El Secreto de los Dragones

By SilverFaith_

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(Continuación de La Academia de Dragones, Libro 2) #1 en Fantasía 17/12/16 #2 en Fantasía 10/4/17 #3 en Fant... More

Aviso
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
N/A
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
•Pregunta•
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Preguntas y respuestas
Capítulo 18 (Parte 1)
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24 (parte 1)
Capítulo 24 (p2)
Capítulo 25
Capítulo 26 (Parte 1)
Ganadores de concurso
Capítulo 26 (parte 2)
Capítulo 27 (parte 1)
Capítulo 27 (parte 2)
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32 (Parte 1)
Capítulo 32 (parte 2)
2M
Capítulo 33 (parte 1)
Capítulo 33 (parte 2)
Capítulo 34
Hola🐉
Capítulo 35 (parte 1)
Capítulo 35 (parte 2)
Concurso☃️
Ganadores❄️
Capítulo 36 (parte1)
Capítulo 36 (parte2)
Capítulo 37 Parte1
Capitulo 37 parte2
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40 (parte 1)
Capítulo 40 (parte 2)
Capítulo 41
Capítulo 42 (parte 1)
Capítulo 42 (parte 2)
Capítulo 43 (parte 1)
Capítulo 43 (parte 2)
Capítulo 44 (parte 1)
Capítulo 44 (parte 2)
¡Hola!
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48

Capítulo 18 (Parte 2)

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By SilverFaith_

—Dame esa espada.

—Oh vamos. ¿Como se supone que le gane a la reina si no uso mis espadas?—Lo miró cruzada de brazos, no quería entregarle sus espadas.

—Son las reglas. Es un duelo de magia no puedes aventajarte con armas. —Thån se acercó a ella con una expresión calmada.

—Thån la magia de luz es de energía, me sirve para ser veloz o volverme invisible, no para atacar. Necesito mis espadas.

—Eres muy terca ¿no?—rió—Debes aprender a controlar esa energía, hacerla más filosa que cualquier espada y más fuerte que cualquier armadura. Además, sí puedes usar espadas pero tienes que crearlas.

—Bien, voy destrozar a esa perra.—Una sonrisa malvada se formó en su rostro.

—Te dije que no hablaras así de la reina, pero continuando con el entrenamiento empezare por enseñarte a usar tus poderes como defensa.

***

La bola de nieve se estrelló a pocos centímetros de su cara,  suspiró deshaciendo el escudo de energía que había creado. Thån en pocos segundos había cubierto todo el campo de entrenamiento de nieve y ahora estaba arrojando esferas repentinamente. Apenas lograba detenerlas debido a que necesitaba concentrarse para que el escudo fuera sólido, pero las bolas salían de la nada, lo que no le daba tiempo de pensar.

—¡Vamos Lisā, recuerda que la reina no te va a lanzar esferas de nieve, va a intentar matarte!—salió de su escondite y lanzó un rayo de luz al elfo, pero este lo esquivo con delicadeza como si no fuera nada.

Lisa intento volverse invisible, pero Thån creo una tormenta de nieve que la cubrió completamente, permitiendo que él la viera a pesar de que era invisible.

—¡Esto es inútil! No puedo hacer nada con magia.—exclamó frustrada dejándose caer, no tenía la menor idea de cómo iba a vencer a la reina sin usar sus poderes de diamante. Si pudiera usarlos sería tan simple.

—Mira Lisā, cuando te enfrentas a tiempos difíciles, recuerda que los retos no te son enviados para destruirte, sino para fortalecerte y ayudarte a crecer.

Lo miró con frustración ignorando sus palabras—¿Es que acaso no lo sabes? ¡La reina me quiere muerta! Es imposible que le gane, mejor debería huir mientras pueda.

—Eres una guerrera, los guerreros no se rinden y no dan marcha atrás, así que levántate, recoge tus fuerzas y lucha.—Él estaba a centímetros de ella y tenía una mano extendida en su dirección.

