CLARA
A veces el ser humano tiene que pasar por situaciones límites, para darse cuenta de lo que en verdad importa ¿Pero porque llegar a ese punto, en donde a veces no hay retorno?
Abrí los ojos y lo que ellos me mostraron me dejó pálida y sin respiración.
Esto no era real, no... Ella no podía estar...
Me acerque a su cuerpo con pesar y apreté su estomago en donde una mancha roja se iba esparciendo mas y mas. Ella me sonrió-todo estará bien Aní. Esto es lo que tenía que pasar, me lo merecía después de tanto daño que le hecho a las personas y a ti.
-¡Ni se te ocurra repetirlo! ¡Vas a vivir me escuchas!
Ella tosió un poco de sangre-al final Alek si estaba equivocado. Cuando vi que esa bala era para ti, corrí con todas mis fuerzas implorando que no te tocara-volvió a toser.
-¡Claro que el no tenía razón! Nat aunque este muy en el fondo de ti, yo se que tienes un corazón enorme.
-¿Nada de romanticismos recuerdas?
-No seas estúpida-la fulmine con la mirada-vas a vivir y vas a empezar de nuevo. Vamos a empezar de nuevo, juntas.
Sus ojos brillaban, su piel se fue tornando blanca y sus labios azulados.
-¡No cierres los ojos! ¡Joder!-las lagrimas corrían libremente por mi cara, como un grifo que fue abierto y no se puede volver a cerrar.
-¿Aní?...
-¿Si?-mi voz salió en un susurro.
-Estuve pensando en el amor de hermanas...
-No digas nada Nat, solo no cierres los ojos...
Ella cerró los ojos y los volvió abrir y luego me sonrió con tristeza- te quiero Anastasia.
Y sus ojos se cerraron y no se volvieron a abrir.
-¡Natasha Kostova! ¡Abre los malditos ojos ahora!-grite a todo pulmón.
Una mano me tomo por la cintura y me estrello contra un pecho duro-shh tranquila-dijo Duncan.
-Ella...ella...-las palabras no me salían, no podía creer que mi hermana estuviera muerta.
-Todo estará bien Clarita-afirmo con seguridad.
El acaricio mi pelo con movimientos rítmicos.
-¿Y Patrick?
-Fue llevado al hospital. El pregunta por ti, debes ir.
Simón se acerco al cuerpo de mi hermana y le tomo el pulso. Luego comenzó a hacerle los primeros auxilios-vamos mariposa, vuelve.
-Yo...no puedo dejarla.
-Clara...
-¡No¡ Era mi hermana joder!
-¡Vamos joder!
De pronto a Simón se le iluminaron los ojos y grito-¡ella tiene pulso! Traigan la maldita camilla, hay que estabilizarla y ponerle oxigeno.
Las cosas sucedieron todo muy rápido. Se llevaron a Natasha en una camilla y Simón fue con ella, prometiéndome que no le iba a sacar los ojos de encima.
-¿Viste que te dije que todo iba a estar bien?
-¿Eres brujo Macleod y yo no me he enterado?
El se rió y negó divertido-no. No lo soy. Ahora larguémonos de este agujero, estoy muriendo de ganas de ver a mi mujer.
-¿Fue fácil para ti?
-El me miro sorprendido por mi pregunta- no, no lo fue. Fue jodidamente complicado. Yo no quería amor y corazones y termine recibiendo mucho más que eso. Cuando el amor toca a tu puerta, no puedes no abrirle y esconderte bajo la cama, como un cobarde. Debes enfrentarlo cara a cara y decirle que no le temes.
-¿Y tú no le temías?
-¿Yo? Quería salir corriendo por la primera salida. Pero gracias a dios mi mujer es persistente y me puso bien los puntos. O aceptaba todo el paquete o nada.
-Mujer inteligente.
-Así es. Mi mujer, junto a mis niños fue lo mejor que me paso. Ellos cambiaron mi mundo.
-Guau, el gran Duncan Macleod siendo todo un poeta.
-No se lo digas a nadie, arruinarías mi reputación de chico malo.
-Tu secreto está a salvo conmigo.
Me subí al helicóptero y me puse los articulares.
-Duncan... ¿y Alek?
-El hijo de puta murió a balazos, cuando intento matarte.
Alek muerto. No lo había matado yo, pero por lo menos el nunca volvería jodernos la vida.
-Clara...
Lo mire y el estaba nervioso-se que no debo meterme, pero bueno siempre hay una primera vez. Patrick es un buen hombre, a pesar de todas sus equivocaciones, no es un hombre del mal, solo impulsivo y tonto.
