Sintió unos dulces labios besando su cuello, recorriendo la curva de este y subiendo hacia sus mejillas. Sonrió y atrapó el beso, haciendo sonreír a Stiles.
-Los chicos vendrán en cuarenta minutos- murmuró el ojimiel, cuando se separaron.
-Mmm- murmuró Isaac adormecido, besando el cabello castaño.
-Sabes que no tienen que entrar para saber lo que hicimos- soltó, mientras el ojiazul gruñía y su lobo de revolvía enojado. Solo querían pasar el día entero pegado a su castaño, aspirando su aroma hasta embriagarce y besarlo hasta desfallecer. Tal vez con suerte hacerlo una vez más.
-Que se enteren- farfullo como un niño pequeño, rodeando la cintura del menor con sus brazos y escondiendo el rostro en su cuello.
-Si se enteran...no podremos hacerlo otra vez- abrió sus ojos, horrorizado- ¿Sabes por qué? Porque te la cortan, y a mí me mandan a México y me cambian el nombre a Miguel Juárez.
Reiría sino tuviera miedo de repente. Oh dios, no quería ver a Scott y a Érika cortandole su querido amigo.
Pero los labios de Stiles hicieron que todo el miedo desaparezca, y afianzó el agarre a su cintura atrayendo lo más el.
-Te quiero- murmuró contra sus labios, sonriendo y con sus ojos azules más brillantes que nunca.
-Yo tambien- acarició su mejilla sonriendo- Yyyyy...Talvez no puedo ofrecerte la luna, peeero- dejo un pequeño beso en la comisura de sus labios- puedo ofrecerte mis lunares.
Isaac rio suavemente.
-Es lo mejor que me ofrecieron en toda mi vida- con su pulgar delineó su pómulo derecho- pero no tienes que ofrecerme nada, con tenerte a ti lo tengo todo.
Podía sentir como su lobo daba saltitos y gimoteaba emocionado ante el cariño que el castaño brindaba.
El castaño dejo un último beso en sus labios y tiro de su labio inferior con los dientes antes de salir de la cama como dios lo trajo al mundo. Desnudo.
¿Estan leyendo? Desnudo.
Scott probablemente se la haya cortado, se haya desangrado y ahora estaría en el puto cielo.
Tenía el culo de Stiles en primera plana. Aquello tan perfecto, apretable y redondito si era obra de Dios.
Stiles giro su cabeza sobre el hombro y le guiño un ojo, sin vergüenza alguna de su desnudez. Miren que momentos tiene el nene para que se le vaya la vergüenza.
-¿Vienes?- pregunto sensualmente, dejando a Isaac boqueando como un pez y con los ojos como platos.
Camino a paso tranquilo hacia el baño, dejando que su trasero se mueva a cada paso con una sensualidad demasiado natural.
Los ojos de Isaac brillaron en ámbar, sintiendo como cierta parte de su anatomía comenzaba a despertarse.
¿¡Y que querían!? Si Stiles estuviera desnudo en su habitación moviendo su perfecto trasero al aire también se exitarian. ¡Arrestenlo!
Salto de la cama como si tuviese un mismísimo resorte en el culo y como un soldadito fue directo al baño, detras de Stiles como un perrito faldero.
Con una sonrisa gigante sabiendo que ese culo era suyo.
(...)
-Okay, ya terminé de rociar la posición que elimina cualquier olor en el pasillo y en la sala ya que nosotros bajamos hace un rato y probablemente haya quedado la escéncia de exitacion- informo mientras terminaba de abrochar su pantalon- No rociare en la habitación ya que si elimino el aroma de cuando tuvimos sexo tú lobo probablemente se deprimiria o querría matarme al sentirse rechazado- lo apunto con un dedo- Pero dile al pulgoso que cambie las sábanas y no quiero quejas.
Su lobo gimoteo como un bebé berrinchudo.
-Nosotros dos nos bañamos así que no lo necesitamos, rocíe la puerta con esta posición por lo que nadie podrá olfatear nada que no tenga que olfatear y ahora- dejo un beso sobre sus labios- nosotros nos vamos.
Isaac estaba asombrado de como había hecho todo tan rápidamente y por un momento se quedó pensado en las cosas que Stiles podría haberles ocultado a el y a la manada.
-Lose, soy asombroso- le dijo el castaño fanfarrón ante la mirada impresionada del contrario, que bufo casi como en una risa.
Entrelazó sus manos con más firmeza.
-Lo eres.
Decir que se sonrojo era poco. Muy poco. Demasiado.
Estúpido Isaac con sus frases cursinolis.
Cuando llegaron a la sala, Stiles se sentó en el respaldo del sofá mientras Isaac quedaba entre sus piernas y lo abrazaba, tratando de no caer dormido antes las caricias en su cabello.
-Tengo una idea-, murmuró el castaño con voz maliciosa- Isaaaaaac- canturreo con una sonrisita malvada.
-En esa idea tuya, ¿salgo vivo y con todas las partes de mi cuerpo?- enarco un ceja y el ojimiel asintió- entonces dime.