***

—¡Lisa! ¿Te encuentras bien?—Preguntó su amiga de cabello blanco con sus ojos púrpura destellando de preocupación. Lisa se alegro de verla, le había tomado unas cuantas horas lograr hacer el mismo hechizo el el agua que había usado para comunicarse con la Academia anteriormente, pero había funcionado.

—Claro, ¿por qué lo dices?

—Pareces más golpeada y moreteada que Adam en las clases de Crum.—Respondió su amiga refiriéndose a la gran cantidad de moretes que rodeaban
la cara y cuerpo de Lisa

—No te preocupes, solo decidí entrenar un poco de combate.—Sonrío observando mejor a Angela. Llevaba su característico cabello blanco atado en una complicada trenza y sus dientes y ojos tan perfectos como siempre.

—Bueno. Me sorprende que lograras contactarme, es un hechizo complicado, pero me alegra que lo hayas logrado.—Notó que Angela miró a los lados rápidamente, como si estuviera nerviosa por algo, pero luego la volvió a mirar a los ojos.—¿Como te ha ido convenciendo a los elfos?

—Primero quiero saber qué pasó después de que me desmayé en el ataque.

—Hay mucho que no sabes. No te imaginas por lo que hemos pasado, así que empieza tu.

—Bueno... hay algo de lo que quería hablarte. Esto se trata sobre Alex.—Inmediatamente quedaron en un incómodo silencio y mirando directamente a su amiga en el reflejo del agua supo que algo estaba raro. "Me preguntó que pasó en la Academia cuando me fui"

—Oh ya veo. ¿Las cosas están mal con él?—Lisa bajo la mirada, sabía que tal vez estaba siendo demasiado dura con Alex, pero saber que le había ocultado todo eso le dolía más de lo que debería. No podía recuperar la confianza tan rápido, porque si lo hacía era muy probable que él la volviera a quebrar y cada vez dolería más.

—No se como sentirme sobre él. Los últimos días que pase en la Academia, antes de irme, fueron increíbles. Fue como si todo lo malo que me había pasado en la vida se hubiera arreglado y finalmente pudiera ser feliz, pero ahora...—Respiró y siguió hablando con  Angela, contándole como se sentía. Describió lo que había sido para ella estar en la ciudad de los elfos y luego enterarse de lo de Alex. Su amiga nunca dijo nada, sólo se quedo callada escuchando cada cosa que Lisa tenía que decir, lo cual ella agradeció.

Cuando finalmente terminó Ángela se animó a hablar.—Lisa, sé cómo puedes sentirte ahora. Estas en un mundo desconocido, donde la persona en la que más confiabas ocultan secretos, donde llevas el peso del mundo en tus hombros, pero recuerda que no estás sola. Yo estoy contigo, toda la Academia lo está, incluso estoy segura de que Alex a pesar de las mentiras que ha dicho sigue preocupado por ti.—sonrío a la vez que Lisa abría los ojos como platos.—No te rindas, el inicio siempre es el más difícil, así que continúa avanzando hasta el final.

—Gracias... Ángela. Eso es justo lo que necesitaba.—Sonrío, estaba a punto de responder cuando un terrible presentimiento la acorraló. Recordó que justo el día de mañana tendría que enfrentar a la reina y algo que no había sentido desde ese horrible sueño la invadió. Sentía miedo y no entendía por qué, su corazón empezó acelerarse y sus manos empezaron a sudar, en tan solo recordar que la reina había dicho que sería un duelo a muerte. O ganaba o moría y sabía muy bien que las probabilidades de ganar eran casi nulas.

—¡Lisa! ¿¡Qué sucede!?—Lisa solo cerró los ojos y trato de combatir el sentimiento de miedo que no la dejaba ni respirar con claridad.—¡Lisa responde! !¿Estas bien?!—Finalmente logró levantar la vista, para mirar los ojos preocupados de su amiga.

—Tengo miedo.—cerró los ojos una vez más con fuerza, intentando regular los latidos de su corazón sin éxito.

—¡Lisa escúchame! El miedo no es malo, demuestra que eres humana, que tienes debilidades. Pero una vez que descubres cuales son esas debilidades, puedes volverte más fuerte.—Sus latidos empezaron a ir más lento, conforme escuchaba las alentadoras palabras de su amiga.—Está bien que tengas miedo, lo importante es que lo enfrentes y que encuentres una oportunidad de ser valiente.

