La nave por fin se encontraba aterrizando en aquel lugar ubicado en el borde exterior. Lo único que se podía apreciar eran ríos de lava brotando de sus notables zonas volcánicas, un mundo donde que por ende predominaba un aura roja mientras que apenas se podía divisar su sol bajo su cielo escarlata.
No sabía ni por dónde empezar a buscar, levemente sentía como una presión se apoderaba de su pecho provocando que su respiración se volviera más densa. Aún sujetando con fuerza su colgante de japor, ella sentía cada vez más que su Ani ahí estaba, sin embargo tenía miedo ¡Mucho miedo! Todo lo que le había dicho Obi-Wan solo retumbaba en su mente durante el resto del trayecto y la simple idea de que su esposo y padre de sus hijos fuese sucumbido por el lado oscuro, eso le partía lentamente el alma.
Aún no decidida por salir de la nave y sujetándose con ambas manos su cabeza, Dallani sintió una mirada depositada en ella, y efectivamente, alguien desde una zona lejos vio su presencia e inmediatamente fue en dirección a hacia ella. La adrenalina la invadía, así como al mismo tiempo el nerviosismo y sin pensarlo rápidamente abrió las compuertas de la nave para dar la cara con aquel sujeto.
Frente a ella estaba un hombre quien tenía una gran túnica oscura que cubría todo su rostro, mientras que en su mano derecha sostenía un sable láser. Dallani sabía de quien se trataba, no podía ser más que el hombre de su vida. Lentamente Skywalker bajo su túnica que cubría su rostro, no podía creer lo que estaba viendo ¡Era su ángel! Después de siete largos meses la tenía frente a él, sin embargo notaba algo distinto en su mujer, tal vez era un brillo peculiar que sobresalía en ese par de luceros jade, lucía más hermosa de la última vez que la vio.
A unos cuantos metros de separación, Dallani sentía como su corazón se aceleraba, lo tenía junto a ella ¡Tantas veces había esperado esto! Mientras que Anakin nuevamente con su brillo celeste en sus ojos dejando atrás aquella mirada de sith, se acercó a un paso acelerado a su esposa. Ahora eran centímetros la separación de cuerpos, sin contenerse Dallani se lanzó a los brazos de Skywalker ¡Amaba sentirlo, olerlo, simplemente verlo! La alegría de tenerlo cerca no cabía en ella, solo se aferraba a los fuertes brazos de Skywalker mientras que este recorría de una manera desesperada con sus manos el largo cabello trigueño de su esposa. En un unísono ritmo ambos dejaron escapar un suspiro, tal vez era de miedo o felicidad, pero estaban nuevamente juntos.
Lentamente Dallani se separo del agarre de su marido, aunque si fuese por ella se quedaría por horas disfrutando de su deleitable presencia. Mientras que Anakin aún con incredibilidad, miraba absorto a su mujer, nunca se imagino verla y mucho menos en ese lugar. Un silencio se hacía presente entre ambos, Dallani solo derramaba lágrimas estando a su lado, no sabía ni por dónde empezar o que decir, solo formulaba las adecuadas frases en su mente, sin embargo él fue quien espetó la primera palabra:
-¿Qué estás haciendo aquí?- articuló perplejo.-
-Necesitaba encontrarte Ani, tenía que volver por ti...-suspiró- Todo este tiempo me has hecho falta y ahora que regreso a Coruscant me entero de terribles cosas yo...yo... ¡Tenía miedo de perderte!
Skywalker no respondió ante eso, solo bajo la mirada y retrocedió un par de pasos mientras que caminaba de un lado a otro intentado asimilar todo. Dallani entraba cada momento más en desesperación, sentía que Anakin no la había perdonado y que hasta incluso la odiaba. Pero no podía irse de ahí sin él ¡Sus hijos lo necesitaban!
