-Ni creas que te ayudaré con esta locura ¡Te atraparan!
-Bueno, entonces si no me quieres ayudar yo sola me voy a Coruscant.-suspiró- Jaron...necesito verlo.
-Dallani tu muy bien sabes que esta situación es riesgosa para ti y más en el estado en el que te encuentras ¡Aún estás muy débil!
-Eso no es impedimento, siento que algo anda muy mal y ahora más que nunca deben saber la verdad...
-¿De qué hablas? –preguntó extrañado.-
-Que todos corren peligro, que en realidad Palpatine no es la persona que les ha hecho creer, ¡Nuevamente he tenido esas premoniciones! Siento que algo malo y debo evitarlo...-dijo apartando su mirada hacia el suelo.- Le fallé a todos y sin embargo huí como una vil criminal sin haber dado la cara ¡Necesito protegerlos!...Y ahora más que nunca lucharé por Anakin...
-¿Y tus hijos? ¿A caso has pensado en ellos? Razona linda, las cosas en Coruscant no están nada bien como para que te expongas. Ellos te necesitan ahora más que nunca y lo peor que puedes hacer es irte y dejarlos solos...
-Es que no me iré sola.- meditó unos segundos- Ellos vendrán conmigo.
-¡¿Qué?! ¡Por favor! ¡Mujer reacciona! No estás pensando fríamente, son unos recién nacidos, ¡Solo los vas a exponer!- alegó alterado.-
-¡Para nada!.- contraataco con el mismo tono.- Anakin merece saber sobre sus hijos...Llegando a Coruscant le pediré ayuda a cierta persona que los cuide en lo que yo lo busco ¡Yo sé que él me escuchara al saber esto! Tal vez...tal vez me odie.- dijo con tristeza- Pero sus hijos lo necesitarán...como yo a él.
La mirada de Dallani en esos instantes expresaba demasiada tristeza, sus ojos habían perdido aquel brillo característico que la hacían relucir. Tener a sus hijos era lo mejor que le pudo haber pasado en esos momentos de angustia, pero faltaba algo más, una parte de ella se había desmoronado al perder todo lo que amaba que eran sus padres, pero aún seguía con vida lo que más adoraba en toda la galaxia entera; su Ani.
Jaron estaba muy consciente que eso era muy riesgoso para ella como para los bebés, pero al verla de esa manera tan desesperada no pudo evitar en pesar en Anakin; el puso esa misma mirada cuando le menciono que Dallani moría. Jaron sabía que debían estar juntos, no eran más que dos tristes almas que buscaban poder encontrarse.
-Está bien...-respondió forzado.-
-¿Qué?
-Te ayudaré en esta locura, pero antes prométeme que no te alejarás de mi lado hasta que encontremos a Skywalker...
Dallani esbozó una gran sonrisa al escuchar eso, no fue necesario decir alguna palabra ante lo que sentía, solo se lanzó a sus brazos abrazándolo fuertemente. Era un hecho que esa misma noche partirían a Coruscant.
[...]
Palpatine se había encargado de dar inicio la orden 66 ¿Qué era eso? Pues no era más ordenar a todos los soldados clones que servían a la República que destruyeran a todos los jedi, esto se convertiría en un gran evento galáctico, ya que sin piedad matarían a cada uno de ellos, convirtiéndose en la gran purga jedi.
La guerra había estallado no solamente en Coruscant, si no en cada parte de la galaxia donde se encontraban el resto de los jedi. Todos eran atacados en el momento menos esperado, maestros y padawans siendo asesinados a mano fría por los clones. El maestro Yoda quien se encontraba junto con los Wookies, regresó a Coruscant al presenciar todo lo que pasaba y así poder salvar a los restantes.
Sin embargo a Vader se le había encomendado la tarea más importante de todas; atacar al templo jedi. Con un paso fuerte y sin rodeos, dirigía a un gran batallón de clones lo que sería la legión 501, a quienes les había dado la orden de exterminar a cualquier jedi sin importar su rango o edad.