***

—Bueno finalmente estamos aquí.—Suspiró Vali quien a pesar de ser mucho más bajita que ella, llevaba unos tacones que la hacían del mismo tamaño. Los ojos verdes de la elfa la miraban hacia abajo serios y Lisa pudo notar una huella de preocupación y tristeza en ellos.

—No te preocupes Val, estaré bien.

Su amiga levantó la mirada.—¿Cómo puedes asegurármelo?... ¡Estás caminando hacia tu muerte Lisa! ¡¿Acaso no ves que la reina quiere matarte?!—Está vez notó como Valï pestañeaba varias veces conteniendo las lágrimas.

Prometo que no moriré hoy si tu prometes que vas a ser fuerte por mi.—puso una mano sobre el hombro de la elfa.—Sí muero, lo que te aseguro que no va a pasar, necesito que le des a Alex esto.—sacó una carta de su bolsillos y se la entregó a Val en la mano.—Si ganó, quema la carta.

Valï asintió y abrazó a Lisa una última vez antes de que esta se encaminará hacia el castillo.

Una vez dentro, decidió ignorar lo lujoso de las paredes, los asientos y pinturas, todo eso solo era muestra de la avaricia de los elfos. Siguió buscando entre las puertas buscando la indicada, hasta que sintió como algo la agarraba de atrás y tapaba su boca con una tela.

Inmediatamente empezó a perder la consciencia y todo se volvió oscuro.

***

Abrió los ojos.
Lo primero que notó fue su armadura. La ropa que llevaba puesta anteriormente había desaparecido y ahora lucía una brillante armadura hecha de plata pura. Era un poco más reveladora de lo que a Lisa le hubiera gustado y no protegía tanto algunos areas debido al diseño. La parte que cubría su cuello estaba separada de la que rodeaba su torso y su pecho, y esta era apegada a su figura.
Sus brazos estaban completamente cubiertos por el metal a excepción de los hombros, lo que Lisa agradeció por qué le daba más movilidad, y por último notó que sus sables dobles habían desaparecido.

Un destello de miedo la invadió. ¿Quién o como habían cambiado su vestuario? ¿Que haría sin sus espadas?

"Si no me las devuelven matare a todos en el palacio hasta encontrarlas, esas espadas significan mucho para mí."

Intentó levantarse de la silla en la que estaba atada, pero no lo logró debido a que el amarre en sus muñecas era muy fuerte. Rendida decidió mirar a su alrededor y descubrir dónde carajos estaba, pero solo veía metal.
Estaba en lo que parecía una celda.

Un rastro de luz iluminó su rostro, notó que provenía de una abertura, esta lo suficiente grande para ser una puerta, y estaba decorada con varillas de metal. Inmediatamente descubrió porqué la forma de la celda le resultaba tan familiar, era la celda de un perro.

Un brote de ira se asomó en su rostro en solo pensar que aún seguían tratándola como basura. ¿No había sido suficiente con vencer a los mejores luchadores de los elfos? ¿No había sido suficiente mostrarle a la reina su fuerza? Sus ojos brillaron con un destello de plata.

"Le voy a demostrar a esa perra de lo que estoy hecha"

Finalmente después de lo que parecieron horas, las rejas se levantaron y el amarre en sus muñecas desapareció mágicamente. Salió de la celda sabiendo que lo que le esperaba afuera era la humillación de ser tratada como un perro y las burlas de los elfos, pero aún así mantuvo la frente alta y miró con determinación el camino que tenía por delante.

Ignoró las voces insultantes de los elfos que no cesaban de gritar en su dirección y siguió moviendo sus pies, guiada por los dos guardas que iban caminando frente a ella. Al fin llegaron a una puerta donde ya las palabras de los elfos eran opacadas y casi inaudibles por la distancia. Los fuertes guardias apuntaron a la puerta y la hicieron entrar sin acompañarla.

