-¿Qué?- articulo incrédula Dallani.
-¡Estas embarazada! No existe alguna otra explicación a la fuerza que emerge sobre ti, incluso hasta un padawan podría notarlo al pasar cerca de ti y...-meditó unos segundos- es curioso esto, ya que esa fuerza es demasiado fuerte...
Dallani no podía escuchar todo lo que le decía su hermano, al oír "Estás embarazada" sintió como un enorme nerviosismo la invadió, mientras que las pulsadas de su corazón se aceleraban cada segundo y su respiración se volvía más pesada ¿A caso era posible? ¿Estaba esperando un hijo de su Ani?
Tantas cosas atravesaron su mente en ese instante, miedo, angustia y ansiedad eran uno de los sentimientos más vivos por dentro pero más allá de eso se sentía la mujer más feliz de toda la galaxia entera, sus ojos se llenaron de lagrimas al saber dicha noticia, un bebé era una esperanza entre las penumbras que estaba pasando y justo esos segundos de felicidad lograron devolverla la vida.
-Por ese y muchos más motivos te sacaré de aquí.- dijo Kenobi interrumpiendo sus pensamientos- Ya todo está listo, contacté a un amigo tuyo que al saber de esto no dudo ni un solo segundo en apoyarte –suspiró- No hay tiempo que perder, mañana mismo estarás aterrizando en Dantooine.
Kenobi al terminar de dar sus indicaciones salió asegurarse para poder sacar a su hermana de esa celda, mientras que Dallani seguía procesando la información sobre que sería madre, todo era tan rápido que en cuestión de segundos Obi-Wan la jaló junto con él para sacarla a escondidas del lugar, los pasos se volvían más apresurados en los hermanos esquivando a cualquier soldado clon que se les interpusiera en la salida.
Ya estando algo lejos del lugar, Dallani pudo divisar una nave que alguna vez ya había visto, no obstante de ahí salió aquel joven piloto que siempre la saca de cualquier apuro, aquel hombre que también sabía sobre su secreto con Anakin, Jaron Ondo.
-Hasta aquí he llegado Dallani, confía en que todo saldrá bien.- decía Kenobi agitado.
-Obi-Wan...lo lamento tanto...- pronunció con dolor Dallani.
-Tranquila, yo confío en ti...ahora váyanse lo más pronto posible ya que no tardaran en descubrir tu huída.
-Yo cuidaré de ella...-interrumpió Jaron quien se acercaba a la escena.- Puede estar tranquilo por eso.
Kenobi tratando de contener sus sentimientos, le dio un breve abrazo a su hermana quien está pudo soltar lagrimas aún conmocionada por el momento, Obi-Wan quien la veía con tristeza le regaló una sonrisa, sin embargo Dallani al separarse de este trato de acomodar las palabras adecuadas en su mente y aunque no muy decidida, pudo pronunciar lo que tanto temía.
-Antes de irme necesito que me hagas un favor...-pronunció Dallani incomoda.
-¿Qué ocurre? –preguntó a la expectativa Obi-Wan.
-Protege a Anakin, el corre peligro...
-Dallani...-meditó unos segundos- ¿Anakin es...?
La pregunta de Obi-Wan se vio interrumpida hasta que el sonido de muchos soldados alterados por la región se escuchaban, eso provocó que ella junto con Jaron se metieran rápidamente a la nave, Kenobi lo último que les alcanzó a gritar fue "Que la fuerza los acompañe" Viendo como la nave desprendía hacia Dantooine y tal vez sin retorno alguno.
[...]
La angustia y desesperación carcomían el alma de Skywalker, no podía estar en paz después de lo sucedido. Con pasos agigantados y acelerados penetraba el templo jedi en busca de su mentor Kenobi para estar más informado, después de todo en su interior estaba muriendo lentamente, se sentía culpable y a la vez injusto por la forma en cómo le habló a su mujer pero es que si había algo que no soportaba eran las mentiras, sin embargo la seguía amando más que a nada en este mundo y desde días atrás había notado algo en ella como si un lazo los uniera más de lo que ya estaban juntos, pero debido a sus asuntos con la guerra no dedicó demasiada importancia a eso que percibía en su mujer, sin pensar que ese lazo era el hijo que estaban esperando.