Vader solo caminaba por todos los pasillos del templo observando cómo asesinaban a cada jedi, de igual manera él matando al que se le atravesara al frente. Se encontraba cegado y confundido por el odio, quería tener más poder, solo quería salvar a Dallani, solo eso. Frente a él se encontraba una sala de entrenamientos y al penetrar vio como todos los pequeños younglings quienes estaban escondidos, salieron corriendo al encuentro de él, aterrados ante lo que sucedía y buscando ayuda.
-Maestro Skywalker.- habló uno de los más pequeños- Son demasiados ¿Qué vamos hacer ahora?
Ante las miradas de aquellos niños, quienes demostraban demasiado miedo, pudo sentir como su sangre se le congelara en ese instante, le estaba fallando a su nuevo maestro ¡Se estaba fallando a su nuevo nombre! Algo en su interior le impedía hacer aquella tarea encomendada. Instintivamente desvainó su sable láser provocando que los pequeños younglings retrocedieran asustados ante tal acción, se sentía tan mal por dentro, una fuerza externa a él impedía asesinarlos como a los demás jedi del templo, pero esa era la única manera de llegar a su objetivo.
Dispuesto a matarlos sin piedad alguna, en ese momento las puertas de la sala nuevamente se habrían, dándose paso a los clones quienes sin temor alguno dispararon a todos los younglings, mientras que Skywalker solo observaba absorto la escena. Si Skywalker, porque en esos segundos de indecisión en él estallaba una guerra entre Vader y Anakin, no se sentía bien con todo esto, todavía había un poco bondad sobreviviendo en él, que lentamente se iba muriendo.
[...]
Con el corazón saliéndose del pecho, Dallani en todo el trayecto iba rezándole a la fuerza por que todo saliera como lo había planeado. Presentía que algo malo estaba ocurriendo en estos instantes, tal vez esto era una enorme locura y más porque traía a los recién nacidos con ella, pero debía detener lo malo que presentía venir.
No tardó en aterrizar Jaron en una zona un poco alejada del templo jedi. No tan convencido se dirigió hacia Dallani quien sujetaba con fuerza el collar de japor que le había regalado su esposo, viéndola como en su rostro se reflejaba desesperación.
-Bien, hemos llegado linda.
-Entonces...-suspiró hondo.- vayamos.
Dallani sujetando a Luke mientras que Jaron cargaba a Leia, cubiertos cada uno bajo una gran túnica ocultando a los bebés, se dirigían con un paso acelerado hacia la dirección que había indicado Dallani. Entre más pasaban los minutos para ella se convertían horas y sus presentimientos se volvían intensos logrando que su corazón latiera más rápido de lo normal. Al llegar a aquel gran edificio que recordaba a la perfección, ambos se adentraron subiendo por su gran elevador que daba hasta la última suite y una vez saliendo de ahí caminaron hasta el fondo quedando frente a una enorme puerta blanca. Dallani solo mecía intranquilamente a Luke dando vueltas de un lado a otro, mientras que Jaron solo la veía perplejo.
-¿Estás segura que esto está bien? –habló Jaron indeciso.-
Sin responderle alguna palabra, Dallani se dirigió a aquella puerta tocando un par de veces hasta que en la segunda vez al abrirse, apareció una figura ya vista antes, aquel droide de protocolo dorado, C-3PO.
-¡Oh! ¡Ama Dallani! – Exclamó entusiasmado- ¡No puedo creerlo!
-Hola 3PO.- respondió sonriéndole- ¿Estará Padmé?
-¡Qué haces tú aquí!
Al escuchar esa voz sobre exponerse provenir de adentro, vio como Amidala se acercaba completamente hacia ellos quien la veía de una forma tan desafiante y molesta. Eso le dolía demasiado a Dallani, nunca imaginó que su amiga quien la llegó a ver como hermana la mirara de ese modo.
-¿Qué se supone que buscas aquí, eh?- atacó Padmé- ¿Todavía vienes con el descaro después de lo que me hiciste?
-¡No le permitiré que le hable de ese modo! –intervino Jaron quien estaba detrás de Dallani.-
-Tranquilo Jaron.-suspiró- Padmé entiendo que me odies, no soy digna de ti después de todo lo que hice, pero para eso regresé...para rectificar todo lo que cometí.
-¿Y cómo quieres que te crea? ¿A caso esto no es otra más de tus mentiras?
