Era un dulce roze de labios, sin lengua y exitacion. Solo amor y cariño junto con todas las ganas.
Sus labios encajaban a la perfeccion como un rompezabezas, mientras bailaban en una dulce melodia.
El castaño se acomodo a ahorcadas suyo, sentandoce sobre sus piernas sin hacer peso mientras mas manos del ojiazul de aferraban a su cintura con una suave caricia.
Todo el mundo se habia detenido a su alrredor. Ahora solo eran ellos y nadie mas.
Tuvieron que separarce por falta de aire, obligandoce a abrir los ojos encontrandoce con los del contrario.
-Dios, no sabes hace cuanto quiero besarte- murmuro el Isaac, pegando la frente con la suya y mordiendoce el labio.
Stiles solto una pequeña risa, mientras seguia acariciando su cabello con suavidad y dejaba un beso en sus labios para luego recostarce sobre su pecho.
-Ven aqui- murmuro el ojiazul mientras lo levantaba con suavidad y lo recostaba sobre el sofa.
Ambos quedaron en la perfecta posicion cucharita mientras los brazos del rubio se afianzaban su cintura y su nariz podia oler el aroma que le volvia loco.
Poco a poco ambos se quedaron dormidos, abrazados y achurraditos.
(...)
Scott abrio la puerta de la casa de su mejor amigo con mucha lentitud, tratando de no hacer ruido en lo absoluto.
Stiles es su hermanito y no le importaba nada, hoy lo veria y estaria con el para apoyarlo lo mas posible pero todo su dia cambio al ver tal escena.
Probablemente la escena mas tierna de todo el puto universo.
Imaginense a miles de perritos y gatitos bebes jugando mientras hay unicornios volando y una cancion lenta de fondo. Bueno, ni eso podia ser tan tierno como lo que tenia enfrente.
Stiles y Isacc recostados en el sofa, mientras el rubio lo abrazaba por detras mientras tenian sus manos entrelazadas sobre la cintura del ojimiel. Ambos tapados con una gruesa manta y bien acurrucaditos en el sofa.
Ahora entiendo a Erika y su diabetes, penso internamente.
Saco su celular y saco una foto, para cuando llege a casa poder mandarla a sus shippers.
Escribio una pequeña nota donde le decia que vendria hoy en la noche para estar con el y salio con la sonrisa mas grande del mundo.
Se subio a su moto y fue directo a la casa de su novia, donde se encontraban Erika, Lydia y Boyd para su sorpresa.
La saludo con un dulce beso en los labios mientras iban directo al living donde todos estaban sentados y hablando comodamente.
-¿Como esta Sti?- pregunto Erika con aire de tristeza, mirando a Scott.
-La casa olia a tristeza y deprecion- murmuro- Pero no por mucho tiempo...
Todos lo miraron interrogante.
-¿No por mucho tiempo?- pregunto Boyd frunciend el cejo.
-¿A que te refieres?- Lydia ladeo la cabeza.
El sonrio de lado con malicia mientras sacaba su celular y les mostraba la foto.
-Nunca logre que estubiese tan tranquilo durante esas fechas- comenzo el moreno suspirando con aire enternecido- sufria ataques de panico, no podia parar de llorar, aveces incluso se desmayaba por mala alimentacion y falta de sueño. Creanme, yo estaria de la misma forma si mi madre muriera- hizo una mueca ante esa horrible idea- cada año era peor y peor, pero ahora...la sola presencia de Isaac hizo algo que yo no podria hacer en toda mi vida.
-No es por ti- acoto rapidamente Erika, con los ojos aguados- pero talves...nose...Isaac lo comprende de cierta manera. Su madre tambien murio cuando el era pequeño, y talvez lo que Stiles necesita es alguien como el. Alguien que entienda el dolor que el paso.
-Tiene razon- dijo Lydia secandoce una lagrima, mientras Kira sentia sus ojos aguarce- talvez Stiles pensaba que tu solo sentias pena por el, porque tu madre sigue viva, Scott. Y todos sabemos lo horrible que es que alguien sienta pena por ti.
-Cuando alguien tiene los mismos demonios que tu, es mas facil compartir el infierno- dijo Boyd, recordando esa frase de algun libro.
