En el templo jedi, se encontraba Anakin dando la noticia a todos los miembros sobre su ascenso de rango como maestro jedi, se sentía tan seguro de eso y a la vez un poco de prepotencia se podía relucir de él en ese momento, ya que se sentía con cierta superioridad.
-A tu petición el consejo no acepta.- habló Yoda sentado en su lugar- impredecible este movimiento del Canciller Palpatine es.
-Lo entiendo...- respondió Anakin.
-Ya estás en el consejo, pero no te daremos el rango de maestro.- intervino Windu.
-¿Qué? -reaccionó Anakin en forma de disgusto e incrédulo volteando a ver a Obi-Wan en busca de respuestas para luego mirar a los demás miembros desconcertado- ¡¿Cómo es posible?! ¡Es injusto! –alegó- ¿Cómo puedes estar en el consejo y no ser maestro? ¡No tienen derecho a hacer tal cosa!
-¡Joven Skywalker!- le reprimió Windu- ¡Cállese y tome asiento!
-Lo siento maestro...- se disculpó Anakin sentándose en su lugar.
Se encontraba demasiado molesto Anakin para seguir escuchando hablar a todos los miembros jedi, jamás se había sentido tan humillado en su vida, si por él fuera se hubiera marchado de la sala y dejar la junta sin importar lo que dijesen de él, pero no les daría ese lujo. Es cierto que desde que el maestro Windu y Anakin se conocieron por primera vez no congeniaron, pues Mace Windu siempre estuvo en contra de la aceptación de Anakin en la orden jedi debido a la avanzada edad que ingresó, algo muy en su interior no le permitía aceptar a Skywalker, le tenía cierta desconfianza, sin embargo Anakin podía sentir en ese momento un coraje emerger de él, veía desde su lugar con recelo a Windu durante toda la sesión y muy en su interior deseaba hacerle pagar esa humillación que le hizo pasar frente a todos.
Al terminar la sesión, Anakin quien caminaba en compañía de su mentor Kenobi decidió expresar esa rabia que tenía en su interior, de algún modo terminaría explotando de coraje en cualquier momento.
-¿Qué estupidez es esta? Ponerme en el consejo y no hacerme maestro, ¡Esto jamás había pasado en la historia de los jedi! ¡Es inaudito!- exasperó Anakin.
-Cálmate Anakin, has adquirido un verdadero honor, estar en el consejo a tu edad es un verdadero logro.- le tranquilizó Kenobi.
-Yo no pedí ser parte del consejo...
-Al parecer tu amistad con el canciller Palpatine ha rendido frutos, créeme yo no quería ponerte en esta situación.
-¿Qué situación?- preguntó seriamente.
-El consejo quiere que reportes las actividades del canciller, hay una mala vibra en el que hace desconfiar y sobre todo porque él se mete en los asuntos jedi...
-El canciller no es una mala persona Obi-Wan, el me ha apoyado desde el día que llegué aquí...
-Debes ayudarnos Anakin, su periodo de gobernar ya ha terminado y el senado le da más poder.
-Me están pidiendo que lo espié y eso es traición...me pides que haga algo en contra del código jedi, de la república, en contra de un mentor y amigo...
-El consejo te necesita -suspiró- te entiendo más de lo que crees, a veces uno tiene que hacer ciertas cosas para descubrir la verdad...
-¿De qué habla maestro? –Preguntó curioso- ¿Alguna vez usted ha hecho algo de esa manera?
Obi-Wan solo bajo la mirada, tratando de esconder algo que visiblemente Anakin pudo notar, dejando que el silencio reinara el momento.
[...]
La angustia y desesperación estaban muy presentes en Jaron y Aliah, el joven piloto que se encontraba caminando de un lado a otro entrelazando sus dedos nerviosamente lograba incomodar un tanto a Aliah, ella se encontraba sentada en la sala de espera rezándole a la fuerza por que se encontrara bien su amiga del alma, hasta que después de varias horas se dejo ver por aquellos grandes pasillos blancos la imagen de un droide médico de la serie FX quien al verlo ambos jóvenes se acercaron apresuradamente a él en busca de respuestas.
-¿Son familiares de la dama Baraan?- preguntó el droide.
-Sí.- respondió nerviosa Aliah- ¿Qué ocurre con ella? ¿Todo bien?
-Por favor sígame.