No muy lejos de él, se encontró con su maestro quien se veía un tanto alterado y preocupado, Anakin al acercarse completamente a este pudo ver como en sus ojos reflejaban ansiedad logrando transmitir ese mismo sentimiento en Skywalker.
-¿Qué ocurre maestro? –preguntó extrañado Anakin.
-Anakin...-respiró hondo- Dallani huyó de Coruscant...
[...]
La llegada a Dantooine fue un poco largo debido a su ubicación en el borde exterior, a pesar de eso Dallani en todo el trayecto estuvo sumergida en sus pensamientos pues un bebé no estaba en sus planes y de cierto modo eso le aterraba, pero por otro lado anhelaba conocerlo ya ¿Sería una niña o un niño? La pregunta logro sacarle una enorme sonrisa en su rostro dando pauta a mas ideas, en su interior deseaba más que fuera niño, ese era uno de sus más anhelados deseos que si algún día tuviese un hijo lo llamaría Luke, amaba ese nombre por la nobleza y fuerza que representaba, pero si fuera niña aún no lo tenía decidido, aunque después de hacer memoria pudo recordar una pequeña charla que tuvo con Anakin hace unos meses atrás, sobre que a su esposo le encantaba el nombre de Leia, a Skywalker le parecía un nombre imponente, que dejaban huella en cualquier lugar, ese vago recuerdo que invadió la mente de Dallani no pudo evitar pensar en la reacción que hubiera tenido Anakin ¿Le aterraría la idea de ser padre? Era un tema que nunca hablaron, pero de cierto modo ahora era esa razón quien los unía más que nada y de cierta forma Dallani al saber que sería madre fue la noticia más feliz que pudo recibir.
En un abrir y cerrar de ojos ya estaban en Dantooine, Jaron si hacer pregunta alguna de todo lo sucedido en Coruscant le abrió las compuertas de la nave para que pudiese bajar, y ahí estaba su hogar tal y como lo recordaba, ese mundo lleno de montes verdes, se había reconstruido después de la guerra y vaya que era hermoso, el aire fresco rozando por sus mejillas, la pequeñas granjas por fin después de años estaba en su hogar natal y sin pensarlo siguió el camino que daba hasta su antiguo hogar.
Con el corazón latiendo al máximo se aproximo a aquella pequeña casa, donde ansiaba ver a alguien por quien tanto lucho por ver...
-¡Mamá!
Más alegría no podía contener en su alma, su madre estaba frente a sus ojos quien lucía un poco cansada limpiando la entrada de su hogar, al ver a su hija frente a ella corrió para encontrarla, no podía creer lo que estaba viviendo y el momento más emotivo fue cuando ambas se entrelazaron para darse ese abrazo que tanto anhelaron en esos tres años, las conmovedoras lagrimas estaban presentes, sus corazones latían con tanto entusiasmo, mientras que Dallani podía sentir como las piernas y las manos le temblaban pues madre e hija nuevamente juntas.
[...]
"La oscuridad es lo único que se puede presenciar, todo está con una visión nublada y lo único que se puede escuchar son varios murmullos entre las penumbras.
Sin embargo lentamente ante sus ojos se hace visible una imagen familiar... ¡Es Dallani! y está...sufriendo, llorando e implorando perdón.
Anakin se acercó aceleradamente hacia ella hasta el punto en que cuando logra tomarla por las manos ve como una sombra oscura atraviesa con su sable laser el vientre de su esposa, viéndola morir ante sus ojos sin poder ya hacer nada..."
De golpe Skywalker despertó con el corazón agitado y con la respiración descontrolada, aún con su pecho al desnudo bañado en sudor se sentó al borde de la gran cama logrando calmar sus emociones, no podía explicarse lo que soñaba, está ya era la quinta vez que soñaba exactamente lo mismo y esa pesadilla de cierto modo la sentía tan real, tal y como tuvo las premoniciones con su madre agonizando en sus brazos.
