Drake: El secreto de Carrie W...

By Ppchuyassvaz

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Dark Lake, un oasis en medio del desértico Texas. un lugar lleno de arboles, flores, un lago, y ademas... Una... More

1: Primer día de verano
2: Veinte años más tarde
3: Interludio #1
4: Louis
5: Interludio #2
6: El descubrimiento de Chloe
7: Recuerdo #1
8: Preguntas a una madre
9: interludio #3
10: De tal madre...
11: Recuerdo #2
12: Madre e hijo
13: Recuerdo #3
14: Ruidos en la lluvia
15: Revelación, festejo y sorpresa
16: Leenae
17: Problemas inician
19: Drake y Lena (Prt. I)
20: Michael Dante
21: Drake y Lena (Prt. 2)
22: Interludio #4
23: Donde todo inició
24: Drake y Lena (Prt. 3)
25: Cruda verdad
26: La captura
27: Interludio #5
28: Secreto revelado
29: Por si no fuera poco...
30: Este es mi secreto...
31: Reencuentro
32: Capitulo final
33: El tío Drake
Nota del autor
34: Reencuentro (Final triste)

18: Recuerdo #4

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By Ppchuyassvaz

Carrie

Un rechinido me molestaba, era rápido y constante y algo molesto, después de este ruido estaba un ruido desesperado de una respiración. Cuando abro los ojos Drake estaba a mi lado, mordiendo un de los peluches que chillaban de Chloe, Apenas y entraba en la cama con nosotros, ya era tan grande como un perro gran danés, además de que tenía mayor peso y fuerza, ahora no podía cargarlo en mis brazos sin sentir que estaba cargando un costal de papas; cuando Drake se percató de que estaba despierta, lamió mi rostro dejando el peluche caer por el borde de la cama.

—Mí dragoncito está muy feliz ¿verdad? —murmuré.

Apreté a Drake contra mi cuerpo con el abrazo más fuerte que podía darle, mis brazos estaban debajo de sus cuernos que median alrededor de veinte centímetros y terminaban en una ligera curva hacia arriba. Drake, quiso zafarse de mi abrazo pero no lo dejé, así que forcejeo un poco, arrastrándome por la orilla del colchón hasta que ambos nos caímos de la cama pero para desgracia de Drake, caí sobre él provocando que dejara salir un chillido de dolor, que hizo que Dylan se despertara de su profundo sueño.

Las garras de Drake rasparon el suelo cuando salió corriendo hacía el baños de la habitación, Dylan se levantó, tallándose los ojos y bostezando con el cabello todo revuelto.

— ¿Cómo llegaste al suelo? —preguntó después de un segundo bostezo.

—Le estaba dando un abrazo a Drake pero él quiso irse y yo no lo dejé, entonces ambos caímos.

— ¿Estas segura de que no lo asfixiabas? Porque él nunca se aparta de tu lado.

—Soy su madre ¿Qué esperabas?

—Técnicamente eres su dueña —comentó.

—Y técnicamente yo puedo darte un puñetazo si vuelves a decir que Drake es una mascota. Él es mi hijo.

—Lo que digas, prefiero que esos golpes sean para Louis y Max.

—Mamá —dijo Chloe por el monitor de bebe.

—La pequeña ya despertó —comentó Dylan—. Creo que iré a ver cómo está.

—No, iré yo —dije—, ya has ido las otras veinte veces.

— ¡Vaya! Eso sí que es algo inesperado.

—No eres nada gracioso.

Salí de la habitación esperando el momento en que Drake caminará junto a mí para ver a su hermana, no pisé el primer escalón cuando Drake, ya se encontraba a mi lado, él en verdad que quería a Chloe, siempre jugaba con ella y la vigilaba cuando se quedaba sola por más de un minuto, al parecer era el mejor hermano mayor. Subí las escaleras rápidamente.

