《Sentimientos》Stisaac

By Bitch3172002

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Si hablamos de pertenencias, quiero ser tuyo y de nadie mas. Si hablamos de compañias, quiero estar contigo y... More

Prólogo
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AVISO Y DATO CURIOSO
Capitulo especial
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¡Gracias loves!
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Navidad
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AVISO IMPORTANTE
NO ES CAPITULO
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By Bitch3172002

[2 días después]

Con el frío sudor pasando por su frente, el castaño se levantó de golpe con los ojos bien abiertos y el temor colado en la sangre.

Su respiración era agitada y podia sentir como su cuerpo temblaba.

-¿Stiles? ¿Que pasa?

Escucho una voz detrás suyo, y fue cuando se dio cuenta de que un peso hundía la cama a su lado.

Todo era muy confuso, y estaba totalmente oscuro.

-¿Isaac?- murmuró con los labios temblandole y el corazón en la garganta.

-¿Estas bien?- pregunto el ojiazul, sentándose en la cama.

-Creo que no.

Fue lo único que salió de su boca y un gimoteo salió de sus labios. ¿Por que tenía tanto miedo?

- Se como hacer que estés mejor.

Lo siguiente fue sentir los labios del contrario chocar con los suyos con fuerza, demaciada fuerza, y meter su lengua de golpe.

Se subió arriba de su cuerpo manoseandolo sin pudor alguno.

- No, Isaac, no quiero, apartate- murmuró posando las manos en su pecho, tratando de alejarlo con todas sus fuerzas.

Pero las fuerzas de un hombre lobo no eran nada acomparacion de las suyas.

- Basta, Isaac, basta.- sollozo, mientras sentia los mordiscos en su cuello.

El cuerpo le temblaba a más no poder, más lágrimas caían como cataratas por sus mejillas mientras gritaba y pataleaba.

El rubio comenzó a pasar sus manos por todas sus caderas y piernas desaciendoce poco a poco de la ropa.

-¡Apartate! ¡Basta! ¡Dejame! ¡Porfavor, Isaac, no eres así!

Y solo rogaba y rogaba.

Entonces despertó.

La única razón por la que no grito fue porque tenía el corazón fuera del pecho y la garganta cerrada.

Tenía lágrimas en los ojos y en las mejillas, el cuerpo seguía temblandole mientras apretaba las sábanas con fuerza y miraba para todos lados.

El cuarto tenía la luz apagada pero podía verse un poco por la luz del pasillo que se reflejaba debajo de la puerta.

Giro su cabeza y Isaac no estaba a su lado.

Entonces recordó como le había sonreído con burla por dejarlo con una erección y cerrarle la puerta en la cara por haberce comido el poco helado que le quedaba.

Colocó una mano en su pecho, tratando de calmar su desesperado corazón.

Se secó las lágrimas y trato de tranquilizarce, solo había sido un muy mal sueño e irreal, Isaac jamás haría algo que él no quisiera. Nunca. Y él lo sabía.

Se levantó de la cama y salió de su habitación hasta llegar a cocina y sacar un vaso de agua con un calmante. Literalmente la cabeza le estaba matando y no podía relajarse.

-¿Stiles? Amor, ¿estas bien?- pregunto el ojiazul bajando por las escaleras y tallando sus ojos- escucho tu corazón desde mi habitación

Stiles no contesto.

Entonces Isaac se despertó un poco más y olió el temor que emanaba el cuerpo del castaño.

- Eh, ¿que pasa bebé?- pregunto preocupado, acunando las mejillas del castaño con sus manos.

- Tu nunca me harías algo que yo no quiera, ¿verdad?- murmuró con los ojitos Bambi llenos de lágrimas mirándolo desde abajo, ya que era más bajito que el ojiazul.

- No, amor, nunca en mi vida. Preferiría ahogarme con aconito a que hacer algo como eso- le aseguro, dejando un beso sobre su frente y atrayendolo a su pecho en un abrazo- ¿tuviste una pesadilla?

Stiles asintió, pegado a su pecho, dejando salir algunas lagrimas.

- Y era sobre...