Ambos jóvenes siguieron al droide médico asistente hasta que llegaron a la habitación donde se encontraba Dallani, frente a ellos se encontraba un gran cristal que los separaba de ella lográndose divisar como yacía inconsciente sobre una camilla, mientras que en la parte superior se mostraba dos hologramas mostrando sus signos vitales.
Jaron al ver esa imagen sintió un gran nudo en la garganta, podía desvanecerse en cualquier momento pues le había fallado a ella misma en protegerla, mientras que su amiga Aliah solo lloraba imparablemente viéndola desde el cristal, era una escena que les partía el alma, no podían entender cómo es que llegaron hasta ese punto.
-Físicamente está completamente sana.- interrumpió sus pensamientos el droide- por motivos que no podemos explicar la perdemos.
-¿No resistirá?- preguntó con un hilo de voz Jaron.
-No sabemos por qué está perdiendo la fuerza por vivir, tenemos que operar si queremos salvar a los bebés.
-¿Bebés?- preguntó asombrada Aliah.
-Lleva gemelos...
Asombrados por la noticia, ambos se quedaron callados durante un gran rato observando por aquel gran cristal a Dallani, eran tantas cosas vividas en un solo día que el simple hecho de escuchar que la estaban perdiendo era doloroso y lo peor de todo es que no entendían el hecho de esos "motivos sin poder explicar" estaba muriendo, Jaron solo rodaba sus pensamiento intentando buscar respuesta alguna para saber quien la estaba matando más allá de donde ellos estaban, no podía dejarla morir, no su linda.
-Jaron...¿Qué vamos hacer?- habló Aliah.
-Creo que debemos ir en busca de ayuda a alguien que entiende sobre esto –suspiró- tal vez el maestro Kenobi pueda ayudarnos en buscar a ese asesino...
-¿Asesino?- preguntó extrañada.
-Si ¿No escuchaste? "Por motivos que no pueden explicar la estamos perdiendo" ¿A caso no es obvio? Tal vez no seré un jedi, pero entiendo perfectamente que alguien está detrás de todo esto y no descansará hasta verla muerta...
-Yo estaba pensando en otra solución- meditó unos segundos- creo que el padre de esos bebés merece saber la verdad...
-¿Skywalker? ¿Te has vuelto loca? ¡Él fue el primero en desconfiar de ella! Seguro si se entera de su paradero le informará a los jedi y no quiero imaginarme lo siguiente...
-Yo no lo creo así...él merece saber la verdad, tal vez al enterarse que será padre cambiará su idea que tenía contra Dallani y hasta ¡Vuelva a confiar de ella!
-No lo sé, lo dudo...
[...]
La noche había caído después de un largo día, aquella velada resplandeciente en la imponente ciudad de Coruscant se podía apreciar sus grandes rascacielos iluminados, aquella noche en unas de sus más importantes salas de ópera se encontraba el canciller Palpatine junto con otros miembros del senado deleitándose con el espectáculo. Cómo era característico de Skywalker, había sido invitado a la función de ópera pero debido a su impuntualidad de siempre, atravesaba corriendo a toda la gente hasta llegar al estrado de Palpatine quien lo esperaba ansiosamente.
-¿Quería verme Canciller? –habló agitado Anakin.
-Oh si, toma asiento- le indicó Palpatine- he recibido información y me han revelado que el general Grievous se esconde en el sistema Utapau.
-¡Eso está bien! Daría lo que fuera por atrapar a ese monstruo y terminar la guerra.
-Me preocupa la elección que el consejo llegue a tomar, eres la mejor elección para esta misión por mucho...
-No lo creo posible, en el consejo sólo me hacen de lado- suspiró- no me consideran listo para ser maestro...-habló desolado Skywalker.
-¿En serio? Yo veo que estás listo, como te lo dice hace tres años "Eres el jedi más poderoso que he podido conocer"
Anakin al escuchar eso pudo nuevamente sentirse superior, alimentando su ego y de cierto modo creciendo su avaricia por más poder.
-¿Hay otra cosa de la que me quería decirme, canciller?- retomo la conversación.
-Anakin, sabes que no confío del todo en el consejo jedi pero ellos quieren dominar la república- meditó unos segundos- No confían en mí y piensan traicionarme...
-No lo creo...
-Anakin- le interrumpió- ¿Tu sabes la verdad?
-Se que no confían en usted...- respondió un tanto dudoso.