No podía permitir Anakin que sucediese eso, a pesar de todo lo que ocurrió con su joven esposa no había segundo alguno que no dejara de pensar en ella pues desde que se enteró de su huída de Coruscant había pasado tan solo siete meses de lo sucedido ¡Siete meses! Sin saber nada de ella y lo peor de todo es que no tenía idea alguna en donde pudiese ella estar, su maestro Kenobi se le encomendó la tarea de parte del consejo jedi en buscarla en ese tiempo pero este solo llegaba con la misma respuesta cada día; sin rastro alguno.
De dicha forma eso no le convencía en lo absoluto a Anakin, presentía que algo le ocultaba su maestro pero a la vez esa desconfianza la había ganado no solo Kenobi sino toda la orden jedi, cada día Skywalker se sentía insatisfecho ante lo que realizaba, la ansiedad lo mataba día y noche, y eso no estaba bien en un jedi, el quería más que eso.
Sin dudarlo muy temprano Skywalker se dirigió al templo en busca de respuesta ante las premoniciones que tenía, debía haber alguna forma de detener esto y tal vez alguien muy sabio y poderoso le daría la respuesta a eso.
-¿Premoniciones?- preguntó Yoda quien estaba en silencio junto con Anakin- Estas visiones que tienes...
-Son de dolor, sufrimiento...muerte.- articuló aterrado Skywalker.
-¿Caen en ti o en alguien conocido?
-Alguien conocido...
-¿Cercano a ti es?
-Si...-respondió dudoso Anakin.
-Mmh, cuidado debes tener al presenciar el futuro Anakin, el miedo a la pérdida un camino hacia el lado oscuro es...
-No dejaré que estas visiones se vuelvan realidad, maestro Yoda.
-La muerte parte natural de la vida es. Regocijarte por aquellos a tu alrededor que se transforman en La Fuerza, debes. No llorarlos y extrañarlos. La posesión conduce a la envidia. La sombra de la avaricia es.
-¿Qué debo hacer maestro?
-Entrenarte debes, para despojarte de todo lo que temes perder.
Era obvio que Anakin no haría caso alguno ante lo que le dijo Yoda, no podía entender que no hubiera otra opción, eso era ¡Inaudito! Por eso y muchas razones más desconfiaba de la orden jedi, pues él sabía que tenía el potencial de detener eso, después de todo la amaba y no se perdonaría perderla y mucho menos lograría sacarla de su mente cuando en su ser más profundo habitaba solo ella.
Después de aquella sesión con el maestro Yoda, no muy convencido Anakin caminaba sobre los grandes pasillos del templo aún ausente con sus múltiples preocupaciones, encontrándose con Obi-Wan quien estaba solo en la sala de reuniones ajustando algunos detalles.
-Te perdiste el reporte de los últimos daños.- le reprimió Obi-Wan.
-Lo siento yo...-suspiró- no tengo excusa.
-Estoy algo preocupado, el senado piensa otorgarle más poder al canciller.
-Entonces así acabará la guerra mucho más rápido.- respondió tranquilo Skywalker.
-Ten cuidado de tu "amigo" Palpatine...
-¿Cuidado de qué? –preguntó extrañado.
-El requirió tu presencia en su oficina...- comentó no tan convencido Obi-Wan.
-¿Para qué?
-No lo ha dicho.
-¿Sin informarle al consejo? Eso no es habitual...
-Nada de eso es habitual y de cierta forma eso me causa gran inquietud.
-Bien...-respondió Anakin un tanto dudoso- Maestro...no ha tenido información de...
-¿Dallani?- comentó interrumpiéndolo- No Anakin, al parecer se perdió en la galaxia.
-Eso también es inusual...
-¿Qué ocurre Anakin? Desde que ella huyó de Coruscant te he notado un tanto...alterado.