Abrí la puerta de mi vieja habitación, que había cambiado un poco desde que la dejé para que fuese la habitación de Chloe. Las paredes estaban llenas de dibujos de flores, pero el más especial era un dibujo que hice de Drake al lado de ellas en el muro más grande, y donde solía estar mi vieja cama, se encontraba la cuna de Chloe, estaba hecha de madera de cedro blanco, sus sabanas eran azules con dibujos de mariposas, todo aquello me disgustaba un poco, el ser madre era lo que siempre había deseado pero por alguna razón odiaba ver las cosas de bebe, por ello cuando había que hacer comprar Dylan era el que se encargaba de ello.

Chloe estaba parada sobre el colchón, apoyada en el barandal de madera mirándome con una sonrisa en su lindo rostro, usaba sus pantaloncillos rosas y su blusa con una imagen de un oso —cosas que yo sí le había escogido, ya que hasta la ropa de bebe me disgustaba—; me acerqué a Chloe mientras ella mantenía esa linda sonrisa.

— ¡Mami! —exclamó alegre.

— ¡Hola cariño! Qué bueno que ya estas despierta.

La tomé en mis brazos para sacarla de la cuna, ya tenía dos años de edad, ya empezaba a hablar, pero lo que más me encantaba de ella era que siempre era muy risueña y sagaz. Todas las mañanas se levantaba temprano —al contrario de su madre— y esperaba a que yo o su padre vinieran por ella para darle su cereal, cambiarla de ropa o dejarla frente a la televisión para que viese las caricaturas matinales.

A Chloe no les gustaba que la cargaran escaleras abajo, prefería hacerlo ella sola aunque nunca la dejaba hacerlo sola o podría lastimarse si llegaba a caerse; Drake se acercó a su hermana, entonces ella lo abrazo con una gran sonrisa en el rostro, aunque a Drake no le gusto el abrazo después de cómo lo había apretado en la cama, cuando Drake se zafó de ella, provocó que se cayera de espaldas y se golpeara.

— ¡Oye! —Exclamó Dylan al entrar a la habitación—. ¡Aléjate de ella pequeña bestia!

Dylan empujó a Drake lejos de Chloe, antes de cargarla en sus brazos, Drake chilló y cambió de color al estar junto a la pared para sentirse seguro.

— ¿Qué te sucede? —Pregunté—, ¡él es mi hijo, no puedes empujarlo así!

— ¡Porqué dejaste que esa cosa lastimará a Chloe! —Gritó— ¡pudo haberla lastimado! ¡Y ya deja de decir que es tú hijo, no lo es, es solo un animal salvaje al que adoptase!

—No vuelvas a repetir eso ¡Jamás! —Contesté enojada—. Él es mi hijo, al igual que Chloe. Él solo no quería un abrazo de su hermana de momento.

— ¿Té estas escuchando? Estas diciendo que un animal es tú hijo, es solo un animal, debiste haberlo dejado hace tiempo donde pertenece... el bosque. Deberías encadenarlo afuera, así no lastimará a Chloe otra vez.

—Escucha, más vale que te disculpes conmigo y con mi hijo o volverás a dormir en el sofá hasta que te disculpes.

—Te amo Carrie, pero... no tengo porque disculparme por evitar que un animal peligroso lastime a mi hija.

Dylan salió de la habitación cargando a Chloe mientras lloraba en su espalda. Yo me quedé al lado de Drake, tratando de que volviera a su color natural, hasta que después de quince minutos de hablarle de una manera tierna y acariciar su cabeza, el volvió a ser de color rojo, estaba muy triste y lo único que hice fue abrazarlo para que se sintiera mejor, sus alas me estorbaban un poco al rodearlo pero aun así lo abracé, hasta que supe que dejó de tener miedo fue que lo solté.

—Ya Drake, tú padre es algo idiota, pero no te preocupes yo te seguiré cuidando porque eres mi hijo —dije después de besarle la frente.