-Tienes todo el derecho de juzgarme Padmé y acepto el hecho de que jamás me perdones...pero eh venido a solucionar algo en que todo mundo corre peligro...
-¿De qué hablas?- preguntó aún desconfiada Amidala.-
-Todos corren peligro a la merced de Palpatine, el...él es el Lord Sith y buscará a toda costa imponer su Imperio para acabar con toda la República.
-¿Qué? No te creo Dallani...
-¡Es más que verdad! Lo sé porque él me lo confesó, tal vez no quieras creerlo pero si vine hasta aquí es para pedirte un favor.-suspiró- ¿Podrías cuidar mis hijos, en lo que yo comunico esto?
Dallani se quitó la gran túnica de encima mostrando entre sus brazos al pequeño Luke y del mismo modo lo hizo Jaron mostrando a Leia. Padmé admirada, se llevó sus manos a su boca en forma de entusiasmo, tratando de asimilar todo.
-Son hijos míos y de...Anakin. -añadió Dallani.-
Padmé se acercó hacia ella para cargar entre sus brazos a Luke, no podía creerse todo lo que sucedía, sin embargo al fondo de la estancia algo hizo llamar la atención a Dallani; con cada paso que daba su corazón se detenía lentamente hasta que quedó frente al gran ventanal, ahí podía ver desde lejos como el templo jedi ardía en llamas. Un nudo en la garganta se hizo presente en ella, quería llorar, gritar, pero eso no era imposible ya que había entrado en un estado de shock "¿Qué ocurre? ¿Estará ahí Ani? ¿Estará bien?" solo eso se atravesaba en su mente, hasta que una voz externa a ella la interrumpió.
-No puedes ir en estos momentos Dallani, ha ocurrido algo en el templo.- habló Padmé.-
-¿Qué pasó?- preguntó con un hilo de voz.-
-Aún no lo sé, pero debido a eso el Canciller ha solicitado con urgencia a todos los senadores.
-¡Déjame acompañarte!
-No.
-Padmé, tal vez puedo prevenir algo que cambiará el rumbo de mucho ¡Por favor! Déjame intervenir, sabes bien en tu interior que estoy siendo lo más sincera y que no es necesario que yo te lo diga...Todos sabemos los planes de Palpatine...
Tras varios segundos de meditarlo, sabía muy bien la senadora acerca de las intensiones de Palpatine eran ciertas, por algo habían estado trabajando en la petición de los 2000, de no ser porque fueron descubiertos esta conspiración gracias a Dallani y les impidieron tal acto, esa era otra razón por la cual Padmé seguía sin perdonar a su antigua confidente. Sin embargo esta vez la apoyaría sola por una razón: por los gemelos.
[...]
Entre más pasaba los sucesos y las muertes a sangre fría que cometía Vader, se había dirigido al sistema Mustafar como le había encomendado Palpatine. Igual sin piedad alguna, mató al Virrey Gunray y a todo su equipo. En este asesinato Skywalker no se detuvo sin alguna compasión alguna, quería verlos muertos ya que le recordaba en ese momento cuando fue secuestrado junto con Kenobi, Amidala y Dallani tras ser torturados al borde de la muerte. Merecía todos ellos sufrir lo que les habían hecho y de cierto modo Vader empezaba a dominar sobre Anakin, ya que esto le hacía sentir mucho mejor de lo que esperaba. Tenía todo el poder al alcance de su mano, provocando surgir en él una mirada llena de odio donde sus ojos celestes se transformaban lentamente en una mirada intensa, tal como la de los sith, hundida en aquel amarillo y rojo escarlata. Anakin Skywalker estaba siendo derrotado por Darth Vader.
En cuanto a Padmé, no muy convencida, junto con Dallani y Jaron quien las acotejaba, fueron hacia el senado dejando C-3PO que cuidará de los gemelos. Cuando llegaron al recinto, Ondo decidió esperarse afuera mientras que Dallani se colocaba su gran túnica para no ser reconocida siguiendo a Amidala.
Se encontraban todos los senadores sentados en cada estrado que les pertenecía, observando desde su lugar al centro donde se encontraba Palpatine cubierto de una gran capa ocultando sus heridas.