- Si.- murmuró apenado, con solo pensar en eso.

Le acaricio el cabello, dejando besos sobre este.

- Ya paso, no fue verdad ¿si? Nunca podría hacerte daño. Te lo prometo.

- ¿Por la garrita?

Río en sobre su cabello, reemplazando la uña del meñique por una garra.

- Por la garrita.- prometió y engancharon sus meñique.

Volvió a dejar un beso, esta vez en su mejilla, y se fundieron en un abrazo, meciéndose en este.

- ¿Quieres que vayamos a dormir?- pregunto el castaño, con la mejilla pegada a su pecho.

- Dime tú. Prodia estar así contigo durante todo el día si eso es lo que necesitas.

- Yo también te amo- murmuró con una sonrisa y el ojiazul sonrio- Bien, vamos.

Pero no se despegó, más bien, se pego aún más, pasando sus brazos alrededor de su cuello.

- ¿Me llevas a caballito?- pregunto infantilmente y Isaac solto una tremenda carcajada.

- Ahora hago de caballo, bien. Quiero mi pastito y zanahorias, eh.- burló y tomo al ojimiel por los muslos en los costados de su cadera, cargandolo en camino a la escalera.

- ¡Arre caballito!- chillo y ambos soltaron una tremenda carcajada.

Ambos agradecieron que el papi/suegrito no esté en casa.

Stiles tomo su rostro con sus manos y dejo un suave beso en la comisura de sus labios mientras subían las escaleras.

-Te amo.- murmuró, y no podía evitar sonreír al volver a besarlo.

-Te amo más.- dejo un beso sobre sus labios y otro en la punta de su nariz.

Sonrieron mutuamente y el castaño hundió su rostro en la curva de su cuello, y ronroneo a gusto, acercándose más.

Nisiquiera se había dado cuenta de cuando había llegado a su habitación y el ojiazul se acercaba a su cama y lo dejaba sobre esta con una delicadeza innata.

- Duerme conmigo.- murmuró adormilado, sin soltar su cuello.

- No creo que deba...- dudo, por la pesadilla.

- Porfavor.

Y ahí venía el chantaje otra vez con el puchero y los ojitos de perrito mojado.

Rodo los ojos y con una pequeña sonrisa y se acostó a su lado. Rodeo su cintura con uno de sus brazos y dejó su rostro cerca de su cuello donde su dulce olor se concentraba. Quedaron en una perfecta posición cucharita, pegaditos y juntitos con sus manos entrelazadas.

Y calleron en los brazos del otro.

(...)

Soltó un ronroneo de satisfacción al sentir unos brazos rodeando sus caderas con posesividad y una suave respiración en su nuca.

Se levantó lentamente, estirándose perezosamente como un gato y sentándose en el borde de la cama mirando la ventana seguido de su reloj que marcaba las 10am.

Suspiro cerrando sus ojos a la vez que giraba un poco su cuello y se daba la vuelta para ver a Isaac, que dormía como un bebé. Un bebé lobo.

Le acaricio aquellos ricitos dorados que el tanto ama y acercó el rostro al suyo acariciando sus narices y dejando besos por todo su rostro y parte de su cuello.

- Despiertame asi todos los días.- pidió en un ronroneo, con sus ojos cerrados y una sonrisa genuina en el rostro.

- Créeme, lo haré.

El ojiazul sonrió aún más y alzó los brazos para poner uno de ellos al rededor de su cintura y otro en su nuca, uniendo sus labios una vez más.

- ¿Que dices si tomamos una ducha y luego desayunamos?- pregunto el ojimiel, dejando un pequeño beso en su nariz.

- ¿Juntos...Juntos?- pregunto el rubio, rogando no haber escuchado mal.

- Juntos juntos.- asintió, y tiro de el sacandolo de las sábanas y llevándolo hacia el baño riendo ante la cara de sorpresa que tenía el chico.

- Estás son buenas mañanas.- murmuró feliz dando saltitos disimulados. Bueno, talvez no taaaan disimulado.

Cerraron la puerta detrás de ellos y quitaron las prendas del otro entre algunos besos y caricias. También risas, ya que a Isaac siempre se le enrredaban las prendas en las piernas o brazos.