-Anakin...se que tú me odias.-respiró hondo- Me odias por todo lo que hice y no te juzgo... estás en todo tu derecho, pero...pero antes de decir una palabra déjame explicarte todo. Yo...efectivamente me alié con Dooku en busca de venganza por todo lo que me había sucedido, sin embargo cada que pasaba el tiempo me di cuenta que todo fue un truco de él, ¡Me utilizó! Y yo caía como una reverenda tonta...-bajó la mirada seguido de un fuerte suspiro- Sin embargo hubo algo más allá que me hizo abrir los ojos. Tú Anakin, tu amor, tu lealtad...solo fue por ti quien me llevó al camino de la luz dejando atrás las sombras del miedo ¡Es por ti! Te pido desde el fondo de mí ser que me perdones, yo jamás quise esto y si todo el tiempo no hice lo que me encomendó, fue porque te amo...
-Me mentiste... ¿Cómo quieres que tome esto? Vienes, haces un caos, defraudas la amistad de Padmé, ¡Me enamoras!- alegó alterado- Tu sola presencia me hace sentirme vulnerable, débil y no tenerte cerca al mismo tiempo me carcome el alma. Te has metido tan adentro de mí que me es difícil arrancar esto que siento por ti.-suspiró- Yo no sé qué sería de mi vida sin ti, te has vuelto indispensable para mí y escucha atentamente estas palabras Dallani Baraan.- dijo para tomarla bruscamente de la cintura.- ¡Esto no tiene fin!
Sin poder decir una palabra, Anakin la tomó nuevamente entre sus brazos para plantarle un beso tan apasionado y fuerte. La besaba de una manera tan indescriptible como si su vida dependiera de ello, ¡Era tan tentador estar junto con ella! Mientras que Dallani se quedaba sin respiración al contacto de sus bocas, sin embargo ella podía notar como su esposo la besaba de una manera tan desesperada, sentía que algo en él había cambiado incluso hasta en la forma de besar. Al principio fue un beso placentero pero con forme se prolongaba se volvía violento.
-Anakin...-habló despegándose de él y agitada.- Obi-Wan me dijo terribles cosas de ti.
-¿Qué cosas?- preguntó cambiando su tono de voz molesto.-
-Dijo...-empezó a hablar entre sollozos.- Que te habías unido al lado oscuro y...que asesinaste al los jedi del templo...
-Obi-Wan quiere que estés en contra mía.
-Se preocupa por nosotros...
-¿Nosotros?
-Lo sabe todo. Pretende apoyarte...-dijo mirándolo a los ojos.- Anakin, solo quiero tu amor...
-El amor no te salvará Dallani. ¡Solo mis nuevos poderes lo harán! –Expresó con arrogancia.-
-¿A qué precio? Eres una gran persona ¡No lo hagas!
-No te perderé como perdí a mi madre. ¡Me he vuelto más poderoso de lo que ningún jedi haya imaginado! Y lo hice por ti, para protegerte.
-¡Escapa conmigo! –alegó tomándolo de su cabello.- Para...para ser la familia que soñamos ser... ¡Anakin ahora que puedes deja todo atrás!
-¿No lo entiendes? Ya no tenemos que escapar ¡Eh traído la paz a la República! – dijo mirándola de una manera desafiante.- ¡Soy más poderoso que el Canciller! Lo voy a derrocar pronto y ¡Tu y yo dominaremos la galaxia!... ¡Vamos a imponer lo que nos plazca!
La mirada de Skywalker había cambiado tan radical lográndole causar un gran temor en Dallani, no era el Ani que ella conocía, estaba más que claro que estaba corrompido por el Lado Oscuro y se rehusaba a aceptar esa idea. Las lágrimas brotaban sin cesar sobre el pálido rostro de Baraan mientras sentía como un profundo y vacío hueco se formaba en su pecho, Anakin solo la miraba extasiado por la simple idea de dominar la galaxia, nadie lo detendría.
