Entre libros y sus ojos

By AlmaCalculadora

157K 9.8K 1.1K

Se suponía que esto no debía de pasar, que ella no tenía que llegar, que era una mujer prohibida, claro así s... More

Capítulo I
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50

Capítulo 11

5.1K 301 22
By AlmaCalculadora

Desperté gracias a mi bendita alarma diaria para ir al trabajo, aunque parezca estúpido jamás la apago, siempre está configurada y justo hoy domingo tenía que sonar, por suerte la sentí al instante, así que la apagué lo más rápido que pude y pude contemplar la imagen más pura que jamás en mi corta vida había tenido la oportunidad de ver, vi a un ángel dormir a mi lado, al parecer dormimos toda la noche abrazadas, la última vez que dormí tan rico fue... fue... no siquiera se cuando fue, pero esta noche había sido de en sueños, no hicimos otra cosa más que dormir, pero el simple hecho de saberla conmigo me alegraba el alma, todo lo sucedido en la cena con mis padres no era nada, ni siquiera me importaba, porque ese acontecimiento me había llevado a vivir lo que viví con Tatiana, sólo pude contemplarla en silencio, velar sus sueños, quería agradecer todo lo que había hecho por mi, así que sin hacer escándalos me levanté y fui hasta la cocina a prepararle un rico desayuno, un desayuno que exprese un "te quiero". Corte frutas y las adorne en un plato, prepare café, exprimí naranjas, y lo puse todo en una bandeja preciosa, además agregue unas tostadas, mermelada, y manteca, jamás hice algo así para nadie, esta mujer sacaba el lado más blando que guardaba en mis adentros, con todo listo, luego de lavarme los dientes, la cara y peinarme, me dirigí nuevamente a la habitación. No pude evitarlo y le di un suave beso en la frente, morí de la vergüenza, porque en ese instante se despertó...

—Buenos días mi niña, ¡daría mi vida por más despertares como estos!.

—Buenos días preciosa, te tengo una sorpresa —dije, dejando la bandeja sobre la cama.

Se quedó en silencio, con una carita de emoción plena y vi caer una lágrima por sus mejillas, no entendí la situación ¿hice algo mal?.

—¿Qué pasa Tati, porque lloras?.

—Lloro de emoción, ¡sos una dulce! Me encanta este detalle que estás teniendo conmigo... jamás nadie...

—¿Jamás nadie hizo algo así para vos?. De ahora en más yo te voy a enseñar un poco del amor de otra manera, el amor de amiga, que al fin y al cabo está lleno de detalles también. Yo te voy a enseñar un poco la ternura, yo te voy a dar un amor puro, un amor que no falle.

—¡Te quiero tanto mi niña!.

—Y yo... yo te... bueno vamos a comer que se enfríe el café.

Comimos y bebimos con tanto placer, ella y toda la constitución de su ser y de su alma llevaban algún sello jamás visto de perfección, de rato en rato me guiñaba un ojo, eso era suficiente para saber que pese a haberme sentido sola jamás volvería a estarlo.

—¡El café te quedó riquísimo!.

—¡Hecho con mucho amor! Es eso, me alegra que te haya gustado, ¿Cómo dormiste?.

—¡Como un bebe! Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que dormí así de bien, tan llena de paz.

—Yo igual, creo que tendrás que quedarte más seguido en casa a dormir conmigo, ¿no te molesto mi gata peluda? Ella es fan de jugar con los pies cuando una está durmiendo.

—Por mi encantada, vos me invitas y yo vengo, claro siempre y cuando puedas, y no, la verdad no me desperté en toda la noche, así que no se si habrá jugado con mis pies.

—Siempre puedo si de vos se trata, ¿a qué hora tenés que volver a tu casa?.

—¡Ufaa! ¿ya me estás corriendo?.

—¡No! Sólo quiero saber si tenés que regresar o te quedas conmigo.

—Si vos queres... podría... qued...

—Por favor, ¡quiero que te quedes conmigo!.

—¡Entonces así será mi niña!.

—Alístate que hoy nos vamos a un lugar fuera de la ciudad, no te quiero ni con celular ni con auto, vamos a ir en micro.