- Conten la emoción, cariño.- burló riendo cuando el rubio tenía la remera enganchada en el brazo y por encima de su cabeza.

- Ya, ayudame.- bufo como un niño pequeño y con esfuerzo lograron quitar la prenda.

Cuando ya no había más ropa que tirar abrieron el grifo del agua y Stiles chillo cuando salió helada, ya que es más friolento que un gato sin pelo.

Cuando la temperatura se normalizó a tibia-caliente ambos entraron en la ducha y suspiraron cuando el agua comenzó a caer en sus cuerpos.

Stiles tomo el shampoo y con una gran sonrisa en el rostro dejo un poco en el cabello rubio, dejo un poco en suyo y comenzaron a frotar el cabello del otro, entre besos y risas.

- Amo tus ricitos, creo que empezare a llamarte ricitos de oro.- sonrió, sacando un poco de la espuma que quedaba en el nacimiento de cabello en la cien.

- No te atrevas.- lo miro, con una expresión horrorizada.

Se acercó a su rostro, rozando sus labios y las respiración hechas una misma.

- Retame.- murmuró sobre sus labios, sin dejar de mirar sus ojos aunque el agua molestaba.

- Entonces tú eres mi Bambi.- finalizó, con una sonrisa triunfante y antes de que Stiles pudiera replicar le comió la boca a besos.

Lo fulminó con la mirada pero termino aceptando el beso.

El día que Stiles no acepte un beso de Isaac será el día que comienza a ser activo. Conclusión, nunca.

Pasivo no se hace, se nace señoritas.

Tomaron el acondicionador de vainilla y se hecharon un poco en el pelo para dejarlo estar.

Stiles tomo el jabón y comenzó a deslizarlo por los pectorales del ojiazul, concentrando su vista en tal maravilla.

Pero Isaac tomo su rostro con sus manos acariciando sus pómulos con los pulgares y mirandolo como si fuese la luz más brillante en la oscuridad.

- Te juro que perdí la cuenta de cuantos besos quiero darte.- murmuró contra sus labios, fijando su mirada en la suya, cargada de dulzura.

El castaño acercó sus labios lentamente, disfrutando de como los ojos de Isaac se cerraban a medida que la distancia que se acercaban, y fue casi mágico el momento en el que sus labios fueron uno.

Casi como si el jodido mundo se frenara ante ellos.

Le acaricio los pectorales con sus manos incentivando más el beso mientras el ojiazul tenía sus manos aún en sus mejillas.

Se separaron y sonrieron, a la vez que el castaño se daba la vuelta y le tendía el jabón, que olía a manzanilla.

Isaac paso el producto por su piel casi en círculos, dejando algunos besos y caricias, llegando hasta su espalda baja y volviendo a subir a los músculos de su espalda para dejar un pequeño beso en la curva de su cuello.

Amaba la hermosa curva de su espalda, la forma en la que sus músculos se destensaban ante su acto y como sus lunares infinitos parecían tener vida propia cuando hacía aquella acción.

Ambos se colocaron debajo del agua, para quitar el acondicionador, mientras compartían un cálido beso.

Las manos del castaño a los lados de su cuello, mientras las manos de Isaac abrazaban sus caderas con posesividad, dejando caricias sobre estas con la yema de sus dedos.

Cuando el agua comenzó a enfriarse y sus dedos comenzaron a arrugarce salieron uno después del otro para envolverce cada uno en una toalla que enrredaban en su cadera.

Eso era para Isaac, una de las cosas que hacen más hermoso a Stiles ante sus ojos, su cadera.

No era como caderas afeminadas, pequeñas y curvosas. Eran de un tamaño perfecto, dejando pequeña a su cintura, estaba perfectamente marcada y al ser delgado su pelvis se sentía al tacto. Era hermosa.

Y algo más hermoso, era la forma en la que sus manos encajaban perfectamente en ellas.

Salieron del baño hacia la habitación, la cual tenía la ventana abierta y permitía ver a la vecina Fishermen con un vaso de agua en la mano que se le cayó al instante al verlo con solo una toalla cubriendo su cuerpo.