-No puedo creer lo que me dices.- retomó Dallani destrozada- ¡Obi-Wan tenía razón! ¡Cambiaste!
-No vuelvas a mencionarlo...los jedi se pusieron en mi contra ¡Tu no hagas lo mismo!
-¡En que te has convertido!- gritó alterada- Anakin... ¡Me rompes el corazón! Estás tomando un camino que yo no puedo seguir...
-Por favor...-bufó irónico.- ¿A caso no hiciste lo mismo?
-¡No Anakin! Es por eso que debes detenerte, el lado oscuro solo nos separará ¿Eso es lo que quieres?
-¡Todo esto es por ti!-contraatacó irritado.- Dime, ¿Es por Obi-Wan?
-¡Por todo lo que has hecho y por lo que piensas hacer! Detente y regresa conmigo ¡Te amo!
Anakin solo bajo la mirada tratando de contener la ira que sentía en esos instantes, no quería lastimarla pero era demasiado irritante ver como se dejaba persuadir por su ex maestro Kenobi. Ahora un mundo de dudas invadía la mente de Skywalker, no se perdonaría si algo le pasara pero también no se podía ver un camino donde ella se apartara ¡La duda era tan desgarradora!
A los pocos minutos sintió como unas frágiles y suaves manos lo tomaban por el rostro, esa mirada tan serena y relajadora lo veía con un brillo especial radicando esperanza; su ángel le imploraba en el silencio que dejara todo, todo por ella y de cierta forma empezaba a surgir efecto en él, solo ella calmaba sus demonios internos, un frágil ángel implorándole a un demonio, ella merecía más que eso, a su Ani.
-Anakin, empecemos de nuevo.- habló juntando su frente a la de él, sintiendo sus respiraciones descontroladas chocando una tras otra.- Nada de esto nos pertenece, dejemos atrás todo y vayamos a un nuevo lugar donde empezar a formas nuestros sueños...Te necesito junto a mí, si me amas no hagas todo esto...
-No te quiero perder, no podría soportarlo...
-Entonces deja todo esto y ven a mi lado. Déjame curar esas heridas que te deje a causa de mi desapego, déjame vencer a tu lado esos miedos.
-¿Pero por que huir? El Canciller me ha proporcionado todo lo que nos impedía estar juntos...
-No Ani.-respiró hondo- Él solo te ha engañado como a mí...él me intentó asesinar, me arrebató a mis padres y ahora quiere hacerlo contigo ¡Por favor créeme!
No podía creer lo que estaba escuchando salir de los labios de su esposa, la simple idea del hombre al que le estaba sirviendo era el verdadero que le quería hacer daño a su ángel, era tan despreciable. La mirada llena de odio volvía a invadir al joven Skywalker, quería cuestionarlo y de ser así la verdad ¡Incluso hasta matarlo! Pero aquella mirada compasiva de su mujer hizo que su semblante se tranquilizara provocando abrazarla tan fuerte y protectora, estaba claro ¡No dejaría que nada ni nadie la alejara de su lado!
-Vámonos Ani, no perdamos más tiempo.-le suplicaba Dallani.- Tal vez un tiempo en Naboo podremos estar bien en nos ubicamos en un lugar nuestro, seguro Padmé no dudará en apoyarnos...
-Lo haremos mi ángel...-suspiró hondo.- Pero antes de esto necesito ir a verlo...
-¿A quién?
-Sidious...no puedo dejar esto como si nada, si él te intentó hacer algo ¡Juro que lo mataré!
-Olvida eso Ani, no quiero que te expongas. Te necesitamos más que nunca en estos instantes...
-¿Necesitamos? –preguntó extrañado.-
-Sí. Anakin...-meditó unos segundos- Tenemos unos...
Antes de poder decir sobre la existencia de sus hijos, notó como la mirada dulce de Anakin se posaba directamente detrás de ella, transformándose drásticamente violenta, como si hubiera visto a su peor enemigo. Tal acto provocó que Dallani girara rápidamente y se encontrara con la imagen de la persona quien menos esperaba ver; Obi-Wan.