Bajé a la cocina cargándolo a pesar de que pesaba demasiado, Dylan estaba allí y su rostro demostraba su enojo, pero no se comparaba con el mío; abrí el refrigerador, saqué el galón de leche, lo metí en el biberón para becerros y después de que estuvo tibia comencé a alimentarlo como todas las mañanas hasta que estuvo satisfecho y con el estómago algo hinchado. Drake rápidamente se fue al sofá de la sala, para poder ver televisión conmigo cómo siempre, hice todo esto sin dirigirle ni una sola palabra a Dylan, estaba tan enojada que si le decía algo sería una blasfemia la cual Chloe podría repetir luego.

Drake se quedó dormido con la cabeza en mis piernas después de media hora, el tiempo en que tardó para que mi ira se dispersara de momento hasta que volviese a verle la cara a Dylan. Un rato después, él se me acercó con los brazo cruzados, tenía una mirada sería y algo enojada pero simplemente lo ignoré para continuar viendo la tv.

— ¿Vas a quedarte parado allí mirándome? —contesté harta de sentir su presencia.

—No. Perdón por haberte gritado de esa forma hace rato, no debí hacerlo.

—A quien tienes que pedirle perdón es a alguien más. Y si no lo haces no volveré a hablarte.

Puso los ojos en blanco por tener que hacerlo, no le gustaba la idea de hacerlo y tampoco que yo no le hablara. Se tragó su orgullo de hombre, apretó los labios al caminar hacía Drake, se agachó un poco para despertarlo, lo cual hizo y Drake al ver a Dylan tan cerca de él solo bajó las orejas, además de cubrirse el rostro con una de sus alas.

—Perdóname pequeño, no debí haber actuado de esa forma contigo —dijo poniéndole la mano sobre el lomo.

—Sé sincero. Porque si yo no te creo, él tampoco.

Dylan frunció el ceño, no quería disculparse, pero si quería estar bien conmigo tendría que hacerlo; después de que se disculpó por segunda vez —ahora de manera más sincera que antes—, su voz, sonó realmente arrepentida esta vez, aunque yo seguí sin creer ninguna de las palabras que manaban de su boca, pero Drake, él creyó todo lo que Dylan le dijo, descubrió su rostro que denotaba algo de desconfianza, pero... aceptó la disculpa de Dylan al dejar que acariciara su cabeza.

— ¿Espero que ya estés contenta?

—Un poco, sí, pero no quita el hecho de que le dijiste bestia, solo por ello no te perdonaré... aún —contesté.

—Me conformo con que me hables, amor.

—Sí ¿Dónde está Chloe? Necesito ir al pueblo para hacer unas cuantas cosas y quiero llevarla conmigo —pregunté—. Solo espero que al regresar estés cuidando de Drake.

—Descuida, no soy de los que toman vendettas ni nada de eso.

—Eso espero.

Después de levantarme del sofá y dejar a Drake descansar, subí escaleras arriba con Chloe, cambie su pijama por ropa para que pudiéramos ir al pueblo: un pantaloncillo de mezclilla, una blusa blanca y peiné su cabello como a ella le gustaba, hasta dejarlo sedoso, gracias a la crema que le eché. Después de cambiar a Chloe fue mi turno —como siempre— me puse un pantalón, una blusa roja y dejé mi cabello suelto, una vez listas, bajamos hasta el garaje, entramos al auto, entonces, al salir, nos dirigimos hacia el pueblo; Chloe iba en su asiento de bebe en la parte trasera, ella estaba sonriendo, me dijo <<mami, ve rápido>>, ella seguramente había visto alguna película en la que pasarán carreras de autos con su padre.

—No voy a acelerar más Chloe —comenté—. Eso sería muy imprudente.

Chloe simplemente, siguió sonriendo como si nada, su emoción por todo siempre era agradable, ya que ella le daba un buen toque de positivismo a todo.