Sus ojos se abrieron como platos y boqueo.

-¡Ya se que estoy re bueno! ¡No me envídie!- le grito cerrando las cortinas de golpe y el rostro totalmente rojo con Isaac riendo de fondo.- No te rías, no me gusta que vean semi desnudo, y menos a ti. Solo yo puedo verte así.- se cruzó de brazos, con un leve puchero en los brazos.

-¿A si?- pregunto el ojiazul, con una sonrisita burlona acercándose a el, abrazándolo por las caderas.

-Si.- afirmó- Tú eres mío. Y yo soy tuyo.

- Me encanta como suena.- sonrió.

-A mí también.

Compartieron un largo beso, con la punta de sus narices rozandoce y las sonrisas evidentes.

-Tengo una idea.- comento Stiles al separarse, acariciando su nuca.

-Soy todo oidos.

-Deberiamos tener una palabra clave- abrió los ojos y vio la sonrisa emocionada de Stiles, llena de confianza e inocencia.

-¿Palabra clave?- pregunto ladeando la cabeza buscando más caricias.

-Si, ya sabes, para decirnos, nosé...-su rostro enrrojecio- te amo y todo eso.

- Te amo.- dejo un beso en su frente- ¿Que palabra podríamos usar?

Todo lo de su 'relacion' todavía no lo sabía nadie. Ni la manada, ni su padre, ni nadie. Pero no porque no tuvieran confianza o porque les diera verguenza. Para nada. Cuando estén seguros lo harían oficial, pero ahora todos estaban demaciado pesados, los molestaría tanto que ambos tenían miedo de que lo arruinaran o simplemente se ponga incómodo.

Preferían hacerlo a escondidas por un tiempo y que todo salga bien. Solo por un tiempo.

- Ya se.- dijo Isaac, con una mirada tierna- Sky.

-¿Sky?- ladeó la cabeza.

- El cielo en inglés.

-No me digas idiota- rodó los ojos- soy malo en inglés pero no tanto. No soy como Scott que piensa que hello significa jamón.

- Ya- río dejando un beso sobre su frente, haciendo que su ceño deje de fruncirse al instante.

- ¿Significa algo para ti?- pregunto curioso.

- Si- respondió suavemente, acariciándole en pómulo de la mejilla con su pulgar- Puede que tus ojos no sean azules, pero son el cielo más hermoso y puro para mí.

El corazón del castaño se enternecio por completo, casi pudo sentir lágrimas escocer en sus ojos, pero las contuvo.

- Tus ojos también son mi cielo.- le respondió, pegando sus pechos- mi único y más hermoso cielo, Isaac.

Volvieron a unir sus labios, y Stiles tomo al ojiazul por la nuca, profundizando más el beso a la vez que poco a poco iba subiendo sus manos alrededor de su cuello, acariciando el nacímiento del pelo con cariño.

Era un beso tan lento y profundo que ninguno de los dos se había percatado de la presencia de Parrish, que estaba parado en la puerta con una mano en la perilla y otra con un café.

La sus ojos estaban apunto de salirse y su boca estaba en una perfecta O.

El sheriff lo había mandado para llamar a ambos chicos para que desayunen y ellos se vayan al trabajo.

Claro que no pensaba toparse con tal escena.

Quitando el hecho de que ambos solo estaban envueltos en una toalla, era extremadamente tierno.

Películas de amor, no son nada.

Sonrió pequeñito y cerró la puerta muy lentamente a la vez que caminaba por el pequeño pasillo hacia las escaleras. Sacó su celular del bolsillo y le mando un mensaje a su chica.

Mensaje

Para: Lydia Martin

Parrish: Lydiaaaaaaaaaa

Parrish: Lydiaaaaaaaaaa

Parrish: L

Parrish: Y

Parrish: D

Parrish: I

Parrish: A

Visto: 10:30

Lydia: Estaba durmiendo imbécil, ¿que demonios quieres? Necesito mis ocho horas de belleza.

Parrish: Creo que acabo de tener un momento Fanboy.

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