Entró si para encontrar al mismo demonio frente a ella, vestida de oro y escarlata, estaba la sonriente reina de la ciudad de los elfos.

***

Su armadura diseñada para protegerla en un cincuenta por ciento de los ataques mágicos de la reina, no era nada comparada con la de esta.
La única parte que no tenía protegida era el rostro que estaba adornado con un mirada de profundo odio y disgusto.
Lisa la devolvió con gusto y estuvo apunto de sacar sus espadas para atravesar a la reina con ellas, cuando recordó que se las habían quitado.

—¿Donde están mis espadas?—Alzó la voz.

La falsa risa de la reina se escucho a través del gigantesco salón.—No necesitarás eso querida. No creo que ni siquiera dures lo suficiente como para poder desenfundarlas, así que te hice el favor de guardarlas en la armería real.—sonrío con orgullo a la vez que la sangre de Lisa empezaba a arder.

—No tienes el derecho.—escupió mirándola con fuerza, no dejando ver el miedo que había sentido tan solo el día anterior.—¿Por qué esta vez has decidió que la batalla no la miré el público? ¿Tienes miedo de perder?—Está vez fue ella quien sonrío con orgullo al ver cómo se transformaba el rostro de la reina.

—No deberías ilusionarte con sueños falsos. Crees que eres demasiado cuando solo eres una basura humana. Eres como una mosca en mi oído y ya estoy harta de escucharte. Es hora de arrancarte las alas.—y con eso todo oscureció. La única luz provenía de los ojos de la reina que brillaban de un blanco puro y de sus manos que creaban dos esferas de color escarlata.

Mientras la reina se acercaba, Lisa manipuló la energía a su alrededor, convirtiéndola en un aura plateada, haciendo que el salón se iluminara del mismo tono.

En respuesta la reina también se envolvió en un Aura escarlata y de esta creó tres esferas más grandes que la cabeza de Lisa, para lanzarlas en su dirección, pero una sola onda del Aura de la descendiente acabó con ellas.
Escuchó un gruñido de parte de la reina y sonrío sabiendo que está no esperaba que sus misiles fueran destruidos tan fácilmente.

La reina lanzó esta vez no tres, pero diez esferas en dirección a Lisa y a pesar de que había usado su rapidez no fue capaz de bloquearlas todas. Tres impactaron contra su pecho lanzándola con fuerza contra la pared, cayó al suelo tosiendo y con una mano en el estomago tratando de recuperar el aire.

Levantó la vista para ver la sonrisa triunfadora de la reina a la vez que está invocaba una espada larga de oro ardiente. Con más velocidad de la que Lisa creía capaz, su oponente se lanzó tras ella dispuesta a matarla, pero reaccionó justo a tiempo creando una espada de luz frente a ella.

Empezaron una feroz lucha de espadas, pero poco a poco el fuego de la espada de oro, estaba destruyendo la de Lisa, hasta que no quedo nada de la brillante espada de luz.

Sorprendida Lisa se va a la defensiva creando un sólido escudo de energía pura, antes de que la reina logre cortarle la cara. El escudo, a pesar de ser lo suficiente fuerte para aguantar los continuos ataques de su oponente, estaba agotando a Lisa y las heridas que ya tenía en su cuerpo no sanaban con rapidez. Sabía que no podía aguantar así por más tiempo, eventualmente se le agotaría la magia y no podría seguir luchando.

Concentrándose hizo que el poder de su Aura aumentará, haciéndolo más brillante, a la vez que rayos de luz se empezaban a formar en sus manos. Creó otra espada aurica de estos y activando la hiper-velocidad se lanzó fugazmente tras la reina destruyendo su espada de oro, de un solo golpe. Por último le lanzó un centenar de esferas de energía, esperando que pudiera al menos debilitarla.

Este ataque levantó una cortina de humo incapacitandole la vista, cuando volvió a abrir los ojos había una reina furiosa frente a ella. Estaba herida y tenía unos pocos cortes en su rostro, pero no era lo suficiente para asegurarle la victoria.