-¡Traidora!- le gritó exaltado Anakin.-
-¡No!- alegó aterrada mirando a ambos desesperadamente.-
-¡Estás de su parte! –exasperó- ¡Le has traído a matarme! Todas estas mentiras que me acabas de decir solo fueron para atraparme...
-¡Eso nunca Anakin! Yo...yo no sabía...
-¡Basta! –alzó su voz como al mismo tiempo su ira lo invadía- Todo fue un truco de ustedes dos y yo como imbécil cayendo en tus falacias.
Rápidamente alzó su brazo para ahorcarla con la fuerza. Levemente provocó que ella se elevara mientras que se sostenía su garganta tratando de poder respirar, los ojos de Anakin se transformaban en ese amarillo escarlata, provocando que con cada segundo que pasara hiciera más presión en la tráquea de su Dallani. Se sentía lastimado, defraudado por quien menos lo esperaba.
-¡Suéltala Anakin!- le impuso bajando Obi-Wan de la nave.- Que la sueltes te he dicho...
Levemente dejo de ejercer fuerza y vio ante él como su esposa se desplomaba inconsciente sobre el suelo. Solo caminaba de un lado a otro tratando de asimilar todo lo que sentía, mientras que Kenobi se acercó rápidamente a ella para checar si aún respiraba. Ver como su maestro tocaba a su mujer era tan desagradable y a la vez causaban ciertos celos en él, Vader entraba lentamente desplazando a Anakin.
-¡Has hecho que ella me odie! –gritó Vader molesto.-
-¡Lo has hecho tú mismo!
-¡Tú no la apartarás de mí!
-Tu ira y tu sed de poder ya lo hicieron.- respondió Kenobi quitándose su capa.- Permitiste que ese Lord Oscuro te manipulara hasta que... ¡Hasta que te convertiste en aquello que juraste destruir!
-Deja los sermones Obi-Wan ¡Veo las mentiras de los jedi! ¡No le temo al lado oscuro como a ustedes! He devuelto la paz, la liberta y la justica a mi nuevo Imperio.
-¡¿Tu nuevo Imperio?!
-No me obligues a destruirte...
-Anakin, mi lealtad está con la república ¡Con la democracia!
-Si no estás conmigo, eres mi enemigo...
-Solo un sith es tan radical tomando decisiones.- dijo para luego tomar su sable láser.- Haré lo que deba hacer.
-Entonces...morirás.
De un salto, Vader encendió su sable láser para dar inicio con la batalla. Obi-Wan se defendía bastante bien, sin embargo subestimarlo a su ex aprendiz estaba de sobra ya que su ira y coraje lograban sacar su mejor potencial. El escenario cubierto por lava por dondequiera era lo único que se podía apreciar, mientras que ambos sable de hoja azul chocaban uno contra otro lográndose observar grandes destellos salir de ellos.
Entre más avanzaban, lograron entrar a una base separatista provocando que Vader tomara por el cuello a su ex maestro empujándolo hacia el suelo, sus ojos solo radicaban odio mientras que Kenobi en un ágil movimiento lo empujó pateándolo por el pecho consiguiendo escapar de su agarre. Al caer indefenso Vader, Obi-Wan aprovechó para atacarlo logrando que ambos sables de cada uno hicieran un especie de escudo mientras que con la fuerza cada uno intentaba aventarse. La pelea estaba siendo muy igualada, Obi-Wan le estaba costando más de lo que creía, tal vez era por sus sentimientos hacia su amigo, pero Anakin ahora consumido por Vader ya no lo veía de la misma manera.
Lograron avanzar lo suficiente saliendo de la plataforma encontrándose en un gran rio de lava y aunque pudieran correr el peligro de ser quemados siguieron con su lucha. Primero se encontraban en un gran pilar quien flotaba sobre la lava pero al ver que esta subía comiéndose el acero, cada uno divisó algo para poder flotar sobre aquel rio.