-Y se frustró la rebelión de los jedi...-hablaba Palpatine desde su lugar.-
-¿Qué pasó?- preguntó el senador Bail Organa quien apenas llegaba sentándose a un lado de Padmé.-
-Está hablando de una conspiración preparada por los jedi, para derrocar al senado.
-¡Cazaremos a los jedi que quedan! ¡Y los derrotaremos!- alzó Palpatine su voz imponiéndose, tras unos aplausos de los senadores alabándolo.- Cuando mi vida fue puesta en peligro, las heridas me deformaron. Pero les aseguro, que mi determinación ¡Jamás ha sido más fuerte! Y para garantizar la seguridad y una continua estabilidad ¡La República se va a reorganizar, en el Imperio Galáctico más poderoso!...Así tendremos una sociedad ¡Más segura!- terminó diciendo el Canciller ovacionado por todos, mientras que Dallani y Padmé se volteaban a ver absortas.-
-Y así muere la libertad...con un fuerte aplauso.- susurró Padmé quien veía desconcertada a Organa y Baraan.-
-Esto no se puede quedar así.- interrumpió Dallani.-
-¿De qué hablas?
Sin decir una palabra, Dallani se marchó apresurada dejando el senado. Tenía que detener esto a toda costa.
[...]
Obi-Wan había llegado al templo jedi quien había tenido un fuerte enfrentamiento en Utapau con el General Grievous. Afortunadamente fue uno de los pocos jedi sobrevivientes y junto con el maestro Yoda derrocaron a los últimos soldados clones que mantenían restringida el área.
Al penetrar al lugar, notaron como todo estaba destruido y varios cuerpos yacían sin vida. Sin embargo la imagen más perturbadora fue la de los pequeños younglings. Todo parecía una pesadilla, Obi-Wan se sentía un mal presentimiento de todo esto.
Tras acceder a los hologramas de templo, pudieron ver como el joven jedi Skywalker se dejaba nombrar por el Lord Sith quien todo este tiempo tenía su gran disfraz del "Canciller Palpatine" sin embargo lo peor que pudieron ver en el holograma fue a Anakin dirigiendo la legión 501 dando órdenes de matar a todos, como al mismo tiempo el arrebataba la vida de quien se atravesaba frente a él sin piedad alguna. No podía creer todo lo que veía Kenobi, su alma se partía en dos al ver que su ex padawan, amigo, hermano, estaba consumido por el lado oscuro.
No obstante una pequeña imagen captó toda su atención; fue aquella en donde Skywalker se detuvo al matar a los younglings, en su mirada se podía apreciar confusión y ligeramente un pequeño brillo azul en esos ojos hundidos en el odio, se podía apreciar una guerra entre sus dos lados, el oscuro y luminoso.
-Destruir a los Sith, debemos.- habló Yoda.-
-Envíeme a matar al Emperador.-le suplicó Kenobi.-
-Luchar contra Lord Sidious, fuerza suficiente no tienes.
-¡Yo no podré matar a Anakin! Yo sé que aún hay algo de él dentro de Vader ¡Tan solo no pudo matar a los younglings!
-Corrompido por el Lado Oscuro, el joven Skywalker ha sido. El chico al que adiestraste se ha consumido por Darth Vader.
-¡El es como mi hermano! No lo podré hacer...
-Entonces, todo perdido está.
-Yo...-suspiró- No sé dónde buscar...
-Usa tu intuición, Obi-Wan y encontrarlo podrás.
Mientras tanto Dallani caminaba con el corazón desbordándose de miedo hacia el templo jedi, tenía la necesidad de ver todo con sus propios ojos, su Ani no podía estar adentro, el no podía estar en peligro.
Cuando se aproximó lo suficiente, notó como todo el recinto estaba completamente destruido. Nuevamente se le formó un nudo en la garganta, quería gritar y llorar, pero al mismo tiempo un silencio profundo la impedía hacer eso.
-¿Dallani?
Aquella voz extraña hizo que volteara lo más rápido posible, encontrándose con la imagen de la persona quien menos esperaba ver.
-¿Obi-Wan?- articuló extrañada.-
-¡Por la fuerza! –dijo corriendo a su lado.- ¿Cómo es que estás aquí? ¡Se suponía que estarías en Dantooine!