-O en el senado, o en la república...ni siquiera confían en la democracia.
-Mi confianza ha sido puesta a prueba.
-¿Porqué? ¿Te están pidiendo algo que te hace sentir deshonesto?- suspiró- ¿Te piden que me espíes verdad?
-Yo no...no sé qué decir- respondió bajando la mirada.
-Recuerda tus primeras lecciones "todo aquel con poder teme perderlo" incluso los jedi...
-Los jedi usan su poder para el bien.
-Desde su punto de vista, como una vez ya te lo había mencionado Anakin; los sith y los jedi son similares en muchas cosas...
-Los sith son egoístas, codiciosos y sólo piensan en ellos.- contraataco Anakin.
-¿Y los jedi no?
-Los jedi se preocupan por los demás.
Muy seguro de su respuesta, Anakin alzó su mirada fijándola hacia al frente, no podía soportar la idea de que los jedi fueran tal cual como los sith y aunque le costase aceptar, en su interior había algo que no cuadraba con las cosas que su amigo Palpatine le comentaba, todo era muy extraño.
Después de varios segundos de silencio incómodos entre ambos, Palpatine decidió retomar la conversación sacando a Skywalker de sus pensamientos.
-¿Aún sigue sin haber información sobre tu esposa?- dijo captando toda la atención de Anakin.
-No...-suspiró- parece que se perdió en la galaxia...necesito verla, siento que sufre...- comentó desolado.
-¿Cómo es eso? –preguntó Palpatine curioso.
-Sí...la siento tan cerca y a veces...la veo sufrir en mis sueños, no debo permitir eso, no como lo fue con mí...
-¿Tu madre?
-Sí...debe haber alguna forma, aunque digan que no exista la manera de evitar los sucesos...
-Eso me recordó una historia –meditó unos segundos- ¿A caso has escuchado sobre la tragedia de Darth Plagueis "el sabio"?
-No.- respondió Anakin aún en su postura.
-Lo imaginé... un jedi nunca te la contaría. Es una leyenda Sith, Darth Plagueis era un Lord tenebroso sith, era tan poderoso y tan sabio que podía utilizar la fuerza para influir en los midiclorianos y crear... vida. Era tal su conocimiento del lado oscuro, que incluso podía llegar a evitar que los seres que le importaban murieran.
-¿Podía salvar a una persona de la muerte?- preguntó asombrado Anakin.
-El lado oscuro de la fuerza es un camino que puede aportar facultades y dones que muchos no dudan en calificar de antinaturales...
-Bien, ¿Y qué le pasó?
-Llegó a ser un hombre tan poderoso, que su único incesante temor era perder el poder que, por supuesto, perdió. Cometió el error de transmitir a su aprendiz todos sus conocimientos. Un día su aprendiz le mató mientras dormía... es irónico, era capaz de salvar de la muerte a cualquiera menos a sí mismo...
-¿Y es posible aprender ese poder?- articuló incrédulo.
-No vendrá jamás de un jedi...
[...]
La velada estaba siento pesada para los jóvenes quienes se encontraban mirando por el cristal a Dallani, con la angustia y desesperación Jaron se adentró a la habitación para posteriormente colocarse a un lado de ella sosteniéndole su mano, se veía tan frágil y pálida logrando que las lágrimas se hicieran presentes en el rostro del joven piloto quien al ver que ella lentamente abría sus ojos, este rápidamente se acercó lo suficiente para sostener la cabeza de Dallani poniendo sus grandes ojos grisáceos sobre ella.
-Tranquila linda...
-Jaron...-habló débilmente- Donde...¿Dónde estoy?
-Estás en un centro médico de Poliss Massa, ¿Recuerdas lo que sucedió?
-Solo...solo recuerdo que estaba con mi madre y de pronto un fuerte sonido se hizo presente...¿Qué ocurrió? ¿Mi madre está bien?- preguntaba agitadamente.
-Antes que nada tranquilízate- suspiró- lamentablemente hubo una explosión en tu casa y...por favor no quiero alterarte...
-Lo estás haciendo.
-Lo siento...-respiró hondo-tu mamá no sobrevivió...
Al escuchar esa fuerte declaración las pulsaciones de Dallani empezaron a acelerarse logrando que los aparatos electrónicos empezaran a emitir sonidos extraños, se sentía tan rota por dentro como si le hubieran arrancado el alma dejando su cuerpo vacío, nuevamente había perdido a su madre y esta vez para siempre.