-Aveces las cosas son mas faciles cuando sientes que alguien te entiende- dijo Kira, mientras entrelazaba su mano con Scott.
-Supongo que lo mejor seria dejar que pase la mayor parte de esta semana solo con Isaac- murmuro Scott y todos asintieron decaidos.
-Yo tambien quiero estar con mi Batman- la rubia hizo un puchero, posando su mano instintivamente sobre el collar que el ojimiel le regalo.
Boyd le beso la coronilla mientras le acaricaba el brazo.
-Todos queremos estar con Stiles, pero es por su bien- sonrio de lado.
-¿Como voy a vivir sin su sarcasmo y estupideces por una semana? ¿Sin mi diabetes diaria por el cachondeo de el y Isaac? ¿O sin las discuciones con Malia? No puedo, too much for me- solto Erika poniendoce histerica.
Scott rodó los ojos.
-Iré a verlo esta noche, mañana podemos ir nosotros dos un rato- la rubia asintió sonriente.
-Nosotros esperaremos el día del funeral de su madre para ir verlo, tanta gente podría abrumarlo- aviso Lydia mientras mandaba un mensaje a toda la manada.
Todos asintieron.
(...)
Scott estaba desesperado. Llamo a Isaac tres veces pero seguía sin contestar su maldito teléfono. Era una emergencia. Una muy gran emergencia.
Había un tormenta electrica. Tan fuerte que tuvo que quedarse en casa de Kira.
¿El problema? La madre de Stiles murió un día de tormenta electrica. Era tan fuerte que la electricidad en el hospital se corto por unos minutos, acabando así con la vida de la madre del castaño. Puede que unos minutos de electricidad mas no hubiesen salvado su vida, pero le hubiesen dado unos minutos mas para despedirce de su niño. Aquellos minutos hubiesen sido cruciales.
-No contesta- gruño Scott caminando de un lado a otro en la habitación de su novia. Estaba histérico.
-A mi tampoco- exclamo Kira volviéndolo a llamar y le tiro el celular a Scott luego de gritar que había contestado.
-¡AL FIN CONTESTAS SORDO DE MIERDA! ¡ERES UN HOMBRE LOBO Y NO ESCUCHAS UNA CHOTA DE NADA!- le grito histérico haciendo exclamaciones con los brazos
-¿Scott? ¿que demonios?- gruño algo confundido- no puedo escuchar casi nada por los truenos y la lluvia. ¿Que pasa?
-¡VE A VER A STILES! ¡PERO YA!
El rubio ni siquiera corto la llamada y corrió al cuarto de su chico. Si Scott le decía de esa manera que valla con el es porque algo le sucedía.
Luego de dormir abrazados en el sofá cada uno fue a su habitación y aunque el rubio quiso dormir con el, Stiles prefirió estar solo pero le agradeció.
Entro totalmente fuera de si, haciendo que la puerta choque contra la pared y buscando a su castaño con la mirada. No lo encontraba y su audición no funcionaba ya que todo se mezclaba con la tormenta de afuera.
Con la respiración agitada comenzó a buscar a Stiles y utilizo su olfato pasando por arriba todos aquellos aromas deprimentes hasta dar con el dulce aroma del ojimiel.
El armario.
Lo abrió rapidamente sin dudar un solo segundo. Se le rompió el alma al ver a Stiles en la esquina del armario, hecho un ovillo y temblando frenéticamente mientras su cabeza se encontraba entre sus piernas.
Sin dudar, rapidamente cerro las puertas del armario para que se escuche el menor ruido posible y lo tomo de las caderas para luego ponerlo entre sus piernas. Acunandolo y acariciándolo con cariño y delicadeza, tratando de tranquilizarlo.
-Te mentí- murmuró el ojimiel- no quiero estar solo, por favor no te vallas.
-Te prometo que no me iré de tu lado- le acarició la espalda de arriba a bajo mientras besaba su coronilla.
Un trueno sonó en toda la habitacion y el castaño pego un saltito, aterrorizado. Como odiaba estas fechas. Las tormentas.
El ojiazul apretó su agarre.
-Ya esta, ya esta- musitó en su oreja mientras dejaba un beso sobre su cabello- pronto pasará.
El ojimiel solo pudo fundirce más en sus brazos, el lugar donde el se sentía protegido.