-Eso no importa ahora...-suspiró- ¿Qué ocurrió aquí?- decía aterrada volteando a todas partes.-
Kenobi se limitó a responderle la pregunta, no sabía por dónde empezar, pero ahora su preocupación era que ella estaba en Coruscant.
-No es seguro que estés aquí Dallani...y mucho menos cerca de Palpatine.
-Lo sé todo...sé que ahora es el nuevo Emperador...
-Ahora mismo te llevaré a una nave directo a Dantooine, sabes muy bien que corres peligro aquí.
-¡Basta! –Gritó alterada- Estoy harta de que todo mundo me manipule...y sobre todo tú...
-¿Qué?
-Lo sé todo Obi-Wan...sé que en realidad no eres mi hermano ¿Porqué me mentiste, eh? ¿Qué ganabas con hacerlo? ¡Dímelo!
Obi-Wan solo abrió tan grandes los ojos sin poder responder a lo que le dijo Dallani, la situación cada vez estaba más peor para él. Sin embargo ella no espero a escuchar alguna respuesta de parte de él y decidió marcharse del templo, no quería verlo, no después de esa mentira tan baja que cometió con sus sentimientos. Acelerada y casi corriendo, sintió como alguien la tomó de su ante brazo logrando que viera a la cara a quien impedía su paso.
-¡No te dejaré sola! –Se adelantó Kenobi.-
-Tú no me puedes ayudar en esto, ¡Necesito encontrar al padre de mi hijo y tu ni nadie me lo impedirá! –habló exaltada forcejeando para zafarse.-
-¿Buscas a Anakin, no es así?
Dallani sintió una fuerte presión en el pecho, sus ojos demostraban asombro y a la vez preocupación ante lo que le dijo Kenobi, tal silencio que pudo comprobar Obi-Wan sus sospechas. Pero esta vez ya estaba harta de callar por algo que no tenía nada de malo, su amor por Skywalker era puro y eso no era algún delito. Ya no le importaba lo que pensará la galaxia de ellos, solo quería a Anakin junto a ella.
-Lo sé todo Dallani.- volvió a hablar Obi-Wan.- Pero me temo que eso será imposible.
-¿Dé que hablas? Te repito que esta vez nada me detendrá en...
-¡Es que no lo entiendes!- alzó la voz interrumpiéndola.- Tenemos un nuevo enemigo...Dallani.- pronunció serio, tomándola por los hombros.- Anakin se ha pasado al lado oscuro.
-¡Eso no pude ser posible! ¡Mientes! –Gritó aterrada.-
-En el templo jedi accedía a un holograma viendo como él dirigía un ejército de clones, matando a todos los jedi. Se ha dejado caer en una mentira gracias al Canciller, Anakin se convirtió en su nuevo aprendiz...-suspiró- No sé donde esté, debo encontrarle...
-¡Vas a matarlo! –atacó hundida en el llanto.-
-Se ha convertido en una gran amenaza...
-¡Anakin no puede ser lo que tú dices!
No podía creerse todo lo que había escuchado de Obi-Wan, "Seguro era otra mentira más para tenerla lejos de él ¡Si eso!" pensaba una y otra vez. Sentía como se desmoronaba por dentro, su respiración se volvía más densa mientras que un hueco se formaba en su pecho. Estaba realmente confundida, sentía que había llegado tarde para detener todo esto, pero aún tenía la fe de acabar con todo ese mal que hizo el Canciller o mejor dicho el Lord Sith.
En cuestión de segundos se encontraba ya en el apartamento de Padmé, frente a ella estaban sus dos pequeños hijos, Luke y Leia, durmiendo plácidamente e indefensos. Tal escena le provocó sacar unas lágrimas a Dallani, pues a partir de ahora lucharía por el futuro de ellos, sin importar si perdiera la vida por su felicidad. Lentamente se acercó a cada uno para depositarle un suave beso en sus pequeñas frentes, llevándose con ella una última imagen de ellos.
-Dallani...
-¿Padmé?- dijo volteándola ver.-
-¿Todo bien? ¿Averiguaste que pasó en el templo?