Dylan

El día sin Carrie o Chloe sería algo aburrido, aún más porque tenía que quedarme aquí todo el día a cuidar a Drake, no me molestaba hacerlo, solo que no me gustaba, ese pequeño animalillo tenía un caso de mamitis extremo, no podía pasar ni un minuto sin Carrie a su lado y cuidarlo era muy tedioso ya que quería jugar a cada segundo o sino, estaba tratando de salir de la casa para buscar a Carrie. No entendía porque ella no le ponía una correa y lo amarraba en el granero mientras salía, o también porque no lo liberaba cómo me había dicho que lo haría, cada vez más, creía que ella estaba enloqueciendo, después de perdió a nuestro bebe, comenzó a creer que aquel animal era su hijo, entendía su afecto, pero lo estaba llevando hasta los extremos, sin darse cuenta que al hacerlo, pondría en peligro a Chloe, un animal salvaje siempre sería eso, salvaje, y nada de lo que Carrie hiciera cambiaria eso.

Cuando Drake se fue de la sala, pude poder acostarme a todo lo largo del sofá, navegué entre los canales, buscando algo muy interesante que pudiera ver por el resto del día, a pesar de que no creía encontrar nada en lo absoluto; me tomé una cerveza que había en el refrigerador, la cual había sido olvidada por Louis en la visita de ayer, después de habérmela tomado lentamente me dio muchísimo sueño, a pesar de que había dormido toda la noche, tenía sueño, el aburrimiento en verdad que podía poner a dormir a una persona.

Me quedé dormido durante horas, cuando desperté, el programa que había estaba viendo acabó, me dolían el rostro por haber dormido de más, mi celular, estaba aplastado entre mi cuerpo y el sillón, al activar la pantalla, noté que había recibido tres mensajes y tenía más de cinco llamadas perdidas, todo esto de Carrie. Su último mensaje, decía que no volverían sino hasta tarde, ya que su auto se había averiado a mitad de camino, por suerte el mensaje también decía que estaban bien, esperando en la clínica del Dr. Fitzwilliam, esperando junto a Max a que el auto estuviese listo.

— ¡Demonios! —comenté—. Tengo hambre y no hay muchas cosas en el refrigerador.

Carrie, compraría provisiones ya que estaba en el pueblo, ahora que no tenía el auto disponible yo sería quien debería ir por esas provisiones, solo tenía un pequeño problema alado, escamoso y rojo. No podía dejar a la mascota/hijo adoptivo de Carrie, si lograba salirse de la casa y llegaba a la carretera, podían atropellarlo, o alguien podría dispararle por temor a encontrarse a algo tan extraño como él.

Tuve una idea, Max había dejado un bozal en el granero, además, también habían un par de cadenas con las cuales podría dejar a Drake atado y seguro dentro del granero. Llamé al pequeño, y bajó las escaleras como un rayo, al parecer estaba más confiado conmigo, después de haber pasado varias horas desde que lo empujé.

—Bien pequeño, necesito que me sigas al granero.

Drake, alzó sus orejas, al parecer me había entendido a la perfección, eso tenía que reconocérselo a Carrie, ella lo entrenó muy bien, era tan obediente que no necesitaba que lo llevara obligado, o tener que usar comida para guiarlo, simplemente debía hablarle. Abrí la puerta que daba al patio, camine sobre el césped, siendo seguido muy de cerca por Drake, entré y cerré la puerta.

—Bueno, ahora a dejarte seguro en este lugar.

Tomé una de las cadenas, que estaban algo oxidadas, recogí el bozal del suelo, y con ambas cosas en las manos, me acerqué a Drake y con mucho cuidado le coloqué el bozal, se resistió como todo animal al sentir que no podía abrir la boca. Para cuando intenté ponerle la cadena estaba forcejeando conmigo, tenía mucha fuerza, tanta como para arrastrarme por el suelo, entonces perdí la paciencia y le grité que se detuviera, esto lo asustó tanto, que se echó al suelo, bajando las orejas y haciéndose lo más pequeño que podía, usé esa oportunidad y le puse la cadena al bozal, sujetándola luego a un poste de madera.