Los droides médicos entraron rápidamente a la sala moviéndose de un lado a otro tratando de controlar la situación, los signos vitales de Dallani se habían alterado al escuchar esa confesión poniendo nerviosamente a Jaron quien aún la sostenía fuertemente de su frágil mano, Dallani solo lloraba mientras que su respiración se volvía más densa y su corazón cada segundo se hacía débil.
-Entrará en labor de parto, es recomendable que se quede señor.- hablo el droide asistente a Jaron.
-Por supuesto, todo estará bien linda...
Las contracciones se intensificaban cada vez más, los droides hacían su mayor esfuerzo tratando de salvar la vida de los tres. Jaron solo sujetaba fuertemente de la mano a Dallani mientras que ella daba luz a sus bebé, el rostro de Baraan se estremecía ante las contracciones logrando haciéndola gritar, era obvio que era el dolor más fuerte que había sentido en toda su vida pero al mismo tiempo era lo mejor que le pudo haber sucedido.
Después de varias horas de labor de parto, el droide le entregó a Jaron el primer bebé, era un varón quien con esfuerzos lo llamo Luke; en seguida vino el segundo bebé quien le entregaron a Dallani en sus brazos mientras que está con la respiración agitada y débilmente la sujetaba contra su cuerpo logrando sacar una sonrisa seguida de unas lágrimas.
-Es una niña.- dijo Jaron.
-Leia, mi princesa Leia...
El momento era tan conmovedor y dulce que desde el otro lado del cristal, la pelirroja Aliah observaba la escena conmocionada derramando un par de lágrimas. A pesar de lo débil que se encontrada Dallani se sentía tan completa estando rodeada de sus dos pequeños bebés, por fin había llegado ese día que tanto había anhelado, ser madre era lo mejor que le había pasado en toda su vida, y lo mejor de todo es que le había dado dos seres tan increíbles al amor de su vida, su Anakin.
El droide médico asistente se acercó a ambos para llevarse a los bebés a los cuneros dejándola sola con Jaron, las lágrimas caían en el rostro de ambos sin embargo las muecas de dolor se hacían nuevamente presentes en Dallani haciéndola revolcar de dolor, el joven piloto al verla sufrir nuevamente le invadió el miedo provocando que saliera corriendo detrás de un droide para que fuera a checarla.
Efectivamente, estaba siendo nuevamente débil logrando que Dallani cayera inconsciente entrando en un pequeño estado de coma, los droides médicos se meneaban rápidamente haciéndola volver, pero por más que hicieran todo los intentos estaba resultando imposible.
-¿Va a estar bien, verdad? – preguntaba aceleradamente Jaron a un droide.
-No sabemos decirle señor, me temo que la estamos perdiendo.
Jaron solo se llevó ambas manos a su rostro en forma alarmante, se estaba muriendo Dallani y el no podía hacer nada al respecto.
[...]
"Anakin ayúdame...
¡Tú eras el elegido!
Al parecer en tu ira...la asesinaste..."
Otra vez las pesadillas estaban presentes, no podía conciliar el sueño Anakin, sentía que Dallani estaba sufriendo y esas voces diciendo dichas frases le causaban cierto terror, se sentía tan confundido y a la vez perdido ¿Por qué tenía que suceder todo esto? Debía encontrar la solución a toda costa antes de que lo que más temía se hiciera realidad.
A una muy temprana hora, Anakin había ido al templo jedi e informarles sobre la información del paradero de Grievous, se sentía lo suficiente apto para esa misión y así podría demostrar lo que el canciller tanto alagaba de él, su excelencia como jedi.
Sin embargo a pesar de la que información era verídica, el consejo optó por Obi-Wan quien estuviera al frente de esa tarea, ya que no consideraban "prudente" para que Skywalker tomara esa misión. Y sí, de nuevo se sentía defraudado por el consejo, cada vez Anakin se sentía más rechazado por ellos y de cierta forma en muy su interior sentía no confiar en ellos.
-Maestro, me necesitará en esta misión.- habló Anakin.
-Tienes razón, aunque estoy seguro que será un viaje en balde...
-Espera...-interrumpió Anakin en un tono serio- Sé que te he defraudado, debería estar agradecido pero he sido muy arrogante, discúlpame...me sentí muy frustrado con el consejo.