—¡Qué emocionante! como usted mande mi coronela ya me cambio y vamos.

Hoy no eran necesarios los lujos, ni siquiera la ropa extravagante, pensaba hacerla vivir un día en el que las etiquetas no importen, mientras ella se vestía yo me puse ropa deportiva, un poco de brillo en los labios, rímel en las pestañas y listo, cuando salió de mi habitación se veía tan hermosa, como si hubiese adivinado ayer lo que el día de hoy haríamos había traído ropa deportiva también, se veía preciosa. La llevaría a un camping bastante copado, bastante soñado, que queda a una hora de la ciudad, ahí podes andar en canoas, hay un restaurant muy lindo, y un parque de diversiones tipo americano, es todo muy rupestre. En el micro íbamos hechas unas niñas, hablando de todo un poco, haciéndonos cosquillas, debo de admitir que ¡detesto las cosquillas! Viajaban muy pocas personas, ojalá hoy pasemos un día divertido y que sea significativo para Tatiana.

—Nunca vine por estos lados, ¿a donde me llevas?.

—Ah... no se, ya veras preciosa, ¡la vamos a pasar súper!.

El día estaba espectacular, no hacía demasiado frío, la primavera se estaba aproximando, el lugar se veía muy limpio, Tatiana miraba todo muy asombrada, siento que jamás imaginó que la traería a un lugar así.

—¡Me encanta!, ¿Qué vamos a hacer primero?.

—¿Qué te parece si vamos a almorzar? después vemos qué hacemos..

—¡Si, tengo hambre!.

Fuimos a un restauran del lugar, era fabuloso, en esa sencillez existía el orden más estructurado, los empleados del lugar eran súper amables, tan amables que daba placer ser atendidas por ellos, nos atendió una chica de unos 30 años, era muy mona, tenía los ojos muy lindos color café, luego de tomar nuestros pedidos se retiro no sin antes guiñar un ojo a Tatiana, en ese momento me entró rabia, me puse como un tomate, mis ojos emanaban fuego, pero no dije nada, no debía, ella era libre, una mujer casada que además de todo era heterosexual, no hay chance.

—¿Qué pasa?.

—Pasa que esa estúpida se quiere robar a mi chica, que no sabe que es mi chica, y yo te vi primero", pensé —no pasa nada ¿por qué?.

—No sé, sólo pregunto, estás muy colorada...

—No te preocupes ya pasará...

—Me encanta el lugar gracias por traerme aquí.

—Me encanta que te encante preciosa.

—¿Preciosa yo?, creo que tienes que usar anteojos.

—Para mi, sos una belleza.

—¡No! mira la arruga en mis ojos, esas son patas de gallo, aunque recién empezaron a salir están ahí. Los años no llegan solos.

—Tan difícil somos las mujeres a veces, sos un ángel, tus años llegarán acompañados pero tu alma conserva una jovencita dulce.

—¿Me crees si te digo que nadie fue tan tierna conmigo?.

—Me agrada ser la primera, además lo que te digo son realidades, quizás si te vieras con los ojos que te veo, entenderías que sos algo más que la sumatoria de años, sos perfecta.

—Me vas a hacer llorar, ¿Qué debo de haber hecho en la vida para que alguien como vos aparezca en mi camino? Algo muy bueno seguramente.

—Quizás no hiciste nada y solo fue la vida actuando, llegó el momento en el que nuestros caminos se cruzaron, quizás algo tenemos que aprender la una de la otra.

—Te quiero tanto mi Sole, me gusta mucho mirarte y saberte tan madura, hasta me siento orgullosa de vos.

—Yo te quiero más mi reina —la guiñé un ojo y agarre una de sus manos.

Algo nos interrumpe, la mesera con nuestros platos y con una sonrisa diciendo algo que nos causó mucha gracia. La única que se limitó a hablar fue Tatiana.

—¡Ay pero cuánto amor!.

—Si nos queremos mucho.

—¿Hace cuánto tiempo están de novias?.

—Hace 2 años y el mes que viene nos vamos a casar.

—¡Qué lindo!, ¡Felicidades chicas!, ¿Me invitan?.

