de un segundo ya había tomado a Stiles en brazos haciéndolo gritar y toda la manada río al ver como el ojimiel se pegaba a él como una solapa.
-¡Va a estar fría! ¡Va a estar fría!- chillo y cuando Isaac estaba por tirarlo al agua se afianzo el agarre haciendo que ambos calleron.
Pasaron toda la tarde riendo y jugando, tirándose el uno encima del otro mientras el agua los empapaba.
Definitivamente las mejores vacaciones en manada.
(...)
Isaac suspiro. Era el momento.
-Ven, tengo que decirte algo- murmuró en el oído de Stiles, tomandolo de la mano. Ya eran las siete de la tarde y todos ya estaban riendo, hablando entre sí en sus toallas.
El sol comenzaba a caer, dejando un hermoso matiz de colores anaranjados, amarillentos y rosados en el cielo, mientras el sol comenzaba a esconderse.
Boyd le mostró los pulgares y le sonrió.
Caminaron hasta llegar a la orilla del agua, mientras pequeñas olas chocaban con sus pies para volver hacia atrás y repetir la acción.
Una de sus manos la tenía entrelazada con las de Stiles, y con la otra saco algo de su bolsillo.
Era un jazmín.
-Stiles Stillinski- hablo, y lo miro justo a los ojos- ¿Me darías el honor de ahora en adelante, poder llamarte Stiles Lahey Stillinski?
Entonces le entrego el jamiz.
En el, con una preciosa y prolija letra, había escrito;
¿Quieres ser mi novio, Bambi?
Cada palabra, escrita en un pétalo.
-Te amo- le dijo, con una verdad tan abrumadora que Stiles sintio como los ojos se le llenaban de lágrimas, y dio un paso hacia el- ¿me darías el honor de decírtelo cada día? ¿de poder despertar y ser tú lo primero que vea cada mañana? ¿de presentarte como mí novio a cada persona del mundo? ¿me dejarías gritarlo al mundo, aunque tú seas el mío?
-Te amo, ricitos.- sonrió, y tomo sus mejillas para besarlo.
Isaac lo tomo de la cintura, y lo atrajo a el.
-¿Eso es un si?
-Definitivamente.
Y volvieron a besarse, mientras la manada explotaba en aplausos y llanto.
A partir de ahora, Stiles Stillinski y Isaac Lahey eran novios.
Y nadie podría arruinar algo tan perfecto, sincero y puro.
O almenos eso pensaban.
AMO HACER FINALES ABIERTOS
Ya se, soy mala.
Peeeeeeeeeero
Por fin son novios *llora* que bello.