-¡Te he fallado Anakin! Te he fallado...
-¡Debí haber imaginar que los jedi pretendían tener el control!
-¡Anakin, el Canciller Palpatine es malvado!
-¡Desde mi punto de vista, los jedi lo son!- contraataco lleno de odio.-
-¡Estás desorientado!
Siguieron con su lucha a muerte, de un momento a otro Vader saltó al pequeño trozo de metal donde se encontraba Kenobi para poder matarlo de una buena vez, pero más astuto Obi-Wan dio un gran brinco al divisar tierra para así tener un soporte firme, mientras que Vader seguía en aquel metal sobre la lava.
-¡Se acabó Anakin! ¡Llevo la delantera!
-¡Tú estás subestimado mi poder!
-No lo intentes...
Desde el otro lado de la zona donde se encontraban Vader y Kenobi, lentamente Dallani recuperaba la respiración de golpe, le dolía inmensamente su garganta sintiendo como su vena yugular palpitaba descontroladamente debido a la asfixia provocada por su marido. Tratando de contener el paso, intentaba poder recordar todo y buscando rápidamente a su marido y a Kenobi. Su corazón latía tan rápido hasta que pudo ver una imagen a lo lejos como dos destellos celestes chocaban uno contra otro, eran ellos.
Tenía que detener esta masacre, no podía dejar que uno ni otro se mataran por lo que con desesperación se acercaba rápidamente hasta que al estar casi cerca de la zona sintió como una fuerza externa a ella la lanzó contra una roca volcánica. Era Sidious.
-¡Maldito miserable! –le gritó- ¡No te saldrás con la tuya!
-¿Crees que alguien tan poca cosa como tú me detendrá?- rió irónico- Tu sola presencia me es un completo estorbo.
-¡No dejaré que le haga daño a Anakin!
-¿Tú me lo impedirás? Si ni pudiste detenerme al matar a tus padres, mucho menos me alejaras de él.
-¡Eres un asco!
-Y tu un estorbo...-dijo retrocediendo unos pasos sacando de su túnica negra un sable láser- Escúchame muy bien niñita, nadie me impedirá seguir con mis planes y mucho menos una escoria como tú.
-No todos los jedi están muertos, y no dudo en que harán justicia...
-¡Tu misma me ayudaste a eliminarlos! Recuerda, esa orden sesenta y seis, aquella petición donde aprobaron todos los senadores en que cual quiero jedi sobreviviente no dudaría el imperio en exterminarlo ¿Ahora quien es el doble moral?
-¡No! No y no.- comentó al borde de la angustia y el llanto.-
-Gracias por nada, Baraan.
Con su rostro desfigurado, dejó relucir una gran sonrisa aterradora, dicha imagen provocó mucho miedo en Dallani mientras que su corazón empezaba a latir más rápido de lo normal, justo en esos instantes las imágenes de sus bebés Luke y Leia era lo único que podía ver, las lágrimas brotaban de ella y finalmente aun rendida en el suelo giró hacia donde estaba aquella pelea, "Se que todavía hay bondad en él, lo sé..." fueron sus últimos pensamientos, hasta que vio como Sidious desvainó el sable láser pero era con una hoja azul, los ojos de Dallani se abrieron tan grandes hasta el momento de sentir el impacto del sable atravesando su estomago, una última lágrima se dejó resbalar sobre su rostro mientras que el Lord Sith manejaba el sable a su gusto enterrándolo profundamente en ella hasta que soltó su último suspiró logrando que sus ojos de cerraran completamente.