—Con gusto, ¿Cómo te llamas?.

-Guadalupe, ¿ustedes?.

—Yo me llamo Tatiana y ella Soledad, ahora si no es mucha molestia ¿nos dejas almorzar que se enfría?.

—Si perdonen, que tengan buen provecho y felicidades otras vez chicas.

No podía creerlo, había mentido que éramos novias, me encantaría que haya sido verdad todo, pero bueno, eso apreciaba de Tati, su habilidad para jugar cuando hay que jugar.

—Me dejaste muda con lo que inventaste —le dije.

—¿Ves? Yo soy tuya nada más.

—Si, si, ¡si!.

—Qué ricas pastas por Dios, me encantan Sole.

—Obvio, si las preparé con mis propias manos —dije levantando una ceja — cocinan muy rico aquí.

—Bueno, pero no son más ricas que las mías, algún día te voy a cocinar, según mi hija son las más ricas que probó en su vida.

—Te tomo la palabra, cuando quieras, donde quieras y a la hora que quieras.

—¿Siempre lista?.

—¡Siempre!.

Después de almorzar fuimos a andar en canoa, pero no queríamos remar, así que un chico remó por nosotras era una escena sacada de Venecia, la luz del día y los ojos de Tatiana eran la combinación perfecta, podía perderme en ellos y no me importaría, ella me complementaba, deseo tanto besarla, pero tendré que acostumbrarme a estar así.

—Mereces ser feliz Tati...

—Lo estoy siendo con vos a mi lado.

—Mereces ser feliz siempre...

—No se que hacer, me armo de valor, luego pienso en mi hija y simplemente no puedo dar el siguiente paso.

—En algún momento vas a poder y yo estaré ahí para apoyarte.

—¡Gracias mi niña!.

—¿Cuándo es tu cumpleaños Tati?.

—¡Qué curiosa! El 28 de noviembre ¿por qué?.

—Sólo pregunto.

El día iba de maravillas, fuimos al parque, nos subimos a varios juegos, en uno de tiro al blanco me gane un peluche grande en color rosa era una conejita, y se la regale a Tatiana, luego subimos a una montaña rusa, confieso que mi miedo a las alturas es extremo estuve a punto de no subir pero no podía dejarla sola, así que subimos ambas, morí de miedo, bajé casi llorando pero estuvo magnífico, ya había llegado la noche, fuimos por una copa al restaurante donde almorzamos y de ahí directo al micro. Subimos y nos sentamos atrás de dos chicas, que en un momento se pusieron muy cachondas.

—Estas muchachas derrochando calentura y yo sin tener a quien besar —dijo frunciendo el ceño.

—Opino lo mismo, pero bueno ya llegará alguien en algún momento.

—Así es mi niña, pero mientras estés a mi lado yo no necesito a nadie.

Nos abrazamos y fuimos todo el viaje así, al llegar a casa guardamos todas sus cosas, cuando levanté el peluche que le regalé me pidió que le pusiera mi perfume para recordarme, después de eso se dispuso a regresar a su casa, la acompañé hasta afuera.

—Adiós bonita, gracias por el día estupendo que me hiciste pasar, te quiero con toda mi alma.

—No me des las gracias, te quiero mucho más.

En ese instante tomó una de mis mejillas y la comenzó a acariciar, creí que iba a besarme en los labios, cerré los ojos, sentí un beso húmedo en mi nariz.

—¡Adiós mi vida!.




Continue Reading

You'll Also Like

255K 16.7K 24
Gaby es locutora de radio y su vida se basa en su trabajo y su pequeño perro. Sabe que su voz es su mayor arma y que su mayor debilidad son los recue...
80.7K 5.7K 36
Eran las personas más diferentes que podían existir. Una no creía en el amor y la otra vivía por él. Noelia hacía lo que quería, y Ruby solo lo que l...
102K 13.3K 163
Entra para obtener más información de la historia 💗
12.1K 1.5K 31
30 historias de Fargan y Alexby, unas continuas y otras completas; pero solo una con un final definitivo. Dedicado al fargexby month . Tw: @shaytatsu