-Anakin- dijo soltando una leve sonrisa y tomándolo por los brazos- Tienes fuerza y sabiduría y estoy muy orgulloso de ti, te he enseñado de la mejor manera que he podido desde que eras un niño, te he enseñado todo lo que sé. No obstante, jamás seré el gran jedi en el que te han convertido. Se paciente, cuando menos lo esperes el consejo te nombrará maestro.
Anakin le devolvió la sonrisa, estaba hablando de la manera más honesta hasta un punto en que en su interior tenía la necesidad de decirle esas palabras, tal y como una despedida.
-Obi-Wan –dijo llamando su atención- Que la fuerza te acompañe.
-Adiós, mi viejo amigo –le sonrió- Que la fuerza te acompañe.
Skywalker solo observaba como se marchaba su maestro quien arribaba a su nave en busca del general Grievous, era cierto que las disculpas de Anakin hacia Kenobi habían sido desde el fondo de su corazón, lo quería como un hermano y de cierta forma estaba siendo nada respetuoso, ¡Pero el consejo era el que estaba haciendo cosas inauditas! Quería confiar en ellos, pero al parecer la orden se empeñaba en desmeritarlo y no era la primera vez que lo hacían, ya que cuando su antigua ex padawan la togruta Tano le habían cometido la injusticia de inculparla por algo que no había cometido provocando que ella abandonara el templo, justo desde ese momento Skywalker había dejado de creer en su totalidad en la orden jedi.
A pasos agigantados Anakin se dirigía hacia el hangar del canciller para informarle sobre la búsqueda de Grievous, sin embargo pudo darse cuenta que mientras caminaba entre toda la multitud alguien le seguía el paso, el caminaba más a prisa pero aquella sombra le seguía el paso, era claro que Skywalker era todo un experto en captura por lo que al pasar cerca de un callejón, este tomó por los hombros a aquel sujeto que lo seguía y aventándolo sobre la pared de una manera brusca, encendió su sable láser colocándolo en el cuello de su seguidor.
-¡Quien eres!- alegó Anakin -¿Porqué me estás siguiendo?
-¡Hey suéltame! Soy Jaron...
-¿Tú?- decía aun sujetándolo- Creí que te había quedado claro que no te quería ver cerca.
-Créeme que a mí tampoco me agrada el hecho de verte, pero si te he estado buscando es por algo que te incumbe por completo.
-Bien, dime.
-Es Dallani...ella se está muriendo, te necesita.
Fue lo peor que pudo escuchar Skywalker, apagando su sable láser y soltando a Jaron quien lo tenía sujetado con demasiada fuerza, sentía que su corazón se hacía vulnerable, sentía tanto miedo en ese momento logrando reflejar en su rostro palidez, no podía perder a su ángel ¡No ella!
Jaron quien veía como este se quedó perplejo al recibir esa noticia, pudo comprobar que aún la amaba Skywalker, pero no se sentía con el poder alguno de revelarle que también era padre, por lo que decidió callar, ahora solo importaba encontrar la solución para Dallani.
-Como...¿Cómo sabe eso?- preguntó atónito Anakin.
-Este tiempo estuvo escondida en Dantooine junto con su madre, sin embargo hace un par de días intentaron asesinarla haciéndole explotar su casa...-suspiró- su madre no sobrevivió, pero los droides médicos apuntan que Dallani no tenga esperanza alguna...
-¿A qué te refieres?- preguntó aterrado.
-Dicen que por motivos que no pueden explicar está perdiendo las ganas de vivir...Skywalker yo sé nada de sus poderes sobrenaturales, pero es obvio que alguien la está intentando asesinar...ella te necesita.
Sumergido en sus pensamientos, Anakin intentando contener las lágrimas dio media vuelta siguiendo su camino, Jaron al ver esa acción corrió hasta su lado perplejo ante lo que hacía, no entendía esa actitud y eso le molestaba ya que había doblegado su orgullo para hablar con él.
-¿No harás nada Skywalker?
-¡Tú no te metas! –le gritó- Hay una solución pero eso no te incumbe...
Tenía todos los sentimientos encontrados, tantas cosas e imágenes pasaban por la mente de Anakin logrando sacar de él su mayor miedo que era perder al amor de su vida, la desesperación estaba presente y solo había una sola solución para salvarla de la muerta, esa solución no se encontraba con los jedi, sino con los sith.