Esa escena desde el otro lado de la zona, la vio aterrado Anakin, sabía que alguien había atacado a su esposa y era un jedi debido al color de la hoja. Quería matar a aquel que hizo eso, desde ese momento su odio por los jedi se volvía infinito y en un acto de coraje dio un gran salto para estar en terreno con Obi-Wan, sin embargo Kenobi alcanzó en el aire a cortarle su brazo donde sostenía su sable, mientras que Vader se arrastraba en la orilla de aquel rio lleno de lava, su mirada de convertía llena de odio hundida en su característico amarillo escarlata, Obi-Wan no soportaba ver eso, no podía más.
-¡Tú eras el elegido! ¡Debías destruir a los sith! No unirte a su fuerza...Ibas a darle equilibrio a la fuerza, ¡No dejarla en la oscuridad!
Con dificultad, Vader se levantó del suelo mientras que contenía el dolor inmenso que sentía donde le apuntó su brazo. Ya no podía defenderse, ahora su sable lo tenía Obi-Wan, mientras que Skywalker avanzaba hasta él con un paso débil y perdido, la imagen de ver como alguien lastimo a su mujer le estaba carcomiendo el alma, el dolor que sentía de su brazo y verse rendido ante su ex maestro, era peor que haber acabado muerto en aquel rio de lava.
Estando cara a cara, la mirada penetrante de Vader era lo necesario para lastimar a su ex maestro, intentaba contener el dolor que albergaba su alma.
-¡Te odioo! ¡Me quitaste todo Kenobi y juro que lo pagaras!
-Eras mi hermano Anakin, yo te quería...
Sin decir una palabra más, Obi-Wan se alejó del lugar mientras que Vader sujetaba su brazo tratando de contener el dolor, tal dolor y calor provocó que terminara sofocado y tirado en el suelo, quedando inconsciente mientras su última imagen en mente era Dallani.
[...]
Obi-Wan llegó a la zona donde había dejado a Dallani, sin embargo pudo notar que no estaba, por lo que un mal presentimiento le invadió el pecho. Desesperadamente empezó a buscar en la zona y al notar un cuerpo que yacía inconsciente sobre una roca no dudo en acercarse completamente a él. La imagen que vio en esos instantes jamás la olvidaría, era tan impresionante que las ganas de gritar le invadieron; le habían arrebatado la vida a Dallani.
Sidious desde la base separatista vio como Kenobi tomó entre sus brazos el cuerpo de Dallani para posteriormente retirarse del lugar en la nave de la senadora. ¡Estaba que reventaba de coraje! No podía imaginarse que Skywalker lo dejara vivo por lo que rápidamente ordenó a unos solados clones que estaban presentes en seguirlos mientras que el resto fuera en busca de Vader.
Los soldados clones le informaron que Vader había sufrido una grave herida donde la cual había perdido su brazo derecho, sin embargo el resto de su cuerpo seguía intacto. Rápidamente les ordeno en subirlo en una camilla para llevarlo a Coruscant y operarlo antes de que terminara por desangrase.
[...]
Durante todo el trayecto, Obi-Wan solo estaba ausente mientras observaba el cuerpo de Dallani, era evidente que alguien la había asesinado con un sable láser, pero no podía entender quien más estaba en la zona.
Al llegar al templo jedi, inmediatamente ordenó a algunos droides médicos que bajaran de la nave el cuerpo de Dallani. Yoda y el senador Organa que estaban junto a él se quedaron petrificados al ver dicha escena, no podían entender como sucedía eso, era doloroso.
-¿Qué haremos con ella?-preguntó devastado Kenobi.-
-¿No tenía familia cercana?-interrumpió el senador Organa.-
-Me temo, su familia asesinada fue.- respondió Yoda.-
-Si tenía...-retomó Kenobi- Dos bebés... de -suspiró- Anakin.
El rostro del maestro y el senador se transformaron asombrados y aterrados. Obi-Wan seguía perdido en sus pensamientos, no la salvó como un día le prometió, ni a su ex padawan. Se sentía tan defraudado consigo mismo.
Pero ahora la preocupación y más importante era ¿Qué sería de Luke y Leia ahora que sus padres habían muerto?