Notó que sus ojos cambiaron de blanco a negro, y en sus manos empezó a formarse una nueva esfera, pero esta era diferente. Era del mismo tono oscuro de sus ojos y una honda de pánico invadió a Lisa.
La reina lanzó la esfera y esta explotó en medio de aire, negando completamente toda el Aura de Lisa, cancelando sus poderes y casi noqueandola. Gritó de dolor e intentó activar sus poderes, pero estos no respondían.

—Tus esfuerzos me dan risa. Mejor deberías quedarte donde estás, rendida a mis pies.—La seca risa de la reina solo hizo que su corazón se llenara de ira y le dio la suficiente fuerza como para ponerse en pie, pero toda su fuerza fue quebrantada cuando la elfa se acercó a ella y la tiró al suelo de una patada.

—¿Por qué haces esto?—escupió Lisa intentando respirar, aguantando las ganas de gritar del dolor.—¿Acaso crees que haces lo correcto?

La reina se inclinó y la agarró del cuello elevándola unos centimetros sobre el aire.—Yo soy la reina. He gobernado por mí misma durante siglos, ¿crees que no sé lo que es correcto para mi pueblo?

—Creo... creo que eres débil. Que algo te rompió por dentro y te has ocultado tras una muralla de odio. No sé qué te hicieron los humanos, pero no me culpes a mí o a tu pueblo por ello.—Fue capaz de murmurar por el fuerte apreté en su cuello.

—¡Cállate!—La tiro de nuevo, esta vez golpeando su cabeza. Gritó de nuevo poniéndola entre sus manos, tratando de opacar el dolor. La reina se acercó con fuego en sus ojos y creo una nueva espada clavándola en la pierna de Lisa.
Rugió de dolor, jamás creyó haber gritado tanto, jamás había sentido un dolor como aquel.
Recordó las palabras de Thån. "Eres una guerrera, los guerreros no se rinden y no dan marcha atrás, así que levántate, recoge tus fuerzas y lucha."

La reina se apartó de ella con una sonrisa en su rostro y una espada ensangrentada en su mano. Lisa la miró con odio y creo un espada de luz para intentar levantarse. Otro rayo agudo de dolor la atravesó, cuando finalmente logró estar de pie, pero lo ignoró.

Sabía que si lograba debilitar a la reina con palabras, podría vencer.—Has perdido algo y eso ha hecho que se te nuble la vista. Un verdadero líder buscaría las debilidades de los demás y los ayudaría a volverse más fuertes. Tú los destruyes como te destruyeron a ti en vez de ayudarlos a mejorar. —Creó una espada de luz para apoyarse. —Es tiempo de que abras los ojos y veas lo que es mejor para tu pueblo. Crees que los débiles son inútiles y que solo los fuertes sobreviven, pero yo te demostraré que es esa debilidad la que nos vuelve más fuertes. Es ese miedo el que nos ayuda a enfrentar los problemas.

La reina estaba de rodillas cubriendo sus oídos, murmurando "¡Cállate!" repetidas veces.

Un Aura de plata pura, más fuerte que la anterior envolvió a Lisa, creando sobre su piel una nueva armadura más impresionante que cualquiera que jamás hubiera visto. La intensidad luminosa dejó ciega a la reina y destruyó la pesada armadura que llevaba puesta. Lisa se acercó a ella con orgullo marcado en su rostro—Soy más fuerte de lo que piensas. Soy una guerrera y debo sobrevivir porque tengo que luchar y no puedo morir sin salvar a los que amo. Es por eso que...
¡No me rendiré!—y con esas últimas palabras se lanzó con más rapidez de la que hubiera usado nunca y atravesó a la reina con el sable de luz, sabiendo que ese golpe no la mataría pero la dejaría inconsciente; significando que Lisa había ganado la batalla.

**************

¡Comenten que les pareció! Lo próximo que sigue es una maratón, pero porfa vayan a votar por mi historia, por Lisa y por mi, en el concurso del GWClub

¿Les gustó el CAP largo? Espero que si, por fin la reina tuvo su merecido. También les quiero avisar que haré un concurso, pronto subo la info.

Los amo 😘❤️

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