No podía ser tan malo.
-¿Escuchas a los chicos llegar?
Agudizó el oído al máximo.
-Si, están a una cuadra.
Stiles sonrió malicioso de oreja a oreja, mostrando unos blancos dientes y mirada psicópata.
Isaac trago saliva.
Stiles escucho perfectamente como la moto de Scott se acercaba con el auto de Lydia.
Entonces grito algo que Isaac no se esperaba, no se esperaba para nada:
-¡VAMOS ISAAC! ¡VAMOS! ¡OH DIOS, MAS RAPIDO!- gritaba bien alto, gimiendo y moviendo el sillón individual como si estuvieran haciéndolo allí.
Colocó la mano en su boca tratando de no estallar en carcajadas al imaginar la cara de Scott.
No lo pensó dos segundos, aunque su vida corra riesgo, y siguió a Stiles:
-¡VAMOS BEBE! ¡VAMOS! ¡CALBAGAME COMO TU SABES!- grito tratando de no reír y Stiles ahogo una risa con los ojos acuosos por evitar no estallar.
Escucho desde afuera los gruñidos de Scott y Érika y podía imaginar cómo tenían un tic.
-¡OH DIOS ISAAC! ¡MAS ADENTRO!- esta vez lo dijo con una voz algo más chillona.
El ojiazul choco sus manos fuertemente, imitando una nalgada.
Estaba jugando con su vida.
-¡¡¡ISAAC!!!- vociferó Scott golpeando la puerta haciendo que choque fuertemente contra la pared, aunque no rompió el seguro ya que Stiles la dejo abierta. Tenía todo planeado.
Entonces no aguantaron más y calleron al suelo sosteniendo sus estómagos con fuerza y llorando de la risa.
Scott tenía las garras fuera y los ojos ámbar, con la respiración errática y una nube de furia alrededor suyo. También gruñía como un perro con rabia.
Su ceño se frunció al máximo, casi haciendo de sus cejas una sola.
-¡Apartence! ¡Fuera!- chillaban Malia y Liam- ¡Tenemos que grabar esto! ¡Esto es historia! ¡Mueve tú enorme trasero Érika!
Ambos entraron a tropezones con los ojos bien abiertos y sonrisas en sus caras. Ambos tenían los celulares en sus manos esperando para grabar.
Sus sonrisas desaparecieron al momento de entrar y ver cómo los principales de lo que iba a ser su video porno histórico se retorcían de la risa en el suelo, con ropa.
Boyd era el único que se reía, apoyándose en la pared tratando de no caer ante las caras de confucion de los cuatro.
-¿Que demonios?- gruño Érika frunciendo el ceño mostrando sus largos y afilados caninos.
Stiles aguanto la respiración levantando un poco la cabeza pero al ver sus caras volvió a caer duplicando sus risas.
-¿Fue una jodida broma?- gruño Scott frunciendo aún más el ceño, si es que eso es posible.
-¡Eso no se les hace a los Stisaac shippers!- chillo Liam totalmente indignado- ¡Ya veníamos preparados con cámara y todo!
-¡Estoy IN-DIG-NA-DA!- lloriqueo Malia moviendo su melena de un lado a otro.
Ambos, moviendo sus cabellos de un lado a otro con la expresión indignada y los brazos cruzados salieron por la puerta.
Entonces Stiles se pregunto si Liam sería el pasivo en la relación con Hayden.
-Yo también soy Stisaac shipper, pero quiero a mi niño virgen- gruño Érika tratando de calmar su respiración y entonces Lydia apareció por la puerta.
-¿Por que Liam y Malia parecen más divas de lo que son y por qué tardan tan...- se quedó estática en el marco de la puerta- ¿to?
Giro su cabeza como un cachorrito confundido haciendo que su melena pelirroja caiga hacia un costado.
-¿Quiero saber lo que pasó aquí?- pregunto a Boyd, que parecía el único que no se estaba muriendo en el suelo y el único en no tener un ataque de rabia.
-No puedes perdertelo- y volvió a reír a carcajadas sujetando su estómago.
Si novia lo miraba indignada aún con las garras fuera.
Cinco minutos después de que Isaac y Stiles se revolcaran por el suelo en busca de aire, más diez minutos más porque Lydia callo junto a ellos porfin salieron de la casa con lágrimas en los ojos.
-Ya, fue una broma pesada, lo siento- se disculpó Stiles, caminando delante de él que tenía el ceño fruncido- ¿me perdonas, Scotty?
Hizo su mejor carita de cachorro. Mirándolo desde abajo, agachandoce un poco, con los ojitos whisky brillando y agitando sus espesas pestañas, su mentón temblando y un adorable puchero en los labios.
No había quien se resista.
Scott gruño pero termino rodando los ojos para luego abrir sus brazos en busca del contacto de su Beta más querido y hermano.
-Nadie se me resiste- sonrió acurrucandoce contra los brazos del Beta, restregando su cara contra el hombro de moreno- ¿verdad, Scotty?