-Para nada maestro, solo que me importa la seguridad de este lugar, después de todo si ella conspiró contra la república y que ande suelta por la galaxia eso es un grave problema...
-¿En verdad eso crees? Mi joven ex padawan te conozco más de lo que sabes y esa respuesta no va con lo que reflejan tus emociones.
-¿Qué está insinuando, maestro? –preguntó un tanto confuso.
-Nada Anakin, solo controla tus emociones.
[...]
El embarazo había avanzado notablemente en esos siete meses transcurridos, donde Dallani recibía todos los cuidados especiales de parte de su madre como de su gran amiga de infancia, Aliah; aquella pelirroja pecosa quien años atrás le informo sobre el supuesto "secuestro" de su madre, y no se diga Jaron que a pesar de sus viajes que tenía, estuvo al pendiente del proceso de Dallani, aunque no se lo dijera la amaba cada día más en secreto, pero sabía muy bien que el corazón de ella solo le pertenecía a una sola persona: Anakin.
Sin embargo su madre en ese tiempo no se veía muy bien, pues su salud había empeorado desde que se había vuelto esclava y prácticamente cada día estaba más débil de lo normal, a pesar de eso disfrutaba cada día con su hija tratándola de animar pues muy bien sabía que Dallani cada noche lloraba por su marido, la agonía de estar tan lejos de él la mataba y si lo único que hacía levantarla cada día era su hijo.
-Hija, tienes que alimentarte bien ese bebé te necesita.- hablaba Soliah con un vaso de leche en mano.
-Lo sé, es solo que la culpa me mata día y noche por lo que hice, no se lo merecían ni Padmé, Anakin...nadie.
-No sabías lo que hacías, no todo es tu culpa te engañaron como lo hicieron con nosotros...
-¿Por qué tanto odio mamá? ¿Qué es lo que tienen los sith contra nosotros?
-La razón fue la que te había comentado, muchas profecías de elegido o elegida se rumoreaban y bueno al saber de ti querían tenerte en su poder, cosa que tu padre y yo no lo permitimos...
-Pero si Anakin es el elegido... ¿Puede correr más peligro no?- articuló aterrada.
-No se puede saber el futuro hija, pero en caso de que lo sea él, por ningún motivo debe dejarse dominar por el lado oscuro, por algo el cumpliría la profecía...-meditó unos segundos- yo sé que él lo será, cuando lo vi aquella vez a los ojos sentí una extraña conexión con él...y mira resultó ser mi yerno...lamentó mucho en la forma como aquella vez lo aleje para que no te dijera de mi existencia pero si Sidious se enteraba de mi hallazgo, lo más seguro es que te dañaría...y de cierto modo sucedió.
-¡Es que eso no es posible! Necesito regresar a Coruscant y advertirles a todos sobre Palpatine.
-No Dallani, muy bien sabes que si no te dejamos ir es por ese bebé que estás esperando y... ¡No te quiero volver a perder! Dime ¿Quién volverá a creer en ti?
-Mi hermano.
-¿Qué?- preguntó atónita.
-Lo siento madre, pero ya no puedo callar más sobre esto y mereces saberlo –suspiró- tu primogénito, el que te hicieron creer que había muerto...está con vida.
-Eso...eso no puede ser posible...-respondió aterrada Soliah.
-Yo también reaccione de esa manera, pero es más que posible...solo escúchame mamá, el se llama Obi-Wan Kenobi y fue regalado al nacer a una fam...
-¡No Dallani! Es que tu hermano no nació...- exasperó interrumpiéndola.
-¿Qué?
-Tu hermano nunca nació, tuve un aborto accidental... ese "Obi-Wan" no es tu hermano como te lo hizo creer...
No podía creer todo lo que estaba escuchando Dallani, sintió en ese momento como una ola de calor subió hasta su cabeza, sintiendo que una gran apuñalada atravesaba su pecho y es que ¿Porqué Kenobi le mintió con algo así? De pronto se dejó desplomar sobre una silla que estaba a su alcance, sintiendo como la angustia y frustración llegaba a su alma, se sentía defraudada por todos.