—Quédate aquí, ahora regreso.

Antes de irme del granero, escuché los chillidos de Drake, seguidos por el forcejeo que hacía para librarse de la cadena, me dio un poco de lastima el escucharlo, pero sería por menos de una hora, lo cual Carrie tardaría en regresar. Cuando estuve a medio patio, entre a creciente oscuridad de la noche, escuché con más fuerza los chillidos desesperados de Drake, me sentí mal, pero esa era la única forma en que estaría seguro.

Carrie

Después de así tres horas de esperar a que mi auto estuviese listo, estaba en camino a casa, con las comprar listas, mis asuntos arreglados y con varios congelados ahora calientes. Un mal presentimiento me llegó de repente, no sabía el ¿por qué?, solo sabía que me sentía incomoda lejos de casa, tal vez por haber estado casi todo el día lejos de Drake, aún más porque lo había dejado solo con Dylan, aunque no lo creía capaz de hacerle Daño, aceleré un poco más solo para calmar mis nervios.

Cuando estaba al frente de la casa, note las marcas de los neumáticos del jeep, y solo tres personas tenían acceso a el: Max, Louis y Dylan, pero tenía un gran presentimiento de saber quién lo había tomado. Bajé del auto junto con Chloe, al entrar a la casa estaba la televisión encendida y la sala estaba totalmente vacía, no había señales de Dylan o de Drake.

— ¡Dylan, Drake! —grité dejando a Chloe en el sofá.

No obtuve ninguna respuesta de ambos, pero, me preocupó más que Drake no hubiese venido corriendo lleno de felicidad para recibirme, eso me alarmó.

— ¡Drake! —grité más desesperada al ir a la cocina.

Tampoco estaba allí, parecía que se había esfumado; una ligera corriente de aire me puso la piel de la nuca como la de una gallina, me volví hacía la puerta, estaba ligeramente abierta, lo suficiente como para dejar que Drake se escabullera por allí. Salía al patio con el corazón muy acelerado, mi hijo podría estar en medio del bosque oscuro, grité el nombre de Drake a todo lo que daba la fuerza de mí voz, la cual podía llegar a ser bastante fuerte, lástima que ahora parecía diminuta. Estaba a punto de dejarme caer de rodilla en el pasto y romper en llanto cuando escuché un leve quejido, este provenía del granero, podría ser mi pequeño que estaba dentro, triste por estar solo.

Corrí como el diablo hasta abrir la puerta de un solo empujón, la adrenalina inundó mi cuerpo, estaba con la respiración acelerada y mi corazón a punto de detenerse por lo que hallé, dejé salir un estruendoso grito de desesperación y dolor, Drake, se encontraba echado en el suelo, con un bozal en la boca, y una cadena oxidada que le había abierto el cuello, su sangre se encontraba regada en el suelo y parte del muro, había forcejeado por liberarse.

— ¡Dios mío! —Grité al arrodillarme a su lado—. ¡Vas a estar bien! ¡Max te va a ayudar!

Tomé mi teléfono y le marqué a Max, él se confundió por lo rápido que hablaba, pero logré gritarle que viniera lo más rápido que pudiera, entonces después de informar a Max le quité el bozal, al igual que la cadena, usando mí blusa presione la herida en su cuello para detener la hemorragia.

— ¡Drake, mamá está aquí! ¡Tú solo aguanta, pronto estarás bien! —chillé.

Drake trató de mover la boca, parecía que iba a vomitar, o se estaba sofocando.

—Ma... má —dijo con una voz de niño pequeño muy débil.

— ¡Sí! ¡Mamá te va a cuidar!

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