Sé que es un poco cabezota, pero él siente cosas muy fuertes por ti y si tú también la sientes, aunque todos sabemos que es así, ve por él y no lo dejes nunca más u otra podría llegar y querer quitarte tu lugar.
Mis manos se transformaron en puños, en pesar a otra queriendo tener a mi Patrick. Nunca había sido celosa, pero sacaba mi lado posesivo.
Cuando llegamos a la clínica, nos encontramos con un Simón despeinado y manchado de sangre-ella...-un nudo se formo en mi garganta.
-Ella está estable. Perdió mucha sangre, pero la bala no llego a perforarle nada. Los médicos la durmieron, para que su cuerpo descanse.
-¡Gracias al cielo! Y a ti Simón-lo abrace.
-No me agradezcas. Ella se pondrá bien... aunque Clara...ella.
-Lo sé. Pero ella no va a volver a ese calabozo, prometí que ella y yo empezaríamos de nuevo y eso haremos.
-No lo quiero cerca-dijo Duncan con odio y Simón lo callo con la mirada.
¿Qué pasaba aquí?
-¿Duncan?
-Ella...que te lo cuente Patrick mejor. Pero no quiero tenerla cerca y menos de mi familia, es lo único que pido.
-Esta bien primo, no te preocupes. Patrick está en la habitación sesenta y nueve. No para de preguntar por ti.
Asentí pensativa por la reciente charla y me dirigí hacia la habitación en donde estaba Patrick. Entre y la escena con la que me encontré me dio risa.
Patrick estaba peleando con la enfermera porque ella quería que comiera sopa y él no quería. Parecía un niño pequeño refunfuñando.
-Deje-le dije a la enfermera-yo me ocupo.
Ella asintió cansada y nos dejo a solas. Patrick me miro y una sonrisa se extendió por su rostro-dime que tienes una hamburguesa entre tu ropa.
Me reí-no tengo-el hizo un puchero adorable y yo lo abrace. El se quejo un poco por el dolor, pero es que no podía más, estaba agotada.
-Hey, veo que alguien me extraño. Si así me recibirás cada vez que me secuestran, voy a pedir que lo hagan más seguido.
Lo fulmine con la mirada y él se rio haciendo una mueca de dolor-Mucho. Perdóname.
-No tengo nada que perdonarte amor.
-Sí, tienes muchas cosas que perdonarme, especialmente por huir. Si yo no me hubiese ido tú...
- Hey amor-me levanto la barbilla-esto no fue tu culpa, sino la de esteroides...-gruño.
¿Joel?-¿Qué quieres decir?
-Yo sabía que el tipo no me caía bien por algo. El me entrego con moño y todo a ese mafioso y le pasaba todos nuestros movimientos.
-Voy a matarlo-gruñí.
-Tú no vas a matar a nadie más, hablo enserio cariño. No más muertes.
-Está bien.
-Clara tengo que ser sincero contigo...-bajo su vista a su falda avergonzado.
Esa frase cayó sobre mí como un balde de agua fría.
-No hace falta...
-Shh...Si hace falta. No es algo de lo que me quiera acordar, pero en el pasado yo le hice mucho daño a Duncan y Mushka, junto con tu hermana.
-¿Natasha?
-Sí.
Y así el comenzó a relatarme todo. Como Duncan cayó en coma y Natasha lo hirió. Como su padre había armado el plan del banco y dejo a su hermana a la deriva y ni la ayudo.
No me gusto saber que Patrick estuvo enamorado de Mushka, aunque ya lo presentía, escucharlo de sus labios, fue como un puñal que se clavo en mi corazón.
-¿La sigues amando?-pregunte con dificultad.
-No. Solo le tengo cariño como se lo tengo a cualquier miembro de mi familia. Aparte yo amo a otra persona.
-¿A quién?-mi voz salió como un chillido.
El se rio y mirándome a los ojos, me dijo-te amo a ti súper Woman.
Mi corazón empezó a latir con fuerza en mi pecho y mis ojos se aguaron-yo también te amo James Bond y prometo no volver a huir de ti.
El tomo mi cara con sus manos y me atrajo a su boca. Me di un beso dulce y lleno de sentimientos, yo me agarre de su bata de hospital, atrayéndolo más a mí.
El beso paso a ser febril y el poso su mano a mi cintura, para bajarla peligrosamente cerca de la curva de mi trasero-te deseo.
-Yo también-dije sobre sus labios-pero estamos en un hospital y tu estas mal herido.
El me sonrió maliciosamente-bueno...Doble trabajo para ti amor. Tenemos que hacerle honor al número de mi habitación ¿no te parece? -me guiño el ojo.
Solo queda el epilogo. No puedo creer que ya estemos llegando al final.