-No...-respondió pensativa.- Padmé, necesito buscar al padre de mis hijos...ya nada me importa...Solo quiero tenerlo junto a mí, ellos lo necesitan...yo...lo necesito.
-Anakin... ¿No es así?
-Sí.- dijo volteando su mirada a los bebés.- Lo iré a buscar a donde sea, no me importa si tenga que atravesar toda en toda la galaxia entera...
-¿Y los bebés?
-Vendrán conmigo...
-De ninguna manera.
-¿Disculpa?- preguntó extrañada.-
-Yo...-suspiró- yo podría cuidar de ellos en lo que vuelves...
-¿En verdad? –pronunció asombrada.-
-Esto solo lo hago por la amistad que le tengo a Anakin...-meditó unos segundos.- Puedes tomar mi nave y le pediré a C-3PO que te acompañe, después de todo eres su ama...
-Padmé...yo no sé como agradecerte todo esto que haces...
-Es mejor no perder el tiempo y actuar rápido. Ve Dallani yo cuido de tus hijos.
Sin pensarlo un instante más, Dallani fue rápidamente hacia la nave de Padmé abordando con C-3PO quien sería su piloto. Jaron insistió en acompañarla, pero ella se rehusó proponiéndole que se quedará con Padmé cuidando a sus hijos.
Sentía que el cualquier momento el corazón se le iba a salir del pecho, su nerviosismo crecía cada segundo adentro de aquella nave.
-Ama Dallani ¿A dónde iremos? –Preguntó C-3PO sacándola de sus pensamientos.-
-Buena pregunta 3PO...
No tenía idea alguna hacia dónde ir, por más que pensaba sus ideas se encontraban en blanco. Esto era muy desesperante para ella, no tenía ni un plan para buscarlo, pero debía dar con él antes de que fuera demasiado tarde.
Desesperada colocó sus manos sosteniendo su cabeza, dándole vueltas al asunto. Caería en la angustia en ese momento, sin embargo la imagen en su mente de Luke y Leia provocó que derramara un par de lágrimas, sus hijos no merecían esto. Lentamente cerró sus ojos tratando de sacar toda la tensión que llevaba sobre los hombros, se dejaba guiar por sus sentimientos, y lo primero que observó fue aquel sueño que tenía con Anakin durante varias noches, en un lugar donde ardía todo en llamas. ¡Tal vez esa era la solución!
-3PO ¿Conoces algún lugar volcánico?
-Discúlpeme mi señora, pero no entiendo lo que me trata de decir.
-Sí...algún planeta o lugar donde predomine la lava... ¡Vamos 3PO ayúdame!
-Bueno, hasta el momento solo sé de uno. Mustafar, pero no creo que el amo Ani esté en un lugar tan horrible como ese.
-Yo siento que sí...-susurró.- No hay que perder más tiempo, ¡Marchemos a Mustafar!
-Lo que usted diga ama.
C-3PO encendiendo los controles de la nave, colocó las ordenadas de la siguiente parada fuera en Mustafar. Durante todo el transcurso Dallani sostenía con demasiada fuerza el collar de japor de su Ani, no sabía si lo que realizaba era lo correcto, pero esta vez estaba segura en seguir sus instintos. Sin embargo cada vez que se aproximaban, sentía que lo peor aún no sucedía.
***
¡Hola mis queridos lectores! Disculpen la demora, pero aquí estoy cumpliendoles :3
Al parecer este ha sido el capítulo más largo que he hecho, espero les guste, me costó un poco hacerlo y como habrán notado cambie algo que creo que a la mayoría nos parte el corazón , sí, ¡Cuando Ani mata a los niños! :c
A lo mejor varios dirán que esto es esencial en Vader, pero les juro que yo no pude escribir eso, en cuanto lo pasé al borrador me puse a llorar como Magdalena y lo cambie a mi manera.
Así que espero no les haya molestado eso :c, en fin gracias por pasarse a leer, votar y comentar ¡En verdad eso me alienta!
Y también una disculpa para aquellas que no he terminado de leer sus historias, en verdad me estoy poniendo al corriente, ¡Son igual de maravillosas¡
Un fuerte abrazo y beso.
PD: Les regalo un foto, para alegrarles el capítulo ❤