[...]
Anakin quien llegaba al despacho del canciller, este al verlo se levantó de su gran escritorio regalándole su más "grata" sonrisa, invitándolo a pasar.
-Anakin, me alegro de verte.- le saludó Palpatine.- ¿Confías en mí?
-Por supuesto Canciller.- respondió Anakin en su postura.
-Hijo necesito tu ayuda, quiero contar contigo.
-¿Para qué? Sigo sin comprender...-articulo un tanto curioso.
-Para que seas los ojos, oídos y la voz de la república. Anakin, te he nombrado mi representante personal en el consejo jedi.
-Pero canciller...el consejo no lo aceptaría, ellos escogen sus propios miembros...-decía incrédulo Skywalker y ha la vez extasiado con la noticia.
-Yo creo que lo harán, te necesitan...más de lo que piensas.
¿Ser maestro? No podía creerse lo que estaba escuchando, parecía todo tan irreal y a la vez estupendo, de cierta forma ese le causaba emoción al joven jedi, mientras que Palpatine se deleitaba con su reacción de asombro.
-Haz pasado por tantas cosas hijo, lo de tu esposa...te mereces buenas nuevas.
-Tal vez...-habló pensativo Anakin al escuchar hablar de ella- Nada de mí está completo si no está ella...me duele lo que hizo, pero...me aterra no saber donde esté ella, siento que algo más allá nos une y eso me provoca la necesidad de protegerla.
-¿De qué hablas? –preguntó curioso Palpatine.
-Sí...es como si una fuerza nos uniera a pesar de la distancia...pero imposible, ella no es una jedi, olvide lo que dije canciller.
-No te preocupes Anakin, es normal después de todo...la sigues amando.
-No se lo negaré a usted, cada día que pasa la necesito más que nunca.
Al escuchar esas palabras, Palpatine sintió repugnancia pues lo que más quería era cortar todos lazos afectivos que tuviera Skywalker para poder cumplir su objetivo y a pesar de que en esos siete meses lejos de ella no tuvieran contacto alguno, al parecer eso avivaba más el amor en Skywalker, eso no lo podía permitir Palpatine.
De cierta forma Dallani empezaba a ser un principal estorbo en los planes de Palpatine, pues la había sobrevalorado y con las secuelas que dejaba en Skywalker tenía que acabar a todo costa con eso. Palpatine tenía cada paso calculado, pues meses antes había mandado a un caza recompensas a investigar el paradero de Dallani, si él veía que Skywalker no notaba cierto interés en ella la daría por pérdida, pero al ver que eso era imposible tenía que tomar cartas al asunto.
Una vez que se retiró Anakin del despacho, el comunicador de Palpatine empezó a sonar dejándose mostrar la imagen de uno de sus cazas recompensas.
-Mi Lord, encontramos el paradero del objetivo.
-Muy bien...
-¿Cuál es el siguiente paso? –preguntó a la expectativa el caza recompensas.
-Mantenla.
Al escuchar dicha orden, el caza recompensas solo afirmo y tras cerrar la comunicación con Palpatine se dirigió al grupo de secuaces que lo ayudaban dándoles las ordenes del Lord.
No tardaron en hacer caso omiso a la petición, pues tenían frente a ellos la casa de los Baraan y desde arriba en sus naves dejaron caer explosivos en la casa, logrando el objetivo de haciéndola estallar en mil pedazos.
***
Hola :c tarde mucho lo sé :'( disculpen en verdad, tenía pensado actualizar en estos días de puente (Aquí en México hubo puente de días festivos para descansar de jueves a domingo por la "Independencia de México") pero de última hora mis padres se les ocurrió que saliéramos fueras, por lo que si me conectaba a leer era desde el cel de mi papá y pues el capítulo lo tenía en mi pc.
Ya sé mis mil disculpas, espero les guste el cap y está largo compensando la demora :) aún así gracias por su paciencia mis queridos lectores!!