Y volvió a gruñir apegandolo más a el, lejos de Isaac que tenía cara de malo en estos momentos.
Celos, celos everywhere.
-Erika, ¿me perdonas?- pregunto haciendo ojitos aún en los brazos de su mejor amigo.
-Solo si bailas conmigo cuando llegemos- se cruzó de brazos.
El sonrió.
-Hecho.
Todos subieron al auto escepto por Scott que se encargó de detener a Stiles.
-Tu te vienes conmigo- le tomo del brazo arrastrándolo junto con el.
Isaac le paró gruñendo.
-No, no irán tres personas en la moto, es peligroso- le dijo, ya que Liam iría también.
-El se viene conmigo y punto- mostró sus ojos ámbar el moreno. Su lobo todavía seguía algo enfado respecto a la broma y quería asegurarme de cuidar a su Beta.
-Scott, no vas a ponerlo en peligro- le riño comenzando a sacar su garras.
Nadie va a poner en peligro a Stiles. Nadie. Menos si él puede evitarlo.
Stiles miro la escena con los ojos ardiendo en llamas, entonces solo le murmuró a Liam: súbete al auto y dile a Érika que se siente en las piernas de Boyd.
El asintió sin rechistar, aveces Stiles parecía su Alfa.
-Tu- miró a Isaac severidad- súbete al auto- y tu- miró a Scott de la misma forma- a tú motocicleta, AHORA.
Ambos le miraron.
-¡DIJE AHORA!- vociferó. Y siendo humano y todo les congelo los huesos.
Ambos soltaron un gimoteo berrinchudo, casi como el que hace un niño cuando su mamá lo regaña y cada uno fue en la dirección que el castaño les dirigió.
Los que estaban en el auto miraban la escena entre divertidos y asombrados.
-Perros pulgosos, a la próxima les pongo una correa en los huevos- gruño.
(...)
- Nosé ustedes, pero yo voy a tomar hasta que no pueda caminar y alguno de ustedes tenga que cargarme, así pueden hacer algo, ya que no pueden emborracharce- les saco la lengua a todos los lobos que lo miraron con mala cara y tomado del brazo de Lydia entraron juntos al pub.
Scott rodo los ojos, frotando sus cienes.
-Cuiden de que no haga una escénita, es peor cuando se emborracha.
-Señor, no señor.- respondieron todos y ante la mirada de cachorro de Scott entraron todos juntos.
El lugar olía a alcohol, drogas, cigarrillos, sudor, cien mil millones de perfumes mezclados con hormonas y sexo.
Isaac frunció el ceño, molesto, al no poder oler el dulce aroma de Stiles que antes había tenido sobre todo su cuerpo.
Chicos y chicas bailaban en la pista, saltando y cantando, algunos pegados como chicles mientras luces de diferentes tonalidades de prendían y se apagaban sobre la pista. La música estaba hasta el tope, y los gritos resonaban más.
- Un doble tequila- oyó a Stiles pedirle a la chica de la barra con una sonrisita, quién le guiño un ojo. Gruño y miró aprobatoria mente a Lydia cuando está miró amenazante a la chica.
Ella también sabía que Stiles estaba ocupado. Muy muy muy ocupado.
- Vamos.- dijo Érika, tomando su brazo y el de Liam mientras Boyd, Scott y Malia los seguían.
Se sentaron en la barra junto a al castaño y a la pelirroja. Los lobos pidieron una cerveza cada uno, resignados a que no pueden emborracharce, y la Banshee y el humano pidieron un doble de tequila, y luego otro, y otro, y otro.
Esto iba a ser muy divertido.
- Stiles, Lydia, parece que nos lo están hechando en cara, desgraciados- soltó Liam, indignado viendo como un toque de ebriedad comenzaba a surgir.
-No llores, lobito, luego te doy un huesito- le respondió el castaño, dando golpecitos en su cabeza y una sonrisa boba, pero que era lo más sexy del mundo. Lydia río risueña, apretando sus mejillas.
-Mira que panchonsitas que son, se parecen al relleno del sostén de Malia- sonrió bobamente y todos estallaron en carcajadas que llamó la atención de algunos.
-Cuando te emborrachas eres más chismosa- le gruño y total mente indignada fue a directo a la pista, y casi al minuto consiguió a un chico para bailar. Prácticamente follarlo en la pista con ropa, pero bueno, es Malia. Sigue sus instintos.
-Mañana la pagarás feo- le dijo Érika, todavía riendo y secando las lágrimas que se le habían caído.
- Con diez dólares lo olvida todo.- le guiño un ojo, haciendo círculos con el vasito de tequila.
- Bueeeeeno, yo y mi castaño de culo despampanante iremos a bailar. Suerte con Lydia, suele ser una borracha feliz, pero si se pone histerica- lo pensó unos segundos- tirenla en el baúl del auto. Es pequeño, pero vivirá.
Stiles la siguió, tambaleándose un poco y con una sonrisa estúpida en el rostro.
- Está va a ser una noche muy larga.- acepto Boyd, dando un largo sorbo a su cerveza.